Sebastián Manzoni, conocido en redes sociales como La Tía Sebi, es periodista y creador de contenido. Cuenta con una comunidad de más de 2 millones de seguidores y se posicionó como el comunicador de chimentos que más consumen los jóvenes en plataformas.
Desde muy chico supo que lo suyo era la farándula y se esforzó por encontrar su lugar en las redes, aunque no desaprovechó la oportunidad de tener su experiencia trabajando en los medios tradicionales. Trabajó community manager de El Trece, integró el equipo de Biri Biri, en República Z; participó del streaming del Bailando por un sueño 2023 y creó su propio podcast, entre otras cosas. Pero ¿cómo nace su carrera? ¿Qué sueños quiere cumplir?
Mai: — ¿Cuándo arrancaste en redes sociales?
Sebi: — Cuando terminé la secundaria, empecé a subir videos a YouTube porque todavía TikTok no estaba en auge, se me cae un poco el DNI (risas), y cuando arrancó la cuarentena, que empezó el boom de TikTok, ahí empecé a subir videos y me empezó a ir bien.
Mai: — ¿Te interesaban las redes sociales o era más que nada tu vocación de querer comunicar y veías en las redes la posibilidad de usarlas como un medio?
Sebi: — Un poco las dos. En realidad, me interesaba hablar en redes sociales. No sé si tanto hacer periodismo en redes, pero cuando empecé a subir los “chusmeteando” yo ya me estaba por recibir de periodista. El primero fue en abril del 2021 y ahí es donde nace todo. Ahí me di cuenta que podía usar esa herramienta, esa exposición para hacer lo que me gusta y de lo que me estoy por recibir, que es muy difícil encontrar laburo.
Mai: — ¿Siempre te interesó el periodismo enfocado a espectáculos?
Sebi: — Sí, desde muy chico sabía que quería ser periodista. Me acuerdo que había un programa de televisión, Los Exitosos Pells, que eran periodistas y mostraba un poco ese mundo, y ahí dije: “Yo quiero hacer esto”. Pero sí, veía Intrusos, Infama, todo ese tipo de programas. Desde chico sabía quiénes eran: Adriana Aguirre, Silvia Süller, era un nene especial. Era un niño Polino, medio raro.
Mai: — Trabajas en redes sociales y hoy te va muy bien, pero hubo un momento en el que buscaste ingresar a medios tradicionales tal vez por “seguridad” a nivel económico. ¿Cómo fue ese recorrido?
Sebi: — Cuando empecé no veía dinero en las redes sociales. Me estaba yendo bien en TikTok, pero eran los primeros meses, el primer año, que fue un crecimiento muy rápido y de golpe; y yo no tenía muy en claro cómo las redes sociales podían monetizarse y cómo podías estar trabajando solo en las redes. Tenía miedo y decía: “¿Hasta cuándo me va a durar este chiste de la Tia Sebi?”. Sentía que tenía que entrar en los medios más tradicionales para tener una pata más firme, más estable porque tenía miedo de que deje de causar interés y ya está. Por suerte pasaron como cuatro años y sigo choreando con eso (risas). Hoy que laburo con marcas y que hago acciones entiendo que no es 100 por ciento necesario estar fijo en un medio de comunicación todos los días, la verdad es que con las redes sociales si laburás bien, te sostenés bien.
Mai: — Ahora que ya estás posicionado en redes, ¿te llegan fotos o videos con información? ¿Te manda la gente?
Sebi: — Sí, re. Peor la verdad que te juro que no me interesa. Me han mandado cosas como: “Mirá L-Gante saliendo de tal telo, con tal chica”. O me han mandado “nudes” o sea fotos en bolas de famosas. La gente es turbia (risas).
Mai: — ¿Y qué hiciste con ese contenido?
Sebi: — Lo ignoré completamente.
Mai: — ¿Ni respondes?
Sebi: — No, no. O agradezco, digo: “Gracias”. Pero no, no lo muestro. No me interesa. No es el tipo de contenido que me interesa hacer. Me gusta el estilo buena onda.
Mai: — Sos más amigable.
Sebi: — Mi público, según las estadísticas, es como 90% mujeres. Hay muy pocos varones y los pocos que hay supongo que son gays (risas). Me doy cuenta. Cuando me hablan en la calle me dicen: “Me gusta verte porque siento que es como cuando una amiga te dice: ‘Ay no sabés lo que tengo para contarte’”. Me dicen como que soy una amiga contándole el chisme y me gusta eso.
Mai: — ¿Cómo se te ocurrió lo de la Tia Sebi? Porque con esto creaste una marca, fue una decisión muy marketinera.
Sebi: — Sentía que nadie sabía los nombres de los tiktokers, siempre es: “el chico que cocina”, “la chica que hace videos con la mamá”, “la chica que tiene un perrito” porque es contenido scrolleable, tan del momento. Entonces pensé Chusmeteando con Sebi Manzoni, pero le faltaba algo. La tía es como ese personaje que te trae el chisme, que te cuenta lo que pasó en el barrio y así surgió. Dije: “Tengo que decir mi nombre de una manera copada en todos los videos para que la gente se acuerde quien soy”.
Ser famoso o ser conocido
Con el paso de los años y la llegada de las redes sociales, los medios tradicionales como la televisión dejaron de ser la única plataforma para “crear” nuevas figuras o famosos. Surgieron los influencers o creadores de contenido, quienes, con una audiencia segmentada y de nicho, lograron capitalizar su popularidad sin necesidad de llegar a un público tan amplio, incluso trascendiendo las fronteras de sus propios lugares de origen. ¿Cómo perciben este panorama los nuevos talentos de las redes? ¿Es positivo, negativo o simplemente diferente?
Mai: — ¿Te hubiera gustado nacer en una época sin teléfonos y redes sociales?
Sebi: — No, para nada. Las oportunidades hoy en día para todos, no importa de donde seas, qué celular tengas, tu posición, tus contactos, creo que hoy con esa herramienta en mano es mucho más accesible para todos las oportunidades. Se democratiza.
Mai: — ¿Qué diferencias notas entre los medios tradicionales y las redes?
Sebi: — La tele es un lugar para pocos. Son muy pocos los que laburan en tele. Entonces, creo que eso también te infla el ego de una forma distinta. Es como sentirse especial. En cambio en las redes todos llegamos más o menos de la misma manera, nadie nos eligió y cada vez hay más. Pero es un ambiente en donde el ego no está tan presente porque cada uno está en su nicho y no es un lugar para pocos.
Mai: — Hoy en día hay muchas teorías que dicen que ya no existen más los famosos, que la última generación es la de Tinelli, Susana, pero que hoy en día la segmentación de las redes sociales hace que surjan personalidades que son conocidas en un nicho puntual. ¿Qué opinas vos?
Sebi: — Me pasa algo muy loco. Depende del horario en el que me tome el colectivo es la cantidad de gente que me reconoce. Si me lo tomo en un horario en el que salen chicos del colegio, no paso desapercibido. Si lo tomo en un horario donde hay todas señoras, nadie me conoce. Me pasa también cuando me reconoce un grupo de nenas que están con las mamás. Las nenas están re emocionadas y las mamás preguntan: “¿Quién es? ¿Qué hacés?”. Yo siento que el famoso, famoso, ya no existe. La fama ya es cartón. Famosos para mí son Lali, Tini, Moria, Susana y se terminó. Podemos ser populares en redes, tener nuestro pública y demás, pero el famoso como el concepto que conocíamos, desapareció.
Mai: — Esto de que están tan segmentadas las redes sociales que hay gente que te conoce a vos, pero vas a otro lugar y no te conoce nada. ¿Cómo manejas esto en tu ego?
Sebi: — Creo que todos tenemos un ego que hay que proteger y cuidar, pero no es que me voy mambeado a mi casa porque me subí al colectivo y nadie me reconoció. Cero. Es más al contrario, es como que muchas veces digo: “¡Ay!, mejor”. Me da vergüenza a veces.
Las redes y las marcas
La sinergia entre ambas permite interactuar directamente con las audiencias y construir relaciones más cercanas con los usuarios. A través de plataformas como Instagram y TikTok, entre otras, las empresas pueden compartir contenido atractivo y promover sus productos de manera creativa y personalizada.
En ese punto, la interacción con los influencers es fundamental. Si bien en un principio muchos aceptaban las ofertas simplemente por una cuestión económica, actualmente existe una mayor conciencia sobre el cuidado del contenido y sobre el impacto que éste tendrá en las comunidades que tanto les costó construir. ¿Qué tiene en cuenta Sebastián para aceptar las colaboraciones?
Mai: — En todo este recorrido exitoso que venís haciendo, ¿has rechazado marcas que quieren auspiciarte?
Sebi: — Casinos online no acepto ni aceptaré nunca jamás.
Mai: — ¿Por qué motivo?
Sebi: — Primero porque me parece una mersada y te digo yo que soy de La Matanza. Doy fe de que marcas muy lindas no se te van a acercar si haces ese tipo de promociones. Muchos influencers que promocionan casinos online porque te dan plata rápido y fácil, cursos de OnlyFans.
Mai: — ¿Cómo es eso?
Sebi: — OnlyFans o cualquier tipo de contenido erótico. Ahora también está muy de moda una que se llama novia virtual porque te hablan estas especies de no sé cómo decirles “proxes” que te ofrecen dinero por promocionar sus cursos. Tampoco lo acepto. Aparte hay cosas que no sabés que tan legales son y uno las está promocionando. Mi vieja da clases en colegios y hay muchos problemas con nenes que agarran las tarjetas de sus viejos y están haciendo desastres en estas plataformas. No está bueno estar generando ludopatía en niños. ¡¿Qué está pasando?!
Mai: — El problema también está en prometer que si apuestan, van a ganar plata. No es un juego, es un apuesta.
Sebi: — Sí, la otra vez agarré a un primito mío que está a full con eso y le dije: “¿A cuántas personas conocés de tu entorno que sean millonarias por haber apostado o jugado al bingo o a la lotería?”. “No, a ninguna”, me contestó y le dije: “Ahí tenés una respuesta”.
Mai: — ¿Y él juega?
Sebi: — Sí, ya lo reté.
Mai: — ¿Cuántos años tiene?
Sebi: — 16. Es chico. Pero entendió.
Mai: — ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere hacer contenido en redes?
Sebi: — No importa el celular que tengas, donde vidas, no te persigas con que no tenés ningún contacto que te pueda ayudar, vos mandate, hace lo tuyo y las demás cosas van a aparecer una vez que generas seguidores y dinero, vas a poder comprar un buen celu, un aro de luz. Yo al principio no tenía nada, me alumbraba con un velador. Encontrá lo que te gusta, de lo que te gusta hablar y con lo que te sentís cómodo, es muy importante eso para mí, y mandate. “No hay tiempo para la vergüenza”, es la frase de Santiago Artemis que se la robo porque es real. No te pongas excusas. Después te vas a ir perfeccionando, pero hacelo.