Soja: la lenta comercialización reconoce múltiples razones

No todo es culpa de las lluvias. Antes bien se trata de un combo complejo en el cual el Estado tiene una participación destacada

El progreso en la trilla de la oleaginosa muestra serias demoras (Revista Chacra)

Recién la semana pasada se anotaron progresos importantes con la recolección de soja. La tarea venía del segundo menor registro en más de 20 años, peleando a brazo partido contra la falta de piso y con una demora de casi 23 puntos respecto del promedio de las últimas cinco campañas. Ahora la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informa que se ha cubierto el 36% de la superficie apta y el retraso cae a unos 12 puntos, que de todas maneras no es poca cosa.

En la práctica las lluvias recurrentes impiden avanzar a buen ritmo con la trilla, los buques están a la espera y las fábricas necesitan hacerse de mercadería. El economista Fernando Marull transforma esos 12 puntos de retraso y visualiza 6 millones de toneladas que siguen en los campos a pesar de que ya no deberían estar allí, es decir casi USD 2500 millones a precio FOB.

Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, pone el foco en las preocupaciones de los productores y del propio gobierno. La situación obliga a tomar decisiones de coyuntura; el pico de más de 2.600 camiones de soja a la descarga en medio del peor momento de esta coyuntura, estaría indicando que el productor priorizó la cosecha del poroto en desmedro de la trilla del maíz en los escasos días en que el clima habilita a trillar.

Llegan nuevas lluvias y preocupa la calidad del grano (Revista Chacra)

El punto es que los pronósticos disponibles indican que esta semana volverían las lluvias en buena parte de la Región Pampeana, lo que podría traducirse en nuevas demoras. El temor de los productores es que los reiterados cortes, con exceso de humedad y calor, generen daños por brotado y apertura de vainas que reduzcan los rendimientos. De hecho ya empiezan a verse en las redes imágenes de este tipo, si bien se trata de un fenómeno incipiente.

Y las demoras en la trilla se traducen también en menores ventas. A criterio de Romano, “está situación genera mejores primas de exportación por la reticencia del productor a desprenderse del grano, y encima precios mayores a los que los industriales estarían dispuestos a pagar si no se dieran lluvias que dejan sin mercadería a la molienda”.

Desde la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto indica que el retraso en la comercialización de soja obedece a distintos factores, sobre todo precios y tipo de cambio, además de la presencia de las lluvias, desde luego.

Pero si las cosechadoras no pueden trabajar en los campos, aún es menor la chance de sacar el grano rumbo a los puertos. Se habla de un récord de venta de silos bolsa; al no haber caminos transitables, la única que queda es ir embolsando lo poco que se va cosechando.

También hay cuestionamientos al parque actual de cosechadoras. Santiago del Solar, un productor del oeste bonaerense ligado a CREA, advierte que el costo en pérdidas de grano en el campo por falta cosechadoras es silencioso. “Son muchos millones de dólares anuales entre retraso, pérdidas y mermas de calidad por llegar tarde y mal. Nos separan de un buen parque de cosechadoras los aranceles de importación, el Impuesto país, los derechos de exportación sobre los granos y los otros gravámenes que pueblan la Argentina. También faltan orugas y cubiertas de alta flotación. El proteccionismo empobrece”, define este agroempresario.

Cosechar cuando se presenta la chance, no importa la hora, y embolsar inmediatamente (Revista Chacra)

Hasta acá los rendimientos de la soja arrojan valores por debajo del promedio en el NEA, como consecuencia del estrés termo-hídrico sufrido durante gran parte del ciclo. Por el contrario, el norte de la zona núcleo muestra un promedio de 40.4 qq/ha, superior al valor medio del período 2017/21 (35,8 qq/ha). En tanto, el sur de esta región también está registrando rindes por encima de los obtenidos en las campañas mencionadas. Con un 44,5 % de avance para la soja de primera, el rendimiento medio se ubica en 33,4 qq/ha. Se ha cosechado asimismo el 14,4 % de la superficie de soja de segunda con un rinde promedio de 26,7 qq/ha. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires sostiene su estimación a nivel nacional en torno de los 51 millones de toneladas de soja, si bien los números del NEA mantienen en alerta a los estimadores.