Toda la verdad sobre el presente del trigo

Por qué recuperó precio en poco tiempo, cuánto puede durar la bonanza, de qué depende. Los factores en juego que incluso pueden llevarlo más arriba

Una inédita coyuntura global ha generado una atractiva recuperación de precios para el trigo (Revista Chacra)

A mediados de abril último uno de los asesores CREA más prestigiosos de la zona Mar y Sierras explicaba con cierto desaliento que se necesitaba un precio en torno de USD 227-230, como mínimo, para pensar en el cereal, en ese momento casi una utopía.  Lo cierto es que los valores a cosecha crecieron sensiblemente –ayer cerraron en torno de fantásticos USD 245 a 247- y ahora se puede encarar el cultivo con otro ánimo, sobre todo porque paralelamente se recortaron los costos en materia de fertilizantes nitrogenados.

A propósito, un agrónomo del norte de la provincia de Buenos Aires ofrecía días atrás números que grafican lo que ha pasado con el trigo en apenas treinta días. De esa enumeración surge que el rinde de indiferencia se ha reducido al cabo de ese período en alrededor de un 35%, y se ha vuelto terrenal, es decir, alcanzable.

Explosivo crecimiento de las cotizaciones en el mercado local. Ahora es otra cosa (Matba-Rofex)

¿Este escenario llegó para quedarse? No es fácil asegurar cuánto durará la bonanza, más allá de un corto plazo exitoso, de ahí que, si estos valores prometen una rentabilidad interesante, tomarlos al menos para cubrir los costos parece ser una política razonable, aun en medio de la impredecible economía argentina. Veamos por qué.

Lo primero que debe entenderse es que esta suba deviene de factores externos que no podemos manejar, y que hoy juegan ampliamente a favor. También hay que saber que a partir de mediados de año ingresa a la arena global el trigo del hemisferio norte, el más voluminoso aún dentro de un escenario problemático como el actual. Se supone que entonces el cereal podría retornar a un valor más modesto. De ahí también la urgencia por eliminar el pago de derechos de exportación. Porque son una estafa y porque esta bonanza no será eterna.

Para comprender la coyuntura, y su probable fecha de caducidad, hay que decir que los países que explican el 69% de las exportaciones globales de trigo no las tienen todas consigo. Se citan tanto una condición poco alentadora del cereal francés como la seca acompañada de bajísimas temperaturas que ha soportado la zona núcleo del trigo ruso, que genera el 30% del volumen del país. Por su parte, la Argentina muestra buenas condiciones climáticas iniciales, pero el área sembrada con trigo no crecería demasiado respecto del año previo, y hay una Niña en camino. Australia, en tanto, viene con una seca preocupante en el oeste de su territorio triguero.

El volumen de cereal en manos de los principales exportadores mundiales se ubica por debajo de años anteriores (Revista Chacra)

Cabe recordar que Rusia es el exportador de trigo número uno a nivel mundial y es el país que le pone precio al cereal en el planeta. De una proyección inicial de 94 millones de toneladas, la consultora IKAR ya anunció que recorta hasta los 86 millones de toneladas, y los más pesimistas especulan con 81 millones de toneladas. Sería un golpe enorme de confirmarse estos números.

Las últimas noticias indican que las heladas que han alcanzado en días recientes al trigo ruso en el periodo crítico o en torno de él, ahora caen sobre Krasnodar, una de las joyas de la corona en la producción del eximperio de los zares. Esta realidad se suma a otras regiones rusas igualmente afectadas, tres de ellas declaradas en emergencia. El gobernador de Lipetsk, Igor Artamonov, habla de “consecuencias desastrosas; debemos entender que la cosecha de este año será mucho menor que la del anterior”.

Ucrania, otro gran jugador global, se halla en medio de una desigual guerra, que está lejos de terminar. Se aguarda que, como consecuencia de la invasión rusa, este país obtendría el volumen de cereal más pequeño de los últimos 12 años.

Rusia es la pieza clave. Es el primer exportador mundial e influye decisivamente en los precios (Revista Chacra)

Al otro lado del mundo, el sudoeste de Kansas -estado líder en generación de trigo en Estados Unidos- muestra deficiencias hídricas importantes. Podría así afectar una producción que viene cayendo a nivel país año tras año. Canadá, por su parte, tiene menores stocks de trigo de lo que imaginaba el mercado, exactamente un 14% debajo de la temporada previa.

A raíz de la coyuntura desfavorable en Francia, la Comisión de la Unión Europea redujo su estimación de producción de trigo para 2024/25 a 120,20 millones de toneladas, la cosecha más pequeña de los últimos 4 años. Finalmente, se espera que a raíz de la catástrofe de Río Grande do Sul la producción de trigo de Brasil, nuestro principal cliente, decaiga sensiblemente y aumente su necesidad de importar cereal.

El número global es igualmente alcista. La relación stocks/consumo en los principales países exportadores ha alcanzado su nivel más bajo en 17 años. Desde luego, la suba no hubiese tenido la magnitud que vemos sin el concurso de fondos que habían apostado a la baja y fueron tomados por sorpresa y obligados a cubrir urgentemente parte de esas posiciones.

Como atenuantes, en el sur de Rusia los productores están sentados sobre stocks muy importantes, que tarde o temprano volcarán al mercado. Además, el cereal ruso ha elevado su precio, pero sigue siendo muy barato y un escollo insalvable para sus competidores.

En el balance, habrá presión de cosecha en el segundo semestre de este año, pero debido a los inconvenientes citados es de esperar que la primera parte de 2025, momento en que nuestra producción está saliendo al mercado, nos regale muchas satisfacciones. Un analista estadounidense define la situación: “Este mercado no debería seguir subiendo, pero tiene potencial para hacerlo”. Que se cumpla.