Ricardo Caruso Lombardi es un ex jugador de fútbol, periodista y destacado entrenador argentino, conocido por su habilidad para salvar equipos del descenso. Inició su carrera como director técnico en Defensores de Belgrano en 1994 y tuvo su primer éxito significativo con Sportivo Italiano en 1996 con el ascenso a la Primera B Nacional.
Su habilidad para rescatar equipos se hizo más visible cuando salvó a Estudiantes de Buenos Aires del descenso en la temporada 1996-1997. A lo largo de los años, dirigió numerosos equipos, como El Porvenir, All Boys y Tigre, con quienes logró ascensos y campañas exitosas, consolidando así su reputación como el “Salvador de equipos que pelean el descenso”.
Su primer gran éxito en la Primera División llegó con Argentinos Juniors en 2007, donde, recomendado por Diego Maradona, ayudó al equipo a alejarse del descenso. Luego se destacó en Newell’s Old Boys, Racing Club y San Lorenzo, al salvarlos de caer en la siguiente categoría. En su tiempo en Racing Club, el equipo pasó de estar en zona de descenso a terminar quinto en el torneo Clausura 2009. Sin embargo, tras una serie de malos resultados, su paso por varios clubes de Primera División terminó de manera abrupta debido a conflictos internos y problemas con la dirigencia.
A partir de 2014, Caruso continuó su carrera en equipos como Quilmes, Tristán Suárez y Sarmiento de Junín, a quienes logró salvar del descenso. Su último gran desafío en Argentina fue con Belgrano de Córdoba, donde a pesar de mejorar el rendimiento del equipo, renunció debido a presuntas persecuciones y manipulación de resultados.
Este año incursionó en el mundo del streaming y regresó al fútbol como director técnico del Miramar Misiones uruguayo, aunque su paso por el equipo fue breve y polémico debido a incidentes con el arbitraje. Tras esta experiencia, actualmente volvió a su rol periodístico como columnista en TN Deportivo.
La operación
Leo: — ¿Cómo fue la experiencia dirigiendo fuera del país?
Caruso: — El primer partido ya me cocinaron con Nacional de Montevideo. Una semana agarré el equipo, un equipo con un montón de dificultades, que lo tuve que hacer profesional de golpe, arreglarle un montón de cosas. Para mí era un desafío extra porque tuve una operación muy grave el año pasado, de un tumor que me sacaron de la cabeza. Para mí era hasta dónde podía llegar lo mío y en otro país porque yo acá en Argentina estoy prohibido para dirigir, entonces dije me voy a otro país que no me van a joder y por ahí voy a estar tranquilo. Por lo menos voy a dirigir algo que tengo ganas.
Leo: — ¿Querías ver a nivel salud cómo era tu vuelta?
Caruso: — Sí, ahora me sigue molestando el ojo.
Leo: — ¿Por qué?
Caruso: — Porque es el líquido raquídeo que no me termina de salir por la vena porque me quedó aboyada por el tumor.
Leo: — ¿El tumor era benigno?
Caruso: — Sí, era benigno. Me lo sacaron porque me lo encontré de casualidad. Estaba caminando en el parque, me fui a hacer un estudio, por hacérmelo, y me salió un tumo de 4 centímetros. Me quería morir.
Leo: — Una intuición que te salvó.
Caruso: — Fue una tortura los meses antes de operarme. Es como que te despedís de todos.
Leo: — ¿Tuviste miedo?
Caruso: — Sí, mucho.
Leo: — ¿De morirte de esto?
Caruso: — Sí, de eso o salir mal de la operación.
Leo: — ¿Pero te podías morir por la operación en sí?
Caruso: — Y una operación de cabeza… te abren la cabeza, te levantan el hueso del cráneo. ¿Qué sabés qué te puede pasar? Cuando me lo abrieron me explotó, me lo dijo el médico. Parecía una bala que salió.
Leo: — Y salió todo bien, por suerte.
Caruso: — Salió todo bien, pero me quedaron síntomas porque el líquido raquídeo no me termina de salir, de drenar, me queda en la cabeza y se me instala atrás de los ojos. Es como que te inunda el ojo y me queda turbio durante 10 o 15 segundos y se me vuelve a abrir.
Leo: — ¿Eso te pasa todos los días?
Caruso: — Sí, todos los días.
Leo: — ¿Se te va a ir en algún momento? ¿Qué te dicen los médicos?
Caruso: — Si no se me va, me tengo que operar otra vez. Me tendrían que poner una válvula. Es parecido a lo que usan con hidrocefalia, que te ponen una válvula para sacar el líquido. Eso es lo que me tienen que hacer.
El salvador del descenso
El apodo surgió con el paso de los años y el incremento de la lista de equipos que Caruso iba salvando. Según relata el DT, los hinchas aún lo paran en la calle para agradecerle aquellos partidos cruciales en los que, bajo su conducción, losequipos lograron mantener la categoría en situaciones de alta tensión y máxima competencia.
Leo: — Al Gallego Insúa el otro día le pregunté si era difícil ser entrenador de fútbol y me dijo: “No es una profesión muy recomendable”. ¿Qué opinás vos?
Carusso: — Sufrís mucho.
Leo: — ¿Vos sufrís dirigiendo?
Carusso: — Yo sufrí mucho desde que Diego (Maradona)me encuentra. Todo arrancó cuando me encuentra en un bar y me dice: “Vos no podés dirigir más en la B, tenés que dirigir la A”. Y yo le digo: “¿Cómo querés que haga?. “Yo te voy a recomendar a Argentinos Juniors”, me dice. Me recomienda y en una semana yo estaba dirigiendo. La verdad que conmigo se portó. Yo lo tengo como top al gordo. Es algo impresionante. El que lo conoció como lo conocí yo, verlo jugar, para mí fue extraordinario. No vi nunca nada igual.
Leo: — Vos experimentaste un Maradona generoso fuera de la cancha, que otros lo saben pero no lo vivieron.
Carusso: — Sí y no siendo muy amigo de él. Una amistad normalita. No una amistad de esas que vas a comer todos los días a la casa. Él se la jugó conmigo porque me dijo que le gustaba cómo dirigía. Me conocía de pibe, de Argentinos, de Parque…
Leo: — O sea que Diego te abrió la puerta a la A.
Carusso: — Sí y yo a partir de ahí no paré más. Desde 2007 hasta 2018 peleé todos descensos y me salvé, con los jugadores de turno, en casi 10. En 2007 Argentinos, en 2008 Newell’s, 2009 con Racing, 2010 con Tigre. El 11 fui al descenso con Quilmes por un gol, que fue una campaña histórica, después fue San Lorenzo otra vez el 12, el 13 Argentinos, 14 Quilmes, 15 Arsenal, 16 Sarmiento, fueron todos seguidos. ¿Sabés cómo quedé no? Presión alta, apnea de sueño, me agarraron 200 cosas. Quedas colifa.
Leo: — Por todo eso te quedó el mote de “salvador del descenso”.
Carusso: — Por culpa de Diego porque me dijo: “Salvá del descenso a Argentino en 2007″.
Leo: — ¿Salvarse del descenso es como ganar un campeonato?
Carusso: — Más. Te das cuenta con el paso del tiempo porque la gente me encuentra y me agradece. La gente se queda más con la emoción de haberse salvado del descenso y por ahí no con el técnico que salió campeón de laLibertadores, por decirte algo. Porque el hincha no quiere tocar el descenso es como una mancha que no se la puede sacar más.
Leo: — De Caruso “vende humo” a “salvador del descenso” hay un mundo entre medio, pero así es el fútbol argentino. ¿Cómo aprendiste a sobrellevar el mote bueno y el malo? ¿Te reís? ¿Te da bronca?
Carusso: — Al principio me enojaba lo del vende humo. Me empezaron a romper desde la época de Tigre. Ahí ya me jodían con eso. A mí no me gustaba porque yo sacaba resultados. Le ganamos a todos. Agarraste Buenos Aires, se iba al descenso tenía que ganar 7 partidos de 10 y ganamos 9. Entonces, All Boys con cero puntos lo agarré y en 10 partidos teníamos 30 puntos. Ganamos los 10 partidos. De 10 descensos me salvé de 9. ¿A vos te parece que uno es vende humo? Hay algunos que no ganan nunca y tienen laburo siempre. Un montón
Leo: — ¿Es porque son más amigos del poder como vos no querés ser?
Carusso: — Hoy el poder digita a los técnicos. Hoy el poder dice quién dirige y quién no dirige. Por eso, en un año hay técnicos que dirigen tres veces en tres equipos diferentes, cuarto meses en cada equipo. ¿Por qué? Porque lo permiten.
Selección
Leo: — ¿En algún momento hubo hinchas que te pidieron que agarraras a la Selección?
Carusso: — Estuve a punto.
Leo: — ¿Cuándo fue?
Carusso: — Fue cuando agarró (Edgardo) Bauza. Fue cuando estuvo el cuarteto dirigiendo la AFA, con Armando Pérez a la cabeza, ahí me llaman. Yo estaba trabajando en Debate Final y me llaman a las 11 de la noche que tenía que ir urgente a una reunión con ellos. Ya habían hablado con Miguel Russo, con Ramón Díaz, con Bauza y quedaba yo.
Leo: — ¿Hablaron con los cuatro y después eligieron a Bauza?
Carusso: — Sí. Esto es como todo, pero lo tienen que ver los dirigentes…
Leo: — ¿Hubo un momento en el que ya te viste director técnico de la selección argentina?
Carusso: — No. Para mí en ese momento era para Diego Simeone también. Yo pensaba eso y lo dije en muchos lugares. Venía de Europa, de hacer unas campañas muy buenas, un tipo que había jugado en la Selección. Yo lo veía con mucha imagen para dirigir a la Selección. Pero cuando se ponen hablar conmigo les dije las dificultades que venía. Y ellos en su momento, había salido una decisión local, que iban a buscar jugadores de acá para entrenar, hacer amistosos, como una selección B. Ellos sabían que a mí me gustaba la idea y que soy de sacar muchos jugadores; y podía estar esa propuesta. Pero después se quedaron porque los clubes no se animaban a ceder los jugadores y es un error porque vos ponés una selección B de número 5, por ejemplo, levantás a los jugadores que después los lleva cualquier equipo de Europa. A eso apuntaba yo. Ellos a mí me dijeron si yo me animaba a dirigir la sub 15 o la sub 18. Si yo hubiera sido pillo, lo agarraba. Pero yo nunca dirigí pibes, siempre grandes con algunos más chicos. Pero no todos pibes y a mí me parecía que había muchos técnicos con capacidad para dirigirlos. Yo podía meterme y si ganaba 10 partidos con la sub 18 capaz me lleva a la mayor. Podría haberme hecho el hueco, pero no lo hice. Son cosas que uno decide en la vida y mi decisión fue esa.
Leo: — ¿Se es feliz siendo entrenador o se es más feliz siendo jugador?
Carusso: — Yo creo que siendo jugador es como que tenésmás revancha porque vos jugás, entonces si te equivocas, te equivocas vos jugando a la pelota. Vos erras el gol, el pase, a vos te bailan, pero siendo técnico dependes de los jugadores. Yo te puedo dar todo el material: dónde jugamos, qué cancha, contra quién, te muestro videos, te digo cómo tenésque jugarlo, todo lo que vos quieras, pero no defino yo, definen todos los chicos. Para mí disfrutás mucho más como jugador que como técnico.
Leo: — ¿Te gustan las figuras presidenciales de Román Riquelme y Sebastián Verón, por ejemplo?
Carusso: — Me gusta porque son gente de fútbol. Después, tienen que llevar las cosa bien, como corresponde, pero a mí me parece que tiene mucho que ver que vengan del fútbol. Yo creo que hay muchos paracaidistas hoy que manejan el fútbol y no saben qué es una pelota. Muchos paracaidistas que manejan mucha plata, se han salvado con el fútbol y no tienen idea de nada. Empresarios, dirigentes, muchos técnicos que han aparecido de la nada. Me parece que el tipo que tuvo vestuario, que jugó, tenés que tener una diferencia.
Leo: — La última. ¿Qué Caruso es mejor el entrenador, el jugador o el que baila rock and roll?
Carusso: — El que baila rock and roll (risas).