Silvina Escudero: “Siempre puse límites, hay hombres que son muy desubicados”

En Desencriptados, la bailarina reveló que desde chica hasta “hace muy poco tiempo” sus padres la acompañaron en cada presentación artística y recordó cómo Maradona la protegió del boxeador Mike Tyson durante un programa en vivo. Además, contó detalles de un vuelo de famosos que casi termina en tragedia.

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Silvina Escudero es una destacada bailarina, modelo, actriz y conductora argentina, conocida por su participación en numerosos programas de televisión y por su talento en el escenario. Comenzó su carrera artística desde joven, pero su popularidad llegó de la mano del certamen Bailando por un Sueño, donde se destacó por su habilidad y carisma en la pista de baile.

Con una formación sólida en danza, supo forjar una carrera diversa que la ha llevado a trabajar en teatro, televisión y shows en vivo. Además de su faceta como bailarina, Silvina incursionó en la actuación y en el modelaje. Es una figura pública con una fuerte presencia en las redes sociales, donde comparte aspectos de su vida personal y profesional con su comunidad de más de 3 millones de seguidores.

En estos casi 20 años de carrera, se destaca su capacidad para reinventarse y adaptarse a los cambios en la industria del entretenimiento. Recientemente, se lanzó a una nueva aventura en el ámbito de la moda con la creación de su marca de bikinis La Escudero.

Diego Barbatto
Diego Barbatto

Rulo: — ¿Es verdad que en un viaje en donde iban varias personas famosas, incluida vos, casi se cae el avión?

Silvina: — Sí.

Rulo: — ¿Cómo fue eso? ¿Qué pasó?

Silvina: — Íbamos a un desfile en Mendoza.

Rulo: — Con la cordillera cerquita...

Silvina: — Íbamos en un avión privado: Paulita Chávez, Pedro Alfonso, Zaira Nara, Adabel Guerrero y Eugenia Lemos. Éramos un montón y no sabés cómo se movía el avión…

Rulo: — Como una hoja.

Silvina: — Sí, ¡Era una hoja! Estábamos atrás de todo con Paula y Pedro; y nos clavamos un sublingual (risas). Sentía que me iba a dar un bobazo en cualquier momento.

Rulo: — Del miedo…

Silvina: — Sí. Me paré, llegué hasta los pilotos, abro la cortinita y les digo: “¿Y?”. “Estamos en manos de Dios”, me responden.

Rulo: — ¿Me estás cargando?

Silvina: — Te juro que no. Estábamos todos blancos. Adabel era la única que estaba como en una montaña rusa. Se habló cuando bajamos y ella decía que era por la adrenalina. Pero nos estábamos por morir. No nos morimos no sé por qué.

Rulo: — ¿Zaira qué decía?

Silvina: — Zaira estaba con la China, que es una de las perras que tenía. Se la agarré, me senté atrás de nuevo y la tranquilicé. “China, tranquila no pasa nada”, le decía a la perra y así me tranquilicé yo el resto del viaje fingiendo demencia. Tranquilizaba a la perra, pero en realidad estaba tranquilizándome a mí. Fue tremendo ese viaje.

Rulo: — ¿Pensaste si se caía el avión en qué parte del titular ibas a salir? Porque había muchos famosos.

Silvina: — Es que sí (risas). Lo hablamos después. Estábamos en el Bailando en ese momento, así que iba a ser: “Todo el staff del Bailando murió estrellado”. Nos reíamos de eso.

Rulo: — Me gusta que llegaron a un consenso en el que el Bailando quedaba, pero no había nombres.

Silvina: — Claro. No poníamos nombres tipo cartelera (risas).

Rulo: — Mirá si ponían: “Murió Zaira Nara y otras figuras del espectáculo”.

Silvina: — No, no (risas). Estoy hablando de algo que pasó hace como 15 años atrás...

Diego Barbatto
Diego Barbatto

Pareja

Silvina se casó con Federico en diciembre del 2022, luego de cinco años de novios. Si bien se conocieron imágenes del casamiento y de eventos a los cuales asisten juntos, su marido tiene un perfil bajo y ella respeta su postura.

Rulo: — ¿Es la pareja que más tiempo tuviste?

Silvina: — Sí, hace dos años ya pasamos el récord.

Rulo: — ¿Cuánto llevan?

Silvina: — 7 años y medio. Fede es divino y nos llevamos muy bien. Somos muy opuestos, también. En muchas cosas es difícil congeniar. Él es muy perfil bajo.

Rulo: — ¿En eso son diferentes?

Silvina: — Sí. Me costó muchos años porque el viene conmigo a los eventos, pero ni bien viene la foto desaparece (risas). Me costó muchos años que se quede para las fotos, pero igual la pasa mal. Ahora se va cuando aparece un micrófono. A eso ya no accede, imposible. Me dice: “No es lo mío, no me siento cómodo”.

Rulo: — ¿Pero es con los medios o en general?

Silvina: — No, en general. Le da fiaca hasta sacarse fotos para redes sociales. No tiene redes. Es cero ese estilo. Después en la diaria los dos somos re tranquilos, le gusta hacer asados, estar con los perros...

Rulo: — ¿Mejoraste en los vínculos con el paso de los años o sentís que es igual?

Silvina: — No, no soy igual. No me importa lo mismo que antes. No estoy en detalles pavos o tóxicos de parejas de cuando era chica. No tiene nada que ver la pareja actual.

Rulo: — ¿Sos otra persona?

Silvina: — Sí y en realidad año a año uno va cambiando. No soy la misma Silvina que el año pasado, que hace dos, cinco y muchos menos la de hace 10 años. Ni te explico hace 17 años cuando empecé...

Rulo: — Hablando de redes sociales, soles subir fotos picantes…

Silvina: — A mí me gusta estar en pelotas. Amo estar en bikini (risas).

Rulo: — ¿Qué te dice tu marido? Él que es tan perfil bajo…

Silvina: — Le encanta que esté en pelotas. Es que si no le gustase, no podría estar conmigo. ¿Cómo hace sino para bancarse todos los hombres que me escriben por Instagram? ¿Cómo lo soportaría?

Rulo: — ¿Te llegan muchos?

Silvina: — Y sí. Pero yo no contesto. O a veces sí, pero soy las gracias o pongo un corazoncito. Ni miro la verdad.

Rulo: — Es como que estás acostumbrada, no te llama la atención.

Silvina: — Fede a veces me dice: “¿Qué le ponés corazoncito? Si te está diciendo: ‘¡Que buena que estás!’”. “Es una manera de agradecerle”, le digo. “¿Agradecerle que te quiere dar?”, me responde (risas).

Rulo: — Sos muy agradecida, pero si él le pone corazoncito a alguna señorita que le escribe. ¿Qué pasaría?

Silvina: — No, no.

Rulo: — Se pudre todo.

Silvina: — Todo se pudre (risas). Que empiece a correr. Él no es mediático. ¿Qué señorita le va a escribir? (risas).

Rulo: — O sea que vos podés, pero él no.

Silvina: — Exactamente. Vos lo dijiste.

Diego Barbatto
Diego Barbatto

Por sí o por no

Rulo invitó a Silvina a contestar el cuestionario levantando los carteles de Sí o No, según corresponda.

Rulo: — ¿Maradona te salvó de Tyson?

Silvina: — Sí. Yo era una de las Diegotas, que eran las secretarias de Diego Maradona y las bailarinas que hacíamos las puestas cuando venían todas las figuras al programa La Noche del 10. En uno de los programas, me tocó alcanzarle la camiseta a Diego para que se la firmen Diego a Mike Tyson y Tyson a Diego. Cuando me acerco a la mesa, Tyson me empieza a manosear todo el costado como la parte de la cola.

Rulo: — Como una falsa mano en la cintura.

Silvina: — Claro. Agarrar la cintura y empieza a manosear. No era la época de ahora, estamos hablando del 2005. Hace casi 20 años. Yo era re chica y me quedé parada, tiesa. Le avisan a Diego que estaba firmado y él salta y dice: “Pará, pará. Es mi amiga”. Y Tyson dijo: “Perdón. No sabía que era tu amiga”. Imaginate si no era su amiga me hubiera…

Rulo: — Claro. Era como que interpretó que el programa lo invitaba a hacer cualquiera.

Silvina: — Era otro tiempo. Después cuando se va, en el programa en vivo me decía: “Come with me, come with me”(Vení conmigo, en inglés). También me mandó a llamar después. Obvio, nunca fui.

Rulo: — ¿Arrugaste con Luis Miguel?

Silvina: — Sí.

Rulo: — ¿Cómo fue?

Silvina: — Yo soy fan de Luis. Sé todos los temas desde que soy chiquita y sé hasta los de cuando él era chiquito. Me encanta. Un día estábamos grabando y Marley nos invitó a comer con él. Fui porque muero de amor por él, pero como fan no de romanticismo o como pareja.

Rulo: — Pero no sabías si te gustaba hasta que lo vieras en persona.

Silvina: — No, yo estaba de novia aparte. En ese momento se lo conté a mi novio de ese momento y me dijo: “Sí, obvio anda. Vos sos re fan”.

Rulo: — ¿Con quién estabas de novia en ese momento? ¿Con alguien del medio?

Silvina: — Sí, con Nico Riera y yo le conté todo. Cuando terminé de comer Luis Miguel me cantó en el oído y le corregí su propio tema porque se confundió la letra (risas).

Rulo: — ¿Qué te cantó?

Silvina: — Qué hiciste del amor que me juraste, qué has hecho de los besos que te di…

Rulo: — ¿Y qué pasó después?

Silvina: — Le enseñamos a bailar el tango y me fui.

Rulo: — ¿Pero te tiró onda él?

Silvina: — Y yo entendí que sí.

Rulo: — O sea ese día Luis Miguel cantó, bailó el tango y fracasó. ¿Él también rebota?

Silvina: — Exactamente (risas).

Rulo: — ¡Qué locura! Pensé que ganaba siempre...

Silvina: — No, no (risas). Yo me fui.

Diego Barbatto
Diego Barbatto

La familia

Rulo: — Tenés historia con Tyson, con Luismi, ¿hay alguna otra anécdota con famosos?

Silvina: — Sí, un montón. Trabajo en el medio desde hace años... Hay gente que ya pasó a mejor vida y hay cosas que no se pueden contar. Los hombres tirotean mucho y son muy desubicados, sobre todo antes. Yo a todos les puse un freno. Tengo una personalidad que impone, entonces no es fácil sobrepasarse conmigo. Siempre puse límites. También me pasó que durante muchos años hasta hace poco, antes de casarme, que mis papás me acompañaron a todos lados.

Rulo: — ¿Sí?

Silvina: — Sí, siempre. De hecho, en la anécdota del avión no sé por qué no estaba mi papá. Tal vez porque éramos un montón, pero sola nunca viajé a ningún lado. Siempre estaban conmigo.

Rulo: — ¿Estaban de acuerdo con tu carrera?

Silvina: — Yo estudié veterinaria, mi hermana es arquitecta. Siempre quisieron que estudiemos. La carrera de veterinaria es muy sacrificada entraba a los 8 de la mañana y salía a las 5 de la tarde y yo después tenía mil eventos, programas, desfiles, shows todos los fines de semana.

Rulo: — Claro, la estabas rompiendo.

Silvina: — Me acuerdo que un sábado entra mi mamá a la cocina a las 2 de la mañana y yo estaba con mate, café, todo, estudiando libros de biología, de fisiología, patología y me dice: “¡Ay! Silvi. No tenés vida”. Yo la miré como diciendo: me estoy rompiendo el alma estudiando, laburando y ¿me decís eso? Ella quería que estudie, pero se dio cuenta que yo siempre hice mucho.

Rulo: — Aprovechaste el momento en el que despegó la carrera para enfocarte en eso.

Silvina: — Sí y dejé la facultad.

Rulo: — ¿Sentís que te fue bien en tu carrera desde que arrancaste hasta hoy en día?

Silvina: — Sí, me va bien en la vida, en mi trabajo. Soy una bendecida y soy muy agradecida a todas las personas que me han dado trabajo y me han apoyado. Yo soy un toro y voy para adelante siempre. ¿Me caigo? Sí, pero lloro media hora, me seco las lágrimas y sigo. La gente fue siempre muy amorosa conmigo y siempre he tenido mucho trabajo.

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