Qué esperar del maíz en el segundo semestre

La suerte de tres de los cuatro grandes exportadores está bajo la lupa. Y la campaña en Estados Unidos se halla en pañales. Hacia dónde pueden ir los precios

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Los grandes oferentes del mercado
Los grandes oferentes del mercado global de maíz no las tienen todas consigo (Revista Chacra)

No es una campaña convencional para el maíz, acostumbrado a grandes volúmenes saliendo al mundo desde Sudamérica. Según el pronóstico de una gran trader, las exportaciones de maíz de Brasil durante la actual temporada 2023/24 pueden disminuir significativamente. La propia Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) estima que los negocios del socio del Mercosur con el exterior bordearán los 31 millones de toneladas, muy por debajo de las exportaciones de la temporada previa, en torno de los 55 millones de toneladas.

En este escenario, Brasil será desplazado como principal exportador mundial por Estados Unidos, país que retomaría el liderazgo que ostentó durante décadas. Los especialistas advierten que el maíz brasileño seguirá siendo competitivo, pero no habrá volúmenes suficientes para presionar al mercado.

El punto es que se espera que la producción del vecino país disminuya en 20 millones de toneladas en comparación con la cosecha 2022/23, en principio. El desarrollo de la safrinha de maíz es bueno y nada impide hasta acá alcanzar un volumen normal, aunque los números finales de la campaña no pueden asegurarse hasta que los granos estén en los silos.

Además, los lotes están terminando de polinizar y han transcurrido los últimos veinte días en condiciones de lluvias muy escasas y temperaturas relativamente elevadas. Cabe agregar que la superficie sembrada con este maíz de invierno viene recortada a raíz de márgenes que a priori no entusiasmaron al agricultor del poderoso Centro Oeste de Brasil.

Brasil verá mermada su producción
Brasil verá mermada su producción en modo significativo, arrastrando a las exportaciones (Revista Chacra)

La situación de nuestro país es conocida. El tándem chicharrita/Spiroplasma se ha llevado al menos 11 millones de toneladas de la producción que se esperaba originalmente, y todavía está por verse si esto ha sido todo. Inicialmente se preveía obtener volúmenes importantes esta temporada, pero el impacto de esta enfermedad está provocando una reevaluación de las expectativas.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) advierte que hacia el norte del área agrícola se comenzaron a reportar los primeros resultados correspondientes a lotes que exhiben debilitamiento de cañas y algunos puntos de humedad por encima del óptimo, con guarismos muy por debajo de los rendimientos históricos. Si bien el centro-norte de Córdoba es de las zonas más afectadas en su potencial de rendimiento, el sur de la provincia reporta semana tras semana rindes en línea con los promedios históricos.

La chicharrita ha causado estragos
La chicharrita ha causado estragos en muchas zonas de la Argentina. Aún se están evaluando las pérdidas (Revista Chacra)

Por su parte, el norte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires han cerrado una campaña de maíz temprano con rindes por debajo del promedio 2018/23, al tiempo que el norte de la zona núcleo informa rendimientos considerablemente menores de los que reporta el sur de esta región clave. La BCBA mantiene hasta acá su ya recortada proyección de producción, en alrededor de 46,5 millones de toneladas.

Hay que decir asimismo que los lotes de maíz tardío se están cosechando en gran parte de la Región Pampeana con una anticipación no usual. Probablemente tendrá que correr mucha agua bajo el puente hasta que se conozcan los números definitivos.

La Argentina es un jugador de peso en la arena global. Un analista estadounidense avisa que la situación en nuestro país no sólo es relevante para el sector agrícola argentino sino también para los mercados globales, particularmente los de Estados Unidos. “Se esperaba un récord en materia de exportaciones. Sin embargo, el panorama cambió drásticamente en las últimas semanas; el impacto del achaparramiento del maíz no tiene precedentes en la Argentina”, indica una página especializada.

Hay gran preocupación respecto de
Hay gran preocupación respecto de la suerte de la siembra de maíz en 2024/25(Revista Chacra)

No cabe duda de que una reducción en el tamaño de nuestra cosecha y sus exportaciones generará cambios en el negocio global. “Una producción argentina más pequeña podría crear una oportunidad para aumentar las exportaciones de maíz estadounidense durante los últimos meses de la temporada 2023/24 en el hemisferio norte (agosto, septiembre y octubre, básicamente). Es imperativo un seguimiento atento de los acontecimientos, junto con medidas proactivas de gestión de riesgos”, recomienda un bróker de activa participación en Chicago.

Conviene recordar además que Rio Grande do Sul es una verdadera aspiradora de maíz dadas su enormes cadenas de generación de carne bovina, porcina y aviar. Por las razones que son de dominio público es muy probable que su demanda de cereal argentino se incremente.

Mientras tanto, Ucrania casi ha agotado su potencial exportador, ya que sólo le quedarían menos de 1,5 millones de toneladas para vender fronteras afuera, una cantidad que, al ritmo actual de exportación, duraría entre 2 y 3 semanas. Es un vendedor de maíz barato que sale del circuito.

¿Y Estados Unidos? Las siembras vienen algo demoradas. Aunque el tema es opinable, se busca siempre que un volumen importante de lotes se encuentre implantado antes de que termine este mes para aspirar a rindes de punta. Por lo pronto, aumentan las sospechas de que no va a completarse la gran superficie que ha vaticinado el USDA debido a las lluvias recurrentes.

Así, en gran medida se han descartado las apuestas a una cosecha récord en el Medio Oeste estadounidense, y todavía resta pasar el período crítico para el maíz. No menos cierto es que Estados Unidos aún tiene mucho cereal de la vieja cosecha para vender, pero conviene no perder de vista que deberá atender una inusual demanda de México, con problemas de seca.

Todo parece indicar que tendremos un segundo semestre que debería mostrar un incremento de precios para el maíz, al menos hasta que en octubre-noviembre salga al mercado la nueva producción estadounidense.

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