Mauro Monzón, más conocido como Lit Killah, es cantante, compositor y streamer. Criado en una familia de clase media, desde temprana edad mostró un gran interés por el rap y el hip hop.
Durante su adolescencia, se sumergió en el mundo del Freestyle a través de videos en Internet y, a los 16 años, dio el salto al participar en competencias locales como El Quinto Escalón, de donde surgieron figuras como Paulo Londra.
Sin embargo, fue en El Campito Free donde su nombre comenzó a resonar con fuerza, especialmente después de una memorable batalla con Duki, que lo catapultó a la fama gracias a su rapidez en el doble tempo y su ingenio al improvisar.
Desde el 2017, Lit Killah lanzó una serie de sencillos que reflejaban su estilo único, entre ellos De$troy y Apaga el celular. Su firma con una importante discográfica consolidó su presencia en la escena musical. Colaboró con diversos artistas tanto locales como internacionales, como Hadrian, JD Pantoja, Dayme & El High, Rauw Alejandro, entre otros.
Uno de los momentos destacados de su carrera fue su participación en el exitoso remix de “Además de mí”, junto a reconocidos artistas como Rusherking, Khea, Duki, Tiago PZK y María Becerra.
En la actualidad sigue cosechando éxitos, incluyendo colaboraciones inesperadas como la versión cumbia y trap de “Killer Bombón” (El Bombón Asesino) con Los Palmeras, así como el reciente lanzamiento de “Carta de despedida” junto a Milo J y el rapero y cantante estadounidense Ronny J. Su versatilidad y talento continúan consolidando su posición como una de las figuras más destacadas de la escena urbana.
Sus papás
Nacido en González Catán, Partido de La Matanza, Lit no reniega de su pasado y del esfuerzo que le llevó convertirse en el reconocido artista que es en la actualidad. Al contrario, esas raíces se mantienen presentes en la construcción de ese cantante que arrancó a muy corta edad y que, en una realidad muy distinta a la de hoy, vislumbró un futuro en la música para ayudar a su familia.
Pollo: — ¿Cuán importante es, para todo lo que te está pasando, ser un pibe de barrio, venir desde abajo?
Lit: — Lo es todo porque una vez que ya pasan varios años y ya estás en la metido en la movida, te vas dando cuenta de gente que quizás, nació con muchas más oportunidades o más acomodado que uno en lo económico, y se quejan por cosas que no importan. Yo al haber salido de donde salí… gracias a Dios mis viejos son unos capos, siempre me criaron de la mejor manera, pero nunca nos sobró y nos ha faltado en la mayor parte de mi infancia, entonces sé lo que es no tener nada y a la hora de no tenés nada, tenés hambre y ese hambre es lo que te sirve de motor para cumplir cualquier objetivo que vos tengas. Yo desde los 16 años que empecé a meterle y no le bajé; y mi principal objetivo era llevar plata a mi casa. Está bien el arte, la música, todo lo que vos quieras, pero mi cabeza estaba en que quería vivir de esto y quiero sacar a mi familia de esta. Me puse eso al hombro y siento que el hambre actuó.
Pollo: — ¿Te referís al hambre de querer más, de la ambición?
Lit: — Exacto. El hambre de querer comerme el mundo. Comida nunca me faltó que yo tenga noción porque viste que a veces tus viejos te dicen: “No, no nos falta nada” y están tomando un mate cocido. Siempre desde los 14 iba buscando lo mío, viajaba por todos lados, vendía ropa, andaba en skate y vendía partes en la plaza Houssay cuando hacían la feria. Hacía trueque y me automantenía mi hobby que era el skate y siempre fui muy independiente en ese sentido.
Pollo: — Te va muy bien, los temas se pegan y estás en un muy buen momento, ¿no te da miedo que se vaya el hambre?
Lit: — No, me pasó. De hecho, si me ponés frente al LitKillah de los 16 años que no tenía nada hay una diferencia muy grande. Hoy en día yo estoy mucho más tranquilo. Tengo estabilidad económica, mi familia está bien. Me va bien en mi carrera, en todo, entonces eso a uno lo va poniendo en una zona de confort que no nos gusta porque después decís: “¿Qué onda? Yo no era así…”. De un momento al otro empezás a tomar más comodidades, pero siempre está eso que te repetís en la cabeza que decís: “Yo salí de acá”. Si quiero hacer todo lo posible para mantener esta vida que tanto me gusta, tengo que seguir laburando y meterle, pero es cuestión de seguir buscando motivaciones. Yo soy alguien que hago muchas cosas desde muy chico y me enamoro de muchas cosas. Me gusta aprender, entonces cualquier cosa que me gusta en el momento, me meto y la aprendo rápido, me pongo focus con eso, que quizás no tiene que ver con otras cosas que hago, por ejemplo, de chico hacía diseño gráfico y lo hacía zarpado a los 13 años. Cuando andaba en skate era 24/7 andando, después la música, ahora me pintó la locura con los autos japoneses y me compré un Mazda y lo estoy armando.
Pollo: — ¿Volves a Catán con frecuencia?
Lit: — Sí, tengo a mis viejos, tengo abuelas allá. Mis viejos son gente que nació en el barrio, entonces a la hora de sacarlos de ahí, también para tranquilidad mía, porque González Catán es un lugar medio jodido y ahora más que antes, no quieren. Por ahora les gusta vivir ahí, estar ahí. Son grandes, es decisión de ellos, no los voy a agarrar de los pelos.
Pollo: — ¿A vos te gustaría que estén en un lugar más tranquilo?
Lit: — Sí, más que nada por la tranquilidad. A mí me encanta mi barrio. Yo tengo 20 mil amigos ahí y me gusta ir de visita. Cuando vos naces en un lugar así no te das cuenta de lo que te falta, te das cuenta nada más de lo que tenés. No ves el mundo exterior. Yo cuando era chico era como que me chupaba un huevo. Yo tuve una infancia re piola, re feliz. Si bien se me caía el techo a pedazos y llovía y nadaba en mi pieza, mis amigos estaban igual, era la realidad. No iba a Capital, nada. Después cuando uno empieza a salir se va dando cuenta que podría tener una vida mejor. Ahí fue que empecé a ponerme a trabajar a full y después, gracias a Dios,le pude comprar una casa a ellos y al menos darles una comodidad dentro del barrio porque me querían matar si los sacaba de ahí. Me acuerdo que me quedé en cero. Gasté todo, pero la prioridad fue la casa de ellos antes que la mía y que cualquier cosa. Llegué con el último centavo para mis viejos y yo dije: “Vuelvo a empezar”.
Un hobby
Pollo: — ¿Qué coleccionas y por qué?
Lit: — Soy muy coleccionista. Primero, muñecos. Los Funkos me gustan. Debo tener más de 50, 60 o 70, por ahí.
Pollo: — ¿Y dónde los ponés? Porque vos te mudas mucho…
Lit: — Sí, esa es la cagada de cuando te mudas. Cada vez que me mudo me tengo que hacer un mueble para ponerlos. Ahora los tengo en una bolsa porque no tengo ese mueble, pero los suelo poner en estantes. Yo veo animé entonces me gustan mucho los muñecos de animé, bien grandotes con el fuego, los autos japoneses también…
Pollo: — ¿Todo lo relacionado con Japón?
Lit: — Y lo de los autos es un nuevo hobby que me encanta y estoy ahí metiéndole…
Tuli
Fiorella Acosta (Tuli) y Mauro (Lit) se conocieron en las juntadas que realizaban “los de la casa”, un grupo de amigos compuesto por varios cantantes del momento, como Thiago, FMK, Rusherking y el propio Lit Killah, entre otros.
Tuli es una reconocida bailarina de 22 años que se consagró campeona en la última edición del Bailando. La relación entre ambos inició como una amistad, pero sus sentimientos afloraron rápidamente e iniciaron un noviazgo que lleva dos años de puro amor y que es celebrado en las redes sociales por sus millones de seguidores.
Pollo: — Tu novia cuando habla de vos en las redes o en entrevistas dice cosas re lindas, que sos un buen pibe y demás, ¿sentís que ella te expresa el orgullo que tiene por lo que hacés?
Lit: — Sí, 100 por ciento. Nosotros somos muy compañeros. Yo realmente le demuestro todo el orgullo que siento por ella porque te da orgullo que alguien que querés logra las cosas que se propone y más uno estando adentro de esa historia. La gente de afuera ve solo los resultados y no los méritos que se hicieron para llegar. Tuli es una chica demasiado talentosa que realmente pone mucha pasión a lo que hace un logro, porque encima viene teniendo logros muy seguidos, entonces yo me pongo re orgulloso. Cuando ganó el Bailando yo le dije: “Voy a ir a la final”. Y me decía: “No, pero mirá si no llego”. Y le dije: “Vos vas a llegar y vas a ganar”. En ningún momento dudé que no llegue.
Pollo: — ¿Encaraste vos o te encaró ella?
Lit: — Fue bastante mutuo, la verdad. Hablábamos por Instagram, después nos vimos y estuvimos en una joda como hasta las 7 de la mañana, hasta que se fueron todos y quedamos los dos solos, y ahí conectamos a full.
Pollo: — ¿Esa fue la primera cita o hubo otra?
Lit: — Sí, ahí empezó todo. Después seguimos y empezó la intensidad todos los días.
Pollo: — ¿Hace cuánto que están juntos?
Lit: — ¿Dos años? Uh, no me la compliques (risas). Un poco más de dos años.
El juego del millón
El Pollo puso sobre la mesa la valija con el dinero e invitó a Lit a comprar todo lo que desee. El único requisito es que el dinero no puede ser ahorrado o donado, sino que tiene que utilizarlo por completo. Puede ser en una sola compra o en varias, según la decisión del entrevistado.
Pollo: — ¿En qué lo gastarías?
Lit: — La casa de mis viejos ya se la compré. Lo que puedo hacer es comprar una casa más grande, usando la plata de la casa que ya tienen. Pongo 100 lucas más para mejorarla.
Pollo: — ¿Sería en Catán?
Lit: — No, sería en otro lado.
Pollo: — Pero dijeron que no se querían mover…
Lit: — Bueno otras 100 lucas de soborno (risas).
Pollo: — Quedan 800 mil dólares, ¿qué más comprarías?
Lit: — Un Honda NSX, un auto japonés que es mi favorito. Es como un Ferrari, pero de Honda. Es de los ‘90. Calculo unos 200 mil.
Pollo: — ¿Qué otra cosa te gustaría? Te quedan 600 mil…
Lit: — Con 350 me compro un terreno en un buen countryde esos nuevos, Nordelta, ponele. Donde más caro esté, para venderlo después. No para construir sino para esperarlo. Compro un terreno, en un lugar donde yo esté seguro que realmente va a subir el valor de ese terreno, salida al lago, con barquito todo, para que venga un millonario o alguien con mucha plata y me lo compre.
Pollo: — ¿Y con lo que resta?
Lit: — Un departamento para alquilar. Hay que cuidarla. Yo soy muy nómada, alquilo porque no vivo más de dos años en un lugar, me gusta mudarme de barrio. Soy un poco persecuta y cuando saben dónde vivo me voy. Me mudo amoblado. Prefiero alquilar.
Pollo: — ¿No escuchaste esa frase que dice que la mudanza es de las cosas más estresantes que hay?
Lit: — Si te mudas con amueblado no (risas). Me llevo mi ropa y fue. No es tanto.
Pollo: — ¿Y tu novia que te dice?
Lit: — Convivimos hace un rato ya. Así que lo banca. Somos pibes jóvenes podemos hacerlo por ahora. La mudanza ahora no es tan estresante, capaz cuando seamos más grandes sí me compro un terreno, pero me armo me casa, me la construyo como yo quiero. Y después la alquilo o la vendo (risas).
Pollo: — No te compraste ropa.
Lit: — No, estoy vendiendo ropa (risas). Ya tengo ropa que ni necesito, quiero descartar, no es un muy buen gasto la ropa…
Pollo: — Si yo te quiero comprar esa remera, ¿me la vendés?
Lit: — Esta es nueva, pero en un mes hablamos (risas).