Un innovador sistema de producción intensiva de peces, en un sistema circular bajo invernadero, se destaca por su rentabilidad y eficacia, especialmente en climas con inviernos moderados. Según Ariel Belavi, referente nacional de acuicultura del INTA, estos sistemas se basan en la recirculación y reutilización del agua, lo que no solo optimiza su uso, sino que también reduce el impacto ambiental.
Misma agua, menos huella
El investigador del Conicet, Pablo Collins, explicó que la recirculación del agua es fundamental para mantener la calidad del entorno acuático, ya que los desechos generados por los peces pueden volverse tóxicos si no se gestionan adecuadamente.
Gracias a la transformación de estos desechos en compuestos inofensivos mediante biofiltros, el agua puede ser utilizada nuevamente en el cultivo, cerrando así el ciclo y promoviendo la sostenibilidad del sistema. “Este posibilita una producción intensiva de peces rentable y con menor impacto ambiental”, afirma el especialista.
Economía azul
En conjunto con su eficacia en la conservación del agua, este sistema se destaca por su capacidad para enfrentar condiciones climáticas adversas, como los inviernos intensos de la región pampeana. Esto se alinea con los objetivos de la economía azul, que se centra en el papel del agua como fuente económica y en la importancia de gestionar sus recursos de una forma eficiente.
Los sistemas circulares permiten, además, altos rendimientos comerciales en regiones con limitaciones térmicas para la cría de peces, incluso con especies nativas de climas cálidos”, sostiene Ariel Belavi -referente nacional de acuicultura del INTA-. Una de las ventajas adicionales de este sistema es su versatilidad y adaptabilidad, lo que lo hace ideal para su implementación en áreas periurbanas y de cercanía, aprovechando cualquier espacio disponible.
Sistema eficiente
Tras un año de estudio y evaluación, los resultados han sido alentadores, superando ampliamente a los sistemas de cultivos tradicionales semi-intensivos. Las pruebas realizadas en piletas rectangulares bajo invernadero (la densidad de siembra utilizada fue de 15 peces por m3 -150 individuos por pileta- cultivando solo machos de tilapia azul) alcanzaron una producción total de 92 Kg por pileta, con un peso promedio de 684 g por individuo.
Este innovador sistema de producción intensiva de peces ofrece una solución eficiente y sostenible para la acuicultura, con el potencial de impulsar la productividad y la rentabilidad en la cría de peces, incluso en entornos con condiciones climáticas desafiantes.
FUENTE: INTA