Wali Iturriaga: sus inicios en las redes, cómo es su rutina creativa y qué impacto tienen sus personajes en el público

En Nacidos en Redes, el ciclo de Infobae que invita a descubrir personalidades del mundo virtual, el humorista reveló los secretos de La Jenny; cómo divide su tiempo entre una familia de cinco hijos y su carrera en ascenso; y qué planes tiene para este año.

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Eduardo Beltrán Iturriaga, conocido artísticamente como Wali Iturriaga, es artista e influencer. Si bien tenía un recorrido actoral en teatro, saltó a la fama gracias a las redes sociales a partir de sus videos de humor en los cuales interpretaba a distintos personajes que él mismo creaba.

Actualmente, cuenta con más 16 millones de seguidores en TikTok, Instagram y YouTube; y este año alcanzó el récord de espectadores en el teatro a partir de su gira nacional.

El próximo 1 de agosto llega al Teatro Astral con su espectáculo galardonado con el premio Estrella de mar 2024 “La Jenny…Y dónde está Juan Carlos?”. Se trata de una obra teatral musical donde Wali estará acompañado por toda su familia. Las entradas estarán a la venta a partir del 4 de julio.

Junto a su esposa, Milagros Pérez o Mity, como la conocen en las redes, están juntos hace 19 años y tienen cinco hijos: Luna de 6 meses, Titi de 4 años, Milo de 10 años, Martu de 12 y Luisana de 15.

“Ver todo lo que se podía generar a través de las redes me abrió la cabeza”, admitió Wali.
“Ver todo lo que se podía generar a través de las redes me abrió la cabeza”, admitió Wali.

Mai: — ¿Cómo empezó esta fenómeno? ¿Cuál es el origen de tu carrera?

Wali: — Empezó un poco al revés de lo que la gente cree de que nací en las redes. Obviamente, la explosión fue en las redes y yo no lo niego. La gente en la calle me conoce y me dice: “Te veo en TikTok o en Instagram o en YouTube”. Estoy presente en todas, pero yo empecé haciendo teatro, personajes. Empezó en realidad como algo solidario. Yo soy de Corrientes y me dedicaba completamente a otra cosa.

Mai: — ¿A qué te dedicabas?

Wali: — Tenía gimnasios, toda mi vida me dediqué a entrenar gente, tengo 20 años de carrera de profesión y, paralelamente a eso estudié teatro, mi mamá escritora.

Mai: — Siempre te gustó lo artístico.

Wali: — Sí, hoy me muestra mi mamá alguna foto de chiquito en donde ya estaba actuando con pelucas. Toqué en bandas punk, estuvo en giras, tuve mucho escenario, pero mi vida estaba centrada en el gimnasio. Pero las redes yo ya las usaba para mi negocio hasta que me dediqué más al teatro y a cambiar completamente el rumbo de mi vida; y a ahí las redes fueron una herramienta. Después vino la pandemia y se potenció.

Mai: — ¿En qué año empezaste fuerte con el teatro y las redes?

Wali: — En 2018. Hace poco, pero para mí es una eternidad porque es tan intensa toda esta vida…

Mai: — ¿Cómo fue ese primer video de 2018? Porque ya eras papá, ya tenías una vida armada por así decirlo.

Wali: — El primero yo estaba fuera del país y me encuentro con Stephanie Demner en unas vacaciones y hicimos un videíto de humor. Y yo dije: “Que loco cómo explotó en las redes, lo rápido que llegó”. Yo tenía unos 10 mil seguidores, que en ese momento era mucho, pero era todo más enfocado en el gimnasio y cada tanto algo de humor. De a poco empecé a grabar videos jugando con mis hijos, con mi mujer, me ponía una peluca.

Mai: — Se podría decir que tu madrina en las redes fue Stephanie Demner.

Wali: — Sí, (risas). Fue como el disparador. Yo en ese momento no prestaba atención a los me gusta, ni a las reproducciones ni a nada. Así que empecé a jugar un poco ahí hasta que las pelucas, entre juego y juego, hicieron el quiebre en esa expansión que tuvieron mis redes. En se momento pegó un personaje que se llama Cachilo, que lo hago muy poquito ahora. Es una especie de caricatura de un villero correntino, muy simpático y yo con ese personaje tenía la posibilidad de hacer toda la parte solidaria. Me ponía la peluca y unos dientes postizos y me metía en los barrios para juntar cosas para ayudar a quienes tenían alguna necesidad o enfermedad y lo conseguíamos muy rápido por las redes. Eso a mí me abrió la cabeza al ver todo lo que se podía generar a través de las redes.

Mai: — ¿Qué te motivaba a ayudar?

Wali: — Dos cosas. Uno era ver que yo tenía esa ventaja de poder hacerlo a través de las redes porque ya era medianamente conocido en mi ciudad y la segunda era que estaba casi sin querer saliendo de un camino que formé toda mi vida, que fue el de ser profe de educación física, que era mi profesión pero nunca fue mi sueño. Me gustaba y lo hacía con mucha pasión, me capacité con todo el mundo…

Wali: “A veces la gente piensan que soy como mis personajes" (Foto: Instagram)
Wali: “A veces la gente piensan que soy como mis personajes" (Foto: Instagram)

Mai: — ¿Tus papás te impulsaron a eso?

Wali: — Mi papá era fisicoculturista, dueño de gimnasios, nací en un gimnasio así que era casi obvio ese camino que iba a tomar, pero no era mi sueño realmente. Y en un momento hice un quiere. A mí me gustó mucho porque Corrientes es una sociedad como todas las ciudades más chicas es muy cerrada y nos conocemos todos. A mí me tenían desde un lugar, el del gimnasio y ponerme una peluca, meterme a los barrios más carenciados, generó como un ¿qué pasó acá? Y hasta me marginaban un poco.

Mai: — ¿Te criticaron?

Wali: — Sí, un montón. Pero yo estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, me sentía tan feliz. Sin cobrar nada, nos íbamos a todos los barrios haciendo como giras y eso se empezó a expandir a Chaco, Misiones, Formosa. Y así empezó todo. MI familia siempre me apoyó y me acompañaban en todo porque siempre priorizamos la unión familiar. Íbamos con los chicos a todos lados. Sirvió mucho para ver otras realidades también.

Los personajes

Si bien varias de sus creaciones se viralizaron en las redes, un matrimonio compuesto por La Jenny y Juan Carlos se transformó en el foco de los reflectores no sólo por sacarle una sonrisa a su público sino también porque generó varias polémicas debido las “red flags” que los espectadores identificaron en esa pareja de ficción.

Mai: — ¿Cuándo nace La Jenny?

Wali: — En 2018 era un personaje más de los que hacía. ¿Viste esas cosas que jamás te imaginás que van a funcionar y funciona? Bueno, así fue. Yo estaba muy enfocado en otros personajes y este personaje fue una explosión en las redes. Yo no entendía nada. Si yo en algún otro video tenía 100 comentarios, en el de La Jenny tenía 2 mil. Yo decía: “Algo está pasando”, pero no lo quería ver todavía.

“Mis hijos hablan de La Jenny y de Juan Carlos como si existieran”, contó el humorista.
“Mis hijos hablan de La Jenny y de Juan Carlos como si existieran”, contó el humorista.

Mai: — Estabas medio negado, con ganas de seguir con otros personajes.

Wali: — Claro. No estaba muy convencido ni tenía una idea muy marcada. A mí me gusta mucho cuando armo un personaje darle una identidad, que yo me crea que eso existe y eso me pasa hoy en casa. Los chicos hablan de La Jenny y de Juan Carlos como si existieran. Cuando tomé en serio la situación y me di cuenta que estaba pasando algo con ese personaje, con ese universo, dije: “Voy por acá”. Y hoy sigo por acá todavía.

Mai: — ¿Hasta dónde llegas con el humor? ¿Hay un límite para vos?

Wali: — A mí lo que me pasa mucho en las redes y no pasa en otro ámbito es que la gente critica o juzga mucho al personaje y no al actor que está interpretando. Se entiende que es ficción. Yo hoy estoy haciendo un personaje, La Jenny es una mujer que muestra su vida con toda la locura que tiene, es tóxica, celosa, el marido también es celoso, pero más guardado, más pollerudo, víctima, si se quiere. Pero no tienen nada que ver conmigo. Son dos personajes como si en este momento estás haciendo una a Guillermo Francella e hizo un persona de asesino y uno no va a pensar que él es un asesino. La confusión que yo creo que hay en las redes es pensar que Wali es eso o es un mensaje que quiere dar o piensa así o es como La Jenny o Juan Carlos. Desde ese lugar me parece a mí que el humor no tiene límites, pero desde el otro lugar en el que sabemos que estamos conviviendo con un montón de cositas, que cualquier cosa puede molestar a alguien, sí hay un montón de límites y de cosas que yo no las hago.

Mai: — Con la toxicidad de La Jenny de alguna manera estás mostrando una situación que existe y no haciendo apología, al contrario, estás comunicando a través del humor la locura que puede llegar a vivir una pareja.

Wali: — Los mensajes que más me llegan es de parejas que están viviendo alguna situación así y me dicen: “¡Qué loco! Con mi mujer discutíamos por esto y hoy vemos un video y hoy nos podemos reír y podemos hacer una especie de terapia con todo lo que estábamos pasando”.

Wali junto a su mujer Milagros y sus hijos Luisana, Martu, Milo, Titi y Luna, la más pequeñita
Wali junto a su mujer Milagros y sus hijos Luisana, Martu, Milo, Titi y Luna, la más pequeñita

La rutina

En una casa con siete integrantes, uno de ellos un bebé, el día a día requiere de una logística que le permita a Wali no sólo compartir tiempo con sus hijos sino también poder seguir creando personajes, ensayar y trabajar en sus próximos proyectos. ¿Cómo divide su tiempo?

Mai: — ¿Cómo es la vida en tu casa?

Wali: — A mi mujer y a mi nos gusta disfrutar de cada momentito con nuestros hijos y lo que voy a decir está mal, pero es lo que me está pasando ahora. Duermo dos horas por día, tres a lo sumo porque todo el tiempo que no estoy trabajando, estoy dedicado 100 por ciento a mi familia, a mis 5 hijos. Está mal, pero yo me siento bien haciendo eso.

Mai: — ¿A qué hora terminás la función?

Wali: — Depende porque generalmente hay dos funciones así que estoy cuarto horas arriba del escenario, así que a veces es a la una de la mañana.

Mai: — Y tenés un bebito, ¿de cuántos meses?

Wali: — 6 meses.

Mai: — ¿Se despierta mucho?

Wali: — No, por suerte se despierta a las 9 y desde ahí jugamos.

Mai: — ¿Por qué dormís tan poco entonces?

Wali: — Porque me acuesto muy tarde. A la noche es mi momento creativo. Es donde despierto todos los sentidos. Cuando vuelvo me pongo a escribir hasta las 5 de las mañana y en la semana mi hija más grande entra a las 7 a la escuela así que la llevo.

Mai: — ¿Cómo funcionas con esa exigencia? ¿Café?

Wali: — Poco. No me cae muy bien. Como muy sano, vengo de una vida con alimentación muy sana, muy dedicada al deporte.

Mai: — ¿Hacés deporte?

Wali: — Ahora muy poco, pero arriba del escenario hay exigencia. Voy con mi hijo a andar en skate.

Mai: — Me pongo en rol de mamá, pero ¿cuánto tiempo crees que vas a poder sostener este ritmo de vida? Si bien es muy gratificante porque es amor puro lo que recibís de la gente, también es muy sacrificado.

Wali: — Por ahora estoy bien. Todos me retan y me dicen que tengo que aflojar, dormir, descansar un poco, aflojar la cabeza. Encima otra cosa que hago mal es que me duermo con los auriculares puestos. Estoy haciendo cursos de dirección de cine y veo, por ejemplo, una charla de Guillermo del Toro y levanto a las 7 de la mañana escuchando Olga (risas).

“Las críticas para mí siempre son constructivas y las escucho porque me debo completamente al público”, confesó el entrevistado.
“Las críticas para mí siempre son constructivas y las escucho porque me debo completamente al público”, confesó el entrevistado.

Críticas

Mai: — ¿Recibís muchas críticas en las redes sociales? ¿Tenés haters?

Wali: — Sí, tengo. Pero pocos.

Mai: — ¿Cómo te impactan las críticas?

Wali: — Las críticas para mí siempre son constructivas, escucho mucho y aparte me debo completamente al público. Para mí es entregarme de lleno, sé que parte de mi trabajo es salir a la calle, sacarme hasta la última foto afuera del teatro. Mi show dura dos horas y yo estoy dos horas más afuera. Para mí es súper importante y lo voy a hacer hasta el último día de mi vida. Es mi manera de ver las cosas. Hay un montón de gente que conozco, me cruzo o veo que tiene muchísimo talento y la gente por ahí no lo elige, entonces yo soy un bendecido. ¿Cómo no voy a agradecer eso y estar entregado?

Mai: — ¿Cómo manejas el tema de la exposición de tus hijos en las redes sociales?

Wali: — Es algo que todo el tiempo me planteo y replanteo ¿está bien? ¿está mal? Me pasa también que yo mostré desde el comienzo, desde el primer nacimiento están ahí todos. Siento que las redes para mí son una gran familia y lo tomo en serio. Soy como inocente en eso, pero entiendo que hay un montón de cosas malas que pasan y muchas veces la gente me escribe y me advierte. Por ejemplo, un día subí una foto del primer día de clases de uno de mis hijos y yo lo hice sin darme cuenta. Me escribieron y me dijeron: “No te conviene hacer eso”. Y tienen razón.

Mai: — Recibís tanto cariño de la gente y es un público tan familia que uno no cree que puede pasar nada malo.

Wali: — Es desde ese lugar, sí. Pero sí me ha pasado desde el colegio de los chicos hasta afuera del teatro, que quieren sacarse fotos con ellos o los llaman por su nombre y en el momento no sabés cómo actuar porque lo siento tan familia y tan sano todo que me cuesta reaccionar o verlo de otra manera; y sé que estoy confundido y que lo tengo que manejar de otra manera.

Mai: — ¿Y qué piensa tu mujer de esto?

Wali: — Piensa como yo, pero ella es más estricta. Yo soy como más inocentón en ese sentido.

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