Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) aseguró, en Chacra TV: “creemos en este nuevo modelo de país de la libertad absoluta, donde la capacidad empresaria determina el éxito o el fracaso de la empresa, y no una política pública momentánea, o un impuesto distorsivo”.
Agregó que “si esas distorsiones logran solucionarse, y podemos exportar libremente la cantidad que queramos sin mochilas que no son nuestras, el futuro es interesante. Si eso no ocurre, es muy difícil que las industrias puedan ser competitivas. Y si no son competitivas, la molinería solamente se limitará a abastecer el consumo interno y quedará rezagada respecto de otros países competidores”
Con relación a la campaña fina que se está sembrando, Cifarelli explicó que “el productor, al ver que los precios del año pasado habían sido sostenidos, y que la molinería había prevalecido con precios importantes, terminó convenciéndose que era un buen modelo volver a apostar al trigo para este año”, y enfatizó: “estamos más que conformes con la cantidad de hectáreas que se están sembrando”.
Agregó: “aspiramos a tener muchas más hectáreas de trigo en el futuro tras la sequía que vivimos y todo lo que ha pasado en esta fábrica a cielo abierto”. En principio “la superficie sembrada es buena, y las expectativas son muy buenas”
“El trigo ha estado siempre en el ADN de nuestro país y eso lo explica la cantidad de mano de obra directa que tiene este cultivo, no solamente desde el campo, sino en la primera y segunda transformación, llegando a los comercios”. Y agregó que “hoy la cadena de este cereal explica casi 320 mil puestos directos”
El titular de FAIM destacó que “un producto tan básico como la harina no resiste las retenciones impuestas por los distintos gobiernos, porque a eso hay que sumarle otros impuestos de toda índole que paga el campo”, lo que le resta competitividad y hoy “sólo le exportamos harina a dos mercados: Brasil y Bolivia”.
En el caso de “Bolivia, es un mercado totalmente dependiente de Argentina”, pero en el de “Brasil, nos sigue comprando por una cuestión de logística y por la protección de tasas del Mercosur”
Cifarelli, haciendo referencia a la relación entre productores, acopiadores e industriales de la industria molinera, consideró que “han pasado muchos gobiernos, y todos -algunos más, otros menos- han querido distorsionar la relación directa que hay entre el productor, el molinero y el acopio”.
Por otra parte, aseguró que “la molinería es la primera industria nacional: hay molinos en actividad que tienen más de 170 años… el país no tenía constitución nacional y ya existían molinos harineros. Hemos pasado por todo”.