En general, durante esta primera mitad del año y hasta prácticamente la salida del invierno, la relación de reposición -medida entre el valor del ternero de invernada y el precio del novillito gordo listo para faena- suele estar mucho más influenciada por la disponibilidad de terneros y su ritmo de salida de los campos, asociado a las condiciones forrajeras de los mismos, que por grandes fluctuaciones en el precio del gordo.
Así lo indica un análisis elaborado por el ROSGAN, que detalla que “a partir de mediados del otoño la situación en la ganadería comenzó a cambiar dado que las lluvias se cortaron de manera muy marcada en los últimos dos meses dando inicio a un invierno muy duro, no sólo por la falta de humedad acumulada sino fundamentalmente por las bajas temperaturas registradas a inicios de julio”. Recordemos que, durante la primera semana de julio, las marcas térmicas resultaron muy inferiores a lo normal, generando varios días con heladas severas que restringieron drásticamente la receptividad de los campos, evento que para varias zonas del centro-sur pampeano se repitió en los últimos días de julio.
“Aun así – detalla el informe- los valores de la invernada se mantienen relativamente firmes. La escasez de terneros que comienza a marcarse para esta época del año -habiendo trascurrido cerca del 50% de la zafra- evita en cierto modo que los valores se deterioren más pronunciadamente”.
Los precios registrados la semana pasada en los diferentes remates realizados en el marco de la Exposición Rural de Palermo, dan cuenta de un mercado que intenta afirmarse, aunque sin abandonar la cautela. En promedio los valores para los terneros rondaron los $2.400 a $2.500 el kilo, con máximos registrados por lotes especiales que, alentados también por la financiación ofrecida por los bancos, llegaron a pagarse hasta $2.900 el kilo. El promedio para terneros registrado por ROSGAN fue de $2.525 el kilo, un 10% respecto de lo marcado en el último remate habitual.
El reporte analiza la serie de los últimos 10 años, y se observa que, aun considerando los precios pagados en la Exposición Rural de Palermo, “el valor del ternero sigue estando ligeramente por debajo del promedio de la serie ($2.620) e incluso retrasado entre 20% y 25% respecto de los valores registrados a igual fecha en los últimos 3 años, previos a la seca (2022, 2021 y 2020)”, y agrega que “en lo que va del año, descontada la inflación mayorista (IPIM), el precio del ternero acumula una pérdida real del 20% mientras que, el precio del novillito gordo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) se apreció en más de un 10%, respecto de los valores registrados en diciembre del año pasado”.
El análisis del ROSGAN señal que “esto, lleva a que la relación de reposición del ternero siga siendo muy favorable para el engordador. El precio de compra por kilo vivo se ubica actualmente aproximadamente un 15% por sobre el valor de venta del animal terminado, aun por debajo de lo que marca el promedio de los últimos 5 años y entre 10 y 15 puntos por debajo de lo que supo valer a esta misma fecha en los últimos años previos a la seca pasada, más semejantes en cuanto a disponibilidad de terneros”.
Estacionalmente, el precio del ternero debería empezar a afirmarse a partir de agosto, a media que se reduce la oferta. Paralelamente, es el momento en el que los feedlots deberían empezar a descargar con mayor fluidez gran parte de la hacienda que se encuentra en engorde, presionando ligeramente sobre el valor del gordo y generando, en consecuencia, un encarecimiento en la relación de reposición.
Por el momento, explican desde el ROSGAN, “a pesar de esta primera señal de fortalecimiento del precio del ternero, las subas que ha estado registrado el gordo en los últimos 10 días erosionan la mejora que debería estar mostrando la relación de reposición. Si bien el consumo aún no está dinamizando las ventas, la escasez de hacienda terminada es la que esta traccionando los valores en el mercado”.
En tanto, los datos preliminares de faena estimados a partir del traslado de animales informado por SENASA, muestran una nueva caída en la faena de julio, con mermas que en promedio rondan el 8% novillos, novillitos y vaquillonas y el 15% en vacas.