Ángela Torres es actriz y cantante proveniente de una familia con una rica herencia artística, hija de la reconocida actriz Gloria Carrá; sobrina del famoso cantante y actor Diego Torres y nieta de la queridísima artista Lolita Torres.
Desde temprana edad, Ángela mostró un gran interés y talento por el mundo del espectáculo, lo que la llevó a iniciar su carrera en la industria del entretenimiento a los 7 años con un papel en Patito Feo.
Su primer gran papel en la televisión fue en la telenovela “Solamente vos” (2013), donde interpretó a Mora, la hija del personaje de Adrián Suar. Años más tarde se destacó protagonizando la telenovela juvenil “Simona”, donde interpretó a una joven cantante y actriz. Este rol le permitió consolidarse como una de las figuras juveniles más prominentes de la televisión argentina.
La telenovela se convirtió en un éxito entre el público joven, lo que llevó a la producción de un álbum musical y una gira nacional. En esta gira, Ángela demostró su talento no solo en la actuación sino también en el canto y el baile, reafirmando su versatilidad como artista.
Además de su carrera en televisión, Ángela también incursionó en el teatro. Participó en importantes producciones como La novicia rebelde y Peter Pan, todos podemos volar. Recientemente, protagonizó Rent junto a Pablo Turturiello. Se trata de la obra musical dirigida por Fernando Dente.
En paralelo al crecimiento actoral, también lanzó sencillos como cantante. Recientemente, se conoció Castigo su último trabajo y próximamente saldrá su primer disco de estudio. “Hacer música propia es re desafiante, pero en este momento estoy particularmente muy contenta. Estoy disfrutando el proceso”, contó.
Pollo: — Empezaste tu carrera de muy chica, ¿sentís que te perdiste cosas por trabajar desde tan corta edad?
Ángela: — Creo que ahora me di cuenta cómo quemé etapas. Antes no me pesaba eso y ahora digo: “Claro, no hay vuelta atrás”. En donde más flasheé fue que me fui a vivir sola a los 16 años. Ahora digo: “¿Qué? Estaba loca”.
Pollo: — ¿Pero vos dijiste: “Me quiero ir a vivir sola”?
Ángela: — Sí, en realidad mi mamá vive en zona norte y yo estaba trabajando mucho, haciendo muchos proyectos a la vez por acá por el centro y yo ya hacía todo sola a los 16 años, iba, venía, estaba en la mía y no me quedaba cómodo. No tenía sentido para mí hacer una hora de viaje ida y vuelta sin tener auto.
Pollo: — Si te ponés a pensar, el sentido era que tenías 16 años (risas).
Ángela: — Sí, es verdad (risas). No me llevaba bien con mi mamá tampoco. Entonces fue tipo: “Che, ¿Sabés qué? Mamá, hasta acá. Me voy, ya está, soy independiente. Trabajo hace un montón, me voy a vivir sola”. Me fui a vivir sola a los 16 años y ahora digo: “Que fiaca” porque hace un montón de años que vivo sola y que me independicé en ese sentido. Y me queda toda la vida por delante. Hubo un momento de la vida, a los 23, en el que dije: “¿Vuelvo a vivir con mamá? No tengo nada que perder”. Pero después dije: “No, tengo todo que perder. Mejor no, me empiezo a llevar bien con mamá, me quedo a la distancia”.
Pollo: — ¿En qué chocabas con mamá?
Ángela: —Como cualquier adolescente con su madre. Yo siempre hablo de esto sin vergüenza y sin miedo porque siento que es lo más normal del mundo. Con mi mamá nos matábamos, nos costó mucho entendernos, lo cual hace que hoy lo vea re raro porque hoy la veo a mi vieja y me veo re parecida a mi mamá.
Pollo: — La mamá es Gloria Carrá, aclaro por las dudas porque es un dato no menor.
Ángela: — Somos amigas hoy y nos re entendemos. Por suerte, estamos sanando y pudimos sanar un montón de cosas, haciendo terapia individualmente y también sincerándonos y teniendo esas conversaciones que a veces son incomodas de tener, pero que a la vez son muy necesarias para poder seguir adelante y dar vuelta la página.
El árbol genealógico
Pollo: — Venís de una familia de artistas y eso a veces en vez de ser una ventaja es pesado, ¿me contás cómo está compuesta tu familia?
Ángela: — Hay ahí como una data. Mi abuela Lolita Torres, tremendo. El otro día me fui a dormir y dije: “Voy a buscar a mi abuela en YouTube”. Eso me flashea cuando la busco y me aparecen cosas que digo: “¿Qué es esto?”. Tipo notas de ella en Rusia. El otro día justo me apareció una nota de ella con Susana Giménez y sus cinco hijos, o sea, mis tíos y mi papá. Mi papá tenía 23 años, ponele. Y está ahí me abuela sentada con Susana y toda mi familia.
Pollo: — Super sólida aparte.
Ángela: — Sí, un ángel. Bueno mi abuela, mi tío. Mi tío Diego.
Pollo: — El tío Diego, que es Diego Torres.
Ángela: — Sí, un grande. Y después mi mamá.
Pollo: — Gloria Carrá.
Ángela: — Sí, toda la familia en realidad se dedica a alguna rama artística. Mi primo “Benja” que ahora canta y está ahí metiéndole a la música. Es re loco, pero todos los hermanos Torres cantan.
Pollo: — No es tan normal.
Ángela: — No, no es normal y todos afinan. Son todos muy afinados. No sé, se vé que el gen de la abuela era potente.
Pollo: — ¿Vos crees que te ayudó venir de una familia así, que no importó o que te complicó?
Ángela: — Yo creo que como todo, es un poco y un poco. Soy re consciente de que, en mi caso, yo lo sentí como un privilegio el tener quizás más cerca de mí personas que se dedicaban a producir. Mi mamá cumplía años y en el cumpleaños estaba Adrián Suar y yo le decía: “Che, ¿cuándo me vas a hacer una novela?”. Yo también era una cararrota total, después con el tiempo me fui poniendo un poco más vergonzosa. Para mí siempre fue un privilegio y nunca renegué. Siempre me preguntaron si me ponía celosa o me molestaba que me comparen con mi familia y nunca lo vi desde ese lado. Para mí siempre fue algo que me hizo bien saber que mi familia se dedicaba a lo mismo y curtirme desde chiquita, entender ciertas cosas que para mí hoy son re naturales, que quizás si te pasan de repente son una piña en la cara. Todo tiene lo bueno y lo malo.
El juego del millón
El Pollo colocó la valija llena de dinero sobre la mesa e invitó a Ángela a comprar todo lo que desee con un millón de dólares. El único requisito es que la plata no se puede guardar o donar sino que tiene que utilizar por completo en una o en varias compras. En este caso, el juego tuvo un invitado sorpresa que ayudó a la artista a decidir las mejores opciones. ¿Eligieron bien?
Pollo: — ¿En qué lo querés gastar?
Ángela: — Yo creo que con 500 mil…
Pollo: — ¡Ah! ¿Ya gastas de una la mitad?
Ángela: — Sí, yo soy así. A todo o nada. Para mí esto va a la carrera musical: a los shows en vivo, a armar tremendo show conceptual, a discos, a grabar videos.
Pollo: — ¿Medio palo para la carrera? ¿No será mucho?
Ángela: — ¿Estoy flasheando? (Le pregunta a su pareja)
Pollo: — Ahí atrás está Rusherking, le voy a decir Tomy que queda más lindo (risas).
Ángela: — ¿Te parece bien?
Pollo: — Sí, dice que banca. ¿Y esto vuelve?
Ángela: — Y eso espero. Yo iría a todo o nada a cumplir todos los sueños, de las ideas que uno tiene, que llevarlas a cabo es complejo. Sale muy caro todo en nuestro país.
Pollo: — ¿Qué harías con lo demás?
Ángela: — Me compraría una casa en el sur, que es el sueño de mi vida.
Pollo: — ¿Qué parte del sur?
Ángela: — La Angostura. Estoy aspirando alto. Ahí se me va la otra mitad de la plata (risas). Ahí vacaciono, llevo gente…
Pollo: — Te quedan 100. ¿No querés gastar para que viajen juntitos vos y tu pareja?
Ángela: — Si es que quiero viajar, me gustaría producir una obra y tener una casa en La Angostura. No alcanza para todo ¿Cómo hago? (risas). ¿Qué decís mi amor? (Se dirige a Rusherking)
Pollo: — ¿Está bien lo que gastó para vos?
Rusher: — Sí, sí. Me parece bien.
Pollo: — 500 para la música, ¿bancan los dos?
Ángela y Rusher: — Sí.
Rusher: — No sabemos si vuelve, pero es una inversión.
Ángela: — ¡Eu! Amor. La pu** madre (risas).
Rusher: — No, pero porque es un riesgo. Es un montón de plata.
Ángela: — Y bueno, pero dale. Confía en mi…
Pollo: — ¿Qué más? Es tuya la plata, pero ya que están juntos acá…
Ángela: — 400 mil para la casa en La Angostura
Rusher: — Para mí va a estar más que 400 una casa en La Angostura
Pollo: — ¡Uh! ¿Y ahora?
Ángela: — Y pero entonces, ¿para que me jodés con lo del viaje? Invitame al viaje vos (risas)
Rusher: — Eso es para la casa y yo la invito (risas).
Pollo: — ¿Entonces 500 para la casa?
Rusher: — Sí y yo te invito el viaje (le dice a Ángela)
Pollo: — ¿Y dónde les gustaría ir de viaje?
Ángela: — Ahora nos vamos a Japón.
Pollo: — ¿De viaje laboral o vacaciones?
Rusher: — De vacaciones. Vamos nosotros con mi mejor amigo y su novia también.
Pollo: — Planazo, chicos. ¿Cuánto tiempo van?
Rusher: — Medio mes, casi.
Pollo: — ¿Tienen pasaje de vuelta?
Rusher: — Sí, sí tenemos.
Ángela: — Gracias amor por lo del dinero (risas).
En números
A corazón abierto, Ángela respondió el cuestionario y reveló intimidades en relación al sexo, el dinero y sus emociones. ¿Qué dijo?
Pollo: — ¿Hace cuántos días no tenés sexo?
Ángela: — Cero días.
Pollo: — Cero días es hoy y van 11 horas de este día…
Ángela: — Me encantaría mentirte, pero… (risas).
Pollo: — ¿Cuánto te costó lo más caro que te compraste?
Ángela: — No sé. El pasaje a Japón. 2 mil y pico. Primero la música.
Pollo: — ¿Cuántas veces lloraste en los últimos días?
Ángela: — Muchas. Soy muy llorona y encima estoy haciendo Rent y lloro mucho en la obra.
Pollo: — El personaje es movidito.
Ángela: — Sí, tiene su drama. Entonces ahí lloro todos los días.
Pollo: — Pero ¿fuera de lo laboral?
Ángela: — Dos días, un día. Lloro mucho.
Pollo: — ¿Escuchando Coldplay o de la nada?
Ángela: — Depende. Puede ser viendo una peli, escuchando una canción, en un día de sensibilidad, pensando, recordando. Soy sensible. Me gusta llorar. Está bueno.
Pollo: — ¿Cuántas bombachas tenés?
Ángela: — Ni idea.
Pollo: — ¿Más de 10?
Ángela: — Sí, unas 30.