Oil World vaticina un déficit en la producción mundial de aceites vegetales en 2024/25, pero no de cualquier tipo, sino básicamente de girasol y colza, lo cual debería reflejarse en las cotizaciones de ambos productos.
La soja está en las antípodas de ambos aceites. Suponiendo que las condiciones climáticas en Estados Unidos y Sudamérica sean razonablemente normales, se estima que la producción mundial de esta oleaginosa aumentará abruptamente en cerca de 28 millones de toneladas la próxima campaña, y muy probablemente dará lugar a otro superávit a nivel global por tercera temporada consecutiva.
Entonces, si el clima sigue siendo en gran medida favorable para estos grandes productores de soja, existe una alta probabilidad de que los precios de la oleaginosa se vean presionados y caigan por debajo de los USD 400. Oil World advierte que los agricultores de estas naciones tendrán que considerar los fundamentos bajistas de la oferta global a la hora de diagramar su política de ventas.
Por el contrario, actualmente se pronostica que los suministros mundiales de girasol y colza (incluida la canola) disminuirán en un total combinado de 4 millones de toneladas en 2024/25, lo que provocará una caída en la molienda. Esto sigue a aumentos interanuales inusualmente grandes en la molturación de las dos semillas en 2022/23 y 2023/24, en torno de los 18 millones de toneladas combinadas.
Si bien el retroceso en la producción de las harinas de colza y de girasol puede compensarse fácilmente con el aumento de la oferta de harina de soja, será más difícil hacer frente a la menor producción de los aceites de girasol y colza en todo el mundo, sobre todo si además se confirman las previsiones de un crecimiento de la producción por debajo de lo normal para el aceite de palma.
De tal modo se espera que entre julio y septiembre de 2024 se produzca un déficit mundial en la producción combinada de aceite de girasol y aceite de colza, que continuará (y probablemente se agravará) durante el resto de la temporada 2024/25. Esto llevará inexorablemente a una disminución de las existencias, y muy probablemente va a determinar una fortaleza para estos productos independientemente de los precios generales de aceites y grasas.
Este combo puede tener un componente más. Veysel Kaya, un especialista en los mercados globales de aceites vegetales, avisa que si bien han terminado las siembras de la nueva campaña de girasol en el Mar Negro –dominador absoluto del negocio mundial de esta oleaginosa-, las recientes condiciones climáticas más secas y cálidas pueden provocar importantes problemas de germinación e incluso dificultades con los primeros estadios, un tema que convendrá seguir de cerca. “Las previsiones de precipitaciones para Ucrania tampoco son en su mayoría halagüeñas”, aclara este trader.
Hay que decir que Ucrania y Rusia tienen dos tercios de la producción mundial de aceite de girasol, y el 80% del comercio global. APK-Inform indica que el mercado ucraniano de exportación de aceite de girasol sigue dominado por una tendencia al alza de los precios. La semana pasada se alcanzaron valores algo superiores a los 900 USD/t CPT puerto, un aumento de USD 5-15 respecto de los siete días previos. Se trata de valores máximos para la temporada 2023/24 en este país, cifras que no se veían desde marzo de 2023.
Según esta consultora, en mayo de 2024 Ucrania exportó 714 mil toneladas de aceite de girasol (+14% en comparación con abril), el mayor volumen mensual desde enero de 2021. Es más, en el periodo septiembre-mayo de la campaña 2023/24, el país negocio fronteras afuera un récord de 5,14 millones de toneladas de aceite de girasol.
Uno de los principales factores que contribuyó a las exportaciones activas del producto en la temporada mencionada fue la gran demanda de aceite de girasol a partir de su precio competitivo en comparación con otros aceites vegetales.
En la vereda opuesta, la India, el mayor importador mundial de aceites vegetales, ha comprado un récord de 500 mil toneladas de aceite de girasol para entrega en junio, ya que la competencia entre Ucrania y Rusia lo hizo más barato que el aceite de soja y el de palma. La pasada campaña comercial, la patria de Ghandi adquirió una media de 250.000 toneladas de aceite de girasol al mes, principalmente desde los países actualmente en conflicto tras la invasión iniciada por las tropas de Putin en 2022.
Los analistas creen que esto ayudará a reducir las existencias de aceite de girasol en la región del Mar Negro y aumentará los precios. Hace unas semanas, el aceite de girasol crudo estaba disponible en la India a USD 940 por tonelada, incluidos costos, seguro y flete (CIF), para entrega en junio, mientras que los aceites de soja y de palma se ofrecían a alrededor de USD 1.015 y USD 950 por tonelada, respectivamente. Es cierto, la industria necesitará tiempo para procesar y distribuir las 500 mil toneladas de aceite de girasol importadas en junio, lo que provocará una reducción de las compras en julio.
Otras fuentes confirman que dado el ritmo casi récord de procesamiento del girasol en la temporada 2023/24 y la menor cosecha de oleaginosas en 2023 en comparación con el nivel de antes de la guerra, se estima que las existencias de este grano en Ucrania son las más bajas en muchos años. Así, hasta agosto se infiere una disminución en el procesamiento y la oferta de aceite de girasol, no solo de Ucrania, sino también de la región del Mar Negro en su conjunto. Y la situación podría repetirse en el resto de la temporada.