Julieta Coria es actriz y creadora de contenido oriunda de San Juan que ha logrado destacarse en redes sociales gracias a su estilo humorístico. Desde temprana edad mostró interés por la actuación y a los 8 años comenzó a estudiar comedia musical, inspirada por las películas de High School Musical. A los 17 años, dejó su provincia natal y se mudó a la Ciudad de Buenos Aires para perseguir sus sueños.
Durante sus primeros años en capital, participó en miniseries para TikTok y formó parte de importantes campañas publicitarias. Además de su éxito en redes, incursionó también en doblaje donde demostró su versatilidad como artista.
Con una comunidad de más de 2 millones de seguidores, Julieta se destaca por su carisma, creatividad y su capacidad para generar contenido humorístico. Cada uno de sus videos refleja el esfuerzo detrás de la creación de guiones, producción, filmación y edición, consolidando su lugar en el mundo digital.
Mai: — ¿Cómo arranca el mundo de las redes sociales para vos?
Juli: — Estudié comedia musical cuatro años acá en Buenos Aires, me recibí en 2018 y ese año entré a doblaje en el Iser. Ahí empecé a hacer casting para obras, todo muy independiente, y a grabar videos con unos amigos, pero no terminaba de hacer lo que yo quería. Tenía la idea de hacer videos porque cuando me recibí dije: “¿Y ahora qué hago?” Al ser del interior sentía la presión de que me tenía que ir bien sí o sí, que tenía que poder vivir de esto porque yo estaba en parte becada y mis viejos me bancaban, pero sabía que era caro y que les costaba. En un momento dije: “Esto tiene que suceder” y ahí empecé a hacer mis propios videos.
Mai: — ¿Cómo diste el primer paso?
Juli: — Me tenía mucha confianza, pero no sé por qué porque no soy una persona con tanta confianza. Se me ocurrió que si hacía un video por semana que esté bien hecho y que sea entretenido me iba a ir bien. Dije: “Si hago esto, de acá a cuatro años puedo estar trabajando de esto”. No sé de dónde lo saqué, pero investigué un poco y me lancé en 2019.
Mai: — Previo a la pandemia.
Juli: — Sí, en la pandemia volví un tiempo a San Juan. Ahí seguí haciendo videos, me filmaba mi vieja, que me hizo el aguante en ese tiempo. Ahí tuve mis primeros laburos, chiquitos. Entre medio de todo esto trabajaba también animando cumpleaños. Era la forma de tener un poco de plata. En 2021 ya cuando vuelvo a Buenos Aires me empezaron a salir publicidades como actriz, entré a trabajar en una plataforma haciendo videos con un grupo de chicos. Estaba bueno, pero grabábamos 90 videos por mes y era no solo grabarlos, sino editarlos, etc. Era mucho trabajo. A la par seguía con mis propios videos y por ahí entraba alguna marca por las redes. Eso me dio mucha cancha para perfeccionarme en los videos.
Mai: — ¿Cuándo empezaste a crecer en redes y lo viste como un camino viable?
Juli: — A principios del 2022. Las redes siempre fueron una dualidad para mí porque tenía el miedo de que me tomen como alguien de las redes y no como actriz, yo hago teatro desde que soy muy chica, me formé y me sigo formando, no quería terminar siendo influencer. Esa palabra la odiaba. Ahora se usa creadora de contenido que me gusta más porque es verdad que creamos contenido. Yo lo daba todo, me pasaba la semana pensando en qué hacer para los videos, pero estaba medio frustrada con ese tema y de repente se pega un video. Yo tenía 10 mil o 20 mil seguidores y pasé a tener casi 100 mil en una semana. No paraban de subir. Después siguió siendo más paulatino, pero ese año fue una locura.
Mai: — ¿Cómo lo viviste a nivel de salud mental?
Juli: — Con una ansiedad tremenda. Mi ansiedad la he controlado muchísimo, pero soy una persona ansiosa. Lo trabajé con la psicóloga. Ella trabajó mucho en mis pensamientos porque, como buena actriz, soy muy dramática (risas) y me armo mundos. Lo que muestro en redes sociales está un poco basado en eso, aunque ahora estoy mucho más tranquila y lo controlo porque cambié mi forma de pensar. No es que ya no me hago drama, pero me doy cuenta cuando esos pensamientos me invaden, aprendí a verlos desde afuera y puedo dejarlos ir.
Mai: — ¿Tenés hate?
Juli: — Siempre he tenido gente bastante buena onda. Cada tanto hay un hate que veo cómo lo manejo. Elimino el comentario porque digo: “No quiero darle importancia, poder, nada”. No es cuando me dicen: “No me gustó tu video” sino cuando es un hate de verdad. A veces respondo porque siento que la gente se olvida que los creadores somos personas.
Mai: — ¿Y qué respondés?
Juli: — Le respondo con empatía y les digo: “Disculpame si te molestó. La verdad que no era la intención”. Les explico que soy una persona y desde la vida real, que estoy en mi casa tomando mate. “No soy algo distinto a vos. ¿Por qué esta impersonalidad te hace bardearme sin sentido?”, les digo. Entiendo que hay algo de las redes que es como que estás ahí y la gente no cree que sos una persona.
Mai: — ¿Te responden cuando les comentás eso?
Juli: — Hay gente que sí.
Mai: — ¿Y qué te dicen?
Juli: — Me han pedido perdón. Hay gente con la que tuve incluso conversaciones por privado y terminaron diciéndome: “Tenés razón. Disculpame”. Estamos en desacuerdo…
Mai: — ¿Pero qué les puede molestar de un video de humor?
Juli: — Ahora no me pasa tanto, pero me equivoqué una vez que hice uno que decía soy antisocial y era asocial. Este año me pasó con algo de astrología que expliqué en una historia. A mí me gusta mucho la astrología, no soy astróloga, pero algo entiendo y no lo expliqué tan detallado porque la gente que me sigue no me sigue por astrología. Un astrólogo hizo una historia en la que me empezó a bardear y decía: “Esta Julia”, mientras yo me llamo Julieta (risas). Me empezó a llegar hate de astrólogos, entonces ahí yo le hablé al chico, le comenté lo que pasó y cuando hablamos me pidió perdón. “Es que hay tanta gente ahora que habla de astrología en las redes sociales que a nosotros un poco se nos va el laburo”, me dijo.
Las reglas de las redes
Los horarios, días de publicación y frecuencia son útiles como guías, pero la realidad es que estas plataformas cambian constantemente sus algoritmos, lo que hace que el éxito también dependa de la intuición y la capacidad de adaptación. Aunque se sabe que hay ciertos criterios a tener en cuenta para generar más interacción, no existe una fórmula mágica. La clave está en encontrar un equilibrio entre seguir patrones conocidos, escuchar a la propia audiencia, adaptarse a sus hábitos y responder a las nuevas tendencias de cada plataforma. Crear un contenido que sea atractivo para uno mismo también puede ser fundamental en el proceso, para encontrar a usuarios que tengan los mismos intereses y generar así un público orgánico.
Mai: — Vos guionás, hacés plano y contraplano, te ponés la peluca, armas los personajes y de pronto está el que se pone un filtro en la cara y hace de bebé. Vos creas casi un cortometraje, pero quizás impacta más en redes el que usa el filtro. ¿Cómo te pega a vos eso?
Juli: — Al principio me molestaba un poco, pero son formas distintas de expresarse y de hacer humor. A mí me gusta lo que hago y lo voy a seguir haciendo. Me lleva mucho crear mi contenido, pero es según el objetivo de cada uno. Yo quiero presentar esto porque me gusta que mi contenido sea así. Creo que me empezó a ir bien también porque el contenido es así. Obvio que yo hago un video queriendo que a la gente le guste y cuando me lleva tantas horas y no tiene tantas reproducciones como me gustaría a mí, es feo. Pero a la gente le gusta y a mí también. Hacer por hacer no me gusta.
Mai: — ¿Siempre calidad por sobre cantidad?
Juli: — Para mí sí.
Mai: — ¿Aunque la red social te imponga otra cosa?
Juli: — Sí. Porque incluso cuando la red social imponía más cantidad yo siempre traté de hacer calidad y eso a mí me llevó a un buen lugar. Por ahí tardé mucho más en crecer, pero crecí con cimientos, contundente. Siento que hoy en día mis videos tienen un estilo y eso es re difícil de lograr.
Mai: — Se posicionó mucho en las redes el perfil aspiracional, sobre todo en las mujeres, mostrando estilos de vida inalcanzables para la mayoría, con marcas de lujo, hoteles, etc. ¿Cómo lo sentís vos?
Juli: — Yo soy cero eso. La red social yo siempre quise que fuera una parte de mi vida y no toda mi vida, entonces traté y trato de mantener mi vida super normal. Realmente no me creo alguien más. Si se sabe que eso que se muestra no es tan así, no me parece mal.
Mai: — ¿Vos crees que la gente que consume esos perfiles sabe que en gran parte es mentira?
Juli: — Desconozco, pero creo que sí. Yo consumo en TikTok Story Time de gente y me entretiene, pero siento que antes en las redes estaba esto de mostrarse perfectos, que era peligroso, pero hoy garpa no mostrarse perfectos. Incluso la gente que sube los viajes no muestra la perfección. Si no sos humano la gente no te sigue mucho. Antes había un estereotipo muy claro que no era tanto video sino foto y eran todas rubias, se vestían de una manera y se sacaban la foto de tal forma. Ahora no. Siento que eso no interesa tanto.
Mai: — ¿Cómo te ves de acá a dos años? ¿En streaming, haciendo teatro, cine?
Juli: — Lo que más me gusta es el teatro y el cine, pero el streaming no lo descarto. Lo que más me gusta es actuar, donde sea, pero me veo actuando.
Mai: — ¿Sentís que las redes sociales colaboran con el trabajo del actor?
Juli: — Si sos actor y podés usar las redes a tu favor es buenísimo. Hoy en día creo que sí, que es un gran lugar para mostrarte. Pero si sos actor y no te podés sumar a las redes sociales porque no te gusta o no te sale, buenísimo también, hay otras maneras. He visto mucha frustración de gente diciendo: “No sé cómo hacer. Tengo que subir más video” y no siempre es así. Tal vez no es tu forma. Hay miles de otras formas.
Mai: — El tema es que cada vez también hay menos ficciones en Argentina y si uno no se autogestiona…
Juli: — Sí, la autogestión es clave. Pero no es necesario que sea en formato de redes sociales.
Mai: — ¿Cómo te sentís cuando te invitan a eventos de marcas como creadora de contenido?
Juli: — Ahora me siento mucho más cómoda. Al principio no me gustaba nada porque no conocía a nadie, entonces no sabía cómo acercarme a hablar. Como no consumía tanto redes sociales, a veces no sabían quién era quién. Ahora sí estoy más al tanto. Los eventos me dan un poco de gracia lo que pueda llegar a ver la gente y cómo lo veía yo cuando estaba afuera, a lo que en realidad es.
Mai: — ¿Por qué?
Juli: — Porque a veces se cae a pedazos un poco todo (risas). Está muy hecho y yo se que desde afuera la gente lo ve y se imagina mundos, porque yo me los imaginaba, pero cuando estás ahí es otra cosa. Te digo que es más lindo desde afuera que desde adentro. Es un evento, está buenísimo, es divertido porque es parte de mi trabajo, pero es mucho más lindo lo que se ve por afuera. Me parece muy divertido estar ahí y ver lo que se ve después. Eso me da gracia. La otra vez veía a una chica que tenía un pelo super prolijo y tenía al chabón al lado que la estaba peinando todo el tiempo y eso no lo ves, vos solo crees que tiene el pelo perfecto. A veces falla algo con la comida o el tiempo de espera, estamos todos bien vestidos, maquillados, todos falseamos que estamos cómodos, pero en realidad estamos incómodos y es increíble. Te lleva un montón de tiempo prepararte y es una hora y listo. Pensás ¿por qué estamos haciendo? ¿Qué es este caretaje? Pero me da mucha risa participar. Lo disfruto con humor ese contraste de lo que se vé y lo que es.
Mai: — ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar a crear contenido?
Juli: — Que se puede. Porque siento que siempre está el mensaje de que es difícil y sí es difícil, pero se puede. Siento que a mí y a todos en realidad nos dijeron: “Esto es muy difícil” y te pesa, te desilusiona y no sé si es tan difícil. Yo creo que si vos tenés muchas ganas, si te formas y te movés, las cosas pasan. Aunque falte confianza, que a mi misma me ha pasado, logré muchas cosas y sé que puedo lograr muchas más. Si realmente tenés ganas de hacerlo y tenés en claro por qué lo querés hacer, yo creo que sí se puede.
Mai: — ¿Qué le dirías a la Juli de 8 años que era fan de High School Musical, soñaba con actuar y hoy está viviendo todo esto?
Juli: — La Juli no se lo puede creer (risas). Yo a mi niña la llevo conmigo, siento que soy re niña y siento que no se lo esperaba ni loca. A veces, trabajado con la psicóloga, me costó reconocer el lugar y que me había ganado las cosas, tenía el síndrome del impostor, me cuesta admitir que no fue suerte, no fue casualidad.
Mai: — Que nadie te ayudó…
Juli: — No, nadie me ayudó. Obvio que sí hay gente que me fui encontrando, pero todo lo que hice lo hice yo. Le diría a esa Juli chiquita que se puede, que siga y que el camino que tomó está bien.