Gregorio Rossello, más conocido como Grego, es una de las personalidades destacadas del entretenimiento en Argentina. Su carrera inició a los 13 años de la mano de la actuación, pero con el paso de los años evolucionó hacia la televisión y las plataformas digitales.
Estudió artes dramáticas y historia, pero descubrió su verdadera vocación al conectar con el público a través de las redes sociales. Entre 2009 y 2014, Rossello participó en populares telenovelas como Casi Ángeles y Secretos de amor. Pero su rol en la pantalla chica viró hacia la conducción.
Integró el equipo de ESPN Redes desde 2016 hasta 2019 y participó del icónico programa Polémica en el bar. Además, condujo los Premios Martín Fierro Digital en 2017 y La Voz Argentina: MTV After Hours, donde entrevistaba a los protagonistas de la popular competencia de canto.
El verdadero punto de inflexión en su carrera llegó en 2020 con el lanzamiento de su sección de entrevistas Ferné con Grego. Este innovador formato, donde charla con figuras públicas mientras disfrutan de un trago, ganó popularidad en el ámbito digital. En esta sección, ha entrevistado a artistas y personalidades como L-Gante, Duki, Sebastián Wainraich y hasta artistas internacionales, como es el reciente caso de Hugh Jackman y Ryan Reynolds durante la promoción de la película Deadpool & Wolverine. El próximo viernes 2 de agosto se estará presentando en el teatro Ciudad de la Artes en Córdoba con su show Work In Progress.
Pollo: — Los programas por streaming tienen esto de contar historias de la vida personal y anécdotas que pueden ser tuyas o de otros, ¿en dónde está el límite de lo que se puede y no contar?
Grego: — A mí me pasa algo gracioso que es que yo tengo mucho más código de lo que creen los famosos. Como yo hablo de todo.
Pollo: — Sí, es verdad. Tenés mucho código. Yo conozco historias tuyas que nadie sabe.
Grego: — Pero muchos piensan que no.
Pollo: —¿Quién piensa que no?
Grego: — Los protagonistas, los que están muy arriba, piensan que no. Tienen miedo y estoy de acuerdo con su miedo porque me ven contando tantas cosas que dicen: “¿Por qué esto no lo va a contar?”. Pero lo que no entienden es que yo nunca lo voy a contar porque no quemaría, hablaría de algo o me mandaría la parte. Tanto con futbolistas como con artistas viví cosas re zarpadas y no las cuento. ¿Me preguntás si me divertiría? Sí, me muero de ganas de contarlas, me encanta, pero sé que no da. Y no lo hago.
Pollo: — ¿Te piden que no digas algunas cosas?
Grego: — Sí, hay un cagazo. Me he cruzado con futbolistas en boliches que me dicen: “Greguito, ¿vamos a tomar un fernecito?” que yo digo: “mmm acá hay un miedo”. Por ahí le acepté el Fernet, pero en el medio le aclaro: “Tranquilo páque no…”
Pollo: — Es que si yo me pongo analizar tus contactos es toda la gente megafamosa argentina que confía en vos. Eso debe ser justamente por cómo sos. Sino no te darían bola.
Grego: — Yo creo que con el tiempo se generó eso. Siento que al principio daba un poquito más de cagazo. Es verdad. Ojalá confíen porque está todo bien.
Pollo: — Hasta que hagas un libro…
Grego: — Sí (risas).
La anécdota
Muchos artistas, al comenzar sus carreras, recurren a eventos privados para capitalizar su creciente popularidad, ya sea por su presencia en programas televisivos, actuaciones en series o películas, o su impacto en las redes sociales.
En sus primeros años de éxito, Grego Rossello era muy solicitado para celebrar cumpleaños de 15, especialmente entre los adolescentes que seguían de cerca su contenido en redes. Aunque sus apariciones en estos eventos le ofrecieron importantes oportunidades económicas, no todas salieron como se esperaba. ¿Qué recuerdos guarda de esos días?
Pollo: — ¿Con qué trabajo sentiste que robaste?
Grego: — En general siento que con la vida entera (risas). Pero una vuelta, un tipo me quería contratar para un cumpleaños de 15 y yo ya no hago más stand up en fiestas o a veces, depende la moneda, pero en general trato de no hacer. Y me dice: “Bueno, ¿qué podemos hacer?. Ella quiere que vengas”. Le digo bueno voy. Entonces, me propone que el DJ se agache, toque desde abajo y que arriba que esté yo.
Pollo: — No, ¿cómo te va a decir eso?
Grego: — Yo le dije: “No”. Es totalmente denigrante. Yo ahí mientras el toca y me voy a llevar todo el rédito y voy a cobrar más que él. Y me dice: “Hay esta guita”. Y lo hice. No mentira (risas). Me dice: “Bueno, subite al escenario y baila un poco con la quinceañera”. Yo encima bailo horrible.
Pollo: — ¿Y fuiste?
Grego: — Sí, fui. De la culpa que me dio hice un par de stories. Ella quería aparecer en mi Instagram. Me acuerdo que un pendejo de 15 me sacó el teléfono.
Pollo: — ¿Te lo arrebató?
Grego: — Sí, estuve como 10 minutos que no encontraba el teléfono. Subieron mil historia los pendejos a mi Instagram. Yo de la culpa que me daba era como vendí stories, no sé. Me dio mucha risa porque yo en ese momento usaba campera de cuero y el tipo me había dicho que me dejaba la guita en la campera de cuero y yo me había olvidado. Me estoy poniendo la campera y veo un bodoque de la época de los billetes de 100 pesos, que no era que había cobrado tanto, pero no existían los de mil. Y se sabe que te contratan, pero viste que les dicen: “Grego quiso venir, quiso pasar a saludarte”. Y justo aparece la quinceañera en una cocina del hotel y yo guardándome la guita (risas).
Pollo: — ¿Y ella vio ese momento?
Grego: — Sí, me hice el boludo. Nos abrazamos. Yo la abrazaba de costado para que no sienta los fajos (risas). Fue terrible.
El juego del millón
El Pollo invitó a Grego a comprar todo lo que desee con un millón de dólares. El único requisito es que no se puede guardar sino que tiene que utilizarlo por completo en una sola compra o en varias.
Pollo: — Vamos a quemarlo juntos. Hay que gastarlo todo ahora.
Grego: — Me encanta.
Pollo: — ¿Tenés un millón de dólares vos?
Grego: — No, no tengo.
Pollo: — ¿Qué comprarías?
Grego: — Agarramos 50 y me voy con mis amigos a Ibiza.
Pollo: — Te quedas corto me parece. Serían 100 lucas.
Grego: — Quedé medio laucha, ¿no? Somos 6 amigos. Con 100 hacemos el viaje de nuestras vidas. Hay muchas chances que yo muera en este viaje y no lleguemos a gastar lo demás, pero juguemos a que no morí en Ibiza (risas).
Pollo: — ¿Qué más comprarías?
Grego: — Yo alquilo un departamento que me gusta mucho.
Pollo: — Alquilas, no sos propietario.
Grego: — Tengo un departamento más chiquito que lo alquilo.
Pollo: — Entonces, ¿qué harías?
Grego: — Me gustaría no preocuparme por el alquiler porque es un poquito caro y me gusta mucho. Entonces, agarraría 100 lucas para dejarlo lindo porque me acabo de mudar y me olvidarme del alquiler por cuatro años.
Pollo: — Estás pagando un poco más (risas).
Grego: — Sí, sí. Pero para ponerlo lindo.
Pollo: — ¿Te quedan 800 mil?
Grego: — Agarraría 400 para comprar una casa de fin de semana zarpada, que esa me quede, que sea mía.
Pollo: — Lo que me llama la atención es que pongas plata para el alquiler y después te compres una casa en la que no vas a vivir…
Grego: — Es que tengo pensado algún día vender la otra, comprar… Tengo un plan. Me gustaría en un country no tan lejos, pero tampoco tan cerca para que podamos comprar una casa linda.
Pollo: — ¿Tigre?
Grego: — Sí. Con pileta todo.
Pollo: — Seguimos, ¿qué más?
Grego: — 100 lucas para mi familia porque somos 5 mil hermanos. Para que la quemen ellos.
Pollo: — Te quedan 300 mil.
Grego: — Con 100 me compro un auto lindo. Tengo un auto que está piola ahora, un S3, pero lo vendemos y con eso compramos una nave. Usaría 100 más para poner otra cancha de Clutch.
Pollo: — ¿Cómo te va con eso?
Grego: — Muy bien. Me gustaría poner otra. Otra chancha en otro lugar. Y los últimos 100 los invertiría. Mi papá es asesor financiero y se lo daría a él para invertirlo.
Pollo: — ¿Una cripto, bono o algo?
Grego: — Sí.
Pollo: — ¿No sos de relojes o ropa cara?
Grego: — No uso relojes, ropa sí podría ser. Tal vez con las100 lucas familiares (risas).
Pollo: — No, no ya está. Ya se la gastó (risas).
En números
Grego se atrevió al cuestionario y reveló intimidades en relación al sexo, el dinero y las emociones. ¿Qué reveló sobre su presente?
Pollo: — ¿Hace cuántos días no tenés sexo?
Grego: — Estoy en un momento tranquilo de mi vida y siempre qiue me preguntan eso quedo mal parado. 3 o 4 días.
Pollo: — Está muy bien para estar soltero.
Grego: — Es que si no hubiera sido ahora, te hubiera dicho hace como un mes. En general, son dos semanas.
Pollo: — ¿Cuánto fue lo más caro que te compraste?
Grego: — Mi auto.
Pollo: — ¿Estamos hablando de más 20 mil dólares?
Grego: — Sí, era usado. Igual yo tengo un auto que me ves y parezco el hijo de Macri, pero después alquilo. Es muy cabeza de termo lo mío. Ves el auto y decís: “Mirá Grego. Es rapero, debe llenar cuatro Movistar Arena”. Y no. Solo tengo el auto.
Pollo: — Después tenés que pagar el alquiler del 1 al 5.
Grego: — No, aparte el seguro. Yo no sabía lo del seguro (risas). Sí, está un poco en venta, así que si alguno le gusta.. (risas).
Pollo: — ¿Cuántas veces lloraste en los últimos 30 días?
Grego: — De felicidad. Lloré en Río de Janeiro después de hacer la nota con Hugh Jackman y Ryan Reynolds. Estuve muy contento. Estoy medio gaga, me estoy emocionando más. Antes era muy frío. Me estoy sensibilizando.
Pollo: — ¿Cuántos boxers tenés?
Grego: — Estoy corto ahora. Me gustan los de la marca gringa y no los consigo en todos lados. Ahora debería volver a stockearme. Debo tener 10.
Pollo: — Sí, es poco.
Grego: — Sí, a veces encima me cuelgo con los lavados y termino usando uno de cuando tenía 15 años.