El inicio de la nueva campaña fina se desarrolla en un “panorama de incertidumbre, aunque marcado por recientes cambios positivos”. Con un clima que también parece favorable para encarar la siembra, se espera que el área sembrada de trigo alcance los 6,2 millones de hectáreas, con una producción estimada en 18,1 millones de toneladas. En tanto, la superficie destinada a la cebada se ubicaría en 1,3 millones de hectáreas, con una producción proyectada de 5,1 millones de toneladas.
Tales son las perspectivas presentadas hoy por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) en el lanzamiento de la campaña de granos finos 2024/25 que se desarrolló en la ciudad de Mar del Plata. En ese marco, Ramiro Costa, SubDirector Ejecutivo de la entidad analizó el escenario internacional en el que se desarrollará este nuevo ciclo, y destacó que se ha observado una recuperación en los precios en los últimos meses, alcanzando valores máximos en comparación con los últimos 6 meses, debido a las condiciones climáticas en el hemisferio norte.
Con relación al escenario climático para la nueva campaña, lo consideró “favorable”, aunque advirtió que “la primavera va a tener lluvias por debajo de los promedios” en sintonía con los pronósticos internacionales que coinciden con la “llegada del fenómeno La Niña en el último trimestre de 2024″.
Contexto local
En cuanto al contexto local, señaló que el aumento en los precios de los granos y la reducción en los costos de producción, son los principales factores que han contribuido a mejorar la rentabilidad proyectada para los productores. De hecho, se ha registrado una baja de aranceles, y la relación insumo-producto de la urea y los herbicidas, ha mejorado en un 17% y 22% respectivamente, con relación al promedio de las últimas 5 campañas.
Escenario internacional
El economista y SubDirector Ejecutivo de la BCBA advirtió que hay que observar las cosechas de Rusia y de EE.UU., que tienen proyecciones de producción de 90 y 52 millones de toneladas, respectivamente; pero que atraviesan una fuerte sequía. También indicó seguir de cerca a Brasil (que es el principal comprador de trigo argentino) dado que Río Grande do Sul padece severas inundaciones, y en ese estado se produce el 50% del cereal brasileño.
Aporte económico
En cuanto a las cifras de aporte económico de ambas cadenas, Ramiro Costa, destacó que el valor agregado de las cadenas de trigo y cebada se estima en 3.698 millones de dólares, lo que representa un incremento del 24% respecto a la campaña anterior, equivalente a 705 millones de dólares adicionales.
Este aumento se puede atribuir en parte a la expansión de la superficie cultivada y el volumen producido, que suman 533 millones de dólares, y al efecto positivo de los precios, que aportan otros 172 millones de dólares.
Adicionalmente, se proyecta que las exportaciones de estos cereales experimenten una mejora del 21%, alcanzando un valor de 3.822 millones de dólares.
Escenario hipotético
Las proyecciones elaboradas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, consideraron también un escenario hipotético: cuáles serían los resultados si se eliminara el impuesto País, se quitaran total o parcialmente las retenciones a las exportaciones de trigo (que actualmente son del 12%) y se levantara el cepo cambiario. La respuesta de Costa fue contundente: dado que “el agro es un ejemplo de un sector que responde a los incentivos”, habría un incremento de 800 mil/ha en la superficie de siembra de trigo y cebada y de US$ 600 millones en exportaciones.