Victoria Resco, más conocida como Tory, es una creadora de contenido y escritora de novelas juveniles que cuenta con una comunidad de más de un millón de seguidores en las redes sociales.
Con solo 21 años, ha publicado tres libros y está actualmente ideando el cuarto. Su habilidad para conectarse con su audiencia y compartir su pasión por la lectura la ha convertido en una figura influyente en plataformas como TikTok, donde su cuenta es un punto de encuentro para amantes de los libros.
Su espíritu inquieto y curioso la llevó a explorar mundos más allá del suyo, sumergiéndose en los reinos mágicos, las comedias románticas y los intensos dramas que encontraba en las páginas de sus libros. Fue a los diecisiete años cuando escribió su primer bestseller, Reino de papel, una obra que marcó el inicio de su exitosa carrera literaria que casualmente inició con la pública vía Internet.
En las redes sociales, Victoria comparte no solo sus lecturas sino también fragmentos de su vida, consejos de escritura y recomendaciones literarias, creando una comunidad de seguidores que comparten su amor por las historias.
Mai: — Con varios entrevistados que ha tenido este ciclo, vengo viendo que un denominador del éxito o de la cantidad de seguidores en las redes sociales es el humor, pero me sorprende gratamente que tu perfil que está apuntado a los libros, la lectura genere interés en esta generación.
Tory: — Es un mito que los jóvenes no leen y por otro lado es verdad que hoy es más cierto de lo que lo era hace un año. Con la pandemia, los chicos empezaron a leer mucho, los rankings de ventas eran 50% libros juveniles. Eran los primeros más vendidos y hoy por hoy decayó un poco ese consumo de literatura juvenil que vino con la pandemia, de los chicos estando encerrados y cansados del celular. Parte de lo que yo estoy haciendo en redes es revivir un poco eso.
Mai: — ¿Cómo es que siento tan joven ya tenés tres libros publicados? ¿Cómo arranca tu pasión por la literatura y cómo inicias este camino como autora?
Tory: — Yo termino la secundaria en 2020, en pandemia, durante todo ese último año mi vida volvió a ser una reconexión con la literatura muy fuerte. Dejé de leer tan intensamente como hacía cuando era más chica y en la pandemia reconecté con esa parte de mí, como le pasó a un montón de personas. Escribir fue lo que me mantuvo a flote. Fue tener un proyecto que a mí me importase. Me puse a escribir y lo publiqué en Internet, que fue el primer libro que saqué.
Mai: — Pero además de ser autora sos creadora de contenido, ¿cómo podés explicar esta unión entre el mundo de la literatura y las redes sociales?
Tory: — Arranca con la necesidad de compartir literatura. Era la pandemia y yo quería hablar libros con la gente. Mi familia estaba harta de que yo les explicara de qué trataban los libros que yo estaba leyendo, mis amigas no leían tanto como yo, entonces tuve que buscar otro espacio y eso lo encontré en TikTok. Me pasó que en ese momento, nadie estaba cubriendo ese espacio en “el mercado”. Porque quieras o no las redes son un mercado, un emprendimiento. A mis videos les empezó a ir muy bien y si bien yo todavía no tenía un estilo, mis videos no eran tan buenos como me hubiera gustado, estaba haciendo algo que nadie más hacía o muy pocas personas: hablar de libros en Internet. Arranqué con eso a reseñar libros como las personas que comparten películas o series.
Mai: — Te dirigís a un público que todavía no tiene tal vez ingresos propios, porque todavía están estudiando o recién tienen sus primeros trabajos, ¿qué te dicen sobre los precios de los libros o acceder a ellos?
Tory: — Hay muchos comentarios de: “La verdad que me re interesa, pero no lo puedo comprar” y es una realidad. La literatura, si bien no lo debería ser, es un lujo. Está muy difícil consumirla. Lo que yo siempre trato de inculcar es elegir bien en qué vas a gastar tu plata, a la hora de elegir un libro, ver reseñas, ver si te interesa realmente el tema y verlo como una inversión, como cuando compras unos zapatos y averiguas la marca y tratas de elegir lo mejor que puedas. También hay opciones que son gratis, hay un montón de libros online que se pueden descargar. No pirateados sino los que son gratuitos. No incentivo a que se bajen pirateados, pero también entiendo que no todos tienen el privilegio. Se que hay gente que lo va a piratear y en mi caso, con mis historias, a veces digo: “Si no tenés otra forma de leerlo y es realmente es la forma que vos tenés de llegar a una historia, piratéatelo, pero solo con mis libros”.
Mai: — ¿En serio?
Tory: — Sí, para mí lo importante es que la historia llegue a la gente. Lo que gana el autor es muy poco de cada libro que se vende. La industria es así. Tiene mucho trabajo atrás de cada texto.
Mai: — ¿Ganas más en las redes sociales que con los libros?
Tory: — Mucho más de redes. Por cada libro me pagan 8% y encima te pagan cada 6 meses, entonces me llega todo devaluado.
Los libros y el celular
Mai: — ¿Te dicen tus seguidores: “Quiero leer, pero no puedo concentrarme”?
Tory: — Re y es parte de esto. Es el acelere constante en el que estamos y a mí me agarra a veces la contrariedad de hacer contenido porque yo estoy invitando a la gente a engancharse con el celular en lugar de realmente leer. Está bien yo hago contenido y necesito que me sigas, pero dejá el celular porque es una porquería y nada de lo que estás viendo realmente te va a servir. Me entra un dilema muy fuerte. Lo que yo trato de decir es: el mundo real está anclado al celular y lo vas a tener que usar y vas a tenerlo presente en tu cabeza todo el tiempo. Pero cuando quieras leer, apágalo porque dos horas sin mirar el celular no te van a matar.
Mai: — Dijiste: “El mundo real está en el celular”. Pensé que me ibas a decir que estaba en la vida, en la calle, en los árboles, en la gente...
Tory: — Está en las dos cosas. No creo en esa filosofía tan extrema que dice: “El celular es malísimo y vos no tenés que tener redes sociales para ser feliz y tenés que desconectarte de todo”. Porque estás pidiendo algo imposible para una persona. Ningún extremo es bueno. Yo no te puedo decir: “Rey, quédate todo el día con el celular” y tampoco te puedo decir: “No uses el celular nunca” porque el mundo real también es eso hoy y estar tan separados de la tecnología y de la realidad a veces te deja afuera de ciertas cosa. Tenés que ser parte de eso de alguna manera, no de todo, pero sí de algunas cosa. Esperar que seas un sensei que lea todo el día y que conecte con la naturaleza también es irreal.
Mai: — ¿Te agarra el Famoso FOMO? El miedo a perderte de algo que esté pasando en las redes sociales.
Tory: — No, cero. Si bien uso bastante las redes no miro tanto el contenido de otros. Es un falla en realidad poque vos tenés que ver lo que hacen otros para crecer, para mejorar, para entender lo que funciona y lo que no. Soy bastante mala en eso. A mí me interesan otras cosas, me hice Instagram en 2019, antes no tenía. No lo había aprendido a usar hasta la pandemia. A partir de ahí empecé a conectar, pero no es el estilo de vida que a mí me encanta.
Mai: — ¿Quizás un día decís: “Me cansé, ¡chau!”?
Tory: — No creo que pueda porque hoy es mi ingreso. Mi vida está muy dictada por las redes y es una re contrariedad que yo tengo.
Mai: — ¿Cómo generás esos ingresos en redes hoy en día?
Tory: — Es un rubro muy difícil para monetizar. La verdad es que lo que me suele entrar es por colaboraciones con marcas por fuera de lo que es la literatura y que potencian otro tipo de contenidos que yo hago que es lo que menos bola le doy, que es lifestyle, deporte, etc. Rubros de ropa, tecnología, cosas media random, pero que las podes integrar a tu estilo de vida.
Creadora de contenido
Mai: — Tres consejos para quienes tienen ganas de generar contenido en redes.
Tory: — Primero, olvídate del concepto del cringe. Odio el concepto de cringe. Hoy todo nos da cringe.
Mai: — ¿Qué es cringe? Para quienes no están familiarizados con el término
Tory: — El cringe es este concepto de que te da mucha vergüenza ajena que lo sentís a un nivel físico hasta que la pegás y te deja de dar cringe porque estás pegado y podés hacer lo que quieras.
Mai: — ¿Y el segundo consejo?
Tory: — En cuanto al algoritmo, no te desesperes. Es horrible. Es una cosa que te olbiga constantemente a desafiarte, pero está bueno.
Mai: — ¿El último?
Tory: — Esos primeros tres segundos, que ya te lo dijo todo el mundo, decí algo muy impactante. Decí que se murió tu abuelo y después decí que es mentira, pero decilo. O sea que la gente se quede en el video.
Mai: — ¿Eso no es terrible? ¿No es terrible que la gente no tenga ni la capacidad de retención de más de tres segundos? Al menos desde la visión periodística es terrible tener que exagerar o hacer amarillismo…
Tory: — Sí, porque no existe el punto medio que a veces es algo real. A veces un libro no es lo mejor que leíste y digo libro porque es mi rubro. Y yo tengo que empezar a venderle en los primeros tres segundos como si fuera lo mejor que vi y después al final del video te digo: “Bueno, igual estaba medio escrito como el culo”. Se pierden los grises, terminás siempre en un extremo o en el otro, que no es la pura verdad.
Mai: — ¿Qué opinas de las creadoras de contenido?
Tory: — Cada uno tiene su misión, creo yo, como creador de contenido. La mía más que nada es divulgar literatura y poder seguir publicando mis libros, porque obviamente a mí me publican por la cantidad de seguidores que tengo, los de las editoriales no son tontos.
Mai: — ¿La gente que te sigue a vos es compatible con la gente que sigue, por ejemplo, a una chica que muestra lujo y cosas para comprar?
Tory: — Re, obvio. El perfil del influencer es como un aspiracional de la gente. El que te sigue y consume lo que haces, es alguien que de alguna manera, consciente o inconscientemente, hay cosas tuyas a las que aspira y está buenísimo generar eso en alguien si es algo bueno.