Las intensas nevadas que cubren el sur de Argentina han sumido a los productores ovinos de Santa Cruz y Chubut en una situación desesperada. La región, que representa un tercio del territorio nacional, se enfrenta a una emergencia climática que amenaza con devastar la economía ganadera local. Las condiciones extremas están sepultando los pastizales naturales, dejando a los animales sin su principal fuente de alimentación y aislados en el implacable paisaje blanco.
Ante esta emergencia, expertos y autoridades recomiendan la suplementación alimentaria para evitar grandes pérdidas.
Una llamada de auxilio desde la Patagonia
El desafío principal es llegar a los campos donde residen pobladores y trabajadores aislados, así como asistir con suplementos alimentarios a los animales refugiados en lugares de mayor resguardo. Las imágenes de ovejas y vacas atrapadas en la nieve son un recordatorio vívido de la vulnerabilidad de estos sistemas ganaderos extensivos.
Frente a esta crisis, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha desarrollado una serie de recomendaciones para la suplementación de emergencia. Alejandro Vozzi, director del INTA Chubut, informó que en los departamentos del sur de la provincia la nieve alcanza entre 30 y 80 centímetros de profundidad, con acumulaciones de hasta dos metros en algunos lugares. Esta situación impide que los animales accedan al pastizal natural y complica la asistencia a las majadas. En la meseta central de Chubut, la nieve varía entre 10 y 20 centímetros de espesor.
La Asociación Argentina de Criadores de Merino ha emitido una advertencia urgente sobre las consecuencias de este fenómeno climático inusual. Las nevadas extremas no solo comprometen la supervivencia inmediata del ganado, sino que también pueden profundizar el problema de despoblamiento que ya afecta a la región.
El temporal afecta gravemente a los departamentos de Río Senguer, Sarmiento y Escalante, así como partes de Paso de Indios y Ameghino, donde la nieve alcanza hasta un metro de profundidad en algunos puntos. Se estima que medio millón de animales, entre ovinos y bovinos, están en riesgo.
Suplementos disponibles y recomendaciones de movilidad
Martín González, investigador del INTA Chubut, subraya la importancia de utilizar las reservas disponibles en el campo para la suplementación de emergencia.
Los suplementos recomendados incluyen heno de alfalfa y pastura en fardos o pellets, y alimentos balanceados para rumiantes acompañados de heno. La cantidad sugerida es de 100 gramos por animal por día. Esta suplementación es vital para mantener a los animales nutridos y aumentar sus posibilidades de supervivencia.
En Santa Cruz, donde el 60% del territorio está cubierto de nieve, la situación es igualmente crítica. La región alberga un stock de dos millones de animales, principalmente ovinos. Virginia Sturzenbaum, coordinadora de desarrollo territorial del INTA Santa Cruz, recomienda mover a los animales y crear senderos en la nieve para facilitar su movilidad y acceso al pastizal. Esto se puede lograr mediante el uso de caballos, vacunos o motos de nieve para apisonar la nieve y permitir que los animales se desplacen con mayor facilidad.
Marcelo Aguilar, de la Agencia de Extensión Rural de San Julián del INTA Santa Cruz, enfatiza la importancia de proporcionar suplementos fibrosos, como heno o pellet de alfalfa, a razón de 400 a 500 gramos por animal por día. Esto es especialmente crucial para las ovejas preñadas, que necesitan una nutrición adecuada para asegurar la supervivencia de sus crías.
Un esfuerzo coordinado para superar la crisis
La logística de entregar estos suplementos se complica por el estado de las rutas, muchas de las cuales están cortadas por la nieve. Los suplementos provienen en su mayoría de provincias más al norte, como Chubut y Río Negro, lo que agrava los desafíos de transporte.
La necesidad de una planificación a largo plazo se hace evidente en esta crisis. Los criadores de ovinos de Merino subrayan la importancia de desarrollar una estrategia de repoblamiento que cree condiciones mínimas de permanencia, especialmente para los medianos y pequeños productores. Esto ayudaría a frenar el abandono de grandes superficies, con todas las consecuencias negativas que esto implica.
Evaluación de impacto y futuras medidas
El panorama en la Patagonia es desolador. Las nevadas intensas no solo amenazan la supervivencia inmediata del ganado, sino que también podrían tener efectos duraderos en la economía y la demografía de la región. La imagen de los campos sepultados bajo la nieve y los animales aislados es un potente recordatorio de la fragilidad de la vida rural en estas condiciones extremas.
Mientras los productores y técnicos trabajan incansablemente para mitigar los efectos de esta crisis, la combinación de una respuesta inmediata eficaz y una planificación estratégica a largo plazo será crucial para asegurar un futuro sostenible para la ganadería ovina en la Patagonia.
Funete: Inta