“¡Cantalo, cantalo, cantalo...!”, es el latiguillo inconfundible de Sebastián Vignolo que para los amantes del fútbol preanuncia la ovación que estallará con el gol. Conocido por todos como el “Pollo” Vignolo, su presencia no se reduce a los varios partidos que relata en la semana, de lunes a viernes también conduce los programas ESPN F90 por ESPN, donde se prolongan los debates futboleros. Su primer Mundial como relator fue Francia 1998 y desde ese entonces estuvo en todos, incluido el del triunfo argentino en Qatar 2022.
Pero la primera vocación del “Pollo” fue ser futbolista. No saltó ninguno de los pasos desde que se inició en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, primero, y luego en Vélez Sarsfield donde llegó a jugar en la cuarta división y un partido en Reserva. Además, fue parte de selecciones nacionales juveniles de Argentina con la camada 1975. Pese a los sacrificios y a la voluntad que el “Pollo” y su familia le pusieron a su incipiente carrera deportiva, el propio Vignolo vio alejarse el sueño de llegar a la máxima categoría por una serie de lesiones, aunque él mismo hoy asegura con una sonrisa que sus condiciones no alcanzaban para ese grupo de elite que llega a primera división.
Leo: Tener los melli, que fue una búsqueda, ¿era el drama de tu vida?
Pollo: Al principio no imaginás que fuera a ser difícil. El embarazo fue difícil, viste cuando te dicen “la dulce espera”, para mí no fue una dulce espera, fue bravo. Para mi mujer, tampoco, fue difícil. Cuando es un in vitro todo es con mucho más cuidado. Y además imaginate yo el miedo que tenía que los perdamos, primero me cuidaba porque como todo decís “no, esperemos”, “no por ahora no, cuidémonos”, “bueno, vamos a tener”. Y después te empezás a desesperar, me afectaba, pasaba un tiempo y no podíamos tener y empezás a decir “che, pero está pasando el tiempo, ¿me estaré poniendo viejo?”. Empezás a buscar cosas que pueden ser el factor. Te dicen “estás muy estresado”, uno no sabe si está estresado o no está estresado. Pero después, gracias a Dios, se dio. Cuando nacieron vos decís, bueno, ahora me los llevo a mi casa y no. Salimos campeones y no me dieron la copa, se quedaron adentro de la clínica, fueron a incubadora, con todos los temores que uno tiene. Y hoy es lo más lindo que hay. Yo los disfruto mucho.
El relator sostiene que los hinchas lo ven partidario de uno u otro club, pero él reconoce que tiene afectos o coincidencias con distintos equipos. En el caso de los dos grandes, Boca y River, el Pollo le pone nombres a los protagonistas que lo movilizan, y los destaca: “Cuando voy a la cancha de River creen que soy de Boca y cuando voy a la cancha de Boca creen que soy de River. Con Riquelme tengo una buena relación. Y quiero que le vaya bien. Demichelis me parece un encanto, me gusta como es él, y quiero que le vaya bien. Ahora, cuando vas a relatar, querés que te vaya bien a vos. Vos sos hincha tuyo”.
Leo: ¿Futbolista frustrado podemos decir?
Pollo: Vos sabés que muchos creen que “futbolista frustrado” es una mala palabra. Yo quería jugar al fútbol en Primera
Leo: ¿Cambiarías todo?
Pollo: Según en qué equipo
Leo: Te cambio todo lo que sos hoy por jugar en la primera de Boca, River, Racing o San Lorenzo
Pollo: Y sí ¿Sabés lo lindo que es jugar al fútbol en Primera? Primero que es difícil, a mí me encanta, admiro a los tipos que llegan a Primera.
Leo: ¿Tenés alguna conclusión propia de por qué no llegaste a Primera?
Pollo: Puedo mentirte y decirte “porque me lesioné”, cosa que pasó. Pero no, no me daba
Leo: Cuando jugabas, ¿ya sabías que ibas a ser relator?
Pollo: Jugaba en el palier de la casa de mi abuela con las tapitas de gaseosa y decía “acá va con la pelota Kempes, roba Gareca”
Leo: ¿Edad?
Pollo: Siete u ocho años. La persona que le gusta el fútbol sueña con eso de jugar al fútbol.