La historia reciente de la ganadería es conocida. Tres años de seca terminaron en un contexto de muy altos niveles de faena, sencillamente por las dificultades para alimentar a la hacienda en un escenario de precios poco retributivo, ausencia de pasto y granos relativamente caros. Se supone que con una mejora importante en el clima y los valores nominales, el nivel de sacrificios debería mostrar cambios significativos ante una mayor retención de varias categorías.
Pues bien, los datos de faena de abril confirman un procesamiento total de algo más de 1,07 millones de animales, que llevados a faena diaria representan un promedio de 53,6 mil animales. Implica un número ligeramente superior (+1,4%) al ritmo de faena registrado en marzo, pero es 13 puntos menor que lo procesado en abril de 2023 (más de 62 mil animales diarios). El punto es que se esperaba una mayor reducción en el nivel de sacrificios, según destacan los especialistas del Rosgan. Es decir, la oferta de hacienda sigue siendo más alta de lo que se calculaba a priori.
En los primeros cuatro meses del año, el total de animales faenados asciende a 4,34 millones, esto es un 8% menor respecto de los 4,72 millones faenados en cuatrimestre inicial de 2023, pero todavía se erige como una de las faenas más altas de los últimos años para ese periodo del año, después de los picos de 2008-2009, años de fuerte liquidación de hacienda.
El sacrificio de hembras también sigue siendo alto en proporción a la faena total (más del 47% en el primer cuatrimestre) y asimismo en términos absolutos. La cantidad de hembras enviadas a faena de enero a abril de este año fue 2,05 millones, contra 2,2 millones en 2023. Es además similar al promedio faenado entre los años 2018 y 2019, pleno auge de salida de vacas a China.
La proporción vinculada con la reducción de faena del 8% antes mencionada para lo que va del año, esconde una caída del 16% en novillos y del 13% en las vacas. En lo que respecta a novillitos y vaquillonas, se observa una reducción más pronunciada en machos (-7%) que, en hembras, las cuales caen solo un 3,6% respecto de 2023. Este último dato también resulta llamativo en un contexto en el que debería esperarse un mayor nivel de retención de hembras jóvenes.
En este sentido, el Rosgan destaca que los stocks relevados recientemente en feedlots, muestran un nivel de encierre que en el caso de las vaquillonas resulta un 7% superior al registrado en igual mes del año pasado, contra una retracción general del 14%, explicado fundamentalmente por vacas y terneros, sin duda las dos categorías más afectadas el año pasado por la sequía. Cabe recordar que el nivel de procesamiento tiende a incrementarse ligeramente hacia el segundo semestre del año.
En definitiva, para el Rosgan podríamos tomar como supuesto que el ritmo de faena que estamos viendo actualmente se asemeja a un año promedio, lo que nos sugiere una faena potencial para todo 2024 en torno de los 13,5 millones de animales que, de concretarse, supondría 1 millón de animales menos que lo faenado durante 2023.
Por cierto, el mayor o menor grado de retención se terminará de definir conjuntamente con la cantidad de animales que logren ingresar este año al circuito productivo, vía pariciones, compensando así el nivel de salida o extracción.