La cantante y compositora Soledad Pastorutti, participó del XXXII Congreso Aapresid, organizado por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa, y asumió el desafío de disertar sobre su experiencia de vida más allá de la música, y dejar un mensaje a los profesionales del agro, empresarios y productores. Fue en el marco del ciclo de charlas “AAPRENDER” junto a otras personalidades del deporte, el agro y la gastronomía, donde el eje estuvo puesto en la conexión campo-ciudad.
“La Sole”, se refirió no sólo a la grieta campo-ciudad, sino también a la que “parecerá existir en la sociedad en general”, así como a la que ella misma tuvo que atravesar a partir de sus decisiones artísticas y su estilo de vida. “¿Por qué hay que ser de un bando u otro? Siempre me pregunté eso”, señaló la artista, que consideró que “las divisiones son falsas y sólo están porque es fácil poner el problema en el otro”.
Nacida en Arequito, el pueblo del sur de Santa Fe que es sede de la Fiesta Nacional de la Soja, “La Sole” debió atravesar en varias ocasiones la dualidad campo-ciudad. Hoy, mientras vive con su familia y cría a sus hijas en su pueblo natal, también viaja por el mundo y conoce grandes ciudades gracias a su música, lo que no considera una antinomia. “Me crié en el campo y amo el campo, pero también disfruto de la ciudad. No soy de aquí ni de allá, soy de todos los lugares”, aseguró Pastorutti.
Y agregó: “Siempre intenté escapar a los rótulos. Me visto como quiero y hago lo que quiero porque tengo esa libertad y no cambia mi esencia”. En un llamado final a valorar lo propio y no negociar las convicciones, pidió fortalecer la comunicación y no dividirse, para evitar “que ganen unos pocos y pierdan todos”.
Campo de juego
También participó de la jornada del exfutbolista Roberto “Pato” Abbondanzieri, una personalidad que, al igual que Pastorutti, vivió en grandes ciudades y recorrió el mundo, pero nunca olvidó sus raíces ligadas al campo. Oriundo de Bouquet, pueblo del interior santafesino, en su exposición recordó que de muy chico tuvo que dejar atrás sus orígenes para hacer inferiores en Rosario Central y luego jugar en Boca Juniors. “Mi fusible siempre fue el campo, mi libertad eran los dos días que podía volverme y desconectar”, afirmó.
La conexión campo-ciudad, describe también la vida de “El Pato”. Es que, tras retirarse, decidió volver e invertir en el lugar donde aún tiene amistades, y así pasar de futbolista a productor agropecuario y contratista rural. “De chico me enloquecían las cosechadoras. Hoy las puedo tener en mi pequeña empresa, y eso es por lo que lucho”, aseguró.
Además, también se refirió a los desafíos que atravesó, y atraviesa, tanto en el campo como en la ciudad. De su época como futbolista, recordó la “enorme presión” que sentía al jugar en un club grande; como contratista, aseguró que también se enfrenta a la competencia y a numerosos factores externos, pero que eso lo convierte en un trabajador más. “Soy una persona común, como ustedes”, expresó, al mirar el auditorio.
A modo de cierre, en un recorrido por su pasado profesional, destacó la importancia de brindar oportunidades a todos, y ratificó que es necesario concentrar los esfuerzos en los objetivos propuestos. “Le tengo mucha fe a este país, el campo es un lugar muy importante para mí y por eso invierto ahí”, concluyó Abbondanzieri.