Panam: su evolución de secretaria de Sofovich a ícono infantil, la importancia de la libertad en su relación de pareja y cómo administra su dinero

En Desencriptados, la actriz y cantautora reveló detalles del detrás de escena de su trabajo y se animó a responder el cuestionario Por sí o por no. ¿Qué dijo?

Guardar

Nuevo

Laura Franco, conocida artísticamente como Panam, es una reconocida figura del entretenimiento infantil argentino. Tras terminar el secundario, inició la carrera de magisterio con el objetivo de dedicarse a enseñar. Pero su vocación pronto encontró un nuevo rumbo.

En 1997, ingresó al mundo de los medios como modelo en el programa televisivo El Portal de la Noche, conducido por Raúl Portal. Ese mismo año, comenzó a trabajar con Gerardo Sofovich, participando en obras de teatro y programas como La noche del domingo, El nieto de Don Mateo y Polémica en el bar. Estas experiencias le brindaron una valiosa exposición que con su talento supo capitalizar.

Tras la pérdida de su padre en 2001, Panam decidió emprender un nuevo camino en el entretenimiento infantil. Con un profundo amor por los niños y el juego, comenzó a desarrollar su propio proyecto, componiendo canciones y escribiendo guiones.

En 2003, estrenó su programa Yo soy Panam en Canal 9, donde se convirtió en un referente para los más chicos. A lo largo de los años, recibió numerosos reconocimientos por su trabajo, incluyendo varios premios Martín Fierro y Estrella de Mar.

Con más de dos décadas de trayectoria, sigue dedicándose a la creación de contenido infantil, manteniendo su esencia y alegría contagiosa, mientras continúa inspirando a nuevas generaciones con sus canciones y shows.

"De estudiar magisterio, trabajar en la marmolería de mi papá con mis hermanos y estudiar diseño textil, pasé a ser la chica del momento en televisión", recordó Laura. (Maximiliano Luna)
"De estudiar magisterio, trabajar en la marmolería de mi papá con mis hermanos y estudiar diseño textil, pasé a ser la chica del momento en televisión", recordó Laura. (Maximiliano Luna)

Rulo: — ¿Cómo arrancaste en los medios y cómo fue tomar esa decisión de pasar del corte de la manzana con Sofovich al rubro infantil?

Panam: — Tenía 20, 21 años. Era muy joven y la verdad es que yo me hice conocida de casualidad por el hijo de Raúl Portal, Gastón, que me dijo: “Vos no sos un avión, sos una flota entera como Panam”. Ahí me bautizó Raúl y el programa era de Gerardo, entonces, enseguida, en dos o tres meses me hice super famosa como los chicos que salen de Gran Hermano. A ese nivel de exposición. De estudiar magisterio, trabajar en la marmolería de mi papá con mis hermanos y estudiar diseño textil, pasé a ser la chica del momento porque Gerardo enseguida me ofreció hacer Polémica en el bar, La noche del domingo y el Nieto de Don Mateo, que tenía más de 35 puntos de rating.

Rulo: — Era una locura porque había pocos canales, no existía el cable, Internet, nada.

Panam: — Imaginate la vorágine de toda esa situación de estar en Martín Coronado, en mi barrio, donde nací, a ser de repente la chica del momento.

Rulo: — ¿Cómo fue la metamorfosis hacia el mundo infantil?

Panam: — A los 25 o 26 años perdí a mi papá, que era mi mayor fan, y dije: “Tengo que dedicarme al infantil”. Yo siempre fui una niña proponiendo juegos y yo creo que esa esencia la necesitaba para transitar este ambiente. Sentía que mi otro rol me había hecho famosa, pero tenía un techo y ya no daba para más.

Rulo: — Viste una posibilidad y agarraste un rubro que podía durar mucho tiempo para hacerte de un nicho.

Panam: — Claro, pensé que podía seguir haciendo después de los 30.

Rulo: — ¿Y qué te dijo Sofovich en ese momento? Porque eras una de sus secretarias.

Panam: — Gerardo me decía que no. “El año que viene se viene la peluquería de Panam. Estás en tu mejor momento. ¿Cómo te vas a bajar ahora? ¡Vas a ganar tanto!”, me decía. Porque en ese momento se ganaba mucho dinero. Después todo eso se diversificó en tantos canales que dejó de estar centralizado. Pero me vio tan decidida. Yo le dije que me gustaría que me vieran como soy yo en el detrás de cámara, proponiendo mis juegos con mi manera de ser y además me encantan los chicos. Yo estudié magisterio y tengo una asignatura pendiente con eso, pero siento que el aula me quedó chica. Quería mostrar mi manera de jugar y él me vio decidida. Ahí me dijo: “Convencelo a Gustavo, mi hijo, que hace años que no hace un infantil. Si lo convecés, yo produzco el programa”. El último había sido el de Reina Reech, 7 u 8 años atrás. Yo todos los días lo llamaba a Gustavo y le cantaba un pedacito de una canción, pobre lo quemé. Hasta que un día me dijo: “Vamos para adelante, vamos con el programa”.

Rulo: — ¿Cómo te desvinculaste del compromiso laboral que tenías con Sofovich?

Panam: — Yo tenía un contrato, que era como cualquiera que firmas con una empresa que tiene una maquinaria tremenda y te da todas las herramientas. El tema es que estuve el primer año, explotó el programa, fue furor, llegué a hacer estadios de 5 mil y 10 mil personas, viajé por toda la Argentina. Me emociona mucho porque fui muy feliz en esa etapa. Era todo un renacer y un sueño que se me hizo realidad de una forma hermosa porque dedicarme a los niños es lo que más amo en la vida y lo que me mantiene siempre juvenil, con ganas de sorprenderlos, de escribir y hacer nuevas propuestas. Pero ese año sentí la necesidad de independizarme.

Rulo: — ¿Y qué te dijo Gerardo cuando se lo dijiste?

Panam: — Había dos maneras: me iba peleada, haciéndome la ofendida, o me sentaba a negociar con él. Me dijo: “Lau yo te quiero como a una hija. Realmente, veo que creciste mucho. A mí me encantaría que te quedes con nosotros, pero entiendo que invertí mucha plata, entonces te tendría que cobrar lo que invertimos”. Ahí pasé de ser la chica del momento y ganar un montón de plata a poner plata y ver qué pasaba. Me tiré a la pileta sin saber si había agua.

Rulo: — ¿Y qué pasó?

Panam: — Me junté con el contador y con Gerardo. Hubo mucha compasión.

Rulo: — Una cifra en dólares, me imagino.

Panam: — Sí. Así que hipotequé mi departamento, que era lo único que tenía en ese momento.

Rulo: — ¿Hipotecaste el departamento para pagarle a Sofovich?

Panam: — Sí, yo pienso lo que hice y no se lo puedo recomendar a nadie porque fue jugármela. Era mi sueño, era lo que yo amaba y tenía mucha ilusión y mucha claridad de querer manejar mi propia empresa.

Rulo: — ¿Ser mujer te jugó a favor o en contra en esa negociación de dinero?

Panam: — Es que yo trabajé con mi papá desde los 14 años en la marmolería. Teníamos entre 20 y 30 empleados. Tenía un ejercicio por haber estado ahí. No es que no entendía nada.

Rulo: — Pero era enfrentarse a dos tiburones…

Panam: — Sí, (risas). Pero llegamos a un acuerdo. Gerardo fue muy benévolo y me dio tres años para pagar y te digo que Dios fue muy bueno conmigo porque todo lo que yo pensé que iba a pagar en tres años, lo pude pagar en la siguiente temporada a ese acuerdo.

Panam preparada para salir a escena con su vestimenta colorida y la alegría que la caracteriza. (@yosoypanam)
Panam preparada para salir a escena con su vestimenta colorida y la alegría que la caracteriza. (@yosoypanam)

Su trabajo

Rulo: — ¿El mundo infantil deja dinero? ¿Con qué se gana más con shows, con las canciones?

Panam: — En mi caso lo más importante es amar lo que hacés. Tuve la suerte, el privilegio de vivir de mi vocación.

Rulo: — Pero te fue bien.

Panam: — Lo que yo te puedo decir es que me pude convertir en mi propia empresa. Soy la autora de todas mis canciones, las 130 que tengo publicadas, y algunas que me dan vergüenza porque todavía no las terminé y necesitan trabajo.

Rulo: — ¿Cuándo las canciones suenan ganas derechos de las canciones y por reproducciones en YouTube y Spotify?

Panam: — Sí, me convertí en mi propia productora, en mi propia directora. Yo quería elegir a la gente que trabajaba conmigo. De hecho, elegí a Fernando Corona en su momento. Carlos Tarrío era mi maestro en música, producción y fue mi mano derecha muchos años. Ahora es mi hermano de la vida. Carlos es mi coautor porque es el autor de la música, pero todas las letras son mías. Juntos pensamos el ritmo de la canción para que tenga más fuerza.

Rulo: — O sea que todo eso mensualmente te deja plata.

Panam: — Sí, te deja porque yo aparte tengo un canal de YouTube que tiene de 8 a 10 millones de visualizaciones por mes y estoy en el reino infantil. Yo disfruto de mi arte y pude mantenerme con mi arte. No como Luis Fonsi con Despacito, que vi esa entrevista que hiciste, pero he ganado. Pude ayudar en mi casa con el sueño que tenía de toda mi vida de tener mi casa en Barrio Parque junto a mi marido.

Rulo: — Tus shows tienen una producción impresionante para ser infantiles y son únicos. Hay mucho esfuerzo e inversión detrás, ¿no?

Panam: — Sí, hay mucho esfuerzo. Hay vestuario, escenografía, la gente que me acompaña, los acróbatas. Todo el equipo.

Laura: "Es linda la libertad en la pareja siempre que esté bien administrada y haya un acuerdo". (Maximiliano Luna)
Laura: "Es linda la libertad en la pareja siempre que esté bien administrada y haya un acuerdo". (Maximiliano Luna)

Por sí o por no

El conductor invitó a Laura a contestar el cuestionario levantando los carteles de Sí o No, según corresponda. Cómo es su relación de pareja con el abogado Ricardo Pini, qué pasos dieron para construir su familia y cuál es la clave del éxito para estar tantos años juntos.

Rulo: — En cuanto a la pareja, ¿sos relajada como esposa?

Panam: — Sí. Igual la palabra esposa siempre me pareció horrible. Yo no quiero esposar a alguien. Esa palabra debería cambiar. Esposa no va. Yo tengo una pareja con Ricky. Por ahora, en estos tantos años, funciona esa pareja porque somos libres.

Rulo: — ¿En qué te considerás libre?

Panam: — Él ama la libertad, es super inquieto, y yo me considero libre porque me gusta salir, ir a los teatros, me encanta irme de gira. No lo hago como cuando tenía solo a Luca, porque tengo tres hijos que es como una mini empresa en mi casa y también tengo mi empresa, es mucho y no dan las horas. Pero me encanta ir a los lugares donde quieren verme. La libertad es lo que creo que al ser humano lo hace más feliz. Entonces, ser marido y ser esposa está mal.

Rulo: — Tenés una mirada bastante moderna.

Panam: — Sí. Yo no quiero esposar a Ricky porque si yo lo esposo, en algún momento, las esposas se las va a querer sacar. Si yo le digo: “No salgas, quédate conmigo” no sería la persona que me enamoró.

Rulo: — ¿Sentís que muchos matrimonios tienen esa libertad o deberían tenerla un poco más?

Panam: — Si están muchos años yo creo que sí se transita esa libertad. Es linda la libertad siempre que esté bien administrada y haya un acuerdo. Mi acuerdo con él es: “Yo creo en vos”. Ahora, si agarra esa libertad y me dice: “Me voy con Rulo 15 días con tres chicas y vuelvo”. Y no.. Ahí tengo la libertad de darte una patada (risas). El éxito de nuestra pareja es que somos pareja. Es una pareja que tiene un acuerdo y que es pareja, precisamente. Él puede salir, yo puedo salir y hay confianza. Cuando esa confianza se rompa, no exista y yo ya no crea en él, ahí no va a ser más pareja y veremos qué hacemos. Lo importante es tener momentos de calidad y no estar jugando todo el día al gato y al ratón.

Rulo: — Por sí o por no. ¿Sos celosa?

Panam: — Sí, soy celosa. Pero no soy tóxica. Soy celosa con amor. Si en algún momento no hay más amor, ya no tendría que estar con él.

"El dinero lo manejo yo, administro todo", confesó Panam en relación a las finanzas de su familia. (Maximiliano Luna)
"El dinero lo manejo yo, administro todo", confesó Panam en relación a las finanzas de su familia. (Maximiliano Luna)

Dinero

El avance en la carrera profesional trae consigo un crecimiento económico que, en algunas ocasiones, no es sencillo de manejar. ¿Cómo se administra Laura en esta área y en qué invierte?

Rulo: — ¿Cómo te administras con el dinero? ¿Lo manejás vos o te lo manejan?

Panam: — Lo manejo yo. Administro todo yo. Obviamente, hay inversiones que las maneja Ricky y yo confío ciegamente. Pero después tengo total libertad para administrar mi casa, la plata. Es muy generoso él en ese sentido porque juntamos la plata y yo administro todo. Me gusta hacerlo porque sé que soy muy obse con todo.

Rulo: — ¿Sos más gastadora o ahorradora?

Panam: — Un intermedio. Gasto cuando sé que se puede. Parezco más gastadora de lo que realmente soy porque tengo muchos años invertidos. Tengo cosas que me he comprado para darme un gusto hace 20 años con mis primeros sueldos, antes de tener hijos y son atemporales.

Rulo: — ¿Cómo qué?

Panam: — Me compré un reloj de alta gama que era mi sueño y lo hice con mi esfuerzo.

Rulo: — Pero esas son cosas que duran para toda la vida.

Panam: — Sí, son inversiones. Tienen un costo, pero fueron esos galardones que yo decidí darme en ese momento por mi trabajo. Son regalos que me hice y creo que es sano para uno.

Rulo: — También contabas antes que con tu trabajo pudiste comprarte tu primer departamento, que después hipotecaste para independizarte de Gerardo.

Panam: — Sí, me compré mi propio departamento, después me compré un departamento más grande y así fui ampliándome. Después llegó Ricky y pusimos todo en un bien común para nuestros hijos.

Rulo: — ¿Te gustan las criptomonedas?

Panam: — Me gusta todo lo nuevo e investigar. No he invertido todavía, pero me gusta.

Rulo: — ¿Todavía no experimentaste en el mundo de Bitcoin, Ethereum y las demás?

Panam: — No, pero me gusta todo lo que va saliendo, me gusta investigar y escuchar a la gente que sabe. Veo hasta charlas sobre estos temas, me interesa. Todavía no nos sobra tanto para invertir, pero más adelante me gustaría probarlo.

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias

MÁS NOTICIAS