Alejandro Sanz es un reconocido cantautor español que desde muy joven mostró interés por la música. Su carrera despegó en los años ‘90 con la publicación de su álbum Viviendo Deprisa, que le otorgó reconocimiento a nivel nacional e internacional. Su estilo musical fusiona pop, rock y el flamenco, que llamó la atención del público.
A lo largo de su carrera, lanzó numerosos hits como El Alma al Aire, Cuando nadie me ve y Corazón Partío, entre otros. Ha vendido más de 25 millones discos en todo el mundo, convirtiéndose en uno de los artistas de habla hispana más vendidos. Además, fue galardonado con múltiples premios Grammy Latinos, incluyendo el Grammy a la Mejor Álbum del Año, consolidando su estatus como una figura influyente en la música en español.
Sanz también es conocido por sus colaboraciones con otros artistas destacados, como Shakira, Juanes y Joaquín Sabina, entre otros. Su habilidad para combinar géneros y estilos atrajo a una amplia audiencia, lo que le permitió mantenerse relevante en la industria musical durante décadas.
En 2021, recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y lanzó su álbum Sanz para celebrar sus treinta años de carrera. Rápidamente, el álbum alcanzó el número uno en España. En 2022, publicó varios sencillos, incluidos NASA junto a Camilo y La Despedida, además de iniciar una exitosa gira que congregó cerca de 300 mil personas en 16 conciertos.
En 2023, presentó su primer EP Correcaminos y en mayo de ese mismo año el artista reveló públicamente que sufría de “depresión secundaria por estrés” que lo llevó a consultar a especialistas y a seguir un tratamiento. Hoy, recuperado, explicó cómo fue esa dura experiencia que le tocó atravesar y qué aprendizaje le dejó.
Recientemente, lanzó su nuevo single Palmeras en el Jardín que marca el inicio de una etapa artística profunda y emocional. Esta canción es el adelanto de un disco que se espera para mediados del 2025.
— Lanzaste tu nuevo tema Palmeras en el Jardín y comentaste que surgió de las heridas del alma. ¿Podrías contarnos de qué se trata?
— En realidad todas las canciones salen de alguna herida en el alma porque los compositores trabajamos con un instrumento que es la emoción. Si no has vivido una experiencia, es muy complicado poder escribir sobre ella. En algún momento sí fantaseé con la idea de poder escribir canciones de cosas que no había vivido, pero no funciona así. Necesitas haber pasado por ahí para poder contarlo.
— Después de más de 30 años de carrera, ¿cuál sigue siendo tu motivación?
— La música en sí, su belleza, ponerle el nombre a las cosas, el inventar canciones que no existían. Cuando terminas una canción sientes un agradecimiento a la vida, es una especie de poder, entonces cuando pierdes esa ilusión es terrible. Yo he pasado épocas por las que no tenía motivación para escribir o simplemente tenía una laguna de inspiración y es terrible porque me siento completamente incompleto.
— ¿Te da miedo el paso del tiempo?
— No. Me daría miedo que no pase el tiempo (risas).
— Fuiste muy abierto recientemente con tus desafíos sobre la salud mental, ¿cómo estás hoy en día?
— Mucho mejor. Trabajé muy duro en eso y creo que está superado, realmente. Mi psiquiatra ya me dio el alta. Así que ya... (risas).
— ¿Cuáles fueron las herramientas con las que trabajaste para poder superarlo?
— Había medicación y una parte de terapia. Las terapias consistían en conversaciones en las que el terapeuta más que darte herramientas, va conversando contigo hasta que tu empiezas a encontrar las claves de por qué te sientes de una forma u otra. Lo peor de todo es que yo no sabía qué estaba pasando, no podía ponerle nombre al sentimiento que tenía, entonces era como ese agujero en el pecho que sale en el video, en la primera imagen, porque así era como definía yo esa sensación. Sí me dijo que era muy bueno que no me quedara encerrado en casa, que estuviera con amigos, con gente que me quisiera. Iba a ver si suspendía la gira, pero no la suspendí porque el primer día que me subí al escenario sentí que donde mejor me sentía, más libre y más tranquilo era subido a ese escenario.
— ¿Cómo equilibrás hoy tu vida profesional y personal?
— Bueno, soy uno de los mejores padres del mundo, sino el mejor (risas). Dicho por una universidad de Toronto, ¿sabes? Que es de donde salen todas las informaciones (risas). Lo compagino bien, intento darle tiempo a mi familia y también dárselo a mi trabajo. Ahora soy más cuidadoso con las cosas que hago y las que no. Intento elegir muy bien los tiempos, no pasar tanto tiempo fuera de casa, compaginarlo.
— ¿Crees que hay una mayor presión en la industria en relación a años anteriores con la aparición de las redes y otras formas de difusión?
— La música está en evolución constante, siempre. He vivido varios procesos. Cuando se sacó por primera vez el CD parecía que se acababa el mundo, empezó la piratería callejera y parecería que se acababa la industria y ha seguido. Después, aparecieron las plataformas, se ha reinventado y se han hecho mil cosas. Es una cosa que, en realidad, no me compete mucho. Mi trabajo es hacer música, hacer música bien y de calidad, que es lo que yo puedo hacer. O sea yo no soy un buen artista de reggaeton, no lo sería y me refiero a que hay muchos artistas que intentan hacer algo porque está de moda y creo que es un error. El artista que hace reggaeton lo hace porque así lo siente. Nadie puede fingir ser lo que no es. Entonces, mi parte del trabajo es esta y luego la de la industria es de la industria. Ellos sabrán cómo hacen el tema de las cuentas, es un tema que siempre va a estar cambiando.
— ¿Cómo estás viviendo la presentación de este nuevo tema?
— Retomando esto de la promoción que ya casi lo tenía olvidado (risas). Tengo mucha ilusión con el disco y con esta canción en concreto, así que uno lo hace con más ganas. De momento, la recepción es buena.
— ¿Cómo es la recepción del público hasta ahora?
— De momento, noto muy buen ambiente. Se han hecho escuchas en varias ciudades. Se estrenó en Madrid, en México, en Buenos Aires y la reacción de la gente es muy buena y también noto que los periodistas lo han ido a escuchar, han visto el video y la reacción es satisfactoria.