Durante las últimas semanas, la periodista María O’Donnell es blanco de ataques del presidente Milei y de sus seguidores. Pero la entrevista no puede empezar como siempre esta vez, hablando de la entrevistada. Porque minutos antes de sentarme con María, una noticia sacudió y conmovió al país.
– Alberto Fernández fue denunciado por violencia de género por su ex mujer, Fabiola Yañez.
— Tremendo. Mirá, me parece que es lo mejor que pudo haber pasado. Una vez que se conoció, que trascendió, que se supo que ella en más de una ocasión le había mandado a la secretaria privada del ex presidente las fotos que tenían moretones producto de golpes que le había dado Alberto Fernández, y que él dijo que nunca jamás le había pegado a nadie y que no era cierto, creo que lo mejor que puede pasar es que ahora ella tenga ese ámbito para hacer la denuncia. Y eventualmente Alberto Fernández tenga ese ámbito para defenderse. Que esto no quede flotando como una duda.
““EL JUEZ HIZO LO CORRECTO. DENTRO LA GRAVEDAD Y EL ESTUPOR QUE CAUSA, LAS COSAS SE ESTÁN MANEJANDO COMO DEBE SER "
– Hay audios, hay fotos. Cada vez sabremos más detalles, pero es muy fuerte. Esto no pasó nunca en la Argentina. Que un ex presidente sea denunciado por su ex mujer por violencia de género.
– Es gravísimo. Hablaba con Claudio Savoia, el periodista que lo publica primero en Clarín. Creo que hacen bien, toman una decisión que es muy difícil. Cuando son cosas de la vida privada, de los presidentes o de las figuras públicas, tenés que tomar una decisión respecto de cuándo está justificado invadir un ámbito de la privacidad, la pregunta es si el hecho es de interés público o no. Se ha expuesto la privacidad de distintos presidentes. Concretamente, por ejemplo, hubo pinchaduras del teléfono de Cristina Fernández de Kirchner, que para mí no tenía ningún interés público, cómo lo trataba ella a Parrilli. Para mí no tenía ningún interés público si le decía estúpido a Parrilli más que espiar un poquito una conversación que te da curiosidad, por supuesto, porque es la intimidad de ellos. Ahora acá hay un súper interés público en juego, porque esto es en Olivos, es el presidente de la Nación. Y creo que también el juez hizo lo correcto, que es consultar a la Oficina de Violencia de Género, a la Corte Suprema, y asesorarse respecto de cómo proceder y que la contactaran a Fabiola Yañez para saber si ella quería denunciar. Dentro de la gravedad y del estupor que a uno le causa, las cosas se están manejando como debe ser.
“UN EX PRESIDENTE CON UNA AGENDA VINCULADA A LA IGUALDAD DE GÉNERO. ES LA CONTRADICCIÓN CON LA ORIENTACIÓN DE UN GOBIERNO”
– No puede acercarse a su exmujer, por supuesto. Un ex presidente denunciado que no puede salir del país.
– Pero además es un ex presidente que tenía una agenda que promovía cuestiones vinculadas a la igualdad de género, al feminismo. Entonces es la contradicción entre la orientación de un gobierno o la sustentabilidad de determinadas políticas. A mí lo que me preocupa es que esto no signifique una impugnación a todo lo que tiene que ver con políticas de género. Ya lo escuché a Adorni decir “al final no sirvió de nada toda la plata ni toda la discusión acerca de la política de género dentro de los gobiernos”. La conducta de Alberto Fernández es gravísima, se tiene que investigar y esto no podía quedar en una duda, me parece que lo mejor que puede pasar es que esto se transforme en una causa judicial.
– No puede esto echar por tierra todo lo que ganaron las mujeres, de ninguna manera. Pero de todos modos hay que hablar de la doble vara y de la doble cara de una persona que fue nuestro presidente. Es muy impresionante.
– Sí. Además, viene de la fiesta de cumpleaños de Fabiola. Uno podría pensar que Alberto Fernández tuvo una presidencia muy difícil, tenía una convivencia muy compleja con Cristina Kirchner, tuvo la pandemia, tuvo la sequía, tuvo una serie de circunstancias complicadas.
“SE PRESENTABA COMO UN HOMBRE HONESTO. ENTRE LA CAUSA DE LOS SEGUROS Y LO DE FABIOLA LO QUE LE QUEDABA DE SU REPUTACIÓN PERSONAL”
– Él se presentaba como muy víctima.
– Él se presentaba como un hombre honesto que había intentado hacer todo lo que pudo. Entre la causa de los seguros y lo de Fabiola lo que está en juego era lo que le quedaba de su reputación personal. Es un lugar muy triste. Hay que ser muy coherente cuidando no impugnar todo lo que tiene que ver con políticas de género, de protección de la mujer y demás.
– Un golpeador no parece serlo, y él no lo parecía. Se trata de personas que dicen una cosa y hacen otra.
– La subjetividad hay que tratar de que no entre a jugar en esto. Ernesto me hizo la misma pregunta hoy al aire. Me dice “¿Vos le creés?” Le digo: Ernesto, no podemos aceptar esta conversación, no es subjetivo.
– Yo no te pregunto si le creés. La pregunta es, ¿cuál era tu percepción de él antes? Porque vos porque le hiciste varias entrevistas.
– Sí. Pero es como cuando aparece un acosador y alguien que dice: “conmigo era bueno”. Suena a que estás desacreditando al que tuvo otra experiencia. Es un lío, no hay buenas respuestas para eso.
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María O’Donnell nació en los Estados Unidos, pero es argentina. Se autodefine con cuatro palabras: madre, periodista, autora y cuerva, en ese orden. Licenciada en Ciencias Políticas en la UBA, hizo una maestría en Flacso, y más estudios en Washington. Es una de las pocas periodistas que lidera un programa de radio en el horario prime time y es la autora de libros clave como “Born”, “Aramburu”, “Propaganda K” o “El aparato”. Tiene infinidad de intereses María, pero todos alrededor del periodismo. Hoy es víctima de ataques en redes del presidente y de sus seguidores.
– Me nacionalicé argentina, nací en Estados Unidos de casualidad. Mi viejo era abogado en un tiempo en el que no había Sociología o Ciencias Políticas en el país y se fue a estudiar un doctorado en Estados Unidos.
– ¿Si vas a Estados Unidos?
– Voy con pasaporte americano. Acá con pasaporte argentino. Yo me siento argentina, viví toda mi vida acá. Fue una circunstancia haber nacido en Estados Unidos, soy más argentina que el dulce de leche.
– Elegiste capacitarte en otros saberes y no en Ciencias de la Comunicación o periodismo.
– Fue un consejo que me dio mi viejo. Creo que no es la carrera que hay que hacer. Si querés ser periodista podés hacer Economía, Historia, Ciencia Política, Letras, una formación. Después el periodismo se aprende haciéndolo.
Otra opción para presentarla es enumerar todos los lugares en los que trabajó. La Nación, Página 12, TXT, Metro, Urbana Play, Radio con vos, La Nación +, TN, América, Net, CNN en español .
– Me formé en la redacción de Página 12, pasé por La Nación y fui corresponsal en Washington, pero mi descubrimiento más grande fue la radio cuando vino la maternidad. La radio empieza, termina, tiene un horario que me funcionaba mucho mejor y me terminé enamorando.
“LA OPINIÓN DE LOS TEMAS DUROS, ECONOMÍA Y POLÍTICA, TODAVÍA ESTÁ MUY RESERVADA A LO MASCULINO”
– Sos una de las pocas mujeres que encabeza un programa en el horario de más audiencia de la radio.
– Es difícil el lugar. Parece un lugar común, pero basta con mirar la programación de cualquier programa de cualquier radio. La opinión de los temas duros, economía, política todavía está muy reservada a lo masculino. Ahora hay un grupo de mujeres que hacen economía, pero todavía para las mujeres es más lo blando, el espectáculo, la locución o el humor a veces. Cuesta mucho más que esos lugares de opinión sean para mujeres periodistas.
“LA PRIMERA VEZ QUE ME OFRECIERON LA PRIMERA MAÑANA EN RADIO A MI JEFE LE DIJERON: UNA MUJER NO VA A ANDAR”
– ¿Cuesta que alguien te ponga en ese lugar, que te permita encabezarlo, que te permita liderar?
– Sí, de hecho, la primera vez que me ofrecieron la primera mañana que para mí era un sueño en Metro, a mi jefe en ese momento le dijeron: una mujer en la primera mañana no va a andar. Los jefes de programación son mayoritariamente varones y cuesta, sí, claro que cuesta. En ciertos lugares, específicamente hay algo de la autoridad del saber. Fíjate en Economía, egresan más mujeres que varones de la Facultad de Ciencias Económicas. Y cuando prendés la tele rara vez hay una mujer hablando de economía, son puros hombres.
– Hoy, cuando opinás públicamente, es muy difícil evitar que te afecte lo que después se dice y se comenta, la reacción.
– Muchas veces es una reacción a algo que no necesariamente es lo que vos pensás, te ubican en un lugar a partir de un recorte determinado. Esa gente que opina sobre vos de esa manera es gente que no te escucha, que no sabe cómo pensás, que no sabe cómo ejercés el periodismo, pero están queriendo ponerte en un lugar determinado. Entonces, a veces es una discusión bastante absurda porque es una discusión inganable.
– Vos tenés la decisión de conversar con el que piensa distinto, de extender los límites ¿De verdad pensás que eso es posible?
– Tiendo a pensar que en Twitter prácticamente no es posible, en la radio sí, trato de hacer un esfuerzo. Ahora hubo un último episodio. Yo estaba haciendo una explicación sobre Venezuela, planteando las distintas categorizaciones, que a principios de la democracia se pelea con la República y la división de poderes y que después empiezan unos regímenes más grises. Que si es democradura o dictablanda y qué sé yo. Finalmente lo que yo decía era que el régimen había derivado en autoritario, dictatorial, etcétera. Toman ese recorte para plantear que yo tengo una mirada condescendiente cuando estás tratando de pensar en voz alta un proceso, de contarlo. Si cuando voy a pensar con libertad me van a hacer un recorte y ese recorte va a significar que me pongan en un lugar que ni siquiera me representa, no puedo trabajar.
– Esto sucedió después de las elecciones en Venezuela. ¿Por qué hablaste de dictadura y dictablanda?
– Es que eso es un recorte. Lo que yo estaba explicando era la evolución de la mirada. ¿Qué requisitos tiene que cumplir una democracia para ser considerada democracia? Tiene que haber elecciones libres. Ya en Venezuela no son libres porque hay ciertos candidatos, no se pueden presentar. No tiene que haber cancha inclinada y además los perdedores tienen que aceptar que pierden y no hacer fraude, todo eso es un deterioro. Empezás con una categorización y terminás en una dictadura. Era una explicación acerca de cómo había evolucionado, es como si uno no pudiera hacer un razonamiento de cómo llegaste hasta acá.
“SÍ, FUE EDITADO. YO NUNCA DEFENDÍ EL RÉGIMEN DE MADURO”
– ¿O sea que fue editado?
– Sí, totalmente. Es una cosa totalmente antojadiza. Yo nunca defendí el régimen de Maduro, mucho menos desde las revueltas de los estudiantes asesinados, reprimidos, el informe de Michelle Bachelet en Naciones Unidas de 2019. A mí no me importa discutir con las ideas que francamente tengo. Lo que pasa es que hay una intención de generar de vos a alguien que no sos, de atacar tu reputación, te convierte en una persona sin convicciones democráticas.
– Nos vamos relacionando con quienes piensan parecido a uno. Soy muy curiosa y me interesan todas las opiniones, pero entiendo que muchos no quieren conversar con gente que no piensa lo mismo.
“HAY COMUNICADORES QUE BUSCAN HINCHADAS Y NO AUDIENCIAS, ESO HACE UN PERIODISMO DE MUY BAJA CALIDAD”
– En sociedades más polarizadas como las que tenemos hoy, efectivamente pasa lo que vos decís, la gente no quiere conversar. Hay ciertos comunicadores que buscan hinchadas y no audiencias. Entonces hacer lo que vos presumís va a contradecir cierto sentido común de tu audiencia es contraproducente, porque la tentación de la demagogia es enorme. Porque si yo tengo una hinchada, si ya sé lo que ese público quiere y se lo doy, eso hace un periodismo de muy baja calidad. Uno tiene que tratar de escuchar a todos. Uno tiene una idea, tiene una ideología, tiene un punto de vista permanentemente, pero si no tratamos de tratar de entender cómo piensa el otro no estamos haciendo un gran trabajo.
– Uno trata de hacer lo le gusta hacer, lo que le interesa. Sabe que quizás debería hacer cierta cosa, pero no importa, decide seguir sus convicciones. ¿Pasás por esto?
– Yo creo que tenemos que darnos el “no importa” María Laura, porque si no hacemos el “no me importa”, no estamos haciendo nuestro laburo. Hay temas que me agarran, por ejemplo el tema de las apuestas online con el fútbol y los chicos me parece tremendo, el rollo de los influencers, la falta de responsabilidad. Ciertos temas trato de mantenerlos en la agenda mía, al margen de lo que pase con la agenda informativa general.
“NO IMPORTABA DISCUTIR LA INFORMACIÓN SINO CONVERTIRME EN UNA OPERADORA MALINTENCIONADA Y MENTIROSA”
– ¿Cómo te paras cuando te ataca un presidente como Javier Milei o te atacan sus seguidores? No pasó una sola vez.
– Yo no tengo problema en discutir lo que pasa. Para contarte un ejemplo de una de las de Milei: salió al aire el movilero que estaba en Ezeiza y dijo “Milei va a tomar un helicóptero para ir a Olivos” en una época en la que todavía le preocupaba la austeridad de sus movimientos, cosa que ahora ya no le importa más porque contrata aviones carísimos. Después el movilero sale y dice “no, rectifico, al final va a ir por tierra”. Milei sube a sus redes sociales “operadora, mentirosa, yo me fui por tierra”. Entonces le mandé el recorte siguiente “señor Presidente, usted debe estar muy ocupado, pero nosotros rectificamos”. Una fake news es cuando uno sostiene la mentira, yo me rectifiqué al aire y él siguió cinco tweets más. No importaba discutir si en mi programa la información estaba mal dada o no, si no convertirme en una operadora malintencionada y mentirosa.
– Esa decisión está por encima de lo que esté sucediendo.
– Muy por encima. Es lo que los norteamericanos llaman el “caracter assassination”, vos rompés la reputación de esa persona. Vas contra la reputación, no con la discusión. Ellos dicen: nosotros no vamos a permitir mentiras. ¿Cuál es la mentira ahí? Te podés equivocar. Si yo me rectifique y me rectifique al aire? Y me hago cargo porque ocurrió mi programa.
– ¿Te afecta?
– Mirá, tengo momentos María, no te voy a mentir. Cuando hay datos personales… Hay ciertos bordes que me preocupan, ése es un lugar al que realmente no quiero entrar. Quiero que no me afecte esto que decís, “me tengo que cuidar a ver si me recortan de tal manera”. No quiero que afecte mi laburo, no quiero que me enoje, no quiero que me haga perder foco, no quiero que se vuelva personal nada. El esfuerzo más grande es tratar de que me ocupe el menor tiempo posible y me influya lo menos que se pueda.
– La primera emoción que te aparece ¿cuál es? ¿Miedo? ¿Enojo? ¿Vergüenza? ¿Bronca?
– Me frustra, me da mucha frustración, porque es una discusión que no podés ganar nunca. ¿Si decidieron que soy pro Maduro, qué voy a decir?
– Decí lo que pensás.
– ¡Pero por supuesto que no! ¿Sabés que pienso que me tranquiliza? Que el que me escucha todos los días ya sabe lo que pienso. Sabe lo que digo todos los días y conoce mi trayectoria.
– ¿Y el que no te escucha?
– El que no te escucha se hace una idea de vos basada en ese recorte, que en este caso es falso.
“EN ESA TRIBU EN QUE SE MUEVE ESA HORDA NO HAY MANERA DE HACER ALGO QUE CONTRARRESTE ESE MOVIMIENTO”
– ¿En ese caso no hay que contestar, no hay que decir lo que uno piensa?
– Sí. Cuando se arma una ola muy grande, me tomó diez minutos en el programa y digo: quiero contar lo que está pasando. Hago un recuento con la esperanza de tratar de clarificar lo que me importa. Pero viste las redes sociales son tribus, en esa tribu en la que se mueve esa horda no hay manera de que vos hagas algo que contrarreste ese movimiento.
– La pregunta es cuánto contagia a otras audiencias.
– Y además la pregunta acerca del poder. Porque cuando el presidente está retuiteando él eso, o funcionarios públicos, cuando hay una idea de calumniar a alguien bajo la idea de que mienten sobre vos es muy perverso. Me pasó, te lo juro María, que un par de entrevistados, gente de mucha reputación, de mucho prestigio, me dijeran: “la verdad no sé si tengo ganas de meterme ahí”.
– ¿Qué sería “meterse”?
– Darme una nota que me meta en ese circuito.
“UN FUNCIONARIO PÚBLICO DIJO ‘SI LE DAS UNA NOTA A O’DONNELL VAS A CAER EN LA TRAMPA DE ELLA’ "
– ¿Dijeron que no?
– Un funcionario público dijo “si le das una nota a O’Donnell vas a caer en la trampa de ella, ¿para qué lo hacés?” Por no entrar en ese circuito. “¿Si puede haber un recorte, para qué me voy a exponer a un mundo hostil innecesariamente?
– O sea que hay consecuencias.
– Sí, claro que hay. Mirtha dijo: yo no me quiero meter. Después se siguen metiendo porque es Mirtha, por suerte. Cuando dijo lo del Gaumont le dijeron: ¿por qué no comprás el Gaumont? No se condiciona ella, pero su primera reacción es: no tengo ganas de esto. No sé qué te pasa a vos, pero también te ha pasado.
– Trae consecuencias: notas que no podés hacer, gente que se contagia de una información que no es real.
– Sí, claro. No es un ambiente propicio para mejorar la calidad del debate público, todo lo contrario.
“EN FRANCIA ASTIZ ES UN TEMA DELICADO POR EL CRIMEN DE LAS DOS MONJAS FRANCESAS. POR QUÉ VISITARON A ASTIZ?”
– Ante ciertas cosas que están pasando todavía estamos en una etapa de estupefacción. Anonadados. Voy a dar un ejemplo: los diputados que van a la cárcel a visitar a represores que están condenados por delitos de lesa humanidad. No podés creer.
– No, y que van en un micro oficial, nadie da una explicación razonable respecto de por qué fueron… ¡a visitar a Astiz! En Francia el tema de Astiz es un tema de Estado porque está condenado por el crimen de las dos monjas francesas. Es un tema súper delicado para Francia el tema de Astiz. ¿Por qué visitaron a Astiz?
– ¿Y por qué una diputada dijo que no sabía quién era, después?
– Creo que es un tema que va a crecer ahora en el Congreso y va a ser interesante qué posicionamiento toma el bloque frente a esto. Uno no le puede achacar, por supuesto, la totalidad de la responsabilidad ni mucho menos a Milei. Tenés un país con una fractura social terrible, él hereda un país muy complicado, con muchísima pobreza. Hay cosas más graves, uno tiende a pensar que tratar de hablar sobre el periodismo… Pero es el clima general.
– ¡No vas a dejar de hablar de lo que pasa!
– Sí, es verdad.
– Es como cuando las abuelas nos decían: comé que hay que hay pobreza en Biafra. Una cosa no tiene que ver con la otra.
– Una cosa no te impide hablar de la otra, tal cual.
“NADA MÁS ANTILIBERTARIO QUE ATACARME PORQUE VAYA A MIAMI”
– Fue fuerte cuando el ataque vino porque estabas en la Copa América para Urbana Play. Estaban con Andy Kusnetzoff, Sofi Martínez, Matías Martin, cubriendo la Copa América. ¿Qué explicación le das?
– No lo puedo entender, porque además, nada más antilibertario. ¿Cuál es tu problema? No entiendo ni qué quiere sugerir como problema el hecho de que yo vaya a Miami aunque no fuera a trabajar. Lo que pasa es que después eso se convirtió en un ataque a todos mis lugares de trabajo, porque después siguió con Cenital, siguió con Radio con vos. Absurdo, todo absurdo. Un viaje pago por la radio con sus auspiciantes privados. Creo que ahí no le funcionó como imaginaron que les iba a funcionar de lo ridículo que era.
– ¿Cuál era la fantasía? ¿Dibujarte cómo?
– No sé, como la comunista que va a Miami. No entiendo. Me hace gracia.
– ¿Y en general? ¿Si unieras todo como si fuera un rompecabezas?
– Creo que hay algo del ataque a lo que Milei llama el progre boludismo bienpensante. El enojo principal no es con periodistas kirchneristas, hay un montón de periodistas que defienden abiertamente y defendieron siempre Venezuela, pero no va ahí la discusión. O estás acá o estás allá, si estás enfrente sos comunista.
– ¿Si estás en el medio?
– Y si estás en el medio, sos progre boludista bienpensante. Es un lugar que es particularmente atacado por este gobierno y por Milei.
– ¿Para ellos es más malo que ser kirchnerista?
– ¿Viste que no discuten mucho con el kirchnerismo? No los veo invertir mucho tiempo en discutir con el kirchnerismo. No está ahí la discusión de ellos. Hay una cierta reproducción de la cosa norteamericana, contra lo woke, los derechos de las minorías. Todo es una gran ensalada porque los regímenes más autoritarios como Cuba han sido tremendo con los gays. No son países muy respetuosos de la diversidad sexual los totalitarismos, ni de derecha ni de izquierda. “Todo lo que es socialdemocracia es comunismo”, todo eso tiene que ver con derechos civiles, el aborto, la diversidad sexual y qué sé yo. Construir ese interlocutor como el enemigo.
– ¿Si defendés el Estado sos comunista?
– Absolutamente. Los monopolios son buenos. Hay que destrozar al Estado.
– Mónica Gutiérrez dijo en una entrevista que era adicta a la noticia. Dijo que se asumía como adicta. “No puedo dejar”.
- No, yo no puedo. ¿Vos podés? Si te vas de viaje, leés los diarios, las noticias.
– Antes de dormir las leo, todo el tiempo. No lo había pensado como una adicción.
- ¿Sabés el tiempo que le dedicamos a estar leyendo noticias todos los días? Yo empiezo en la radio con el papel. Entiendo mejor la jerarquía de las noticias. Y después seguís leyendo medios internacionales. Estás todo el día consumiendo noticias.
– ¿Cómo es la relación tuya con Ernesto Tenembaum real? Fuera de las cámaras y de lo que comparten como profesionales.
– Es re lindo, yo encontré a mi marido televisivo. Vos sabes de eso, María Laura. También de alguien que te inspira. Con Ernesto nos conocimos en Página 12, no fuimos amigos de entrada. Lanata me llevó a un programa de primera mañana y yo entré a la radio a reemplazar a Ernesto, yo era un poco más chica que ellos y no me daban ni bola. Ellos estaban en la cresta de la ola. Página 12, Ernesto, Zloto, yo recién empezaba en el periodismo. En un momento en que me quedé sin laburo en radio me abrió las puertas de la radio y ahí empezó como una cosa muy linda de cooperar, de llamarnos, consultarnos.
– Todo profesional. ¿Se cuentan las cosas? ¿Temas de pareja?
– Nos contamos todo.Todo. Un montón, y nos consolamos. Es re lindo tener un par, un amigo que a la vez es un colega. Ahora que estuvo escribiendo me mandaba las cosas a mí y yo le mandaba sugerencias. Además Ernesto es chusma.
– Es muy difícil sin un par, sin alguien cómplice en el aire.
– ¿No es relindo? Te cambia, te dan ganas de ir al laburo, te estimula, te divierte.
– ¿Tenés mucha gente bloqueada?
– ¿Sabés que? Ese es mi descargo. Mi única sensación de cierto desahogo es bloqueo, bloqueo, bloqueo. Trato de contenerme y Ernesto, además, si no me reta “María, otra vez, en qué te metiste”, nos auto contenemos. Cuando me agarra así, bloqueo, bloqueo, bloqueo. Eso me da un cierto placer.
– No te pueden volver a escribir.
– Ahora hay una función y no te pueden ni contestar si no son tus seguidores. Ésa es la próxima innovación. En Twitter, Instagram conmigo todavía sigue siendo muy amigable.
– ¿Pero lo harías en cualquier caso?
– Si, absolutamente. No quiero recibir cosas feas. No quiero agresiones. No quiero. No me hace bien pasar tiempo en eso. No me sirve para nada. No me deja nada.
– ¿Creés que vino para quedarse ésta situación de polarización, de extremos, esta tendencia de que mucha gente que conocemos quieran confirmar lo que piensan de las cosas?
– Sí, pero además, ¿viste la degradación de la forma en que se discute? Es un inútil, es un bruto, es una bestia. Hoy escuchaba a Donald Trump hablar de Kamala Harris. Es el tipo de tono, la discusión.
– Te preguntaba sobre los parientes de uno, gente muy cercana que no quiere conversar.
– Lamentablemente los medios con esta dinámica cooperan en eso. Son el insumo de esas personas que se encierran en no querer escuchar. Siempre conviví con mucha diversidad y me cuesta en la vida cotidiana pelearme por política con alguien. Me pasa muy excepcionalmente, si es que me pasa.
– Muchas familias están partidas, se arman discusiones tremendas.
– En casa siempre convivimos con mucha diversidad y con gracia, nos divierte. Se arman discusiones, pero lindas.
– Podría presentarte también como la mamá de dos mujeres.
– Ahora están divinas. A mí me tocó la adolescencia de ellas en plena ola del feminismo. Fue como un tsunami, fue una época de armas llevar. Son dos de mucho carácter. Están muy contentas, una estudia letras, la otra estudia imagen y sonido. Son dos mujeres lindas.
– Hijas potentes. Y sin pareja.
– Ellas si, yo no, Ja, ja, ja, ja. Ahora no. Me separé hace ya unos años del padre de las chicas y no tengo pareja, pero estoy bien.
–¿Cómo hacés para no envejecer?
– Como vos, me cuido.
– No creo. Vos corres, yo no.
– Yo corro. Estoy re contenta, estoy preparando el cruce de los Andes, que va a ser un recontra desafío este año. Son 90 kilómetros, 30 kilómetros por día en la cordillera.
– ¿Por qué?
– Porque en los corredores hay un momento en el que te empezás a poner una zanahoria, un desafío, algo que te desafía. Como este año no estoy escribiendo tengo un poco más de tiempo, me divierto.
– ¿Es la zanahoria o son las endorfinas que genera correr?
– Deben ser las dos cosas. Pero yo soy un poco así, yo nunca estoy quieta. Todos mis amigos dicen que mi día tiene 27 horas. Soy bastante culo inquieto.
– “Ahora que corro, no necesito marido”.
– También es cierto que tengo hijas más grandes. Cuando laburás mucho, tu tiempo libre es escaso. Con hijas más grandes y sin marido la ecuación del tiempo cambia bastante.