La doctora Florencia Salort (MN 100.659) es una destacada ginecóloga y sexóloga, reconocida por su formación y enfoque integral en salud femenina. Graduada con diploma de honor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, se especializó en Tocoginecología en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde actualmente es miembro del Servicio de Ginecología.
Con múltiples diplomaturas, incluyendo Periodismo Científico y Psicoterapia Integrativa, y una maestría en Neurociencias, ha logrado combinar su amplia formación en medicina con el coaching ontológico y la docencia universitaria.
Más allá de su carrera médica, Salort encontró en las redes sociales una herramienta poderosa para acercarse al público y educar sobre sexualidad y salud femenina. Con una comunidad creciente en Instagram, logró crear un espacio para resolver dudas y desmitificar temas tabú, en su mayoría enfocados en el bienestar y autoconocimiento de las mujeres. Además, publicó dos libros Sexo Sentido y Nosotras, donde invita a las lectoras a explorar la sexualidad con libertad y responsabilidad, abordando tanto temas médicos como personales.
En 2023, la especialista expandió su labor educativa al teatro con su unipersonal Modo Sexo. En esta propuesta, combinó humor y conocimiento para derribar estereotipos sobre la sexualidad, con el objetivo de acompañar a las mujeres en el descubrimiento de una vida sexual plena y auténtica. Su trabajo como médica, docente e influencer la ha convertido en una referente en salud sexual y bienestar, impactando en diversas generaciones de mujeres.
Coty: — ¿Cómo nació la idea de volcar tu conocimiento en el ámbito virtual?
Flor: — Las redes sociales surgieron porque soy docente universitaria, hice la especialización docente, y dije: “Además del hospital, las clases, las charlas y conferencias, ¿por qué no salir un poco a la calle?”. Ahí me cree una cuenta en Instagram y no tenía ni idea de cómo manejarlo. Empecé con re pocos seguidores y hoy tengo poco más de medio millón. Se creó Flor de Gineco porque me dicen así en el Hospital Italiano: “Andá a ver a Flor de Gineco”. Las redes para mí son una gran fuente de información y es muy necesaria, pero también hay que tener cuidado con lo que se escucha, se ve y se lee porque hay de todo. Hay cosas que pueden hacer mucho daño con la representación de lo hegemónico y la mala información. Yo realmente me cuido mucho con cada contenido que subo.
Mariana: — ¿Qué es lo que más te preguntan en redes?
Flor: — Generalmente me preguntan por el deseo sexual, que está para abajo. “¿Cómo hago para recuperar mi deseo?”, es una de las más comunes. También mucho sobre flujo, la anticoncepción y cómo hablar de sexualidad con los chicos.
Mariana: — ¿La mayoría de las consultas son de mujeres?
Flor: — Me siguen un 94% de mujeres, un montón. Lo que pasa es que nos educaron muy poco sobre sexo, nuestro cuidado íntimo y el placer, que es lo más importante.
Mariana: — Con respecto a la baja en el deseo, ¿cómo fue el cambio?
Flor: — Yo noto que ahora hay mucho menos sexo que antes y me parece que hay muchas cosa por las cuales uno o una no elige tener sexo. Hay mucha más apertura laboral para nosotras, estamos trabajando mucho, tenemos muchas ansias por crecer, necesidades de salir a buscar en nuestro laburo, ascenso, las cosas que nos gustan y nuestra pasiones, que llevan mucha energía, y para tener sexo, para estar ahí conectadas, necesitamos estar presentes, necesitamos ponerle. El deseo no es algo que viene de la nada, viene de una construcción, estar disponible para el deseo. También hay muchas cosas lindas para hacer no solo a nivel laboral sino también de familia, de amigos. Hay más individualidad en la pareja, se dan muchos más permisos que para mí son positivos, no es todo tan simbiótico. Hay mucha oferta tecnológica también, muchas series...
Mariana: — Muchas redes sociales, también.
Flor: — Redes sociales, streaming, hay de todo. Tenemos mucho más ofertas y distracciones para encontrarnos con el otro, la otra.
Mariana: — ¿Se podría decir que la tecnología es un tercero o tercera en la relación?
Flor: — Sí, se podría decir eso. Tercero, cuatro, lo que sea. La realidad es que la tecnología nos quita mucho tiempo. A algunas personas les encanta y otros lo hacen por adicción. Otra cuestión es que somos muy sociales. A los argentinos nos encanta programar con quien nos vamos a ver, entonces llega un momento que llegás a la cama tarde y estás cansado. Los que tenemos hijos ni te cuento, se posterga. Por otro lado, también todo lo que pasa en el país, ¿no? Las cuestiones económicas, lo que estamos pasando que también es duro.
Masturbación
Coty: — ¿Existe todavía algún tema que sea tabú? ¿De qué nos cuesta hablar?
Flor: — La masturbación, el orgasmo y el goce. La masturbación es un gran tema más que nada para las mujeres. Cuando somos chicos es celebrado en varones y no entendido en nenas. Yo trato de educar de que esto no suceda porque nosotras también tenemos el derecho. Más allá de explicarles que eso es en privado, en su cuarto, a solas, nosotras venimos de toda una línea ancestral de quita de placer. Ni hablar que el día de hoy se está mutilando el clítoris en muchos países, pero estamos muy sesgadas por la cultura, la sociedad, los preconceptos y creencias de que “hay que gozar hasta acá”. Hay mucha vergüenza en el goce propio, mucha inhibición, entonces llegamos a tener relaciones sexuales con otros y a veces no sabemos ni cómo es nuestro camino del orgasmo porque no sabemos ni cómo tocarnos. Requiere aprendizaje y si yo no me toco es muy difícil saber.
Mariana: — Es recorrer un camino de autoconocimiento...
Flor: — Sí. Otras de las cosas que suelo escuchar es: “Bueno, pero yo estoy casada. Se va a poner celoso”. La masturbación no tiene estado civil es para todas y todos los que tengan ganas porque tampoco es obligatorio. También somos muchas versiones de nosotras, no somos siempre la misma. Entonces hay periodos o incluso en el mismo día que se tienen ganas y momentos en los que no.
Coty: — ¿Es una consulta frecuente qué pasa si no tengo ganas? ¿Te preguntan si hay algo malo en eso?
Flor: — Sí. Cuando vienen al consultorio y me dicen: “No tengo ganas. ¿Es normal?”. Yo lo primero que les pregunto es: “¿Te preocupa no tener ganas?” Y me responden: “La verdad que no”. Ahí no hay un problema porque no es una obligación. Obviamente, si uno está en pareja y es un conflicto, tiene que haber mucha comunicación e intimidad. Pero la cama no empieza en la cama, empieza mucho antes. Uno llega a la cama con un sentir, la familia que te dijo cosas, una crianza que la tenés en el subconsciente y con una pareja estable pasaron cosas en el día: hubo mensajitos o nos los hubo, hay actitudes, están los nenes, cosas que me gustaron y no me gustaron, entonces hay emociones, enojos, broncas, vergüenza, etc. Somos tan complejos que es muy importante darse el lugar y fijarte qué te está pasando. El camino es la educación, pero también saber en qué emoción estoy sentada. La mayoría de las veces no nos detenemos a pensar y sentir.
Mariana: — Está bueno esto de no pensarse en etiquetas sino entender que hay etapas.
Flor: — “Soy frígida”, dicen muchas. No existe la frigidez. Todo el mundo tiene posibilidad de goce y ¿qué es ser frígida? ¿No llegar siempre al orgasmo, el no haber tenido nunca el orgasmo, el no comprometerse con el acto sexual?. Hay que reacomodarnos un poco en el tema de las etiquetas. “Soy mala en la cama. Soy aburrida”, escuché miles de veces en las consultas. Uno es sexual aunque no tenga sexo, el sexo va con uno. Nos podemos reinventar todo el tiempo en lo que tenemos ganas.
Mariana: — Hablamos mucho de las mujeres, pero qué les pasa a los hombres. ¿Cuáles son sus inquietudes más frecuentes?
Flor: — Los hombres pueden no querer y está bien. Yo siempre digo: “Los hombres tienen sentimientos también” (risas). Si no quieren, ¿cuál es el problema? La sociedad no le permite al hombre decir que no. “¿Cómo vas a rechazar una oferta sexual?”, dicen algunos. Es más, hay veces que no hay erección y lo primero que se piensa es: no le gusté, me metió los cuernos, pensará en otra cosa, no me ama más y no es así. La falta de erección puede ser por millones de causas: estrés, estar en otra, que le gustes demasiado, ansiedad del rendimiento, mil cosas más o simplemente que no tiene ganas y se siente abrumado porque él también tiene que dar el consentimiento. El consentimiento siempre debe ser mutuo.
Mariana: — Con la cantidad de información a la que se tiene acceso hoy en día, ¿hay más conciencia a la hora de cuidarse, sigue igual o es peor?
Flor: — La gente cada vez usa menos el preservativo y es terrible las infecciones que se ven. Las infecciones sexualmente transmisibles están aumentando un montón porque la gente no usa preservativo y hay que usarlo en todas las prácticas. Es más, en la post menopausia, cuando una ya no puede quedar embarazada también puede tener infecciones transmisibles, si se usan anticonceptivos, la gente que se hace la vasectomía también. Hay que cuidarse igual porque las infecciones siguen estando y ahora van en ascenso.