Mati Spano: cómo construyó una carrera en redes, cuál es su técnica para desconectarse del teléfono y por qué elije al humor como sello

En Nacidos en Redes, el creador de contenidos contó cómo fueron sus primeros pasos en las plataformas digitales y a qué le teme en el mundo virtual. Además, reveló secretos sobre su éxito en TikTok

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Nacidos en Redes - Mati Spano

Matías Spano es un creador de contenido argentino conocido principalmente por su presencia en plataformas como YouTube y TikTok. Sus videos comenzaron a viralizarse durante la pandemia cuando tenía sólo 16 años.

Cautivó a su público a partir de un estilo humorístico muy particular, la creación de personajes y la edición dinámica que aplica en cada uno de sus contenidos. Actualmente, cuenta con una comunidad de 42 millones de seguidores en las principales plataformas y redes sociales.

Pero además de su tarea en las redes, es actor y músico. Tras las exitosas presentaciones en 2023, volvió al teatro con su obra Mati Spano en vivo durante las vacaciones de invierno y en mayo de este año lanzó su último disco: Iris.

“Me inspira Miranda, la estética, los videoclips, ese concepto de rock. Estoy buscando mi propio sonido, mis recursos y elementos para contar mi historia”, explicó el artista, quien recientemente estuvo en México para grabar videoclips de sus nuevos temas.

Mati: “Todos estamos un poco atrapados en las redes, seas creador de contenidos o usuario”
Mati: “Todos estamos un poco atrapados en las redes, seas creador de contenidos o usuario”

Mai: — ¿A qué edad arrancaste con todo el mundo de las redes sociales?

Mati: — A los 16 años. Hace cuatro años.

Mai: — Estabas en la escuela todavía…

Mati: — Sí, terminé la escuela y después hice siete meses de dirección cinematográfica. Algo sé de las cámaras, pero después pinchó.

Mai: — ¿Por qué?

Mati: — Porque vivía lejos, viajaba mucho y no tenía tiempo para grabar los videos que era lo que más me gustaba hacer.

Mai: — ¿Y cómo surge esta pasión por los videos?

Mati: — Yo era cero redes. Tenía una cuenta de Instagram en donde tendría 40 seguidores. Y empezó a usarse mucho TikTok y yo me lo descargué porque estaba aburrido en una clase de biología. Al principio no me gustó mucho la plataforma, me pareció rara, pero después con el tiempo me empezó a copar y pasaba como 7 u 8 horas al día conectado.

Mai: — Problemático.

Mati: — Sí, problemático. Me empecé a hacer adicto y dije: “Voy a tratar de subir algo”.

Mai: — ¿Nunca lo viste como una veta profesional?

Mati: — No, para nada. Estaba jugando.

Mai: — Y en ese momento, ¿qué te imaginabas haciendo a esta edad?

Mati: — Siempre me vi como artista. De chico ya hacía obras de teatro. Siempre me gustó actuar y cantar también. Era como el artista del colegio.

Mai: — ¿Y qué fue lo primero que subiste a TikTok?

Mati: — Fue un baile, nada que ver a lo que hago hoy. Un baile con dos amigas. Era algo del momento. No me salió, obvio. Yo soy un queso para bailar, pero me parecía divertido.

Mai: — ¿Cuándo te volves viral?

Mati: — Una vuelta me peiné el pelo que lo tenía muy largo durante la pandemia y con los rulos se me hizo una cosa gigante. En ese momento había tenido como 20 mil visitas y para mí era un montón pasar de 40 seguidores a 20 mil visitas, yo me sentía Shakira (risas). A la gente le empezó a gustar mi contenido, hacía cosas en inglés, pero empecé a hacer en español porque veía que los que más me seguían eran argentinos.

Mai: — ¿Tenías un plan de qué tipo de contenido querías hacer o fue como ver qué sale?

Mati: — A mí no me gustan las rutinas, no me gusta seguir una estructura. Me doy lugar a crear nuevo contenido. Mi contenido desde el primer día fue mutando cinco mil veces.

Mati tiene una comunidad de 42 millones de seguidores en las principales plataformas y redes sociales.
Mati tiene una comunidad de 42 millones de seguidores en las principales plataformas y redes sociales.

Salud mental

Esta semana, el Director General de Salud Pública de Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy, propuso implementar etiquetas de advertencia en redes sociales como YouTube y TikTok, debido a su impacto negativo en la salud mental de los adolescentes. Según Murthy, el uso excesivo de redes sociales aumenta significativamente el riesgo de ansiedad y depresión en los jóvenes, quienes pasan un promedio de 4.8 horas diarias en estas plataformas.

Aunque el debate se centra en Estados Unidos, tiene implicaciones globales. El consumo de redes sociales ha aumentado notablemente, especialmente tras la pandemia, y en algunos casos ha afectado gravemente a los usuarios más jóvenes con síntomas de ansiedad y depresión. ¿Existe el punto de equilibrio? ¿Cómo lo vive Matías como creador de contenido y usuario?

Mai: — Tal vez ahora teniendo millones de seguidores no te pasa tanto, pero cuando recién arrancabas, ¿te daban ansiedad las redes y ver cómo le iba al contenido que subías?

Mati: — Sí, obvio. También a veces cuando no dan los números, porque TikTok cuando no subís por varios días, después no tenés la misma cantidad de visitas, es como que te perjudica, te penaliza. Eso sí afecta un poco porque es un laburo.

Mai: — ¿Te sentís un poco atrapado en esta red social? Que es bastante nociva por esto que comentás de que si en tres días no subís algo, te penaliza el algoritmo…

Mati: — Sí, pero siento que todos estamos atrapados. Todos estamos en la misma. Seas o no creador de contenido. Siento que hoy la vida pasa por lo que pasa a través de las redes. Si no estás conectado, es muy difícil saber de la vida de la otras persona y darte a conocer lo que te pasa.

Mai: — ¿Alguna vez las redes sociales te generaron sensaciones negativas, angustia, depresión? ¿Te ha pasado en algún momento?

Mati: — Sí, el año pasado. Fue un momento ahí con mucha terapia. De un momento a otro, me empecé a sentir mal, como que no tenía ideas, no tenía ganas de grabar, no me encontraba y siento que son procesos que no te pasan una vez, te pasan cinco mil veces en la vida y hay que normalizarlos. A todos nos pasan y la mejor es transitarlos.

Mai: — ¿Cómo ves a tu generación con respecto al uso del teléfono? Porque tal vez están comiendo todos juntos, pero a pesar de estar físicamente también están con el celular en la mano. ¿Qué opinás de eso?

Mati: — Yo era super adicto al teléfono y le fui dando un poquito de lugar a la vida misma, a lo físico, a la interacción, a hablar.

Mai: — ¿Y cómo hiciste para poner ese freno?

Mati: — Lo configure para que no me lleguen las notificaciones en ciertos horarios. Después de las 10 de la noche no me llega nada. Y en TikTok no tengo notificaciones activadas.

Mai: — ¿Sentís que hoy en día la gente vive menos en realidad y más conectada?

Mati: — Sí, vive pero por otro lado. Vive digitalmente, o sea la vida está ahí. En Instagram, en TikTok…

Mai: — ¿Se gana bien siendo creador de contenido?

Mati: — Sí, más de lo que hubiera imaginado.

Mai: — ¿Cómo te administras?

Mati: — Soy de ahorrar, soy de pensar en el futuro porque no sé cuánto más voy a tener esta oportunidad que la vida me dio. Estoy muy feliz de tenerla, pero uno nunca sabe el día de mañana. Tal vez yo no quiera hacer más videos. Quizás me quiero alejar.

“Soy muy agradecido porque trabajo de lo que amo”, confesó el creador de contenido.
“Soy muy agradecido porque trabajo de lo que amo”, confesó el creador de contenido.

Bullying

Mai: — Hoy las cosas están cambiando, pero todavía hay mucho bullying. ¿Te sentiste alguna vez juzgado en tu camino artístico?

Mati: — Sí, sufría mucho en el colegio.

Mai: — ¿Qué te decían?

Mati: — Hacían como que no existía o me escondían las cosas. Eran malos. Yo doy gracias a mi mamá, a mi papá, al universo por darme la educación que tengo, fui a un buen colegio, que me dio el lugar en donde estoy hoy. No solo con el inglés sino también de tener la mente abierta. En mi colegio se hacía mucho énfasis en el arte, tenía muchas horas de arte, de música, de actuación.

Mai: — Pero también es un tipo de colegio en donde tiene mucho protagonismo de deporte, ¿no?. ¿Cómo te llevabas con esa exigencia?

Mati: — Yo pateo para el otro lado, literalmente (risas). Te obligaban a jugar rugby hasta cuarto año. A mí me tiraban la pelota y yo la tiraba para el aire, si es que jugaba, sino estaba sentado en el banco. Era horrible porque del mismo año elegían a dos personas, que siempre eran los más top, los más populares, que elegían con quienes iban a jugar. A mí me elegían último. Era como un aguatero.

Mai: — Pero por lo menos te permitía aprobar educación física…

Mati: — No, me la llevaba también. Fue la única materia que me llevé (risas).

"Hoy en redes tenés que cautivar al público en 3 segundos sino se va”, admitió Mati.
"Hoy en redes tenés que cautivar al público en 3 segundos sino se va”, admitió Mati.

La vida en redes

Tener una fuerte presencia en las plataformas virtuales no sólo es sinónimo de fama o éxito en el mundo virtual, sino que también trae aparejada una gran responsabilidad por el tipo de contenido y la forma en la que se comunica. El miedo a la cancelación, los comentarios de los haters y la penalización de las redes son algunos de los temores que atraviesan los creadores de contenidos para mantenerse vigentes.

Mai: — ¿Tu éxito fue rápido o sentís que fue gradual en las redes?

Mati: — Fue muy rápido. Yo me acuerdo que por día estaba creciendo un millón de seguidores. Fueron tres días que crecí así muy rápido.

Mai: — ¿Qué video subiste para que eso pasara?

Mati: — No, en ese momento subía como 20 videos por día. Cuando estábamos en pandemia, tenía tiempo al pedo y subía, subía y subía. Ahora fue cambiando igual. Ahora es más calidad que cantidad. Antes se premiaba más si subías porque había menos gente y también había mucha más gente conectada ese año.

Mai: — ¿Hoy cuántos videos subís?

Mati: — Uno o dos.

Mai: — Hay una exigencia de estar creando constantemente y de renovarte que puede ser frustrante, ¿cómo lo vivís vos?

Mati: — Soy muy agradecido porque la verdad que trabajo de lo que amo. Estoy muy feliz y muy contento de que puedo vivir de esto y le puedo dar a mi familia también apoyo. Poder regalarles cosas…

Mai: — ¿Cuánto tardas en editar un video? Porque es lo más importante, ¿no?

Mati: — Sí, unos 30 o 40 minutos.

Mai: — Que a un video le vaya bien o le vaya mal, ¿crees que tiene que ver con edición o hay otros factores?

Mati: — Siento que como sociedad estamos acostumbrados a lo rápido, entonces, tenés que cautivar al público rápidamente. En 3 segundos tenés que captarlos porque sino se van. Es tan simple como mover el dedo y se van. Sí, siento que la edición tiene que ser dinámica.

Mai: — Cuando ponés publicar en TikTok o en Instagram, ¿qué hacés después?

Mati: — Lo dejo. Que fluya. Quizás entro a ver los comentarios, a ver si no me cancelan, si hice algo mal y sino ya lo dejo.

Mai: — ¿Y si te cancelan?

Mati: — Nunca me pasó, pero siempre existe el miedo. También me cuido mucho. Hoy en día hay que cuidarse qué decir porque la realidad es esa. Tengo una gran responsabilidad. Son 42 millones de personas. Yo hago humor negro y siento que eso es lo que atrae de mí, que hablo de tragedias que nos pasan y que lo veo con humor.

Mai: — Te reís mucho de vos también.

Mati: — Es que por eso siento que no me cancelan porque lo hago desde lo que me pasa a mí. Hay temas que son medio tabú y yo hago video de esos y atrae. Por ejemplo, de la muerte. Se me murió mi perro y yo hago un chiste y lo tengo tatuado y me duele un montón, pero lo trato de ir llevando por la comedia porque todos nos morimos y mejor verlo con una sonrisa que como una tragedia. Tenía 17 años, era mi mejor y me acompañó toda la vida. Fue muy difícil, pero me sirvió llevarlo a través de la comedia.

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