Maxi Espíndola y Agustín Bernasconi supieron desde chicos que lo suyo era la música, pero la puerta de entrada al mundo del espectáculo fue la actuación. Se conocieron en Aliados, donde forjaron una amistad que pronto se convirtió en canciones. Eso derivó en MYA, uno de los proyectos pop más escuchados en la actualidad.
Su primer disco, titulado Hoy (2019), contó con la colaboración de artistas como Pedro Capó, Abraham Mateo y Rombai. De ahí en más, todo fue crecimiento: cada single que lanzan se van directo a lo más alto de los rankings de escucha.
En 2021 dieron vida a su segundo álbum, Suena MYA, el cual cuenta con varios invitados como Emilia, Mau y Ricky, FMK, Migrantes y Lit Killah, entre otros. Pero, sin dudas, se destacaron con “2.50″, el hit que luego remixaron con Duki y Tini para hacer bailar a todo el mundo.
Actualmente, la dupla se encuentra transitando una nueva etapa y, en lo que va del 2024, ya editaron cuatro singles: “Lunar”, “El Proceso”, “Soy” y “Si pudiera”, con los que están llevando su música a otro nivel. “Como banda estamos hace 8 años, pero nos conocemos hace 10, 11... Nos queremos mucho. Es algo que fuimos construyendo con el tiempo. Principalmente, somos amigos que empezamos a trabajar juntos. Y eso es bastante particular porque hay que saber diferenciar los momentos en los que estamos laburando y los que no. Es como una relación en la que uno va adaptándose a algunas situaciones, va aprendiendo con el otro... Hay que estar abierto a escuchar al otro, a la opinión del otro. Y saber qué pensamos de a dos”, definen ellos sobre su vínculo en diálogo con el Pollo Álvarez.
El encuentro con Duki y Tini
Pollo: —¿Cómo nace eso de hacer un remix? Estaban Tini, Duki... ¿Cómo nace “2.50 Remix”?
MYA: —Fue una locura porque nosotros la canción original la habíamos sacado. Y un año después fuimos a una juntada con los chicos de la casa, que en ese momento vivían todos juntos. Rusherking, FMK, Lit Killah, María Becerra... Estaban todos. En un momento pelamos la guitarra, medio de sobremesa, y estaban el Duko y Coscu. Estaban todos y nos pusimos a tocar unos temas y en una tocamos 2.50.
Pollo: —Acústico, así, tranca...
MYA: —Sí, y el Duko dice: “Pah, boludo, qué temón, qué bueno que está”. Como que se empezó a copar y decía: “Vamos a hacer este tema”. Y yo por dentro lo grité como el gol de Messi a México. Después, cuando volvíamos en el auto los dos, se dio como un minuto de silencio y nos quedamos pensando. Y le digo: “Este culiao no se va a acordar mañana”.
Pollo: —Claro, estaba un poquito picadito...
MYA: —”Mañana a primera hora tirale un mensajito”, le dije a él. “Tenelo cerquita”.
Pollo: —¿Hasta ahí ustedes no sabían si era real o no?
MYA: —No, podría haber sido una flasheada del momento. Pero al otro día nos mandó un mensaje: “Che, ¿cuándo nos metemos al estudio? Avisame, estoy para hacerla”. Él activó un poco y a los dos días nos metimos. Hacía rato que nosotros teníamos ganas de hacer algo con Tini. Pero bueno, por una cosa o por la otra, nunca se había dado. Y dijimos: “Che, ya que lo tenemos el Duko, vamos a tirarle a Tini a ver si sale”.
Pollo: —¿Y ustedes el tiro se lo tiran ustedes a Tini?
MYA: —Sí, fue como tirar ahí un poquito a ver si se enganchaba...
Pollo: —Y mensajito: “Che, ¿estás para esta?”.
MYA: —Sí, sí.
Pollo: —¿Y dijo que sí?
MYA: —Sí, al toque.
Dinero
Pollo: —Hay que quemar 1 millón de dólares juntos.
MYA: —Yo creo que para arrancar... 100 estarían destinados para viajes. Hacer un viaje, tipo el de Qatar, bien de disfrute. Con 100 también abro una productora, lo ponemos a Maxi a producir. Escribimos canciones, agarramos nuevos artistas y los producimos nosotros.
Pollo: —¿En qué más gastarían?
MYA: —100 más los pongo en un criadero de gallinas...
Pollo: —¿Querés un criadero de gallinas?
MYA: —Me encanta. Un campo chiquito...
Pollo: —¿Eso da guita?
MYA: —Sí. Los huevos, sí.
Pollo: —Bueno, bien. Vamos 200, invertimos 200 lucas en gallinas, qué sé yo...
MYA: —100 y 100 para refaccionar toda la casa de mi viejo y de mi vieja, vamos con esa.
Pollo: —100 y 100 para las casas de sus viejos.
MYA: —Sí. Y podemos hacer 100 más y nos vamos al interior a buscar a un buen pibito, que juegue bien al fútbol, que sea crack, compramos el pase...
Pollo: —Ah, ya tienen café, tienen huevos, música y fútbol.
MYA: —¿Está bien o no?
Pollo: —Sí, son de abrir el abanico.
MYA: —Agarramos un Diablito Echeverri, lo traemos para acá y todo bien. ¿Te gustó esa, eh?
Pollo: —Sí, me gustó, estoy para entrar.
MYA: —Y 100 y 100 para hacer una casa... O te hacés la casa, vos y yo te voy a visitar, me hacés una pieza...
Pollo: —Te digo una cosa: está raro, pero está perfecto (risas).