María del Cerro es actriz, modelo y conductora argentina. Comenzó su carrera tras participar en el reality show Super M 20-02. Este concurso de modelos le abrió las puertas al mundo de la moda y la televisión, permitiéndole trabajar para diversas marcas reconocidas y desfilar en importantes pasarelas.
En televisión, su primer gran éxito llegó en 2007 con su participación en la serie juvenil Casi Ángeles, donde interpretó a Melody. La serie, creada por Cris Morena, fue un fenómeno entre los adolescentes y catapultó a Mery a la fama no solo en Argentina sino en varios países de Latinoamérica y hasta en Israel.
A lo largo de los años, ha demostrado su versatilidad participando en diversas producciones. Formó parte de proyectos como Los únicos, Dulce amor y Camino al amor. Además, participó en el popular programa Bailando por un Sueño.
En cuanto su vida personal, Mery está en pareja desde hace más de 10 años con el DJ y empresario Meme Bouquet y tienen dos hijas en común: Mila y Cala. Actualmente, la actriz integra el elenco de Margarita, la nueva serie de Cris Morena que se estrenó recientemente y que cuenta la historia de la hija de Floricienta. “Estoy muy contenta de ser parte de este proyecto”, expresó.
Pollo: — Contame cómo es la historia que cuando eras muy chica una señora te dijo: “Vos vas a llegar muy lejos”. ¿Pasó así realmente?
Mery: — Sí, pasó. Yo estaba con mis amigas. Nos juntábamos siempre en una esquina, típico de barrio, donde nos encontrábamos con los que conocíamos de los colegios cercanos y aparece una señora, en el momento me pareció un delirio. Yo no trabajaba, estaba en el colegio y me empezó a decir: “Vos vas a trabajar, vas a ser modelo, vas a ser actriz y una persona conocida”. Yo era chica, me acuerdo que la miré y pensaba ¿qué me está diciendo?
Pollo: — ¿Te dijo eso y se fue?
Mery: — Sí.
Pollo: — ¿Y nunca más la viste en la vida?
Mery: — No, nunca más.
Pollo: — No te apareció por Instragram diciendo: “Era yo la que te dijo eso”
Mery: — No. Cuando arranqué en Super M también fue un poco loco porque mi amiga se anota y fuimos a acompañarla con su hermana que también es muy amiga mía. En ese momento no teníamos celular, habíamos estado muchas horas esperándola afuera del Hipódromo y le queríamos avisar que nos íbamos, entonces habían unas cámaras de CQC ahí en la puerta y les pido si nos dejaban pasar para buscar a mi amiga. Nos quedamos sentadas en las escalinatas muy lejos y Ricardo Piñeiro me señala con el dedo a lo lejos. Viene una persona y me dice: “¿Nos pasas tu número de teléfono?” Yo super tímida se les paso, a los días me llaman y me dicen: “Te vamos a dar un número como parte del concurso”. Yo nunca había querido ser modelo. Si me preguntás yo era fanática de todos los productos de Cris Morena, iba al Gran Rex a ver Chiquititas y con una fuerza lo pedía…
Pollo: — Vos decías: “Yo quiero hacer eso”
Mery: — Sí. Cuando era chica fui a un casting, mi mamá me llevó en colectivo, vivíamos en San Telmo en ese momento, y fuimos hasta Martínez, hicimos seis cuadras de cola. Yo iba vestida como chiquititas con vestidito de jean...
Pollo: — Eras una fan.
Mery: — Sí una fan, pero muriendo por eso de verdad. Un deseo muy profundo de formar parte y me acuerdo que fui quedando en un casting, en el otro y tuve que volver a la semana. Estaba Celeste Cid, dos chicas más y yo; y queda Celeste.
Pollo: — No fue mala la elección igual porque la rompió (risas).
Mery: — Sí, total. Una divina, pero a mí se me cayó el mundo. Después se da lo de la mujer que me dice esto en una esquina, después pasa lo de Super M, empiezo en una tira que se llamaba Romeo y Julieta; y Cris me llama para un casting. Ahí voy al casting de Casi Ángeles y termino quedando. Siento que si enfocas en eso que querés y te preparás, es muy difícil que no te pase. Nunca es en vano el estudio, la proyección…
Pollo: — Además de la actuación vos tenés tu empresa, By Mery del Cerro, que tiene pijamas…
Mery: — Sí, bikinis, ropa interior y mi propia línea de antejos…
Pollo: — ¿Y vos qué querés ser empresaria, conductora?
Mery: — A mí me encanta tener diferentes cosas. Me aburro de hacer solo una.
Pollo: — ¿Hay alguna que te guste más que otra?
Mery: — Sí, ser actriz. Me encanta actuar, pero me gusta también tener otras patas porque este trabajo es muy cruel, de repente estás ahí arriba y de repente no, entonces saber que podés tener otros negocios y cosas que te puedan dar tranquilidad, sobre todo en el caso mío que soy mamá, está bueno. Me gusta saber que si no estoy vigente en algún momento, tengo otras opciones.
De cero a cien
Pollo: — ¿Cuál fue el momento en el que te diste cuenta que te volviste famosa?
Mery: — Me cuesta la palabra famosa, igual.
Pollo: — Que te volviste conocida o popular…
Mery: — En la época de Casi Ángeles. Salía de la puerta de mi casa, a dos cuadras había un colegio y salía todo el malón de los chicos y me moría de vergüenza. Ahí es una mezcla de vergüenza y de estar contenta por lo que se estaba generando. Era un poco de todo.
Pollo: — Con Super M igual te pasó también esto de una exposición muy rápida, ¿no?
Mery: — Sí, era un reality que en tres meses fue de cero a cien, de repente éramos recontra conocidas. Fue un boom en ese momento Super M. Yo no entendía de rating, pero me acuerdo que cuando salimos de la casa, iba al boliche con mis amigas del colegio y me reconocía la gente. Yo que era bastante tímida y decía: “No sé si me gusta esto”. Pero ya no había vuelta atrás porque fue de golpe. Después de eso dije: “No me quiero quedar solo en esto. Quiero estudiar teatro” porque yo lo que quería en realidad era otra cosa. Ahí me metí a estudiar actuación, hice un par de seminarios con profes de afuera y empecé en una tira.
Pollo: — ¿Qué fue lo más loco que hizo un fanático?
Mery: — Cuando íbamos al Gran Rex todos los días nos sacaban en combi y nos llevaban a diferentes estacionamientos porque los fans sabían el estacionamiento en donde dejábamos nuestros autos antes de llegar al teatro y nos seguían. Entonces, aparecía gente loca que nos había seguido en auto. Cortaban calle Corrientes y todo porque salíamos con la combi. Era una locura.
Pollo: — ¿Y qué pasaba cuando iban a Israel?
Mery: — Nosotros llegamos con el avión y me acuerdo que nos sacaron por una puerta aparte. Nunca habíamos ido a Israel y nos sorprendió todo lo que pasaba. Queríamos ir a comprar unas cosas a un mercado cerca del hotel y nos teníamos que tapar toda la cara.
Pollo: — ¿Por la cultura?
Mery: — No, porque éramos muy conocidos. Íbamos con seguridad vestidos de civil que nos seguían mientras nosotros comprábamos, no sé, arroz o cualquier cosa. Eso fue algo muy loco que me tocó vivir a nivel fama.
Juego del millón
Con una valija repleta de dólares, el Pollo le propuso a Mery que comprara lo que más le guste. Podía utilizarlo en una o varias compras. ¿Qué decidió?
Pollo: — ¿En qué gastarías un millón de dólares?
Mery: — Como trabajé desde muy chica y mucho no disfruté tanto en viajes, entonces me gustaría viajar.
Pollo: — ¿A dónde te gustaría ir?
Mery: — No conozco, la verdad que no viajé tanto. Este año fui con mi prima a Roma, que no conocía. De Europa conocía algunas zonas de España nada más.
Pollo: — Porque estás siempre trabajando...
Mery: — Sí. Me iría a viajar por el mundo, invitaría a mi mamá, mi papá, Agus, mi hermano; y también incluiría a tías, a primas. Haría un viaje como una vuelta al mundo, un año viajando.
Pollo: — Separo 300 mil, pero no sé si me quedo corto para todos los que son…
Mery: — Bueno, algunos volverán en algún momento y yo me quedo por ahí (risas).
Pollo: — ¿En qué otra cosa gastarías?
Mery: — Haría una inversión para el día de mañana estar tranquila y, por ahí, vivir de rentas y no tener que estar pendiente de los ingresos. Poder vivir un poco más tranquila y disfrutando. No sé qué tipo de inversiones, te soy honesta.
Pollo: — ¿Meme, tu marido, sabe de eso? Porque lo veo con muchos proyectos.
Mery: — Gracias a Dios le va muy bien. Tal vez la parte gastronómica, él abre restaurantes así que por ahí podría ser una buena punta y sino en algo más firme que me pueda dar rentas, como un departamento o dos.
Pollo: — ¿Hacemos 300 mil? ¿150 para cada departamento?
Mery: — Sí, metemos ahí un Airbnb y que me de dos rentas distintas.
Pollo: — Quedan 400 mil.
Mery: — No se puede donar, pero me encanta ayudar cuando puedo. Si económicamente puedo ayudar a por ejemplo a Fundación Sí, de Manu Lozano, que lo adoro...
Pollo: — Me gusta. ¿Cuánto te damos?
Mery: — Le daría 200 mil y otra entidad que me gusta mucho es Los Amigos de la Calle que es un grupo que le dan de comer a personas de la calle, siempre estoy en comunicación con ellos y me parecen unos grosos.
Pollo: — ¿Cuánto para ellos?
Mery: — Les daría los otros 200 mil.
Pollo: — Te quedaste sin plata, pero está bien gastada.
Mery: — Sí. Soy austera, no soy de comprarme muchas cosas.