Jugo de naranja concentrado: una oportunidad única

La producción de naranjas da vida a un negocio fenomenal, que muchas veces pasa desapercibido para el gran público. Se refiere a las exportaciones de jugo concentrado, ahora inmersas en un mercado global donde la oferta se ha desplomado ante la falta de fruta en los principales países productores. De ahí que el precio internacional de este jugo ha aumentado casi un 200% en menos de un año. La demanda presiona y la industria de refrescos y bebidas no alcohólicas empieza a pensar en proveedores no habituales, entre ellos la Argentina.

La crisis está vinculada con contingencias climáticas, pero fundamentalmente con una enfermedad incurable que ataca a estos cítricos: el HLB o greening. La dolencia se propaga a través de la utilización material infectado (yemas o partes vegetales) y de su insecto vector llamado Diaphorina citri. Forbes Brasil da cuenta que todo ha empeorado desde fines de 2023 en este país, que explica el 70% de la producción mundial de jugo de naranja concentrado. El punto es que casi el 40% de sus plantaciones, ubicadas en el estado de San Pablo, han entrado en graves dificultades.

El asunto se convirtió en una crisis global cuando Brasil anticipó que en esta campaña la producción de jugo de naranja sería un 24% menor que el año previo. Implica haber pasado en tiempos recientes de 16 millones de toneladas de fruta para jugo concentrado, a 12,5 millones y finalmente ahora a 9 millones de toneladas.

En el mismo sentido, Bloomberg destaca que Brasil tendría la menor cosecha de naranjas en 36 años, según indica Fundecitrus. Además del HLB, el calor excesivo estresó los naranjos durante los períodos cruciales de floración y formación temprana de frutos entre septiembre y noviembre del año pasado.

Otro que supo mandar en el mercado del jugo de naranja concentrado, el estado de Florida, en Estados Unidos, vio caer su producción un 90% en los últimos quince años, en tanto México va a generar un 30% menos de lo esperado. Se aguarda que la Florida produzca sólo 17,8 millones de cajas de naranjas en la cosecha que finaliza en julio, según un pronóstico del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

La crisis es de tal importancia que llegó a las páginas del Financial Times. La prestigiosa publicación dice que la situación impulsa la búsqueda de frutas alternativas, por caso mandarinas, que ya están siendo usadas en Japón. El mal tiempo y las enfermedades en Brasil han elevado los precios de los futuros a un nivel récord. La escasez de naranjas ha aumentado la preocupación por un incremento de precios que seguramente afectará a los consumidores y remodelará la industria mundial del jugo de naranja concentrado.

Los futuros de este zumo, que permiten a los actores de la industria protegerse contra las oscilaciones de los precios, han estado en alza desde fines de 2022, cuando un huracán, y luego una ola de frío, devastaron hectáreas de naranjales en la Florida, clave para Estados Unidos, el segundo mayor productor del mundo. Por eso lo de Brasil cayó como una bomba y tiene alarmado al mercado, porque el negocio viene de tres años consecutivos de suministros menguantes, que han agotado las reservas.

El HLB se detectó en Estados Unidos hace 20 años. En 2008 se había extendido por toda la Florida, que históricamente representaba más del 80 por ciento de la oferta estadounidense. Hace dos décadas, este estado producía alrededor de 240 millones de cajas de jugo de naranja al año. Hoy se ha reducido a sólo un 7,5% de ese volumen.

Entonces Brasil intervino para compensar el déficit, pero ahora la potencia agrícola sudamericana también está con graves dificultades. La producción de este año ha caído hasta los 232 millones de cajas de naranjas, según estimaciones de Fundecitrus, desde los 314 millones de cajas de dos años antes. Los ejecutivos de la industria en el hemisferio norte dicen que es probable que los consumidores sientan el impacto durante años. De hecho muchos fabricantes ya están trasladando los costos crecientes a sus clientes.

Fuentes consultadas por Forbes en la Argentina, ligadas a la actividad, advierten que estamos en un pico histórico de precios, que se estabilizará finalmente pero en un escalón mucho más alto que el nivel previo a esta crisis. Nuestro país es un formidable exportador de limones originados en el NOA, en tanto los cítricos dulces son patrimonio del Litoral, especialmente Entre Ríos y Corrientes.

Se considera que el mercado del jugo de naranja concentrado se ha vuelto sólido y que su situación estructural no cambiará en el mediano plazo, oportunidad para invertir en el negocio. Incluso se puede pensar en aprovechar las ventajas actuales del NOA con el limón y reconvertir una parte de las plantas para abocarse a la producción de jugo de naranja, algo que ya está ocurriendo según indica la publicación. Respecto de la Mesopotamia, una opción rápida es pensar en plantas modulares, que podrían entrar en funcionamiento en unos dos años. Productores entrerrianos hablan de una sobreproducción de frutas para jugo, en un mercado interno saturado de cítricos a precios muy bajos.

Desde luego, como sucede con cualquier otra actividad productiva en la Argentina, los últimos años para el sector no han sido buenos, y se necesita estabilizar la macro para aprovechar a fondo la oportunidad. El gran drama de nuestro país es que en general vivimos luchando contra los pésimos manejos de la economía nacional, una maraña de impuestos y la multiplicidad de regulaciones.

Es de desear que los procesos en curso lleguen a buen puerto, de modo que la Argentina deje de ver pasar las oportunidades y empiece a aprovecharlas.