Sebastián Battaglia es un exfutbolista y entrenador argentino, conocido principalmente por su destacada carrera como mediocampista en Boca Juniors. Se formó en las divisiones inferiores del club, donde jugó en dos periodos de 1998-2003 y de 2005-2013. Acumuló 17 títulos a nivel nacional e internacional. Su legado en Boca incluye momentos icónicos, como la triple corona del 2000 y 2003, donde el equipo venció al Real Madrid y al AC Milan en la Copa Intercontinental.
Durante su carrera como jugador, Battaglia tuvo un breve paso por el Villarreal CF de España entre 2004 y 2005, donde, a pesar de sus esfuerzos, las lesiones limitaron su participación en el equipo. A nivel internacional, representó a la Selección en 10 ocasiones entre 2003 y 2009. Sin embargo, su carrera como futbolista se vio truncada prematuramente debido a una lesión en 2011 que lo llevó a retirarse a los 32 años, después de intentar recuperarse sin éxito.
Tras su retiro, inició su carrera como entrenador en Almagro en 2018. Más tarde asumió la dirección técnica de la reserva de Boca Juniors y en agosto de 2021 fue nombrado director técnico del equipo mayor de Boca. Logró ganar la Copa Argentina 2019-20 y la Copa de la Liga Profesional 2022. Pese a estos éxitos, dejó de ser el DT de Boca en julio de 2022 tras la eliminación del equipo en los octavos de final de la Copa Libertadores.
En 2023, asumió el cargo de entrenador en Huracán, aunque su paso por el club fue breve. Presentó su renuncia un mes después tras la eliminación del equipo en la Copa Sudamericana.
Leo: — ¿Qué impacto tuvo en tu cuerpo toda la garra que dejaste en la cancha?
Battaglia: — Y el desgaste de lo que fue el fútbol profesional y de todo lo que he vivido, a mí me pegó en las piernas y tuve varias lesiones. Al día de hoy sigo con los mismos dolores y sumándose algún dolorcito más, pero es lo que me toca vivir hoy.
Leo: — Después de tu exitosa carrera como futbolista te metiste con el golf, ahora estás jugando un poquito al paddle para seguir con la actividad física.
Battaglia: — Sí, la realidad es que no puedo correr. Eso es lo que me pasa. Más allá del tobillo que aparecen otros dolores, como el de la rodilla. El golf no es tan problemático para eso, el paddle un poco más. Pero lo hago salteado.
Leo: — ¿A qué edad te retiraste?
Battaglia: — A los 32.
Leo: — Es un poco pronto retirarse a esa edad, ¿no?
Battaglia: — Sí, obviamente obligado por lesión en el tobillo. Quizás tenía un par de añitos más. Hoy el entrenamiento cambió, quizás algunos jugadores tienen la posibilidad de estirar su carrera. Pero sí, era pronto para dejar de jugar en ese momento. No me quedó otra. Al día de hoy no puedo correr.
Leo: — ¿Qué lesión tenés?
Battaglia: — Una osteocondritis en el tobillo derecho. Tendría que tener una prótesis.
Leo: — ¿Es que los huesos chocan ente sí? ¿Es parecido al caso de (Gabriel) Batistuta?
Battaglia: — Sí, es parecido. No estoy al nivel de él que contó que le dolía estando acostado, pero si camino mucho me duele. Tengo que en algún momento tomar la decisión de operarme para pasarla mejor.
Leo: — ¿Hoy cuántos años tenés?
Battaglia: — 43.
Leo: — Pasaron 11 años de tu retiro. ¿Pensas en eso? ¿Cómo corrí, jugué y gané tanto y ahora no puedo correr?
Battaglia: — Sí. Es el recuerdo de lo que hacías antes. Hoy las cosas mínimas te duelen, como salir a caminar, y con lo que me gustaba correr a mí... Mi forma de jugar en la cancha era eso también, correr todo el tiempo porque me lo exigía la posición y porque era mi manera de jugar. Entonces, hoy por hoy, no tener eso, obviamente que te pone a pensar en un montón de cosas.
Boca
Leo: — Hiciste todo dentro de Boca: fuiste jugador, entrenador y ganaste 17 títulos.
Battaglia: — Sí, 17 títulos como jugador. Después estuve un año y medio en Villarreal, tuve un paso corto por Badajoz y de Santa Fe a Boca. Esa fue más o menos la historia. Hemos vivido una buena época con Boca, he disfrutado mucho ese paso. Fue muy emocionante todo lo que se vivió en las Copas Libertadores y en las famosas noches de copas. Son muy movilizantes y cuando no lo tenés o cuando vas a otro equipo, te das cuenta lo que significa la Bombonera.
Leo: — ¿Era fácil jugar en ese glorioso Boca de Carlos Bianchi?
Battaglia: — No, la verdad que fácil no era. Uno se pone a mirar todo eso y te das cuenta que se formó un grupo muy lindo, con una mentalidad que la transmitía un entrenador, que en ese caso era Carlos, y nosotros entramos en una rueda en la que las cosas se iban dando y pudimos lograr un montón de cosas. Sentíamos que entráramos a la cancha y era difícil que nos ganen.
Leo: — Cuando te convertiste en entrenador, ¿implementaste muchas de las cosas aprendidas de Bianchi?
Battaglia: — Seguramente que sí. Uno va a aprendiendo de todos, no solamente de Carlos. Obviamente, él era el que más nos identificó a todos porque lo que fue su momento. Pero después hubo un montón de entrenadores que fuimos teniendo a lo largo de la carrera y tratas de copiar cosas buenas y evitar las malas. Pero los grupos son diferentes, las épocas también.
Leo: — ¿De Bianchi que te llevaste?
Battaglia: — El respeto, la mentalidad de ganar siempre, de buscar esa rueda que te permite sentirte ganador adentro de la cancha. Él decía: “Un triunfo te lleva a otro triunfo”.
Leo: — ¿Cuándo eras jugador pensabas en que ibas a ser entrenador? ¿Te gustaba esa idea?
Battaglia: — Yo creo que siempre está la posibilidad, es más, muchos compañeros de esa época son entrenadores y buscaron seguir en el fútbol siendo entrenadores. A mí me llamaba la atención y me gustaba la idea. Pude cumplirlo estando al frente de Boca, logrando cosas y dándole estrellas al club, que no es fácil. Se ponen muchas cosas en juego como jugador y entrenador. Pero tuve la posibilidad y hemos dado campeonatos, que es lo que la gente también disfruta y recuerda.
Leo: — ¿Te ves entrenador de Boca de nuevo en el futuro?
Battaglia: — Yo creo que sí. La verdad que Boca es una historia larga en mi vida y es prácticamente el único equipo en el que estuve en Argentina. Tuve la posibilidad en ese momento, el día de mañana uno nunca sabe cómo puede pasar en el futuro, pero Boca va a estar ahí siempre presente en mi vida. Obviamente, hoy tengo una vuelta de página, miro otros horizontes y veo la posibilidad de seguir mi carrera como entrenador. Pero ¿quién sabe en un futuro qué pueda llegar a pasar? No te digo que hoy lo sueño porque ya tuve la posibilidad de estar ahí, pero sí podría ser una posibilidad el día de mañana.
Leo: — Le diste mucho al club y fuiste muy querido, pero tu salida como entrenador no se dio de la mejor forma. ¿Es normal al ser un club grande como Boca, es así el fútbol argentino o no debería pasar?
Battaglia: — No debería ser normal, imagino yo. Obviamente que las reglas de juego del entrenador sabemos cómo son. Sabemos que es el primer fusible. Sabemos que las relaciones a veces no son fáciles y quizás los pensamientos de uno y de otro no terminan coincidiendo y hay diferentes pensamientos también. La realidad es que a veces, el ser jugador y tener una historia y después ser entrenador, se junta y uno termina poniendo en juego muchas cosas. Se dio de esa manera, pero le hemos podido dar a la gente campeonatos y se siguieron ganando cosas, que es lo importante. Lo llevamos a clasificar a la Copa Libertadores, que eso fue muy bueno para nosotros. No solo jugamos uno, sino que clasificamos a las que siguieron después.
Leo: — ¿Es difícil ser entrenador en ese contexto?
Battaglia: — Sí, es difícil mantenerse y tener todo el tiempo la opinión buena. Un entrenador que siempre le vaya bien, es difícil. Sí están buenos los proyectos, acompañarlos y crecer juntos, sentir el apoyo de una institución...
Leo: — Pero en esa situación ideal que marcas se me vienen a la cabeza solo dos: Carlos Bianchi y Marcelo Gallardo.
Battaglia: — Sí, seguro. Te cuesta pensar en una continuidad larga de logos. Es complicado.
Leo: — Por su manera de manejarse, de pensar y de ver el fútbol cuando eran compañeros, ¿te imaginabas que Román Riquelme podía llegar a ser presidente de Boca? ¿Hay una relación entre lo que era en la cancha y lo que puede ser como presidente?
Battaglia: — Uno no se imagina en ese momento que puede apuntar a ser presidente porque la verdad no lo pensábamos. Por ahí uno lo ve más por el lado de entrenador, de buscar ese tipo de funciones. Pero él decidió ir por el lado de la política y he compartido un montón de momentos con él tanto en Boca, como en la Selección, como en Villarreal y nuevamente en Boca. Distintos momentos de su carrera.
Cortitas y al pie
Leo: — ¿Está bueno que jugadores que fueron destacados en el campo de juego, sean presidente de los clubes? Veníamos hablando de Román, pero pienso también en Juan Sebastián Verón…
Battaglia: — Le hace bien que estén relaciones al fútbol. En este caso Verón ha tenido también una carrera en Europa muy buena, es un tipo con una cabeza diferente y ser hoy presidente de un club suma muchísimo y seguramente aporta un montón de ideas y de cosas para que su club pueda crecer mucho más por la experiencia que tiene.
Leo: — ¿Hoy se gana más plata en el fútbol en comparación a la época en la que te tocó ser jugador?
Battaglia: — Puede ser, sí. Se gana más afuera, acá lo ponemos en discusión (risas) porque en aquel momento era uno a uno. Obviamente, depende de cómo lo mirés. Pero hoy viendo los pases y los números que se manejan es difícil retener a los jugadores porque vienen de un equipo Europeo y los números son otros comparados con los números del fútbol local.
Leo: — ¿El mejor Battaglia cuándo fue? ¿Qué campeonato y qué año?
Battaglia: — Me voy a quedar con el del 2003.
Leo: — Sacándote a vos, ¿quién fue el mejor en tu puesto? ¿A quién admirabas?
Battaglia: — Me gustaba mucho Fernando Redondo. No es comparable conmigo porque tenía otra forma de jugar, pero la verdad que tenía un estilo y una manera realmente impresionante.