La Argentina está en un momento crítico en el mercado internacional del maíz, enfrentando retos por tensiones geopolíticas, exigencias fitosanitarias y la evolución de las cosechas en países líderes. La entrada al mercado chino, supeditada al cumplimiento de rigurosos requisitos, es un factor clave.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) y Cecilia Piermattei, miembro de la Sociedad Gremial de Acopiadores de Rosario, analizan los desafíos comerciales de este cultivo fundamental.
El maíz avanza, más allá de la chicharrita
Pese a ser un actor importante en el comercio global, Argentina compite fuertemente con Brasil y Estados Unidos y depende de los precios internacionales, especialmente del mercado de Chicago. La recuperación de las lluvias ha mejorado la situación, pero la atención se centra en el desarrollo de la segunda mitad del año.
Uno de los mayores retos que enfrenta la producción de maíz en Argentina es el spiroplasma, una enfermedad transmitida por la chicharrita (Dalbulus maidis). El reporte de la BCBA detalla que, durante la última semana, la cosecha de grano de maíz comercial avanzó 2,8 %, y los primeros resultados en los planteos tardíos reportan gran variabilidad en su rendimiento, debido a que, por un lado, “las siembras de principios de diciembre en la provincia de Córdoba se han comportado de mejor manera que siembras más tardías ante las enfermedades asociadas a Dalbulus maidis”, pero a fin de evitar pérdidas mayores en los lotes con alta severidad, “los productores también optan por avanzar sobre estos, aunque la humedad en grano esté por encima de lo óptimo”.
Rendimientos y Proyecciones
La BCBA, asimismo, da por finalizada la cosecha de maíz temprano en la zona Núcleo Norte y en Entre Ríos, donde se obtuvo un rinde medio de 103 qq/Ha y 72,9 qq/Ha, respectivamente. Esta última provincia, debido al retraso en la fecha de siembra, finalizó las labores sobre los planteos tempranos seis semanas más tarde que el promedio de los últimos cinco años.
Hasta el momento se ha cosechado el 28,2 % del total nacional con un rendimiento promedio de 81,9 qq/Ha; en este contexto, se mantiene la proyección de producción en 46,5 millones de toneladas, que representa, en números absolutos, 9,5 millones de toneladas más que lo alcanzado la campaña anterior.
Apertura del Mercado Chino
La apertura del mercado chino, tras siete años de negociaciones, representa una oportunidad crucial para Argentina. Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), subraya la importancia de este momento: “Argentina está en condiciones de capturar una participación significativa en el mercado chino y tenemos la ventana de exportación del maíz de segunda”.
No obstante, Idígoras advierte sobre los riesgos: “No podemos fallar cuando entremos en China; un error en el primer año podría dañar nuestra reputación en términos de precio y credibilidad”. La capacidad de certificar plagas y haber logrado que China habilitara todos los eventos biotecnológicos de maíz procedentes del país marca un hito fundamental en las relaciones comerciales con el gigante asiático.
Bioseguridad y Uso de Fitosanitarios
La bioseguridad juega un papel dual, pudiendo actuar como una barrera o un facilitador del comercio. Cecilia Piermattei destaca la importancia de los productos fitosanitarios autorizados para reducir la resistencia de plagas en las mercancías. “Cada planta, metodología y equipo es diferente. Debemos ser muy cuidadosos desde el acopio y almacenamiento, siguiendo siempre las recomendaciones profesionales”, subraya Piermattei.
Argentina se enfrenta a un momento crítico en su estrategia de inserción internacional en el mercado del maíz. Los desafíos sanitarios y geopolíticos, junto con la competencia de otros grandes productores, exigen una respuesta estratégica y precisa.
La apertura del mercado chino ofrece una oportunidad invaluable, pero también requiere una gestión cuidadosa para asegurar el éxito y mantener la reputación del país en el comercio global de maíz.