Argentina ocupa el séptimo lugar en el ranking mundial de cirugías plásticas con más de un millón de procedimientos, según las estadísticas 2022 recopiladas por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS). Según el informe, el 55% de los procedimientos realizados en el país fueron no quirúrgicos, como aplicaciones de bótox y ácido hialurónico.
Griselda Seleme, una reconocida médica especialista en Cirugía Plástica y Estética, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER) y de la Confederación Iberoamericana de Cirugía Plástica, explicó que en los últimos años se incrementaron la cantidad de consultas y de tratamientos de belleza sobre todo en mujeres jóvenes.
La médica cuenta con amplia experiencia en tratamientos de rejuvenecimiento y embellecimiento no invasivos y es directora de Seleme Medical Beauty Expert, un centro dedicado a ofrecer soluciones avanzadas para el cuidado de la piel y la estética del rostro, adaptándose a las tendencias actuales que priorizan la naturalidad y los resultados progresivos.
Mariana: — Es muy común escuchar hoy en día que las nuevas generaciones están arruinadas por el exceso del ácido hialurónico. ¿Cuál es la realidad en las consultas médicas que recibís?
Griselda: — En parte hay una realidad con eso porque sí es verdad que uno ve muchísimas personas, principalmente muchos famosos con excesos, que son a veces la imagen que más sale a la vista. Como digo siempre: “Lo bien hecho no se nota, pero los excesos sí se notan”. Los influencers tienen un rol muy importante de comunicadores, pero a veces la persona que está del otro lado va en busca de algunas cosas que no son las adecuadas para ellos.
Coty: — ¿Hay modas o tendencias en lo que tiene que ver con lo estético?
Griselda: — Sí, hubo una moda hace 10 años atrás donde se usaban los pómulos muy marcados y las mandíbulas muy marcadas. Hoy por suerte estamos volviendo a buscar la naturalidad en los tratamientos, a buscar calidad de piel y mejorar la tensión con los bioestimuladores, pero ya no “las manzanitas”, los labios extremadamente gruesos y los excesos. Se buscan tratamientos sobre manchas y poros porque la tecnología avanzó muchísimo y hoy también la gente joven empieza a tomar conciencia y a cuidarse. Se le da importancia al uso de protector solar, a hidratarse la piel y a los tratamientos mínimamente invasivos, que ayudan a dar luminosidad, tensión y calidad de piel.
Coty: — Pero hoy sí vemos un patrón en chicas muy jóvenes que ya se ponen boca o tienen la nariz muy respingada. ¿Te pasa que van a tu consultorio y te dicen: “Quiero esto” con la imagen de una influencer o de algún youtuber famoso?
Griselda: — Sí, todo el tiempo. Por eso es sumamente importante la consulta. Es algo en lo que insisto muchísimo porque es donde veo a la persona y sus emociones, no es solamente a la cuestión física. Además, es el momento para hablarle de los riesgos, de los beneficios y de las contraindicaciones. La consulta es fundamental para poder generar conciencia de cuáles son los tratamientos que se pueden hacer y qué beneficios o perjuicios le puede generar a ese paciente.
Mariana: — ¿Notás que arrancan desde más chicas?
Griselda: — Sí, definitivamente arrancan desde más chicas. Hay algunas cosas que no tiene edad, por ejemplo, si una persona a los 20 y pico tiene un ceño muy marcado, uno ya ve que eso va a generar una arruga muy difícil de tratar con el tiempo y aunque algunos digan: “¡Qué barbaridad! ¿Cómo está diciendo esto la doctora?”, aplicar toxina botulínica es beneficioso para prevenir y evitar que ese ceño o esas arrugas se vayan marcando cada vez más. De hecho, el bótox se utiliza para algunas patologías como el bruxismo y para la hiperhidrosis de las manos o las axilas. Pero el exceso de labios, de pómulos o poner mamas muy grandes en personas muy jóvenes, con el tiempo pueden traer un perjuicio.
Mariana: — Ahora hay bocas que no son las de antes tan infladas, pero que sí se notan retocadas y a pesar de ser chicas jóvenes las hace parecer más grandes porque pierden esa naturalidad.
Griselda: — Sí, coincido totalmente. A veces es difícil cambiar la mentalidad por eso yo insisto que la consulta es sumamente importante para generar conciencia porque también hay pacientes que van golpeando puertas hasta encontrar un profesional que les haga lo que buscan. Por un lado, hay una cierta ventaja que los ácidos hialurónicos tienen como su antídoto y que con el paso del tiempo pueden disminuir un poco su efecto, pero a veces no tanto. Tienen una sustancia que se llama hialuronidasa, que se puede aplicar para disminuir el efecto, pero no es la idea. La idea es evitar ese tipo de cosas y para eso, la concientización y la consulta son claves para lograr ese objetivo.
Mariana: — ¿Sentís que los filtros de los celulares y las redes sociales potenciaron aún más las consultas y los tratamientos?
Griselda: — Los filtros son tremendos. Sí, eso lo potenció más. Es verdad. Como en todos los aspectos de la vida, todos los excesos son malos y siempre hay que buscar la moderación y eso a veces es lo más difícil porque las chicas, principalmente las más jóvenes, van en búsqueda de la foto de Instagram, de lograr ese ideal.
Mariana: — ¿Qué cosas podemos evitar a modo de prevención?
Griselda: — El sol es uno de los elementos pro envejecimiento más importantes. Es decir, podés exponerte con cuidado, con protector solar, en los horarios no pico, no a las 12 del mediodía.
Mariana: — Exponerse, pero con precaución porque te da Vitamina D que lo necesita el cuerpo…
Griselda: — Sí, por supuesto, pero todo en su justa medida. Hoy hay un abanico enorme de protectores solares para todo tipo de piel. Yo siempre digo que es como el perfume, cada uno tiene que buscar el que mejor se adapte a su piel. El primer paso es el uso del protector solar y la hidratación, por eso que todos los tratamientos faciales deben ir acompañados de un cuidado domiciliario porque sino no se van a mantener en el tiempo.
Mariana: — ¿Demanda mucho tiempo luchar contra el tiempo? Valga la redundancia.
Griselda: — Como todo el cuidado personal demanda un montón de tiempo. Si uno se pone a contar las horas del día que tenemos para hacer cuidados personales, son bastantes, pero la realidad es que con rutinas no tan demandantes podemos ir trabajando, no en contra del reloj, yo siempre digo que uno no tiene que luchar contra el reloj sino acompañar para llegar de la mejor manera posible.