Habrá que prenderle velas al USDA

Los granos de la gruesa han cerrado otra semana negativa en Chicago, la tendencia no es buena y necesitan un milagro en el informe que el organismo difundirá el próximo lunes

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Pronto tendremos un nuevo reporte del USDA. Devoto o La Gloria a partir de los números del organismo (USDA)
Pronto tendremos un nuevo reporte del USDA. Devoto o La Gloria a partir de los números del organismo (USDA)

Y finalmente la carroza se convirtió en calabaza. A pesar de fundamentos propios bastante flojos, los granos encontraron viento fresco en el desplome de Wall Street el último lunes. Es que el cóctel era explosivo; es difícil sostener la existencia de acciones cuyos precios se han ido muy arriba cuando en la rueda corre como reguero de pólvora la sensación de que Estados Unidos está a punto de entrar en recesión, tal el escenario del primer día de esta semana.

El pánico recorrió la Bolsa de Nueva York y se sospecha que muchos juntaron su dinero y lo distribuyeron en otras plazas, entre ellas la que cobija los commodities agrícolas en Chicago. Sin hacer mucho, soja y maíz se encontraron con mejoras a comienzo de la semana que no estaban en los planes de nadie.

La felicidad fue efímera. El mismo martes la histeria había cedido en Wall Street, y los nervios terminaron de desaparecer del todo este jueves, cuando los datos de peticiones de subsidios estatales por desempleo fueron bastante más modestos de lo que el mercado imaginaba.

Temprano, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos consignó que las solicitudes iniciales de este tipo sumaron 17.000 peticiones menos, para ubicarse en torno de las 233.000 para la semana que terminó el 3 de agosto. Es el menor número en unos 11 meses y no cumple con las expectativas de los economistas, que imaginaban 240.000 solicitudes. En otras palabras, se trata de un indicador que aleja la sensación de recesión en el país del norte.

El derrumbe de la soja en Chicago ha sido ostensible, y afecta a los productores de todo el planeta (CBOT)
El derrumbe de la soja en Chicago ha sido ostensible, y afecta a los productores de todo el planeta (CBOT)

Y si no hay riesgo de recesión y los fundamentos de soja y maíz son pobres, no hay razón para quedarse en Chicago. Los que no se fueron el martes se sumaron al resto este jueves, y ambos granos sufrieron nuevas pérdidas. El viernes fue inevitablemente otro mal día.

La posición Septiembre en soja cerró la semana apenas arriba de los USD 363, en tanto Mayo 2025 cotizó en torno de USD 385. Desde fines de mayo pasado la oleaginosa ha perdido alrededor de USD 80. Para el maíz, la posición Septiembre se ubicó en algo más de USD 148, mientras que Marzo 2025 cotizó un poco por arriba de USD 162. Desde mediados de mayo pasado el cereal resignó unos USD 40.

El trasfondo es claro. Ninguno de los dos tiene per se argumentos para esperar una mejora de precios. Periodos críticos sin complicaciones climáticas, condición de cultivo compatible con buenos rindes y pronósticos meteorológicos que no muestran amenazas hacia delante. No hay de dónde agarrarse.

Por eso necesitan un milagro por parte del USDA, que el próximo lunes va a dar a conocer un nuevo informe de oferta y demanda. La suerte se juega más que nada en los datos de superficie sembrada y los rendimientos proyectados, ya que sería más difícil justificar un importante aumento de la demanda que lleve a una reducción sustancial de los stocks estimados en julio pasado, incompatibles con precios adecuados.

Téngase en cuenta que la reacción de las cotizaciones de la próxima semana dependerá de cuán sorprendidos se vean los inversores respecto de los números del USDA. También puede pasar que el organismo coincida con la visión de quienes apuestan su dinero a diario, y la aguja no se mueva. De lo anterior se desprende que así como puede apostarse por un milagro que lleve los precios hacia arriba, también es posible que los números del USDA ayuden a profundizar la caída, o resulten neutros. Dado que los datos del reporte se guardan bajo siete llaves, es difícil adelantar un pronóstico.

La analista estadounidense Naomi Blohm cree, como muchos, que el mercado se está preparando para una gran cifra en materia de rendimientos. ¿Podría haber sorpresas en este informe? “Hay que decir en principio que el USDA tiene en este caso el potencial de cambiar tanto la superficie por cosechar con maíz y soja como los rindes en ambos casos. Por primera vez incorporará datos de área sembrada provenientes de la Agencia de Servicios Agrícolas y la Agencia de Gestión de Riesgos del propio organismo”, subraya la especialista.

El maíz no tuvo mejor suerte. El mercado sospecha que en 2024/25 la oferta estadounidense será abundante (CBOT)
El maíz no tuvo mejor suerte. El mercado sospecha que en 2024/25 la oferta estadounidense será abundante (CBOT)

Desde luego que también habrá una lupa puesta sobre los números de la exportación y la molienda, y los stocks finales. Estos últimos serán clave para la suerte de los precios. Hasta acá las existencias proyectadas para 2024/25 y la relación stocks/consumo se ven muy cómodas tanto en el caso del cereal como en el de la oleaginosa, de ahí los precios deprimidos del presente.

La percepción comercial actual indica que vamos hacia grandes suministros de granos estadounidenses, lo que podría pesar sobre los precios hasta cerca de fin de año, a menos que surja una sorpresa en el informe del 12 de agosto, que podría encender un repunte. ¿Habrá cosechas récord este año? Solo el tiempo lo dirá, pero hasta acá el inversor cree que sí.

El otro punto clave pasará por la producción esperada para Brasil. Tanto en soja como en maíz, el USDA tiene grandes diferencias con los estimadores del vecino país y ajustar la brecha jugaría a favor de los precios en Chicago. No queda otra que esperar al lunes.

Mientras tanto, analistas como Luke Williams aseguran que en este momento muchos actores del negocio se están inclinando hacia el lado bajista del bote. “En mi experiencia, eso suele suceder cuando las cosas están a punto de cambiar. Así que no te rindas. Los tiempos difíciles no duran, pero la gente dura sí”. Hacemos votos para que la tendencia actual se modifique.

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