Revivir los bosques: el esfuerzo por la recuperación forestal

La restauración de bosques enfrenta la deforestación y el cambio climático. Desde los cipreses en Neuquén hasta los manglares en Filipinas, los esfuerzos globales ofrecen un futuro más verde

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Restauración de bosques con semillas
Restauración de bosques con semillas de ciprés

En un mundo cada vez más afectado por la crisis ambiental, que impacta de lleno en la población y el ecosistema, la restauración de bosques en peligro se ha vuelto una tarea crucial.

En este contexto, el Grupo de Genética Forestal del INTA de Bariloche está llevando a cabo una iniciativa vital para la recuperación de los bosques degradados en la región de Neuquén, Argentina.

Para que no desaparezcan

Restaurar los bosques es una estrategia esencial para enfrentar el cambio climático y proteger la biodiversidad. Los bosques actúan como importantes sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono de la atmósfera y ayudando a regular el clima global. Además, son el hogar de una vasta cantidad de especies que dependen de estos ecosistemas para sobrevivir. La pérdida de bosques, que continúa a un ritmo alarmante debido a la deforestación y la degradación, no solo agrava el cambio climático, sino que también amenaza la biodiversidad.

Según la FAO, cada año se pierden aproximadamente 10 millones de hectáreas de bosques en el mundo, un área equivalente al tamaño de Corea del Sur.

En Argentina, entre 1998 y 2018, se deforestaron más de 6,5 millones de hectáreas de bosques nativos. Esta pérdida no solo afecta la absorción de carbono, sino que también pone en peligro a muchas especies de flora y fauna.

El Grupo de Genética Forestal
El Grupo de Genética Forestal del INTA de Bariloche llevó a cabo una iniciativa vital para la recuperación de los bosques degradados en la región de Neuquén, Argentina (inta)

Salvando el ciprés de la cordillera

La población de ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilensis) en el paraje Riscos Bayos, cercano a Loncopué, representa un bosque relictual, es decir, una pequeña porción de bosque que sobrevivió a las últimas glaciaciones. Este bosque enfrenta condiciones ambientales extremadamente adversas, con precipitaciones anuales de apenas 246 milímetros. Para abordar esta problemática, el INTA ha plantado 56 cipreses de genética local, utilizando semillas de su banco de germoplasma forestal.

Mario Pastorino, investigador del Grupo de Genética Forestal del INTA Bariloche, explicó que las semillas utilizadas en este proyecto fueron cosechadas en 2002 y preservadas cuidadosamente. “Contamos con un banco de semillas de ciprés de la Cordillera para resguardar los recursos genéticos de la especie”, señaló Pastorino. El proceso de germinación y crecimiento de los plantines en el vivero experimental del INTA Bariloche tomó tres años y culminó en abril de 2024 con la plantación de estos árboles en Riscos Bayos.

22 años de espera, desafíos y logros

La plantación de cipreses en Riscos Bayos no estuvo exenta de desafíos. La disponibilidad de semillas adecuadas fue uno de los principales obstáculos, ya que no todos los años los árboles producen semillas suficientes. Aquí es donde el banco de semillas del INTA jugó un papel crucial. Las semillas, después de ser cosechadas, fueron oreadas, limpiadas de impurezas, secadas naturalmente y almacenadas en condiciones controladas, lo que permitió su uso en este proyecto de restauración.

Una vez germinadas en 2021, las plantas fueron cuidadas durante tres años en el vivero experimental del INTA Bariloche. En abril de 2024, técnicos de ambas instituciones plantaron 56 cipreses en una clausura de casi una hectárea, junto al bosquete natural de Riscos Bayos. “Veintidós años después, los particulares genes de Riscos Bayos volvieron a casa”, celebró Pastorino.

Restaurar los bosques...y el mundo

A nivel mundial, la restauración de bosques ha demostrado ser una estrategia eficaz para combatir la deforestación y mitigar el cambio climático. Un ejemplo destacado es el Proyecto de Restauración del Bosque Atlántico en Brasil. Este proyecto ambicioso tiene como objetivo restaurar 15 millones de hectáreas del Bosque Atlántico para 2050, un esfuerzo que no solo combate la deforestación, sino que también mejora la biodiversidad y proporciona servicios ecosistémicos críticos como la regulación del agua y la captura de carbono.

Otro proyecto notable es La Gran Muralla Verde en África, una iniciativa panafricana que busca plantar una franja de árboles de 8,000 kilómetros de largo y 15 kilómetros de ancho a lo largo del Sahel, desde Senegal hasta Djibouti. Esta iniciativa combate la desertificación, mejora la seguridad alimentaria y apoya la biodiversidad local.

En Filipinas, los proyectos de restauración de manglares son cruciales para la protección contra tormentas, la estabilización de la costa y el apoyo a la biodiversidad marina. La restauración de miles de hectáreas ha mejorado significativamente la biodiversidad local y ha fortalecido la resistencia de las comunidades costeras frente a desastres naturales.

En Madagascar, el Proyecto Eden también se enfoca en la reforestación y la restauración de manglares, involucrando a las comunidades locales en la plantación de árboles. Y es destacable el programa de reforestación de Costa Rica, un ejemplo exitoso de políticas de pago por servicios ambientales y promoción de la reforestación a gran escala. Gracias a estos esfuerzos, la cobertura forestal en Costa Rica se ha duplicado en las últimas décadas, restaurando la biodiversidad y mejorando los servicios ecosistémicos.

La restauración de bosques ha
La restauración de bosques ha demostrado ser una estrategia eficaz para combatir la deforestación y mitigar el cambio climático EFE/ Antonio Lacerda

No quedan dudas: tanto los mencionados ejemplos sobre restauración como el éxito de este proyecto en Riscos Bayos, son un ejemplo de cómo la restauración de bosques puede tener un impacto significativo en la conservación de la biodiversidad y en la lucha contra el cambio climático.

En el caso de las restauración de los cipreses, este esfuerzo no solo preserva un acervo genético único, sino que también contribuye a la recuperación de un ecosistema amenazado. Para protegerlo, es vital la participación del INTA junto a la colaboración entre instituciones de investigación y gobiernos locales para abordar los desafíos ambientales mediante producciones sustentables.

FUENTE: Inta

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