Bernardita Siutti, conocida como Mami albañil, comenzó su cuenta de Instagram casi como una broma, compartiendo tutoriales de albañilería. Inició en 2017 y su crecimiento se sostuvo en el tiempo a raíz de la curiosidad que despertó en el público poder resolver problemas cotidianos en el hogar. Actualmente, su comunidad supera el millón de seguidores.
Además de creadora de contenido en redes sociales, es madre de tres hijas y escribió un libro que recopila sus tutoriales más populares, que van desde conectar un lavarropas hasta aplicar microcemento. Su misión no es solo motivar a quienes quieren embellecer sus hogares sino alentar a todos a ponerse manos a la obra con herramientas básicas casi como una forma terapéutica.
Si bien la cuenta de Mami albañil arrancó como un hobby, actualmente es un trabajo que Bernardita lleva adelante con compromiso y pasión por abrir para todas las puertas de un rubro que siempre estuvo caracterizado por la figura masculina.
Coty Crotto: — Muchos te conocen como Mami albañil, pero ¿cómo te definirías vos? ¿Quién sos?
Bernardita Siutti: — La one, más conocida como la ama del fratacho (risas). Así me dicen.
Coty: — ¿Hace cuánto tiempo te bautiazron así?
Bernardita: — En septiembre del 2017.
Mariana Gándara: — Nosotras conocemos la historia, pero contale a la gente cómo empezó Mami albañil.
Bernardita: — Vivía en una casa que era como una tapera. La típica que arreglas una cosa y se te rompe otra. Era el escenario perfecto. A la par yo trabajaba en publicidad, tenía una empresa de locaciones. Alquilaba casa para cine, entonces laburaba en mi casa, arreglaba la casa y me permitía estar con las “bendis” y todo el caos. Me jodían mis amigos que siempre estaba haciendo algún arreglo en mi casa y les dije: “Me voy a hacer una cuenta en redes y la voy a romper”. Pero pensando que me iban a seguir: mi mamá, mi tía, mi hermana y listo. Siempre digo que Mami albañil es un divague hermoso.
Coty: — Te metiste en un mundo bastante masculino, por así decirlo, y la rompiste.
Bernardita: — Sí y en una época en la que estaba empezando a florecer todo el tema del empoderamiento femenino, de salir adelante y no había mucho contenido sobre eso, era todo muy estético: la cómoda con la suculenta o contenido de moda, cocina (risas). No estoy desmereciendo a esos rubros, pero todo muy estético, muy lindo y aparecí yo con un mameluco, una pared con humedad y la rompí. Para mí es re groso.
Coty: — ¿Cómo te diste a conocer en ese momento en las redes? Porque hoy es bastante común, pero en ese momento no tanto.
Bernardita: — Yo era una mina normal que estaba en mi casa, criaba a mis hijas y laburaba. Me costó un montón mostrarme, me acuerdo que al principio usaba filtros de Snapchat para deformarme la cara y la voz porque me sentía una tarada hablándole al teléfono (risas). De a poco, me fui soltando. No es un personaje en las redes, estoy medio chapa y me río de mí misma. En un rubro que por ahí es aburrido o que a la gente no le interesa, trato de que se amiguen desde el lado del humor. No soy Capusotto, pero trato de ser graciosa.
Coty: — ¿Cómo grababas?
Bernardita: — Hacía unos tutoriales grabando con la cámara de una computadora y se le iba pegando el polvo y los materiales que uso. Después empecé a grabar con un celular, pero era muy mala la grabación y no se entendía mucho. Igualmente, hoy sigo haciéndolos así caseros. Mejorados, pero caseros.
Mariana: — Pero eso también tienen su encanto.
Bernardita: — Es lo que le gusta a la gente. Me pasa que vienen marcas de mi rubro y me ponen 40 cámaras; y pierde un poco la esencia. Tal vez el contenido está buenísimo, pero a la gente no le copa.
Ansiedad y redes
Mariana: — Sos inquieta, te gusta hacer mil cosas y en algunos videos comentabas que con Mami albañil lograste canalizar un poco esa ansiedad. ¿Sentís que lo lograste?
Bernardita: — A mí me das una espátula y una pared con humedad y me voy a Narnia. A veces estoy con una amiga que me está cebando mate, pero por dentro es como que digo: “Callate”. Mi mete se concentra en eso. Pero bueno, como todo, cuando deja de ser un hobby y se transforma en un trabajo, deja de ser tan terapéutico. Aparte cuando abrí la cuenta tenía 34 años, hoy tengo 41. No es lo mismo fratachar agachada a los 34 que a los 41.
Coty: — ¿Qué es para vos la ansiedad?
Bernardita: — Es una cosa linda y fea a la vez. Yo soy muy ansiosa y de las ansiosas de las que imaginan futuros catastróficos, como dicen en las rede. Soy hipocondríaca también. A mí me siguen fóbicas, separadas y gente que le gusta tomar alcohol, no voy a decir borrachas (risas). Es bastante amplio el contenido.
Mariana: — ¿En qué sos ansiosa en tu día a día?
Bernardita: — En todo. Soy una persona ansiosa. Pero pedí ayuda.
Mariana: — ¿Sentís que las redes sociales te dan ansiedad?
Bernardita: — Sí, tengo etapas. El que dice que no quiere tener éxito y llenarse de likes y de views, te miente. Obviamente que con la experiencia y los años vas tranquilizándote un poco. Pero subir un posteo y que le vaya mal a mí me genera mucha ansiedad, angustia y no está bueno porque es un laburo. Es como un pibe que labura en una oficina y tiene que llevar un reporte en donde a las ventas le fue mal. Es lo mismo.
Mariana: — Sí, es muy frustrante.
Coty: — ¿Y qué hacés? ¿Cómo lo manjeas?
Bernardita: — A veces he bajado posteos (risas). Hay algunos videos que no los mira nadie y sí, es muy frustrante. Cuando son tutoriales los dejo, pero cuando son contenidos de otras cosas... Igual ahora no tengo la presión de subir cosas todos los días.
Coty: — Sos de desaparecer en algunos momentos de las redes, ¿cómo es tu relación con Instagram?
Bernardita: — En pandemia se había vuelto medio como un reality, que lo veo a la distancia y no está bueno, o por lo menos a mí no me copaba. Yo sentía que me levantaba y tenía que subir una historia. Era como que no arrancaba a laburar si no subía una storie y dije: “No, ya fue”. Aparte se me fue el interés por mostrar todo. A mis hijas ya casi ni las muestro. Trato de mostrar menos de mi vida.
Coty: — ¿Disfrutás más ahora?
Bernardita: — Sí, se me apagó un poco ese bichito de estar haciendo algo y pensar: “Esto podría ser un contenido”. Aparte el contenido que mejor funciona en el que no es planeado.
Separación
Mariana: — Tuviste una separación intensa.
Bernardita: — Sí, un divorcio intenso en realidad. Hasta que se inició lo legal, estuvo todo bien. Cuando empezó lo legal fue una carnicería que no volvía a pasar.
Mariana: — ¿Ya tenías la cuenta cuando decidiste separarte?
Bernardita: — Sí. Ahí cuando tuve mi primer sponsor, me sentí segura y me separé.
Mariana: — Es fuerte.
Bernardita: — Sí, tampoco es que me re alcanzaba.
Mariana: — Pero mirá el rol importante que cumplió esa cuenta de Instagram para vos.
Bernardita: — Sí, le debo la vida. Para mí fue un despertar en todos los sentidos. A mí me dio una independencia que no tenía. Yo tenía una vida muy chata, muy vacía, del colegio de mis hijas a casa y de casa al colegio. Laburaba en algo que no me gustaba…
Coty: — ¿Qué hacías?
Bernardita: — Laburaba en cine. Tenía una inmobiliaria que alquilaba casas para filmar.
Mariana: — A veces uno está muy en piloto automático.
Bernardita: — Sí, aparte lo hacía en mi casa. Entonces, había entrado en una que me despertaba y estaba en pijama porque como total estaba en mi casa… Con Mami albañil empecé a hacer algo que realmente me gustaba.
Coty: — ¿Qué era lo que te frenaba a separarte?
Bernardita: — Mis hijas. Yo creía que les iba a atrofiar el cerebro y que iba a ser una desgracia y no.
Coty: — ¿Te sentías atada económicamente también?
Bernardita: — Sí, obvio. Sí, 100 por ciento.
Mariana: — Habiendo recorrido este camino, ¿cuál sería tu mensaje para una mujer que está en esa situación?
Bernardita: — Que es más simple de lo que crees. Es tener la valentía de hablarlo en el momento porque yo creo que o terminaba siendo una cagada él o yo. Es mucho más sencillo y menos doloroso de lo que se cree. Obviamente hay dolor, pero es más sencillo y más fácil de lo que uno se crea en la cabeza.
Coty: — ¿Lo dilataste mucho en el tiempo la separación?
Bernardita: — Sí, re. Un montón.
Mariana: — ¿Y te arrepentís de eso?
Bernardita: — No. Fue un proceso. Tuvo que ser en el momento que tenía que ser. O sea si yo me separaba sin un laburo era ir de Guatemala a “guatepeor”.
Mariana: — Es verdad que a uno le da seguridad para tomar ese tipo de decisiones.
Bernardita: — Obvio. Sí, tener independencia es todo.
Amor y familia
Coty: — Estás de novia, ¿cómo lo conociste? ¿Cómo fue volver a tener pareja?
Bernardita: — Pablo era un seguidor, teníamos amigos en común. Me escribió y yo le vi la fotito, me gustó y le contesté (risas).
Mariana: — ¿Te dijo cómo había llegado a tu cuenta?
Coty: — Claro, porque ¿cómo es tu público?
Bernardita: — El 92% son mujeres.
Mariana: — ¿Y qué hacía Pablito ahí?
Bernardita: — Era de ese 8% de varones que había en la cuenta, picó y acá estamos (risas).
Coty: — A él le copa igual salir en tus videos.
Bernardita: — Sí, le copa, le encanta, recibe canjes. La re luce la ropa.
Coty: — Agarras el fratacho, pero también estás esplendida con tus uñas y tu look, te gusta lo rústico pero también te cuidás.
Bernardita: — Sí. Pablo me dice mucho eso: “Lo que me gusta de vos es esa dualidad. Podés ser re minita y de repente sos Mami albañil”.
Coty: — Tenes tres hijas, ¿cuál es la enseñanza de Mami albañil para ellas?
Bernardita: — Que tengan herramientas para valerse por sí mismas. No solamente en un revoque, que sepan que ellas pueden.
Mariana: — ¿Qué herramientas serían?
Bernardita: — Que ellas pueden hacer lo que se propongan con laburo. La del medio me dice mucho que quiere ser cantante y toma muchas clases de canto. Me dice: “¿Mirá si soy como Emilia Mernes?” y yo le digo: “Si laburás mucho, lo vas a ser”. Y ella me responde: “Sí, mami como vos”.