Algunos hablan de transgénesis, otros de edición génica. El punto es que China vive ahora un enamoramiento con la nueva genética vegetal obtenida por mecanismos no tradicionales, autorizando su cultivo y abriendo la importación a un volumen y variedad de eventos transgénicos, en una movida insospechada poco tiempo antes. La necesidad de aumentar su producción de alimentos y la ausencia de razones serias en contra de estas herramientas de la agricultura moderna llevó a Beijing a sumarse a un camino que otros emprendieron mucho antes.
Y la investigación propia también ha ido en el mismo sentido, por caso ahora cuenta con un trigo modificado para enfrentar enfermedades. Un conocido analista del mercado granario ha deslizado algunas características de este material gestado dentro de las fronteras del gigante asiático. Habla de CRISPR, lo cual confirmaría que se trata de edición génica. Confía que el recién llegado es resistente a Mildiu polvoriento, una enfermedad que en China puede provocar pérdidas de rendimiento de hasta el 30-40%.
Se trata de un tipo de hongo que ataca al trigo amarilleando sus hojas y ralentizando el crecimiento de la planta. Científicamente se lo identifica como Blumeria graminis f sp. tritici, antes incluido en el género Erisiphe.
El trigo chino editado genéticamente no permite el ataque del hongo, y lo logra sin alterar el crecimiento del grano. Se cree que si los mejores rendimientos son confirmados por investigaciones adicionales, esto realmente podría cambiar las reglas de juego para los mejoradores de trigo.
El mildiú polvoriento del trigo es relativamente fácil de diagnosticar debido a las pequeñas manchas blancas características de los micelios. Estos pueden aparecer en la epidermis superior e inferior de las hojas. A medida que avanza la enfermedad, adquieren un color tostado claro. Se trata de un parásito obligado, lo que significa que sólo crece en tejido vivo, y es también todo un problema en algunas regiones de Estados Unidos y el Reino Unido.
Hay que decir que China es el mayor productor de trigo del planeta. Lo utiliza para hacer pasta, fideos y pan. El desarrollo de este trigo editado genéticamente demandó unos 8 años. Sus características serían las que hace dos años publicó la revista Nature. Se lo considera el segundo trigo comercial en el cual el hombre ha intervenido modificando la genética del cereal, después de la variedad HB4 de Bioceres.
Por cierto, la edición génica tiene menos enemigos que la transgénesis. El modelo CRISPR es una técnica de ingeniería genética que permite cambiar letras individuales del código genético con alta eficiencia y relativa facilidad. Los investigadores pueden acceder al genoma y alterar los genes específicos que abren las puertas de entrada a las enfermedades.
El descubrimiento de CRISPR ha abierto un nuevo mundo de manipulación genética, con aplicaciones que van desde la limitación de enfermedades hasta el desarrollo de cultivos resistentes a la sequía y a los insectos, capaces de crecer en entornos adversos.
La historia no termina ahí. Científicos chinos han desarrollado un trigo de mayor rendimiento para la producción de pan, según un artículo de investigación publicado en el último número de Plant Biotechnology Journal. Utilizando la edición del genoma CRISPR-CAS9 y mediante la identificación de mecanismos moleculares que afectan el desarrollo del grano, los investigadores aumentaron su longitud y su peso. Para llegar a tal objetivo identificaron un factor de transcripción que está asociado con la longitud del grano.
En los últimos años, el gobierno de China ha hecho de la seguridad alimentaria una máxima prioridad. Además de utilizar la edición génica para aumentar los rendimientos del trigo, está en proceso de comercialización una producción generalizada de maíz y soja genéticamente modificados para reducir su dependencia de las importaciones de esos productos agrícolas.
Origin Agritech, una empresa china de genética vegetal, anunció un avance revolucionario en la edición de genes, presentado en la revista científica Nature. Habla de “una arquitectura inteligente de canopeo en maíz que eleva el rendimiento en altas densidades”. También de una mejora de punto fijo del ángulo de la hoja en líneas endogámicas de maíz utilizando tecnología de edición de genes.
En comparación con las técnicas tradicionales de retrocruzamiento y mejoramiento, la línea Hi3 puede ahorrar de 3 a 4 años de tiempo sin la influencia de genes vinculados. Se espera que la comercialización del maíz de edición génica de Origin comience en uno o dos años. Se estima que el mercado para este proceso de mejoramiento puede alcanzar más de USD 1500 millones de dólares.
“Además de la reducción del ángulo entre las hojas superiores de las plantas de maíz, hemos obtenido más de diez líneas de inducción de edición génica que se han mejorado para diferentes rasgos, como una mayor resistencia a la sequía, al vuelco y otros factores, así como la extensión del período de crecimiento del maíz”, afirma uno de los responsables de la compañía. El híbrido genéticamente modificado entrará en pruebas de producción este año.
Formalmente Origin Agritech informa que desarrolló híbridos de maíz comercial con la integración de genes de maíz silvestre. Esta innovadora modificación genética ha mejorado el tipo de planta y la eficiencia de la fotosíntesis, lo que permite al híbrido lograr rendimientos superiores al soportar una mayor densidad de siembra. La versión mejorada de este híbrido ahora se puede sembrar a una densidad entre un 10 y un 15 % mayor, lo que ofrece un aumento potencial del rendimiento de más del 10 %.
Se estima que China ha obtenido un récord de producción de maíz en la campaña comercial 2023/24, alcanzando los 288 millones de toneladas, según el Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Sin embargo, para satisfacer las necesidades de consumo, tendrá que importar entre 20 y 23 millones de toneladas del cereal. Es justamente lo que quiere evitar en el futuro.
El South China Morning Post da cuenta de que Beijing ha aprobado soja, maíz, algodón y papaya transgénicos con fines comerciales. Para las importaciones, han quedado autorizadas, por caso, la soja resistente a insectos y herbicidas, DBN8002, desarrollada por Beijing Dabeinong Technology Group Co Ltd., y un híbrido de maíz tolerante a herbicidas DP202216 de Corteva. Este país está acelerando la comercialización de materiales modificados de mayor rendimiento como parte de sus esfuerzos por mejorar la eficiencia agrícola.
Los analistas esperan que el mercado chino de alimentos genéticamente modificados crezca sustancialmente. El maíz y la soja transgénicos moverían unos USD 1000 millones en los próximos ocho años. China Galaxy Securities estimó que en términos de área de siembra, las variedades transgénicas representarían alrededor del 40% de los cultivos de maíz y soja sembrados en China en los próximos seis años. Los especialistas de Beijing Dabeinong Technology van más allá y confían que la penetración en el mercado de cultivos modificados genéticamente podría alcanzar el 85% en tres a cinco años.
La rueda no se detiene. Se vislumbran más cambios regulatorios en el horizonte, y se espera que Beijing introduzca nuevas reglas para el etiquetado de cultivos genéticamente modificados utilizados en productos alimenticios a finales de este año. Un pasado de rechazo a estos hijos destacados de la biotecnología queda definitivamente atrás.