Valeria Mazza: “No manejo mis finanzas, de todo se encarga mi marido”

En Desencriptados, la modelo contó cómo administró el dinero que ganó a lo largo de su carrera, reveló qué propuestas económicas importantes recibió y se atrevió a responder el cuestionario Por sí o por no.

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Valeria Mazza es una destacada modelo, presentadora y empresaria argentina, reconocida mundialmente y es considerada la primera supermodelo latinoamericana. Desfiló junto a icónicas modelos como Claudia Schiffer, Naomi Campbell y Cindy Crawford, y trabajó para prestigiosas marcas como Valentino, Armani, Dolce & Gabbana, Versace y Christian Dior.

Fue tapa de revistas como Sports Illustrated, Vogue y Harper’s Bazaar, y desfiló para renombrados diseñadores como Gianni Versace, Giorgio Armani y Karl Lagerfeld, entre otros.

En 1996, fue incluida en la lista de las 100 mujeres más sobresalientes del siglo XX por The Sunday Times y El Mundo. También presentó el Festival de San Remo y ha protagonizado campañas publicitarias para Guess, Escada y Chanel.

En televisión, se desempañó como presentadora en FashionMTV Latinoamérica, condujo programas en Italia como Domenica In y fue jurado de Miss Universo.

Como empresaria, Mazza desarrolló una exitosa carrera empresarial con su línea de perfumes, una revista y su marca de anteojos, expandiéndose a mercados en España, Francia, Italia, Alemania y Estados Unidos.

Casada hace más de 20 años con el empresario Alejandro Gravier, tienen cuatro hijos: Balthazar, Tiziano, Benicio y Taína. En 2023, plasmo su vida personal y trayectoria profesional en una docuserie llamada Un sueño dorado, en la plataforma Paramunt+. En ella narra desde sus humildes comienzos hasta alcanzar el estatus de la primera supermodelo latinoamericana de renombre mundial.

"Yo siento que soy super relajada, pero sí es verdad que soy estricta en el sentido de que me gusta que las cosas se hagan lo mejor posible", admitió Valeria. (Maximiliano Luna)
"Yo siento que soy super relajada, pero sí es verdad que soy estricta en el sentido de que me gusta que las cosas se hagan lo mejor posible", admitió Valeria. (Maximiliano Luna)

Rulo: — ¿Es verdad que deseabas ser madre, pero no la carrera de modelo y de todo lo que hiciste?

Valeria: — Sí, totalmente. Así es. Esta carrera me eligió a mí. Me decían que tenía que involucrarme y de a poquito empecé a conocer lo que era el mundo de la moda, a hacer algunos desfiles, fotos y después como curiosa decía: “¿A ver de qué se trata?”. Después de estar un año en Buenos Aires, me ofrecieron irme a Milan y pensé que estar acá o allá iba a ser lo mismo y fui. Al tiempo me di cuenta que no era lo mismo. Pero valía la pena. Después sí, a medida que fui haciendo y conociendo, quise más y me fui poniendo objetivos.

Rulo: — ¿Tu primera foto como modelo fue para un comercio multimarca de Paraná?

Valeria: — Sí. Eso fue porque mi hermana Carolina, dos años mayor que yo, empezó a hacer desfiles en Paraná y de pronto me empezaron a decir a mí si quería hacer alguno. Para mí era algo divertido por la posibilidad de que te regalaran una remera, un jean, algo y así empecé.

Rulo: — Los que te conocen dicen que sos estricta, ¿vos te considerás así?

Valeria: — Depende en qué situaciones y en qué temas. Yo me siento como que soy super relajada. Sí es verdad que soy estricta en el sentido de que me gusta que las cosas se hagan lo mejor posible. Me gusta el esfuerzo, el trabajo, no entiendo eso de hacer las cosas a medias o decir: “Lo hago después”. Por ejemplo, sacarse la ropa y dejarla tirada. Si es lo mismo sacársela, doblarla y guardarla.

Rulo: — ¿No dejás nada para mañana? Todo lo que puedas lo metés en el mismo día.

Valeria: — Lo intento. Tengo una amiga que me dice que soy muy tachadora y es verdad. Me gusta ir tachando cosas de la lista. No me gusta tener muchos pendientes y también reconozco que soy una gran buscadora de emociones nuevas. Me aburro de las cosas entonces todo el tiempo estoy buscando cómo reinventarme, qué hacer.

Rulo: — ¿En tu carrera o en la vida persona?

Valeria: — En todo. Como mamá aprender todo el tiempo, no hago todos los días la misma rutina.

Rulo: — Con Alejandro estas hace 30 años, ¿intentan siempre hacer cosas nuevas?

Valeria: — Todo el tiempo porque nuestra vida es tan cambiante. Viajamos, se va uno, se va el otro, nos vamos juntos, nos extrañamos, nos encontramos en un lugar y tenemos un tipo, volvemos acá y tenemos otro tipo de vida, entonces es como que todo el tiempo es nuevo. Todos los días no nos levantamos a la misma hora, en el mismo lugar. Así que está bueno eso y además los dos somos bastante creativos.

Valeria: "En mi vida entré a un banco, no sé lo que es firmar un cheque. Pero sí tengo la educación de que todo se cuida, nada se tira, todo se recicla y sigo siendo igual al día de hoy". (Maximiliano Luna)
Valeria: "En mi vida entré a un banco, no sé lo que es firmar un cheque. Pero sí tengo la educación de que todo se cuida, nada se tira, todo se recicla y sigo siendo igual al día de hoy". (Maximiliano Luna)

Rulo: — ¿Cuál es la clave de tantos años con Alejandro?

Valeria: — Justamente creo que una es esa. La de no tener una rutina, tener una vida dinámica y después básicamente creo que es una elección. Yo creo que uno todos los días elige seguir estando donde está y seguir compartiendo la vida con la persona que tiene al lado. Hay cosas que las miramos a largo plazo y hay cosas que las renovamos día a día, a corto y a mediano plazo. Yo creo que mi vida compartida con Gravier es maravillosa y lo elijo.

Dinero

Inició en el modelaje a los 14 años y si bien al principio todo comenzó como una diversión, rápidamente su popularidad fue en ascenso y desde muy joven debió tomar decisiones pensando en su futuro. ¿Cómo se administró económicamente a lo largo de su trayectoria?

Rulo: — ¿Cómo te manejaste con la plata? ¿Te lo manejó siempre Alejandro o vos manejas tus finanzas?

Valeria: — No, no. Todo Alejandro. En mi vida entré a un banco, no sé lo que es firmar un cheque. Sí me tengo la educación de que todo se cuida, nada se tira, todo se recicla y sigo siendo igual al día de hoy.

Rulo: — ¿No te metés y opinás en qué invertir?

Valeria: — Sí, eso sí. Charlamos todo. Él comparte todo conmigo y lo decidimos juntos, pero se ocupa él.

Rulo: — Hay una frase que dice: “El dinero sí da la felicidad” que está basada en un estudio que hizo la universidad de Princeton. ¿Qué opinas?

Valeria: — No, pero ayuda porque uno está tranquilo. No tenés que estar peleando porque la incertidumbre muchas veces genera emociones que hacen mal. Te da tranquilidad si sabés que llegas a fin de mes, que tenés para darle de comer a tus hijos, que tenés para darte un gusto, obviamente que todo eso te da una vida más agradable, más sana.

Rulo: — ¿Qué opinas de las criptomonedas?

Valeria: — No sé mucho del tema. No tengo, soy demasiado clásica. Soy muy de tarjeta de crédito ni siquiera plata en mano. Somos más de terreno nosotros, de la vieja escuela, de ir a lo seguro: ladrillo y tierra.

El casamiento

Rulo: — ¿Hubo canje en el casamiento?

Valeria: — No (risas). Yo me casé hace 26 años. Hicimos una fiesta para 1200 personas.

Rulo: — Hoy ya no existe ese tipo de fiesta…

Valeria: — No. Aparte lo más gracioso porque en esa época no existían las Wedding Planners, fue Alejandro el que organizó absolutamente todo. Un año antes empezó a trabajar, organizó equipos de trabajo, como lo sabe hacer él, que hace magia, hace que las cosa pasen, y lo más maravilloso que tiene es que lo hace todo con buena onda. Le encanta gestionar y él en eso es muy bueno para manejar equipos de trabajo y yo en eso soy bastante mala.

Valeria: "Mi vida compartida con Gravier es maravillosa y lo sigo eligiendo".
Valeria: "Mi vida compartida con Gravier es maravillosa y lo sigo eligiendo".

Rulo: — ¿Te mostró la cuenta final después de todo eso?

Valeria: — Sí, obvio que sí. Aparte todos los proveedores, que tampoco podíamos elegir tanto porque no había mucha gente que en ese momento pudiera darle de comer caliente en el mismo momento a 1200 personas.

Rulo: — Y en una carpa fue, ¿no?

Valeria: — Sí, no había una carpa para todo eso. El de la carpa compró una nueva para traer para poder armar toda esta estructura. Había muchas cosas que se hicieron por primera vez en nuestro casamiento.

Rulo: — Yo siento que ustedes son como la nobleza de Argentina porque además hicieron un casamiento de ese estilo.

Valeria: — Yo siempre me imaginé un casamiento así. Yo me puse la coronita y todo (risas).

Rulo: — ¿Conocés a Máxima?

Valeria: — La conocí hace muchos años, pero no la volví a ver.

Rulo: — Tendrían que ir a comer a la casa de Máxima.

Valeria: — Me encantaría. Máxima cuando quieras, vamos. Nos pasó algo muy gracioso hace varios años estábamos en Bariloche esquiando y nos encontramos con ella y con Ale se conocían. Ella nos presenta a un amigo, nos sentamos comimos juntos en el restaurante que está arriba en el medio de la montaña. Después nos enteramos que era él, ahí recién empezaban a salir y era el príncipe. Él estaba ahí de incognito como un tipo común y ella lo presentaba sin decir quién era. Después resultaron ser la reina y el rey. Para mí ella es maravillosa, es un ejemplo de superación.

Playboy

En su auge de popularidad en el mundo de la moda y de los medios de comunicación, Valeria recibió una importante propuesta económica de la reconocida revista para fotografiarse desnuda. ¿Qué decidió y por qué?

Rulo: — Cómo modelo, ¿tuviste propuestas locas o de mucho dinero?

Valeria: — Sí, me ofrecieron hacer Playboy en la época de los 90 en la que todas lo hicieron: Cindy (Crawford), Naomi (Campbell), Claudia (Schiffer)... Me ofrecieron hacer Playboy y la propuesta era bastante tentadora porque hasta llegamos a la reunión de producción.

Valeria Mazza fue la primera supermodelo latinoamericana.
Valeria Mazza fue la primera supermodelo latinoamericana.

Rulo: — ¿Qué te tiró para atrás?

Valeria: — Que no me sentía cómoda haciendo ese tipo de fotos.

Rulo: — ¿Era con ropa interior?

Valeria: — No, no. Playboy no es con ropa interior. En el desnudo artístico nunca terminé de entender la parte artística. Es otra cosa a la que estaba acostumbrada, es otro público. La verdad es que lo analicé porque la propuesta era muy tentadora económicamente y además era mucha publicidad porque cada vez que una modelo aparecía después tenía muchísima prensa por hacerlo. Pero decidí no hacerlo y ya está.

Rulo: — ¿Te arrepentís de algunas propuestas que dijiste que no?

Valeria: — No, no. Yo creo que en la vida a veces llegas mucho más lejos diciendo que no que sí. Pero hay que saber decir que no porque es difícil. A mí al principio me costaba. Te ponés colorada porque sos chica, sos vulnerable, estás en un mundo laboral muy competitivo a nivel internacional.

Rulo: — ¿Y los hombres? ¿No te hacían propuestas, no se te tiraban famosos a nivel internacional?

Valeria: — Me han pasado cosas muy divertidas. Por ejemplo, cuando estábamos haciendo San Remo en el 96 me llegaron flores de Alberto Tomba, que era el gran esquiador italiano de ese momento, un personaje de aquella época. Alberto manda flores y cuando llego al camerino era un ramo enorme con una tarjeta y su teléfono. Entonces, lo llama Alejandro porque él es así de relajado. Le habla en Italiano y le dice que es mi novio. Alberto le pide disculpas y él le dice: “No, no te preocupes”.

Rulo: — ¿Le dijo: “Venite a comer”?

Valeria: — Le empezó a decir sos un ídolo, te amamos, te queremos conocer y terminamos íntimos de Alberto, obvio (risas).

Por si o por no

Valeria se animó a contestar el cuestionario de Rulo levantando los carteles de Sí o No, según corresponda. Infidelidad, el impacto del paso del tiempo en el cuerpo y las decisiones del pasado, fueron los tópicos en esta oportunidad. ¿Qué dijo?

Rulo: — ¿Perdonarías una infidelidad?

Valeria: — No. Creo que no. Porque a lo mejor uno puede perdonar, pero no puede olvidar. Entonces, vivir con esa cosa adentro… No creo que pudiera.

Rulo: — Estás hace 30 años con Alejandro, ¿nunca nada? ¿Ni un mensajito?

Valeria: — No, nada. Nada.

"Disfruté los '90, pero no volvería el tiempo atrás. Estoy disfrutando de todo lo construido", admitió Valeria. (Maximiliano Luna)
"Disfruté los '90, pero no volvería el tiempo atrás. Estoy disfrutando de todo lo construido", admitió Valeria. (Maximiliano Luna)

Rulo: — ¿Tiene clave su celular o lo pone sobre la mesa?

Valeria: — Lo tiene sobre la mesa. Yo también. No se me ocurriría jamás ponerle. Nada que esconder.

Rulo: — ¿Miedo a la vejez?

Valeria: — No, para mí es una guerra perdida y me parece que hoy en día con la sabiduría de los años que tengo, si tenés los años bien vividos, no me interesa. Además, también cuando tenés hijos la vida pasa por otro lado. Hoy quiero ser abuela y no quiero ser una abuela joven, quiero ser con arrugas. ¿Qué se le va a hacer? Lo más dignamente posible…

Rulo: — Igual, estás impecable.

Valeria: — ¿Me pusieron muchos filtros? Tengo lo que tengo que tener para la edad que tengo y no pasa por ahí mi felicidad.

Rulo: — Por sí o por no, ¿volver a los ‘90?

Valeria: — No porque yo cuando era chica me imaginaba esto: vestida de taiers, caminando con mis hijos de la mano, no me imaginaba todo eso que viví, que pasó y ya está. Lo disfruté, pero no daría nada por volver el tiempo atrás. Soy feliz con la experiencia que tengo hoy, con la seguridad que tengo hoy, la personalidad, la familia que tengo hoy. Estoy disfrutando de todo lo construido.

Rulo: —¿Te hubiera gustado ser un poco más rebelde?

Valeria: — Si hubiese sido más rebelde, no hubiera sido yo. Igual creo que en algún punto, tengo una cuota de rebeldía de cambiar el camino a último momento y no ir a Rosario, donde yo tenía a toda mi familia y camino recorrido, y me vine a Buenos Aires. El decir me tiro a la pileta y voy a probar en esta carrera, viajar. En ese sentido soy bastante aventurera.

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