Josefina Ayerza: el desafío de emprender en Argentina, el poder del trabajo en equipo y el equilibrio entre la maternidad y la vida profesional

En Somos Todas, la emprendedora compartió cómo fueron sus primeros pasos en el mundo empresarial y reveló las lecciones más valiosas que ha aprendido durante la creación de su propia marca. Además, ofreció consejos clave para quienes estén pensando en lanzar sus productos al mercado.

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Josefina Ayerza es la creadora de Renée, una marca de ropa femenina que se destaca por sus prendas atemporales y de calidad. Aunque se recibió de Licenciada en Comunicación Social, su verdadera pasión siempre fue emprender y desde muy joven supo que quería construir su propio negocio.

A pesar de no haber estudiado diseño de moda, decidió lanzar su propia línea de ropa, comenzando con un producto sencillo pero efectivo: las calzas, una prenda de alta demanda y rotación rápida que le permitió iniciar su camino en el mundo de la moda.

En el comienzo del proyecto Josefina contó con el apoyo de su hermana, Helena Ayerza, que es modelo, y de su madre, que es fotógrafa. El éxito de Renée se basó principalmente en la venta online, un pilar fundamental en su modelo de negocio, y una fuerte presencia en las redes sociales. Este enfoque digital permitió a la marca expandirse rápidamente y llegar a consumidores de todo el país.

En pareja desde hace más de diez años, Jose es mamá de Pipa de un año. “Me encanta mi vida. Soy fanática de lo que hago en todas sus versiones y en todo momento. Trato de disfrutar todos los días”, expresó en diálogo con Coty Crotto y Mariana Gándara.

Josefina Ayerza: ““Emprender en Argentina es reinventarse constantemente”. (Candela Teicheira)
Josefina Ayerza: ““Emprender en Argentina es reinventarse constantemente”. (Candela Teicheira)

Dar el paso para emprender

Mariana: — ¿Cómo fue el comienzo de tu marca?

Josefina: — Yo sabía que quería como objetivo manejar y ser dueña de mi tiempo. Yo no sabía nada de moda, pero quise capitalizar lo que tenía a mi alrededor. Mi hermana era modelo, mi mamá es fotógrafa y a mí me gustaba la ropa.

Coty: — Tenías tres cosas y arrancaste.

Josefina: — Sí. Ahí dije: “¿Cómo capitalizo esto que tengo para lograr mi objetivo de ser dueña de mi tiempo y no trabajar para nadie?”. Ahí mi vieja me regaló, como último favor, la plata para comprarme la computadora que quería y le dije: “No, dame esa plata que con eso arranco mi marca”. Ahí empezó Renée con la ayuda de mi familia.

Coty: — ¿Qué compraste?

Josefina: — Con la poquita plata que tenía, había una sola oportunidad. Dije: “Necesito hacerme conocida rápidamente porque no tengo muchas chances, no hay muchas balas”. Era un tiro o al menos yo en su momento lo veía así, después te das cuenta que tenés muchos más. Con esa plata compré mis primeras 100 calzas. Para insertarme rápido en el mercado tenía que ser un uniproducto y que me conozcan por eso.

Coty: — ¿Es recomendable empezar así con un solo producto?

Josefina: — Sí, porque creo que el que mucho abarca poco aprieta. Yo no era diseñadora, estudié comunicación, así que sabía que cualquier cosa que tuviera que vender lo iba a saber hacer o le iba a encontrar la vuelta para que fuera comercial, que la gente lo quiera, que sea un objeto de deseo, para vender una emoción y no un producto.

Coty: — ¿Por qué elegiste calzas y no otro producto?

Josefina: — Porque era talle único, pero podía abarcar un montón de cuerpos. Obviamente que no todos, pero bastantes. Aparte como la gente compraba online, yo no tenía local, cuando le llegara a la casa no iba a tener ni cambios ni devoluciones. Cuando uno está solo trata de evitar todo esa logística. Esa practicidad en la compra y en la venta, también estaba en el producto porque era una compra online que llegaba a tu casa, el producto era cómodo, atemporal y estaba muy de moda en ese momento. Compré todos los colores y modelos. No me faltó una estampa, ni un corte...

Coty: — Más allá de la comunicación, que era tu área, ¿cómo lograste ese diferencial para que te elijan?

Josefina: — Encontré esa oportunidad de que las chicas las usaban un montón, pero yo veía que la lycra era muy finita y que se te marcaba todo. Yo surfeo y dije: “Necesito que cuando me ponga la calza sienta que me estoy poniendo un traje de neopren, algo que contenga”. Tardé un montón, pero la conseguí. Salí a patear un montón la ciudad, me costó encontrarla. En el medio tuve varias frustraciones propias de emprender, que le pasa a todos, más cuando uno empieza en un rubro que no conoce, que no entiende y siendo mujer te pasan por arriba. Hoy mi marido, en ese momento mi novio, cuando yo le conté lo que quería hacer me dijo: “Sí o si te va a ir bien, empezá, armalo y vas a poder. Tu único problema es que te falta calle. Salí a patear la ciudad, movete, despertate temprano, salí y conocé”.

Coty: — ¿Y qué pasó cuando lo hiciste?

Josefina: — Encontré el lugar con la lycra de los mismísimos dioses. Te la ponías y te agarraba todo. Mis primeras 100 calzas las vendía con mi valijita con la que iba a todos lados. La gente se las ponía y me decían automáticamente que sí. Valían 300 pesos en su momento.

Mariana: — ¿Cómo definirías que te faltaba calle?

Josefina: — Literalmente tenía que andar en la calle. Haber vivido en un barrio cerrado, estudiar en San Andrés, haber estudiado afuera... Yo había vivido en Pilar, me faltaba ese mundo y yo era consciente que no lo había vivido y yo sabía que para que me fuera bien, tenía que encararlo.

Coty: — Y fuiste a Flores…

Josefina: — A todos lados. A Flores, a Alsina, a Once, a Quilmes, a todos lados...

Mariana: — Que son calles y lugares en las que podés encontrar ropa, telas, de todo.

Coty: — Además de la calidad de los productos, tenés una forma particular de comunicarlo en redes. ¿Cuál sentís que es la receta para triunfar?

Josefina: — Soy muy consciente que la gente no compra solo moda, la gente compra emoción, no compra productos sino calidad y quiere entender que lo que compra está bien invertido. Si no hacés un producto de buena calidad y buen calce la gente no te vuelve a elegir. Así que creo que el secreto está ahí.

“La gente no compra solo moda, compra emoción”, explico Josefina. (Candela Teicheira)
“La gente no compra solo moda, compra emoción”, explico Josefina. (Candela Teicheira)

Emprender en Argentina

Si bien es un país con un mercado en constante evolución, uno de los mayores desafíos es la inestabilidad económica. La inflación, los constantes cambios en las políticas fiscales y las fluctuaciones del tipo de cambio pueden dificultar la planificación a largo plazo y generar incertidumbre en el manejo de costos y precios. El acceso al financiamiento puede ser limitado, especialmente para pequeños emprendedores que no cuentan con grandes recursos iniciales y la burocracia y los trámites legales también pueden ser un obstáculo,.

Coty: — Emprender en el país no es fácil, ¿cómo superás los obstáculos que van apareciendo?

Josefina: — Es muy difícil. La lucha con proveedores es constante. Yo me imagino una empresa, un emprendimiento en un país estable y en mi cabeza empiezo a tachar de la agenda todos los procesos que eliminaríamos si tuviéramos una moneda estable, pero a su vez pienso en todo lo que nos da como personas el tener que reinventarnos constantemente. Cualquier emprendedor en Argentina las vivió todas y está preparado para todo. Eso es lo que capitalizamos acá en este país y está buenísimo. Nos forma y nos prepara para todo. Yo creo que cualquier emprendedor en Argentina que sale a emprender en otro país ya tiene el camino allanado con todos los imprevistos que vivimos. Cualquier emprendedor que vivió una pandemia, ni hablar. Tuvo que reinventarse de mil maneras.

Mariana: — Estar todo el tiempo alerta.

Josefina: — Eso lo capitalizás en tu vida también. No voy a generalizar, pero somos distintos a personas de otros países en esto. Tenemos otra visión, somos muy resolutivos porque te mantiene en ritmo, en forma, no podés frenar. Pero la verdad no es fácil. Yo me apoyo mucho en mi equipo, tengo un equipo espectacular. Michael Jordan había dicho en su momento: “El talento gana partidos, pero un equipo gana campeonatos”. Sabía que sola no iba a llegar tan lejos, entonces de esa manera fuimos creciendo y entendiendo que los problemas, cuando están divididos en muchas cabezas, dejan de ser un problema.

Mariana: — Dijiste que como mujer también te costó, ¿en qué cosas puntualmente?

Josefina: — En las negociaciones. Me gustaría tener una voz un poco más fuerte, más ronca (risas). Por momentos, tenía que intencionar un poco más todo antes de salir a negociar: cómo te vestís, cómo te sentás, cómo te predisponés...

Mariana: — Meterte en un rol.

Coty: — En un rol de jefa.

Josefina: — Sí y me hubiera gustado haber tenido otra imagen. No sé si de ser varón, pero entender que se iba a resolver más rápido. Lo viví en precios, en negociaciones, en tiempos, a veces uno piensa que por ahí siendo mujer y haciendo una sonrisita conseguís cosas y no es así. Corremos con una cierta desventaja y no es una queja es una realidad. Se está cambiando, pero es real.

Coty: — Si tuvieras que darle un consejo a alguien que va a empezar a emprender, ¿qué le dirías?

Josefina: — Con Internet el tamaño de una organización no se nota. Hay que hacer uso de esa red que es espectacular. La gente no va a saber si son 20, 200 o vos sola. El consejo es movete porque moverse implica un montón de cosas: despertarse temprano, patear la ciudad, ser un nerd de la industria que te interese, implica estar sano, hacer ejercicio para estar bien, poder lograr tu objetivo e ir en dirección a lo que vos querés. Siempre hace, no importa qué, pero hace. Para vender está bueno encontrar ese hueco, ese nicho y entender que no vas a poder ser el mejor en todo, encontrá una cosa y tratá de hacerlo lo mejor que puedas. Por último, yo creo que el que está orgulloso de su producto lo lanzó tarde. Obviamente siempre hay que respetar la calidad, pero lanzalo. No esperes a que sea perfecto.

Coty: — Recién hablabas de la venta online, ¿qué le recomendás a los emprendedores arrancar por Internet?

Josefina: — Sí, siempre. Si tenemos que elegir una de dos elegiría 100 por ciento la venta online. Permite mucho menor costo y mayor rentabilidad. En los locales tenés que cumplir ciertos requisitos, la inversión en el lugar, alguien que esté atendiéndolo, cuando en realidad en la venta online podés hacer todo vos hasta que te armes.

Coty: — ¿Hay lugar en Argentina para cosas nuevas?

Josefina: — Obvio, hay un montón de lugar para cosas nuevas porque el mundo se reinventa constantemente. Hay nuevas tecnologías, nuevas modas, nuevos modelos de negocios, es cuestión de hacer. La realidad es que nadie sabe nada. Yo creo que la diferencia está entre el que va y lo hace y el que no. No creo que los que trabajen o emprendan y les vaya bien sean necesariamente los mejores, para nada, son los que hacen. El que quiere emprender, que vaya y haga. No hay mucha ciencia. No es el más inteligente, no es el mejor, no es el más capaz...

Josefina Ayerza, dueña de la marca de ropa Renée, dialogó con Coty Crotto y Mariana Gándara en Somos Todas. (Candela Teicheira)
Josefina Ayerza, dueña de la marca de ropa Renée, dialogó con Coty Crotto y Mariana Gándara en Somos Todas. (Candela Teicheira)

Familia

Coty: — Fuiste mamá hace poco, ¿cómo compaginás tu vida entre la maternidad y ser emprendedora?

Josefina: — Yo estaba aterrada. De hecho, las madres que conocía en su momento me parecían unas exageradas y hoy quiero estar en todos sus momentos, trato de encontrar ese balance y manejar la culpa que es tremenda. A mí de la maternidad lo que más me pesa es la culpa. Tengo una hija que es un sueño, tiene un añito de vida y me cuesta encontrar ese balance entre trabajo, la maternidad y la familia.

Mariana: — Nos pasa a todas, pero está bueno que seamos conscientes de eso y la clave creo que está en ver cómo poder destrabarlo.

Josefina: — Sí, yo la agarro a Pipa a la mañana cuando me voy a trabajar y le digo: “Escuchame, yo voy a compartir un montón de mi día con vos, el tiempo que no comparto de mi día con vos es porque estoy trabajando”. Le enseño de trabajo, de deporte, de estar con amigas, que me encanta también. Le digo: “Yo te voy a enseñar eso, es un ejemplo también”. No voy a estar todo el día encerrada con ella o yendo a la plaza, le enseño con el ejemplo y se lo digo, le hablo, le cuento desde que es chiquita.

Mariana: — Al decirlo en voz alta también te lo recordás a vos misma. Antes decías que te aterraba la maternidad, ¿por qué?

Josefina: — Me aterraban los perfiles de madres que conocía. Ni por bien ni por mal, sino por el nivel de dedicación. Me aterraba perder la intensidad laboral que tenía, que en realidad uno no la pierde, se reinventa, se transforma y encontrás una mejor forma, capitalizas el tiempo mucho mejor, mejoras procesos…

Mariana: — En redes hiciste un posteo que decía: “El hombre que me mandó mi papá” con respecto a tu pareja. ¿Por qué lo sentís así?

Josefina: — Sí, tremendo. Mi papá se murió cuando yo tenía 2 años en un accidente de auto. Estábamos yendo al sur con mis tres hermanos, mi mamá y él. Se reventó la rueda y el auto dio unos trompos, volcó y mi papá salió despedido. Desde ese día yo le pedí un montón de cosas. Al no tenerlo en el plano físico, era la manera que encontré de que me acompañe. Yo siempre sentí que estaba conmigo y que sigue estando. De grande le fui pidiendo no sólo al amor de mi vida sino alguien que me haga reír y que me acompañe. Pedí eso: un compañero que me haga reír, sea alegre, humilde, sencillo, trabajador, que le importe la familia y llegó todo. Lo agradezco y sé que me lo mandó él.

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