Corine Fonrouge es actriz y forjó una exitosa carrera como productora de moda en revistas de renombre, donde ha asesorado a celebridades tanto nacionales como internacionales. Es autora del libro Avatar de estilo: moda, identidad y color; y creadora del Método Corine, un innovador programa online de gestión de imagen personal que invita a las personas a integrar todos los aspectos de sí mismas para potenciar su estilo como una verdadera identidad visual.
En su labor como asesora de imagen, diseña cursos, charlas y círculos de estilo donde fusiona herramientas de imagen personal con conceptos de comunicación y energía del color. Su pasión por los procesos de transformación y su búsqueda constante del bienestar la convirtieron en una referente de la moda. En las redes sociales cuenta con una comunidad de más 500 mil seguidores.
Coty Crotto: — ¿Cómo te definirías?
Corine Fonrouge: — Consultora de estilo, asesora de imagen, estilista, actriz y amiga de la casa (risas).
Mariana Gándara: — Además, es la reina del color y entiende todo sobre colorimetría y paleta de colores.
Corine: — Son muchas cosas (risas).
Mariana: — Hace un tiempo contaste públicamente que estás en pareja con una mujer, ¿cómo fue ese camino?
Corine: — Fue super orgánico. Un día lo sentí y fui tras eso. En mi personalidad no está lo que se dice comúnmente: “Salir del closet”. Yo no siento que haya salido del closet.
Mariana: — Fluyó.
Corine: — Sí, fluyó. Nunca sentí que tenía que explicar nada, quizás porque mi entorno es super relajado. Yo a mis 20 y pico exploré con mujeres. Mi prontuario es: divorciada, matrimonio, tres convivencias con hombres fabulosos. Siempre tuve hombres hermosos en mi vida, grandes hombres. Porque me hacen mucho esa pregunta: “¿Por qué ahora tenés una novia o te gustan las mujeres? ¿Te fue mal con los hombres?” No, me fue bárbaro. ¿Por qué no probar con otra persona que no es un hombre? Yo siento que en realidad me gustan las personas. No sé si no voy a volver a estar con un hombre o no.
Mariana: — Es no etiquetar. ¿Cómo te diste cuenta? ¿Cómo fue ese proceso?
Corine: — Yo tengo 42 años y a mis 20 y pico ya sentía esa necesidad de exploración, esa curiosidad. Lo tenía super hablado con mi psicóloga. En su momento yo estaba en pareja con un hombre que era un gran compañero y yo lo hablé también con él. Entendí desde muy temprana edad el concepto de fidelidad e infidelidad. Siempre fui muy honesta conmigo, con lo que me pasaba y con la persona con la que estoy. Siempre le voy a transmitir lo que me pasa, lo que siento.
Mariana: — ¿Y qué sentías?
Corine: — Que quería estar con una mujer. Exploré, tuve una primera experiencia. Me acuerdo que lo hablé con Jorge Ibáñez, que era muy amigo mío. Le conté y me presentó una amiga de él y fue fantástico porque era muy divertido todo, yo tenía cero prejuicio, nada. Ahora por ahí estoy más…
Coty: — Recatada.
Corine: — Sí, no sé. En ese momento había un impulso.
Mariana: — También la edad.
Corine: — Sí, todo influye.
Mariana: — Ahí te presentaron a esta chica.
Corine: — Sí, viví la experiencia de estar con ella y fue fantástico porque también entendía las energías de lo femenino y masculino a los 20, que uno está conociéndose.
Mariana: — ¿Vos ahí estabas en pareja?
Corine: — Sí, estaba en pareja y mi novio lo sabía absolutamente todo. Lo viví como un proceso personal, pero él, muy sabio, me acompañó. Lo que valoro mucho y me prometí nunca dejar de hacerlo es ser honesta conmigo misma. Para mí eso es infidelidad. Tener un deseo o necesidad de explorar algo a nivel laboral, energético, emocional, espiritual o sexual y no negarlo.
Coty: — ¿Seguíste con tu pareja después de esa experiencia?
Corine: — Sí, estuvimos como cuatro años y medio. Él era más grande. En ese momento yo buscaba figuras muy protectoras, paternales, por otras cosas de las vida, que me di cuenta más tarde. Pero cero arrepentida porque era lo que en ese momento yo necesitaba y claramente él lo entendía. Por algo me busqué alguien grande que me acompañe, que me constituya a mí como mujer, compañera, novia y que también me permita o, mejor dicho, no me corte las alas para explorar.
Coty: — ¿Y en qué momento te casaste?
Corine: — Me casé con él. Muy loco, pero super lindo. Un año duré (risas).
Coty: — ¿Por iglesia?
Corine: — No, no. Nunca me casaría por iglesia porque no tengo esa necesidad. Así como tengo otras necesidades, esa no. Éramos super compañeros yo lo había elegido como el hombre para ese momento de mi vida. A mi padre le detectaron una enfermedad terminal, le dieron un tiempo de vida y él me decía: “Por favor cásate” como si quisiera quedarse tranquilo. Yo lo miraba al que era pareja en ese momento y dije: “¿Por qué no?” y me casé. Fue increíble. Armé una tremenda fiesta, un alboroto, en medio de un momento de mucho dolor y en este momento de mucho dolor es como que la lívido necesitaba vida: me casé, probé con mujeres, mi padre se murió y me separé. Así, todo masticado.
Mariana: — ¿Llegaste a compartir todo esto que te pasaba con tu papá?
Corine: — No, con mi mamá. Mi mamá era re amiga mía por eso fantaseo muchas veces con el hecho de decir: “Mamá, papá, les presento a mi novia”. Creo que ellos ya estaban medio acostumbrados a mis noticias porque yo a mi papá caí un día y le dije: “Estoy de novia con tal persona, es tanto años más grande”.
Mariana: — ¿Cuántos años más grande?
Corine: — 20. Él tenía 40 y yo 20.
Mariana: — Claro es una diferencia, sobre todo de etapas. ¿Fue un shock para tu papá?
Corine: — Sí, fue super doloroso.
Mariana: — ¿Seguís en contacto con quien fue tu pareja?
Corine: — Sí, seguimos viéndonos, hablamos, es un gran amigo, familia. Yo me llevo fantástico con todos mis ex. Tengo cuatro ex hombres que hoy son familia para mí.
Coty: — Pero hoy elegís estar con mujeres.
Corine: — Sí, estoy en esa. No te puedo decir: “Me quedó acá”. No sé. Porque también voy escuchándome. Pero de momento, sí. Me conozco mucho a mí misma con otra mujer.
Mariana: — Si le tuvieses que compartir esta experiencia a alguien, este camino recorrido, ¿qué consejos le darías?
Corine: — Que hay un mandato familiar y lo re entiendo. Yo no lo tengo presente, pero lo entiendo. Es muy doloroso porque hay una parte tuya, gran parte tuya, que no estás dándole de vos y eso trae muchos conflictos en tu día a día. Es re doloroso, muy confuso y para mí trae muchos temas de autoestima, valoración y propósito en la vida. Es como que uno tiene que integrar todo lo que es, entonces siento que cuando uno se adueña más, más y más de esa voz interna, las voces de afuera van bajando. El tema es que hay que tener coraje para escucharse, pero es increíble el viaje. No hay que dudar, hay que ir con seguridad y adueñarse de lo que te pasa. Ese es el consejo que le daría a alguien. Y no todo es para siempre porque tal vez es una etapa y está bien. Si después por ahí te arrepentís, no pasa nada.
Mariana: — ¿Te sentiste juzgada en algún momento?
Corine: — No, pero porque no le doy lugar. Es más si me siento juzgada tal vez tire un comentario para que te pique o te incomode.
Mariana: — ¿Sentís que la sociedad está abierta a ese paso de exploración o todavía falta?
Corine: — Todavía falta, pero también hay una realidad y es que yo no fui criada ni me rodeo en círculos sociales cerrados. Eso ayuda un montón.
Coty: — ¿Tenés ganas de tener hijos?
Corine: — Nunca tuve ganas de tener hijos, hoy me pasa que tampoco tengo ganas. Nunca me pasó de sentir esa fiebre que dicen que se siente. Ahora no tanto, pero en su momento me preguntaban mucho: “¿Cómo no querés?” He tenido parejas que querían y yo les avisaba que yo no.
Coty: — Pero ahora tenés alguien a tu cuidado: un perro.
Corine: — Sí, tengo un perro. Soy madre (risas). Nunca había tenido un perro y estoy muy boba hace doce días.
Coty: — ¿Es toda una novedad en tu vida?
Corine: — Sí y está muy bueno porque me estoy conociendo un montón y viendo los límites. Mi laburo es mi pasión, mis amigos que los amo, que son mi familia, mis hermanos, tengo una vida muy hermosa y de mucha independencia, pero ahora de repente tengo un perro que quiere jugar, comer... Estoy trabajando en ese nuevo vínculo.
Mariana: — ¿Cómo fue la reacción de tus hermanos cuando les contaste que salías con una chica?
Corine: — Con muchísima naturalidad. Me acuerdo que mi hermano me preguntó: “¿Qué vas a hacer hoy?” y le dije: “Salgo con una chica”. Nunca se lo había dicho. Esa noche tenía una cita. Yo tenía 39 para cumplir 40 y la mujer tiene varios procesos de transformación. Yo entrando a mis 40 quise volver a reconectar con esa parte. Tuve mis experiencias a los 20, después me distraje, salí con hombres, me fui a Suiza, me enamoré, me separé y después a los 39 volví a darle lugar a ese sentimiento que estaba ahí latente.
Mariana: — ¿Hoy saldrías con alguien de 20 como te pasó a vos a tus 20?
Corine: — Creo que no. No sé. No me pasó, pero capaz que viene alguien de 20 con una super cabeza y digo: ¡Wow!. A mí me atraen las personas más por la energía que por la edad que es solo un número.