¿Cómo te llamas? ¿A qué te dedicas? Nuestro cerebro decodifica que la mayoría de las veces después de la pregunta por nuestro nombre viene la pregunta sobre lo que hacemos. Con un trabajo no solo buscamos sustento económico. El trabajo también nos da un sentido de pertenencia, una identidad. Seas futbolista, docente, ama de casa, carpintero, o ingeniera agrónoma, una parte de tu identidad está marcada por aquella actividad a la que le dedicás tantas horas por día. Por eso no debería asombrarnos que los mayores fantasmas que acechan en los algoritmos sean sobre el trabajo. ¿Cómo la inteligencia artificial va a afectar (y ya está afectando) a nuestros trabajos? ¿Hay trabajos que dejarán de existir? ¿Se crearán puestos nuevos, como en las revoluciones tecnológicas anteriores? ¿O esta vez sí llegará el fin del trabajo? Hay muchas preguntas y pocas certezas.
Lo que sí sabemos es que estamos viviendo una transición y que el panorama está cambiando de manera muy acelerada, incluso mucho más rápido que en la primera revolución industrial. No es fácil comprender el alcance de estos cambios y corremos el riesgo de sacar conclusiones apresuradas.
Para darnos una idea de la rapidez de los cambios, uno de los estudios más citados sobre el impacto de la automatización sobre el trabajo lo hicieron dos economistas de la Universidad de Oxford Benedikt Frey y Carl Osborne, que predijeron en 2013 que los trabajos más afectados por la digitalización iban a ser los de menor calificación, los más repetitivos. Ese estudio se publicó hace solo diez años, cuando todavía no había irrumpido la big data de manera masiva ni el Chat GPT y la inteligencia artificial (IA) generativa. Ahora, los análisis ponen el énfasis en la amenaza a los trabajos más calificados, los que implican mayor contenido cognitivo. Entonces, ¿qué va a pasar?
CAPITULO 2
En este segundo episodio conversamos con Ramiro Albrieu, economista, docente en la Universidad de Buenos Aires y director de Sur Futuro, un centro de investigación e incidencia sobre el futuro del trabajo en América Latina y el Caribe, con base en Montevideo, Uruguay. Ramiro nos va a ayudar a entender qué podemos esperar de estos cambios y especialmente qué cree que va a pasar en nuestra región. ¿Podríamos ilusionarnos que con la IA llegará una mejora de la productividad, tan necesaria en la región? ¿Hay un riesgo de que la desigualdad de nuestras sociedades crezca con la irrupción de la IA?
Lo primero importante, nos dice Ramiro, es que tomemos dimensión de la envergadura de la transformación: “Hay una segunda gran mudanza. En un primer momento, nos vinimos todos a las ciudades: nos aglomeramos, creamos la industria y la manufactura. Ahora nos estamos yendo a otro mundo, que es el mundo de los bytes y ahí adentro ese mundo tiene otra geografía, otras reglas y ahí es donde aparecen todos estos modelos de negocios nuevos que estamos tratando de entender”.
Albrieu cree que es difícil imaginar que haya empleos que no sean afectados de alguna manera. “Esa nueva forma de hacer las cosas, tiene carácter sistémico, afecta a todo lo que hacemos y está revolucionando cada sector de la economía. Entonces es imposible pensar en algún empleo que no sea de alguna manera afectado por esta nueva forma de hacer las cosas”, advirtió.
Para no paralizarnos por el miedo y la incertidumbre, pero tampoco caer en ilusiones de que todo será resuelto por máquinas, el experto explica: “Hay dos narrativas que creo que son una forma equivocada de ver las cosas. Una, la narrativa tecno-pesimista, dice que llegó el fin del trabajo. Seguramente tu trabajo tiene que cambiar en varias cosas que hacés, alguna de las tareas no las hacés más, te apoyas en una máquina, en un dispositivo, pero otras no. Esa persona tiene capacidades para vender otro servicio, entonces la ocupación no desaparece, se reubican las tareas que uno hace, utiliza estas herramientas para aumentar lo que uno puede hacer, la productividad del tiempo y demás. La otra narrativa que también me parece preocupante es el tecno- optimismo. Creer que viene una tecnología y resuelve todos los problemas. Los problemas son sociales; son del colectivo de las personas, no son de la tecnología”.
El episodio de hoy comienza con un breve diálogo con Gabriel Romero, productor musical de Chaco, que con la ayuda de inteligencia artificial hizo la cortina musical de nuestro podcast. Le preguntamos cómo es trabajar ayudado por IA y cómo suele utilizarla en empleo. Como quizás les pasa a muchos de ustedes si ya probaron alguna herramienta de IA, Gabriel consideró como un aspecto positivo que “te saca de la hoja en blanco”.
¿Querés conocer más sobre la IA y el trabajo?
Algunas recomendaciones de lectura:
Automatizados, Vida y trabajo en tiempos de inteligencia artificial, de Darío Judnik y Eduardo Levy Yeyati, Editorial Planeta. Los autores armaron un sitio web sobre el libro que tiene muchas recomendaciones de lectura. Clic aquí.
Desiguales, de Leonardo Gasparini, Editorial Edhasa, analiza en el capítulo 5 la carrera entre la educación y la tecnología. En el sitio web del CEDLAS de la Universidad Nacional de la Plata. Podés acceder a las estadísticas del libro y más info.
A la revolución hay que hacerla. El futuro del trabajo en Argentina frente a la cuarta revolución industrial, de nuestro entrevistado Ramiro Albrieu. Ramiro analiza qué cambios deberíamos realizar para adaptarnos a la nueva revolución tecnológica y no perder sus beneficios. En el sitio web de CIPPEC podes acceder a su artículo.
*Julia Pomares es co-fundadora del capítulo latinoamericano de GIDE (The Global Initiative for Digital Empowerment) y Profesora Invitada de la Escuela de Gobierno de la Universidad Di Tella.