Burruchaga en Random: “Mi gol en la final ante Alemania fue un acto de justicia deportiva por todo lo que habíamos pasado”

Leo Montero entrevistó al ex futbolista en el ciclo de Infobae. Rememoró el gol que cambió el destino de Argentina en el Mundial ‘86, recordó a Maradona, destacó la figura de Bochini y contó qué rol le gustaría tener dentro del fútbol actual.

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Jorge Burruchaga, conocido popularmente como Burru, es un exfutbolista y entrenador argentino que convirtió el gol definitivo para la victoria argentina en la final del Mundial de México 1986. Años más tarde también tuvo una destacada participación en Italia 1990.

Inició su carrera profesional en Arsenal de Sarandi, para luego pasar a Independiente, club con el que ganó la Copa Libertadores de 1984 y la Copa Intercontinental de 1984.

Su buen desempeño a nivel local lo llevó a jugar en Europa. Integró el plantel de Nantes y luego estuvo en Valenciennes, ambos clubes de Francia. Cuando retornó al país volvió al Rojo de Avellaneda y en 1998 se retiró.

Su carrera siempre siguió ligada al fútbol, ya que un año después de su retiro inició como entrenador. En su nuevo rol volvió a pasar por algunos de los clubes en los que había jugado y sumo nuevos, como Estudiantes de la Plata, Banfield y Atlético Rafaela.

También estuvo vinculado nuevamente a la albiceleste cuando en 2017 asumió como manager de la selección argentina de fútbol y acompañó al plantel en el Mundial de Rusia 2018.

"Bochini, Maradona y Messi son tres genios distintos y yo resalto sobre todo que son nuestros, son argentinos", expresó Burruchaga.
"Bochini, Maradona y Messi son tres genios distintos y yo resalto sobre todo que son nuestros, son argentinos", expresó Burruchaga.

Bochini, Maradona y Messi

Los tres ídolos del fútbol dejaron su huella y, en el caso de Leo, que sigue rompiendo récords. A quienes compartieron cancha con alguno de ellos se les suelen preguntar sobre aquellas similitudes y diferencias que los hicieron únicos. ¿Qué opina Burruchaga de cada uno?

Leo: — Jugaste con Bochini, con Maradona y viste a Messi, ¿qué te genera? ¿Qué apreciación tenés?

Burruchaga: — Primero, un enorme placer sobre todo que jugué con los dos, con Diego y con el Bocha; de Leo estuve al lado cuando estuve en Selección dos años. Yo siempre digo, en cuanto a los dos que jugué, que Diego lleva una ventaja sobre el Bocha, aunque son dispares los tres. Diego era ese jugador todo terreno: gambeteaba, cabeceaba, era guapo. Diego era completísimo. El Bocha ere ese 10 enganche de la época, con una enorme gambeta, pero un tipo que daba pases de gol. Nos hizo hacer goles a todos y esa característica la vi solamente en él. Una virtud del Bocha que no se la vi a nadie es que él gambeteaba, se movía con esas patitas flacas que tiene y el rival intuía que le salía por izquierda o por derecha, entonces abría las piernas, y él te daba pases de caño. Te daba esos pases milimétricos que eran terribles.

Leo: — ¿Te acordás alguno de esos goles que te hizo hacer?

Burruchaga: — El gol en la final de la Libertadores en Gremio. Un rebote que él agarra y me la filtra entre medio de dos defensores. El Bocha tenía como característica que quería que le piquen de atrás. En eso era único.

Burruchaga: "Diego era ese jugador todo terreno que gambeteaba, cabeceaba, era completísimo". (@jburruchaga)
Burruchaga: "Diego era ese jugador todo terreno que gambeteaba, cabeceaba, era completísimo". (@jburruchaga)

Leo: —¿Y Messi?

Burruchaga: — Leo fue el jugador moderno, el jugador de los 30, 40 metros durante grandísimos años y era fatal. También con la ayuda de los tiempos modernos, que hay otra velocidad, otro juego, Leo te podía gambetear como quería. Pero el mejor Leo era que arrancaba a mitad de cancha y te apilaba, te cambiaba el ritmo, te frenaba y te salía a 200.

Leo: — ¿Estamos hablando del Messi del Barcelona?

Burruchaga: — Sí, para mi ese Messi. Si bien hoy tenemos un Messi cerebral, obviamente, por el paso del tiempo, hoy está más de jugador de enganche, tiene alrededor interlocutores que lo entienden bien y le dan opciones de pase; y hace esas apariciones, como hizo en el Mundial pasado. Fueron 15 apariciones en el mundial, pero fueron las 15 determinantes. Estamos hablando de tres genios distintos, pero yo resalto sobre todo que son nuestros, son argentinos, porque siempre estamos en esa discusión tonta de quién es mejor si Messi o Maradona…

Leo: — ¿Extrañas a Diego? ¿Qué sentiste con todo lo que pasó en sus últimos años?

Burruchaga: — Para mí es como que sigue estando vivo. Parece increíble que ya no está más con nosotros, que haya partido tan joven, pero después tenés que entrar en un terreno que poco podemos opinar. Sí podemos decir que no nos gustó cómo terminó su vida por las cosas que se descuidaron, por las cosas que se dijeron: si estuvo o no abandonado. Sí era difícil conectarse con él. Murió a los 60 años, pero vivió una vida de 120. Yo creo que hay que ver cómo estaba él, lo que pensaba, pero me quedo con ese Diego futbolista, ese que nos hacía reír, que nos hacía abrir los ojos como huevos por ver las genialidades que hacía, por los mensajes que te daban. Yo me quedo con ese Diego.

El gol de Burruchaga a Alemania en la recordada final en México 1986. (@jorgeburruchagaoficial)
El gol de Burruchaga a Alemania en la recordada final en México 1986. (@jorgeburruchagaoficial)

Un gol memorable

Burruchaga fue el autor del tercer tanto que valió el triunfo por 3 a 2 sobre Alemania en la final en México 1986. En Italia 1990 fue fundamental para el subcampeonato de Argentina, una pieza clave en la victoria 2-0 sobre Unión Soviética.

Anotó el segundo gol y cuando tuvo que definir por penales frente a Yugoslavia en cuartos y ante Italia en semifinales, no falló. Su desempeño lo llevó a ser uno de los máximos referentes en la era de Carlos Bilardo.

Leo: — El famoso gol tuyo en la final del Mundial ‘86, ¿la gente te lo sigue agradeciendo hoy en día?

Burruchaga: — Todos los días que te cruzas a uno, sobre todo aquellos que son contemporáneos, te agradecen, resaltan lo que nos costó a nosotros ese proceso y lo bueno de estos tiempos. También esos papás que les cuentan a sus hijos, que tienen 10, 15, 20 años, tienen una gran ayuda de la tecnología para poder verlo. El otro día me crucé a un chiquito que tendía 14 años y sabía todo lo del ‘86. Lo que pasa es que hoy mira Google, YouTube y tiene las posibilidades de saber lo que pasó. Era un fanático de Maradona, sabía los partidos, los goles, todo. Más allá de ese gol, lo que recuerdo es lo que nos dijo Bilardo que la gente nos lo iba a agradecer de por vida y yo creo que ese agradecimiento es mutuo y es lindo. Dentro de los tres goles más importantes, estoy.

Leo: — ¿Qué sentiste vos en ese momento del gol?

Burruchaga: — Yo estaba seguro de lo que iba a hacer porque yo me acostumbraba a mirar el movimiento del arquero y en este caso salió mal, porque salió con los pies para adelante, entonces yo paso por entremedio de las piernas de él, y la terminé cruzando. Fue el gol de la justicia deportiva por todo lo que nos pasó, por todo lo que tuvimos que sobreponernos, por la lucha con el periodismo, con un gobierno que hasta lo quería chupar a Carlos, con un loco que iba al frente como una bestia y nos contagió de ese amor propio, de esas ganas, de esos desafíos; y ese gol, lo digo sinceramente, es el gol que hicimos todos los estuvimos en ese Mundial ‘86 poque nos lo merecíamos y no fue casual porque nuestro proceso no fue bueno futbolísticamente. Entramos por la ventana a las Eliminatorias y en ese mundial brillamos todos.

El festejo del 3 a 2 que le otorgó a Argentina la segunda Copa del Mundo.
El festejo del 3 a 2 que le otorgó a Argentina la segunda Copa del Mundo.

Su carrera

Leo: — Si repasas tu carrera, ¿cuál fue el mejor Burruchaga?

Burruchaga: — El mejor momento fue desde mi llegada en el ‘82 hasta mi primera rotura de rodilla, que después me rompí tres veces, hasta finalizando el ‘86 fue el mejor. La carrera de un futbolista, basquetbolista o cualquier deporte por ahí tenés 15 años y te ponés a recordar cuáles son los mejores y no son muchos. En cuanto a títulos también fueron los mejores, pero en función de rendimiento fue lo mejor de mi carrera.

Leo: — ¿A quién ves como el Burruchaga de hoy?

Burruchaga: — Antes cuando me preguntaban esto lo decía a Lucho González, un poco por el físico, aunque es más alto que yo, pero Lucho tenía la cualidad como la mía que podía jugar en cualquier sector de la cancha. Yo he jugado de lateral, de central, he jugado de delantero en Independiente por Copa Libertadores. Pero lucho se parecía por el físico, tenía gol, tenía mucho cerebro para jugar como un enganche, como un ocho. Por ahí en esta Selección si tengo que destacar uno que me gustó mucho, al cual se lo valoró, pero no por ahí en la medida, es Alexis Mac Allister. Te jugaba de 5, de 8, de 10. El primer partido jugó como mediocampista tirado a la izquierda y aparte en el Liverpool está creciendo un montón. En cuanto a mediocampista lo veo en algunos momentos parecido, por ahí no tiene tanto gol, hace gol de penales, pero si tengo que decir uno, lo digo a él.

"Más allá del gol, lo que recuerdo es lo que nos dijo Bilardo, que a gente nos lo iba a agradecer de por vida", señaló Burru.  (@jburruchaga)
"Más allá del gol, lo que recuerdo es lo que nos dijo Bilardo, que a gente nos lo iba a agradecer de por vida", señaló Burru. (@jburruchaga)

Leo: — ¿Qué es más fácil jugador, entrenador o manager?

Burruchaga: — (risas) La más fácil es jugador porque depende de nosotros, más allá de que en todas las carreras pasas a depender de otro, en los casos de entrenador y de manager dependes del contexto, del resto. Sin dudas de las tres, prefiero jugador. Cuando sos entrenador tenés la vivencia de haber jugado, de saber lo que piensa el futbolista, el dirigente, la gente, no por haber sido un gran jugador te garantiza que vas a ser un gran entrenador, esto es algo que es lógico, son los menos. Hoy hay un avance en cuanto a la tecnología, hay posibilidades de leer, de buscar, cosa que antes no había. Hay algunos que se meten en el fútbol sin haber jugado, que no está mal, y que son muy buenos entrenadores también, pero yo creo que la ventaja a veces se toma a mal y es que un exjugador sabe lo que ocurre en el vestuario. Es muy significativo porque vos como jugador ya estuviste en esos vestuarios, ya razonaste para vos y para tu compañero, entonces eso como entrenador son de las cosas que por ahí son más fáciles de distinguir que para aquel que viene de los libros.

Leo: — ¿Estás para volver a dirigir? ¿Qué opinas de los recambios rápidos que se hacen cuando los resultados no acomopañan?

Burruchaga: — Yo hoy tengo ganas de volver a dirigir. Quiero volver a sentir lo que es sentarse en un banco, me siento capacitado y tengo ganas; y a veces cuando veo estas cosas que pasan hoy, es como que te las sacan. No voy a nombrar ningún entrenador, pobre,que tuvo que salir, pero le vinieron 20 jugadores nuevos. No pasa solo acá, pasa en todos lados. Yo creo que son los feos modismos de estos tiempos. Ahora sacar al entrenador, lo echan porque no ganó en cinco partidos y eso no es ni bimestral, porque bimestral serían ocho partidos. Más allá de meterse como entrenador yo digo que hay una gran pedagogía, lo que al menos a mí más me gusta hacer, es ayudar y hablarles a los chicos. Creo que es una parte hermosa. Lo peor que hay es cuando un entrenador pierde credibilidad.

Leo: — ¿Cuál es la mejor enseñanza que te dejó Bilardo?

Burruchaga: — Que a pesar de todas las cosas que te puedan pasar, a pesar de todas las contras que puedas tener, tenés que pensar y estar convencido de lo que querés y darle para adelante. Él mismo estaba tan convenido que le pidió a Julio Grondonda que le diera 30 días de entrenamiento en México, que iba a ser un gran mundial y vinimos campeones del mundo. No fue casualidad fue causalidad.

La Selección en la final de la Copa del Mundo 1986, en México.
La Selección en la final de la Copa del Mundo 1986, en México.

Familia

La pasión por el deporte que tuvo Jorge a lo largo de su carrera y que al día de hoy lo sigue teniendo desde otros roles, se trasladó a sus hijos varones que desde muy chicos encontraron en la práctica deportiva un lugar para desarrollarse y potenciar su talento.

Leo: — Tenés un hijo futbolista y otro tenista, ¿hablan de deporte? ¿cómo lo vivís?

Burruchaga: — Sí. Mauro tiene su carrera de futbolista, que me hace feliz a mí que esté jugando al fútbol; y Román arrancó con fútbol y tenis desde los 8 años. Iba a la escuelita de fútbol de River y hasta los 12 hizo las dos cosas al mismo tiempo, después cuando tuvo que jugar por ranking tuvo que decidir. Se decidió por el tenis. Fue él quien eligió y felices nosotros de poder acompañarlo, pero al mismo tiempo es un deporte obviamente solitario. A mí lo que me hace más ruido es que, además de que es un deporte solitario, no se puede hablar, no se puede gritar… Se hace silencio cuando juegan, cuando sacan, ellos mismos se descargan cuando le pegan a la pelota.

Jorge acompañando a su hijo Román en un campeonato de tenis.
Jorge acompañando a su hijo Román en un campeonato de tenis.

Leo: — Podría ser como el golf, ¿no? O el boxeo, pero bueno ahí es otro clima…

Burruchaga: — Sí, son deportes solitarios. Debe ser horrible. Lo dijo el gran Don King, cuando estás en el banquito, te quedás solo. En esto es lo mismo, se pegan raquetazos unos y otros. Es muy bravo sobre todo cuando ves a un hijo. Me falta acostumbrarme a verlo porque te pone nervioso. Desde afuera ves otras cosas que de adentro se ven diferentes. Lo importantes es que uno como padres y como familia tenemos que apoyar a nuestros hijos.

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