Se sabe, los granos no atraviesan un momento de esplendor. Soja y maíz batallan por sostener sus cotizaciones, en un escenario que obviamente implica aceptar costos cada vez menos acordes a lo que se percibe por la producción. El dilema es general. En Estados Unidos el farmer analiza hasta qué punto puede recortar el aporte de fertilizantes sin dañar severamente los rindes; las cuentas no cierran.
Entre nosotros el tema parece menos crítico, lo cual no quita que deba estudiarse en detalle. Un paper de IF revela que en cuanto a los fertilizantes nitrogenados, el mercado argentino se encuentra suficientemente abastecido, con valores internacionales estables, aunque con chances de una leve baja. Por lo tanto, podría ser una buena idea retrasar la compra y seguir de cerca la evolución de los precios del insumo en el mercado mundial, sin perder de vista la marcha de las cotizaciones del maíz.
Respecto de los fosfatados, el mercado no está tan bien abastecido, aunque el reporte de IF considera que hay suficiente mercadería para comenzar la siembra de maíz. Sin embargo, en un contexto de aumento de precios internacionales es posible que cuando comience a activarse la demanda haya un ajuste al alza en los precios. El consejo de estos profesionales es anticipar las compras de fosfatados y asegurar la disponibilidad de este insumo, evitando las congestiones en los meses de siembra, y cerrando precios para al menos buscar promediar posiciones.
Hasta acá el mercado se muestra relativamente aquietado. En el primer semestre la demanda se redujo en relación al mismo período de 2023, marcando una retracción en nitrogenados del 10% y en fosfatados del 11%. Equivale a 80.000 toneladas menos para los primeros y 60.000 toneladas menos para los segundos.
Hay que decir que la oferta de fertilizantes importados durante el primer semestre muestra un incremento de al menos el 120% en nitrogenados (+210.000 toneladas) y del 55% en fosfatados (+ 40.000 toneladas). Sin tener en cuenta el carry entre campañas y la producción local (en los últimos años en un promedio de 1,2 millones de toneladas anuales), en nitrogenados hay una oferta que bordearía al menos las 290.000 toneladas. En relación a los fosfatados, el exceso de oferta alcanzaría a 100.000 toneladas, nuevamente sin tener en cuenta el carry y la producción local.
Un aspecto clave es que todo este volumen, más el excedente de julio ya ha tributado el 17,5% del Impuesto PAIS. Lo mismo sucederá con todo lo que ingrese vía importaciones durante el mes de agosto, y habrá que ver cuál es la situación en septiembre, el mes en que se concretaría la baja del 10% en este gravamen. El punto es que esto se reflejaría en los precios del insumo recién en el último bimestre del año, cuando toda esta mercadería ya haya sido comercializada y comiencen a aparecer los volúmenes de importación con menor gravamen.
¿Cómo sigue esta historia? Un especialista en el mercado global de fertilizantes se pregunta si las crecientes tensiones geopolíticas en Oriente Medio o el aumento de los precios del gas en Europa podrían servir como catalizador para despertar lo que identifica como “el negocio dormido de los nitrogenados”. El posible regreso de la India al mercado podría proporcionar un impulso a los precios, que actualmente se encuentran bajo presión debido al tibio entusiasmo de los compradores. “Los mercados de fertilizantes siguen extremadamente tranquilos, lo que debería ser normal, pero no ha sido así en comparación con los últimos años”, enfatiza.
IF refuerza la idea y asegura que continúa la sequía de demanda para aquellos productos que incluyen el nitrógeno, con muy pocas toneladas vendidas en la semana previa y con continuos rumores de una posible licitación india que daría esperanzas a los proveedores para algunos aumentos de precios. La patria de Ghandi, con un inventario actual de 9 millones toneladas en descenso, podría lanzar una licitación para la tercera semana de agosto, después de que pasen ciertas festividades.
¿Los precios? En cuanto a los nitrogenados, Rusia, sin ventas reportadas, los redujo a USD 300-315 FOB, y los países del norte de África los llevaron a USD 335-350 FOB después de equilibrar sus cuentas de negocios atrasados, provocados por el corte de suministro de gas hace un par de semanas. El Medio Oriente, sin ventas reportadas, también bajó los precios a USD 320 FOB a la espera de una licitación india para recuperar ventas.
Por su parte, el mercado de fosfatos sigue dominando la industria de fertilizantes, con el sudeste asiático siendo el principal comprador. Con esta alta demanda, los precios han seguido su rumbo hacia arriba en Oriente, manteniéndose estables en Occidente.
China vendió 45.000 toneladas a Pakistán, subiendo los precios a USD 600-610 FOB. Marruecos ha estado participando del mercado europeo, con precios ligeramente inferiores de DAP, a USD 540-605 FOB después del aumento de hace diez días. El MAP, por su parte, se mantuvo en USD 605-615 FOB. Arabia Saudita informó de dos grandes acuerdos, uno con Bangladesh y otro con Sudáfrica a un precio de USD 610 FOB.
En Nueva Orleans (NOLA), Estados Unidos, incluso con una demanda ajustada los precios se ubicaban en USD 595-605 FOB para el DAP y USD 705-710 FOB para el MAP, ya que los compradores están satisfechos con el volumen obtenido para la temporada de otoño. Los precios de Brasil se mantienen estables a USD 635 CFR, con muy poca liquidez en el mercado.