Ostenta muchos títulos por estas horas Pedro Rosemblat. Se lo conoció como el Cadete, ex pibe trosko, hoy el novio de Lali Espósito… Militante peronista desde los 18 años, casi candidato a jefe de gobierno, es el creador del streaming Gelatina. En los meses de campaña electoral se hizo popular por la Fábrica de jingles de los candidatos a presidente. Estudió derecho, es casi casi abogado
– Me falta el título de abogado, que es el que hubiera querido mi familia. Estudié abogacía y no terminé, desde 2009 hasta 2015, con alguna interrupción en el medio. Una cantidad de años suficiente como para recibirme. Me faltó un poquito, pero en algún momento decidí trabajar en los medios y se volvió medio incompatible. Yo estaba mucho más volcado al humor, intentaba desarrollarme como un humorista, abogado y humorista es muy difícil.
– Empezaste militando muy joven y hoy sos un hombre del espectáculo.
– No nos vamos a pelear, somos las mujeres del espectáculo (risas). Sí, empecé a militar cuando terminé el colegio, siempre de una forma más lateral. Nunca formé parte de las organizaciones grandes o de las más conocidas. Pero sí, desde que tengo 18 años que me considero un militante político.
–¿Militante peronista? ¿Militante kirchnerista? ¿Militante cristinista?
–No, militante peronista. Entiendo que el kirchnerismo es un momento de la historia en el cual gobernaron Néstor y Cristina, también puede ser entendido como el sector del peronismo que conduce Cristina. Y siempre me ubiqué ahí. Kirchner decía: “Nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio”. A mí me gusta pensar que somos todos peronistas, con diferencias, obviamente. Parte de esas discusiones son las discusiones de la Argentina, y en esas discusiones estamos.
A MÍ ME CONDUCE CRISTINA
– ¿Vos defendés a Cristina a muerte?
– Sí, toda la vida yo milité bajo su conducción. Cristina siempre señaló algo que para mí es muy importante, que es que el fin no es Cristina, Cristina es un medio. Nosotros militamos por la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria, así decía el general Perón. Hay muchos dirigentes en el peronismo. A mí me conduce Cristina. Siempre que Cristina quiera conducir, a mí me va a conducir. No sé si va a querer conducir siempre. Qué sé yo.
– ¿Hoy quien conduce el peronismo?
– Hay muchas tribus, me parece. Hay muchos conductores. Creo que no hay un conductor del peronismo. Claramente Cristina conduce a un sector importante.
– ¿Si hay que dar nombres?
– Hay unos cuantos. Cristina conduce, conduce la CGT, Pablo Moyano conduce a los camioneros, Martín Llaryora conduce una parte del peronismo cordobés, Máximo Kirchner conduce a La Cámpora, Axel Kicillof conduce en este momento al gobierno de la provincia de Buenos Aires, Guillermo Moreno conduce Principios y Valores, Juan Grabois conduce el Frente Patria Grande.
– Hoy hay un montón de conductores.
– Sí, hay un montón de conductores.
–¿Un solo movimiento?
– Y un solo movimiento. Sí. Creo que antes de pensar quién va a conducir al conjunto, tenemos que pensar para dónde queremos que ese conjunto vaya. Algo que en el 2019 nos faltó, fue una discusión que postergamos en pos de ganar la elección. Y los resultados fueron muy malos.
A LOS ÚLTIMOS GOBIERNOS LES FUE MUY MAL Y NOSOTROS COMO PERONISTAS TENEMOS UNA IMPORTANTE RESPONSABILIDAD EN ESO
– ¿En algunas cosas vos y yo podríamos ponernos de acuerdo?
– Sin lugar a dudas. Si no, no hubiera venido María Laura.
– Por ejemplo, a los últimos gobiernos les fue muy mal.
– A los últimos gobiernos les fue muy mal y nosotros tenemos una importante responsabilidad en eso. Ahí estamos de acuerdo.
– “Nosotros”. ¿Como peronista lo decís?
– Nosotros como peronistas. Si claro, yo me hago cargo del gobierno de Alberto y Cristina. Estamos echándonos las culpas a ver quién fue más responsable y hay vastos sectores tratando de deslindarse de esas responsabilidades. Yo creo que somos todos responsables, todos los que quisimos evitar el triunfo de Milei y no lo logramos somos responsables. No todos tenemos la misma responsabilidad, pero sí.
– ¿Va cambiando la idea que tenías acerca de Alberto Fernández en perspectiva?
– Sí, claro. Yo me ilusioné mucho con la candidatura de Alberto y con su triunfo, y me parece importante señalarlo, porque hay algo muy habitual en esta época que es adecuar la realidad a los propios pensamientos y no a la inversa. Y hay que asumir cuando uno se equivoca. Y me había ilusionado con un proceso político que terminó muy mal. Hoy hay muchos que señalan ese problema, pero que cuando Cristina anunció que Alberto era el candidato fueron muy pocos los que dijeron esto. Pienso en Moreno, en Juan Grabois. Máximo Kirchner cuenta en la intimidad que también señaló que él no estaba de acuerdo. Pero después amplios sectores del peronismo estuvimos contentos con el anuncio de esa fórmula, porque con ese movimiento se concretaba una unidad que nos había costado mucho.
NUNCA PENSÉ QUE ALBERTO MEARA AGUA BENDITA
–¿En las últimas horas con los negocios oscuros de los seguros que se van conociendo te va cambiando la idea ?
– Mirá, nunca pensé que Alberto meara agua bendita, la verdad. No es algo que determine estrictamente mi opinión sobre él. Me determina mucho más lo que fue su gobierno. Yo creía que era un dirigente capaz de construir puentes o algunos consensos. Creo que fue puesto ahí o se ganó ese lugar por esa posibilidad de acercar a un sector del peronismo con algunos actores con los que teníamos enfrentamientos que parecían imposibles de saldar, algunos grupos mediáticos, algunos grupos económicos, algunos sectores de la Justicia. Y eso no pasó. Por el contrario, se agravaron todas las tensiones, se profundizaron los problemas económicos y estamos hoy en esta situación.
– Estuviste casi en las listas como candidato a jefe de Gobierno en 2023.
– El año pasado, junto con Ofelia Fernández, nos parecía que el peronismo de la Capital venía arrastrando hacía mucho tiempo una necesidad de abrir una discusión que se mantenía cerrada. Siempre eran los mismos los que cerraban las listas, quienes definían la estrategia política del distrito y muchos nos sentíamos fuera de esa estrategia, o por lo menos afuera de la posibilidad de discutirla. Con el diario del lunes evidentemente nos faltó capital político, nos faltó espalda y no logramos alcanzar el objetivo de presentar la lista.
– ¿Te imaginás en un lugar ejecutivo en algún momento?
–No, no es algo con lo que sueñe y que esté imaginando. Estoy conduciendo Gelatina y por ahora necesito enfocar mis esfuerzos y mi cabeza ahí.
– ¿Se puede ser objetivo en los medios? ¿Al público le interesa que uno sea objetivo?
– No sé si objetivo. Sí creo que uno puede tener un posicionamiento y que eso no evite el ser crítico o el advertir las cosas que están mal. Yo siempre lo llevo al plano futbolístico. Nos están mirando un montón de personas que son fanáticas de algún club. Y sin embargo, cuando su club juega mal, lo saben. No sé si la objetividad es algo que yo persiga o que me interese. Tengo un posicionamiento político, pero soy muy consciente cuando hacemos las cosas mal. Nuestro último gobierno fue malo y negar eso me aleja de la comunidad de la cual soy parte y del pueblo argentino. Creo que no hay que negar la realidad y eso no me vuelve más objetivo.
CON MACRI HABÍA UN ORDEN QUE YO NO COMPARTÍA, PERO ERA UN ORDEN. MILEI ES UN ALENTADOR DEL CAOS. EL CAOS NO SE GOBIERNA NI SE CONDUCE
– ¿Estás más cómodo enfrente de Milei que enfrente de Macri?
– ¿Sabés que no lo sé? Es algo que me pregunto mucho. Siento que con Macri había un orden que me colocaba a mí como opositor. Un orden conservador, si se quiere, un orden que yo no compartía, pero un orden. Creo que Milei es más un alentador del caos. Y creo que el caos no se gobierna ni se conduce. Eso a mí me preocupa un poco, no en mi carácter de opositor, sino en mi carácter de argentino. Y veo que es una preocupación compartida por gran parte de la ciudadanía, incluso por algunos de sus votantes.
EL ENEMIGO DE MILEI ES TODO AQUEL QUE NO SE SUBORDINA A SU CONDUCCIÓN Y A SU LÓGICA. EL QUE NO SE SUBORDINA A SU LIDERAZGO MESIÁNICO.
– En ese caos, ¿cuáles son los enemigos de Milei? Parecía que era el kirchnerismo, en otro momento que era Larreta, después los diputados y los senadores fueron considerados ratas.
– Se nos achacaba mucho a nosotros la lógica de la grieta, del amigo-enemigo. Me parece que el enemigo de Milei es todo aquel que no se subordina a su a su conducción y a su lógica. Entonces un día un enemigo puede ser Nacho Torres, que es un gobernador de Juntos por el Cambio. Un día su enemigo puede ser el Congreso de la Nación porque le rechaza un proyecto de ley. Un día sus enemigos pueden ser los periodistas ensobrados, un día sus enemigos pueden ser los artistas. Todo aquel que no se subordine a su liderazgo casi mesiánico, de “elegido” de las fuerzas del cielo.
– ¿Quiénes quedan entonces que no son enemigos?
– Lo dijo Macri hace poco, principalmente son: él, su hermana Karina, su asesor, Santiago Caputo, su jefe de gabinete Nicolás Posse, y un par de tuiteros. Y por ahora pará de contar.
ME PARECE MUY CANALLA QUE UN FUNCIONARIO CELEBRE QUE ALGUIEN SE QUEDE SIN TRABAJO
– Dijiste que ibas a hacer una lista con la gente del gobierno que se está burlando de la gente.
– No, yo lo que dije fue que me parece muy canalla celebrar que alguien se quede sin trabajo.
– Eso es una burla.
– Sí, exacto. Pero yo me refería a funcionarios puntuales que estaban tuiteando de manera burlona o con cierto cinismo. Uno puede tener una discusión política, ideológica o de coyuntura. Decir que las cosas no están para tener una agencia de noticias es algo que yo no comparto, pero que me parece válido que alguien sostenga. Otra cosa muy distinta es festejar que alguien se quede sin trabajo. Muchas veces pareciera que el objetivo de un sector de la política no es que la Argentina levante, sino que al otro sector le vaya mal. Entonces yo dije, me voy a acordar de quienes festejaron.
– ¿Eso qué significa?
– Me voy a acordar, me voy a acordar. Básicamente es eso, como me acuerdo de Marcos Peña riéndose de nosotros, como seguramente los opositores a nuestro gobierno se acuerdan de algunas faltas de respeto en las cuales incurrimos. De ahí a pensar que uno anuncia listas negras por YouTube, creo que es una cierta mala leche en la interpretación. Por ejemplo, ayer Milei le dio like a un tweet que decía que había que colgar a la vicepresidenta en Plaza de Mayo. Quienes se indignaron por lo que yo dije, que en todo caso habrá sido una frase desafortunada, no aplican la misma lupa para esto.
– ¿Cuál es la frase desafortunada que dijiste?
– No, en realidad ni siquiera creo que haya sido desafortunada. Yo dije que me iba a acordar. Vos sabés cómo funciona, re hacen un recorte o te hacen un título que te coloca en un lugar que no es de buena leche. Nadie en su sano juicio puede pensar que un youtuber hace listas negras. En el país tenemos una historia de listas negras, sabemos lo que son las listas negras y no es simplemente decir en YouTube “me voy a acordar de quienes festejan”. Me tiró mucha tierra, por ejemplo un colega que es Alejandro Fantino y me sorprendió. Particularmente porque recuerdo que el año pasado estuvo con Gabriel Katopodis en su programa en Neura, Katopodis interrumpió algunas obras para hablar con los trabajadores y Fantino lo increpaba y le decía: me parece muy mal esto que hacés, se va a frenar la obra pública, si se frena, vamos juntos a romper a Milei. Eso es un mensaje destituyente, golpista. Los que estamos al aire manejamos una dinámica verbal que después, cuando te hacen el recorte.. son las reglas del juego, me la tengo que fumar. Tampoco fue nada grave, me putearon en Twitter, cosas que pasan.
– Cada vez hay más insultos, más ofensas, más burlas. En redes pero también de parte de personas que ocupan un lugar importante en la sociedad. Le pregunté a Durán Barba si está de moda ser cruel y me dijo que es un fenómeno global, pero eso no me consuela. No existe este antecedente de que figuras públicas digan cosas crueles hacia los demás.
– No me consta que sea global, seguramente Durán Barba viaja más y está más atento a fenómenos políticos en la región principalmente y en el mundo. Yo hago una diferencia que en el recorte no se hace y en los títulos de los diarios tampoco, que es quien tiene responsabilidad versus quien no la tiene. A mí que me putee un tuitero, bueno, son las reglas del juego, uno puede discutir la falta de respeto. Ahora, quien tiene responsabilidad institucional, quien es presidente o vocero del presidente o canciller o legislador y tiene otras responsabilidades que son las que asume cuando justamente jura por Dios y la patria y los santos evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo… Vos nunca juraste por Dios y la patria y yo tampoco. No es lo mismo que te putee un tuitero a que lo haga alguien con responsabilidad. Y creo que el Gobierno fue muy hábil a través de su aparato comunicacional para hacerle creer a un montón de gente que yo me refería a los votantes de Milei y no a los funcionarios que burlonamente celebran que alguien se quede sin trabajo.
NO RECUERDO A MACRI PUTEANDO A ARTISTAS NI RETWITEANDO TROLLS. MACRI SE HACÍA CARGO DE SU INVESTIDURA PRESIDENCIAL
– Es novedoso desde un lugar tan importante como un ministerio.
– Mirá, yo fui muy opositor al gobierno de Macri y no recuerdo a Macri haciendo eso. Quizás es falta de memoria, pero no recuerdo a Macri puteando artistas, no recuerdo a Macri retuiteando trolls, se hacía cargo de la investidura presidencial.
– ¿Qué es lo peor que dicen de vos los libertarios?
– Mirá, yo hoy me puse una camisa porque me dicen mucho mugroso, roñoso, sucio. Me la puse especialmente para venir acá. Son chicanas de redes sociales. Hippie con OSDE me dice mucho, me hago cargo de la parte del OSDE, de hippie no tengo nada, pero creo que tampoco hay que tomar personal la agresión de Twitter. Hoy te toca a vos, mañana le toca a tu compañera, pasado me toca a mí. Es imposible transitar por las redes sociales sin que te puteen.
– Escuché en tu programa a Coscu decir que le parece que está de moda ser facho.
– Hay algo que es genuino, son muchos años de deterioro económico y una generación harta. La forma en la que se expresa ese hartazgo seguramente podría tener una adecuación mayor a las buenas costumbres. Pero entiendo que si tenés 20 años y venís viviendo en una Argentina que te expulsa, que no te ofrece posibilidades, que no te da certidumbre de futuro y ves como advirtió Milei con mucha precisión que hay un sector de la política que goza de privilegios, que está enquistado en el poder hace tanto tiempo, entiendo que quieras sacudir el tablero y que en esa sacudida, putees, patalees y grites. No es lo ideal para el diálogo democrático, pero hay que tratar de comprenderlo más que solamente preocuparse porque a uno lo puteen. A mí me putean muchísimo realmente y trato de entender por qué y no lo tomo personal, no creo que me puteen por mí.
– ¿Y cuando eso se hace desde un lugar de poder?
– Eso es otra cosa y por eso digo me voy a acordar de ustedes, como se acuerda la historia de aquellos que desde lugares de poder tuvieron actitudes de impunidad. Hay varios dirigentes de mi espacio que lo han hecho obviamente, en este momento seguramente hay muchos antiperonistas que recordarán. “Y no decías nada cuando…” Sí, se dice.
– Lo deseable, lo que se espera de un comunicador es que equilibre, que se recuerden todos los hechos de impunidad desde el poder, de todos lados
– Me parece que a eso apuntaba tu pregunta de la objetividad. Soy un sujeto, por ende creo que no voy a ser objetivo nunca. Pero la derrota te obliga a hacerte preguntas y a repensar algunas actitudes. Por un lado la derrota, por otro lado, el paso del tiempo. Cuando empecé a militar tenía 18 años, formaba parte de una fuerza política que estaba gobernando la Argentina y que iba para adelante, como va para adelante el gobierno de Milei. Entonces también hay algo de ese pibe que tiene 20, que Milei conduce y que ve que su presidente se caga palos todos los días con distintos actores. Entiendo su vorágine también, ¿viste? Entiendo su vehemencia. Yo en algún momento también estuve ahí. También me la puse porque perdimos con Macri en el 2015 y perdimos con Milei en el 2023, entonces creo que es un estadio natural. Con el paso del tiempo uno va creciendo, madurando, atravesando derrotas, pegándosela. Es la vida que te enseña, que perdés, que un día estás arriba y al otro día estás abajo y que cuando estás abajo no hay que olvidarse que en algún momento también podés llegar a repuntar.
– En tu programa hacés autocrítica e intentás que haga autocrítica el peronismo.
– Creo que es necesaria y también creo que es lo único que tenemos hoy en día, es muy reciente la derrota. Vivimos en una época en la que los tiempos tienen una velocidad de a ratos insoportable, pero me parece que todavía no salimos de la autocrítica. Hay algo que es lo que más me falta a mí, que es la posibilidad de vislumbrar un futuro, un horizonte y objetivos políticos que el peronismo tiene que presentarle a la sociedad. Creo que eso es lo que más hace falta más que por qué nos fue mal y autoflagelarnos con el látigo y que los antikirchneristas digan que fue por Cristina y La Cámpora y que quienes respondemos a la conducción de Cristina digamos que en realidad no se hicieron cargo de Alberto. Esa cosa insoportable que es una encerrona laberíntica en la cual estamos. Poder encontrar los ámbitos para presentar un plan de gobierno claro, concreto, que resuelva los problemas que tenemos, muchos ya los teníamos y muchos se agravaron.
YO NO QUIERO QUE EL GOBIERNO SE CAIGA. NO CREO QUE SI MILEI SE VA MAÑANA SE RESUELVA ALGÚN PROBLEMA.
– Juan Grabois dijo que quiere abiertamente que le vaya mal a Milei. ¿Qué pensás de esa frase? ¿Te representa?
– Mirá, me parece que Juan Grabois dijo algo que yo comparto, que es yo quiero que fracase este proyecto económico, que no es lo mismo que que fracase el Gobierno. Yo no quiero que el gobierno caiga. Viste que en Twitter y en algunas terminales mediáticas hay como casi un morbo con este límite que estamos viviendo y con esta cosa vertiginosa. Y el propio Milei se hace cargo diciendo “si tengo que dar un paso al costado y un paso al costado”. No deseo eso, la verdad. Me parece que el pueblo argentino votó y eligió a Milei. Gran parte porque confiaba en él y estaba esperanzada y gran parte porque no quería saber más nada con nosotros. No creo que si Milei se va mañana se resuelva algún problema. Sí creo que si no podés por las vías institucionales llevar adelante determinada medida evidentemente no están dadas las condiciones en la Argentina. Y creo que las cosas no se hacen a los bifes. Que vivimos en un sistema republicano y ellos son defensores de Alberdi que fue el artífice de nuestra Constitución y nuestra Constitución dice que tenemos tres poderes y que hay algunas cosas que tienen que pasar por el Congreso. Y que el Congreso te rechaza no porque sean todos kukas, porque te rechaza el radicalismo, porque te peleaste con los gobernadores del PRO, porque le cortaste todas las transferencias a las provincias, porque hacés política en una mesa que ni siquiera es una mesa, sino que es una mesa ratona directamente en la cual hay cuatro personas y porque todos los demás son traidores. La verdad que te va a costar. Entonces creo que cuando Grabois dice quiero que fracase es “quiero que aquellas medidas que para mí son perjudiciales para el pueblo en caso de que podamos frenarlas políticamente, lo hagamos”. No creo que él haya dicho y si lo dijo, no comparto, quiero que caiga el gobierno.
– ¿Nos estamos cubriendo de los recortes?
– Absolutamente, María Laura.
– ¿Gelatina está cada vez más, más divertido, más ingenioso, o la realidad es cada vez más delirante y te da el menú?
– Mirá, las dos cosas, creo. Creo que Gelatina está mejor, todavía está en formación el lenguaje del streaming. Y por otro lado estamos en una realidad que todos los días nos regala un meme distinto.
– Qué difícil es ser periodista serio en este momento, todo el tiempo uno escucha cosas que son muy graciosas. Que el diputado Oscar Zago que dirige el bloque del gobierno afirmara que el DNU no se había caído y que los periodistas le explicaran en televisión que sí y que se enterara en vivo cómo funciona el Congreso. O cuando Adorni dice que los mosquitos son culpa del kirchnerismo, es complejo ponerse serio.
– Es un problema más para vos que para mí, porque la verdad que ser un periodista serio es algo que nunca voy a alcanzar realmente. Vamos a decir una cosa, ¿Alberto tampoco era Santo Biasatti, no?
– Alberto Fernández hacía y decía cosas que traían muchas posibilidades de humor.
– Tuvo sus buenos momentos, sí. Tuvo sus gargantas profundas, sus “venimos de los barcos”, tuvo sus buenos memes. Yo vivo un poco de esos insumos, de esas discusiones tuiteras y meméticas. Me preocupa que gran parte de la discusión política está subordinada a la lógica de Twitter, los diputados lo buscan en muchos casos, que los funcionarios lo buscan. Que van al Congreso y saben cuál es el momento cúlmine para que después se haga el recorte y eso subirlo, es una política tiktoker en muchos casos.
– ¿Creés que los que hacen más gracia lo hacen involuntariamente?
– No, creo que Adorni está puesto ahí para eso.
– ¿Para entretener?
– Sí, el significante no perdona, está de adorno para nosotros y que nos distraigamos con sus conferencias. Y creo que hace bien su trabajo como vocero, ¿sabés?
– Desmintió que había una interna feroz entre presidente y vicepresidenta al día siguiente de que la oficina del presidente comunicara su indignación por la última sesión en el Senado en una carta.
– Piénsenlo antes de publicar el comunicado. Porque la interna la expusieron ellos. Pero creo que el lugar de Adorni es ése y que el Gobierno tiene un dispositivo comunicacional que funciona, que tiene una presencia muy importante en Twitter y que eso derrama, porque todas las personas a las que nos interesa estar informadas estamos intervenidas por ese insumo.
HAY UN PROCESO DE MARIDIZACIÓN DE PAMPITA QUE ME PREOCUPA UN POCO.
– Hablemos de Lali.
– ¡Uhhh!
– ¿Por qué no?
– Hablemos, hablemos.
– ¿Estás de novio con Lali?
– Sí, estoy de novio con Lali y el tema… creo que tiene que ver un poco con el miedo al recorte también y con un proceso de maridización de Pampita que me preocupa un poco, ese es el proceso que estoy atravesando.
– El novio de Lali, el marido de Pampita. Correcto, ese serías vos.
– No quiero ser ese, María Laura, la verdad. Si pudiera evitar eso.. sí. ¿Cómo hacemos?
– ¿Todo lo que digas está supeditado a lo que puedan recortar? A lo que pueden poner, ¿por lo que puede contestar? Es muy poco espontáneo.
– Sí, lamentablemente sí. Sí, estoy de novio con ella, estoy muy enamorado, estoy muy contento y entiendo también que ella es una figura que tiene una gran exposición y que todo lo que la involucra tiene gran impacto. Ella despierta un gran interés, sí.
PARA EL ANIVERSARIO FALTA, SI LLEGA SE FESTEJARÁ
– ¿Festejan cumple mes?
– No, la verdad que no.
– Lo confirmaron en febrero pero están saliendo desde 2023.
– Cumple mes no y para el aniversario falta. Si llega, el aniversario se festejará.
– Ella dijo hace poquito que estaba “hasta las manos”, muy enamorada.
YO TAMBIÉN ESTOY HASTA LAS MANOS Y MUY ENAMORADO
– Sí, yo también estoy hasta las manos y muy enamorado.
– ¿Te gustó que lo dijera?
– Sí, me gustó, obvio. Re, re. Es una caricia. Sí, es lindo. No hay nada más lindo que enamorarse de una persona que está enamorada de vos y que el amor sea correspondido. Así que yo estoy muy feliz.
– Quiero detalles, pero no sé cómo conseguirlos. ¿El primer beso dónde fue? Tiranos un poco de amor, de intimidad.
– Fuera de su exposición, es una persona normal. Que tiene una vida extraordinaria porque desde que es muy chica trabaja y la vemos en prácticamente todos los canales, en muchísimas plataformas, en shows que da en la Argentina, en el resto del mundo. En este momento está en España grabando un programa de televisión. Pero yo me enamoré de una persona que conserva su su simpleza, su humildad, que es una piba de barrio.
SÍ, ME ESCRIBIÓ ELLA Y EMPEZAMOS A CHARLAR. NO SÉ SI ME HUBIERA ANIMADO A ESCRIBIRLE
– ¿Cómo llegaste a ella? ¿Cómo la conociste?
– Me escribió ella, María Laura. Ahí sacaste un detalle hermoso. ¿No querés que volvamos a Milei? Sí, me escribió ella y empezamos a charlar. Tuve una suerte bárbara.
– ¿No te hubieras animado a escribirle?
– No sé si me hubiera animado a escribirle. Quizás en algún momento, si había alguna historia que atinaba a contestar algo hubiera encontrado un hueco. Pero me sorprendí, obviamente.
– Hablaste a Milei después de sus dichos sobre Lali en Twitter, empezaste con una frase muy muy simpática: yo también estoy obsesionado con Lali
– ¿Viste que el presidente se va obsesionando? Esta semana quizás la obsesión sea Victoria Villarruel. En algún momento fue Nacho Torres, conocido como Nachito por él, tuvo una obsesión muy enquistada con Nachito Torres. Otro día son los radicales, otro día es Larreta, otro día son los diputados, López Murphy, Píparo… Es una persona intensa, por no decir obsesiva.
– En algún momento el tema fue Lali.
– Hubo una semana en que el tema fue ese, sí. Un poco insólito con los problemas que hay en la Argentina, pero sí. Eligió eso frente a tres periodistas que se congraciaban con él y mientras él le cambiaba el apellido a un artista ninguno de los tres atinó a decir nada. Tres defensores de la República, de las buenas costumbres y de las instituciones.
EL GOBIERNO ESTÁ HACIENDO UN AJUSTE FEROZ QUE PERJUDICA LA VIDA DE LAS MAYORÍAS Y TIENE UNA GRAN HABILIDAD PARA QUE DISCUTAMOS PAVADAS
– ¿Cómo crees que terminó eso para la gran mayoría de la gente? Lali recibió muchos apoyos.
– Me parece que fue muy masivo el apoyo que recibió ella y me parece que le salió un poco el tiro por la culata al gobierno, pero tampoco descarto que vuelva a abrir esa discusión el día de mañana, si le sirve, porque esa semana se anunció también, por ejemplo, el aumento de 150% en las facturas de luz y de gas. Y yo, como un nabo, estaba discutiendo las declaraciones sobre Lali. Yo, como tantos. Creo que el gobierno es hábil en eso, que está haciendo un programa de ajuste muy feroz que está perjudicando la vida de las mayorías y que tiene una gran habilidad para que discutamos pavadas. Y yo soy de comerme mucho esos amagues.
NO TENGO DUDAS DE QUE AL GOBIERNO LE VA A IR MAL
– ¿Esas discusiones que plantea no pueden después ser un boomerang? ¿Que se le venga en contra?
– No tengo dudas. No tengo dudas de que a este gobierno le va a ir mal. La verdad que sí. Lamentablemente optó por este camino que no es el Milei que vimos entre las generales y el balotaje. Era un Milei con una templanza mayor, que es lo que uno espera de un presidente. Macri tenía esa templanza y me parece que es muy importante en un lugar de tantas responsabilidades. Vos tenés una exposición pública, se hace hace muchos años. Supongo que no le contestas a cada uno que te insulta en Twitter. ¿Un presidente que tiene tanta saña para pelearse con tantas personas que claramente no tienen estatus, no le baja mucho el precio al lugar de presidente? Eso es algo choto. Cristina te puede gustar más o menos, pero la putean en muchísimos canales y medios desde hace muchísimo tiempo y ella no está todo el día contestando. Y Macri lo mismo. Yo dije cualquier barbaridad de Macri y nunca me hubiera contestado. Y hubo una cantidad de artistas inmensa que se pronunció en contra de Macri. Y Macri no da esa discusión, la dará Lombardi, o la dará Campanella, o Casero, o los artistas que lo defienden, tiene más sentido. Pero un presidente no creo que…
– En el caso de Lali partió de él además, no es que contestó.
– Partió de él totalmente y por eso es aún más grave.
– Te están pasando muchas cosas. ¿Tenés planes con Gelatina o con la política?
– Hay algo que tiene que ver con tonos y con intensidades que uno puede manejar. O sea, cuando yo estoy en campaña estoy en campaña. Si uno gana, celebra y si uno pierde, no te digo agachar la cabeza, pero tiene que recapacitar un poco, pensarse, pensar en su propia fuerza política, discutirla. Yo ahora en Gelatina estoy en el proceso de invitar a todos los actores de lo que fue el Frente de todos, para poder discutir. Creo que a la política le faltan ámbitos y es un ámbito donde podemos conversar. Este es un medio que durante mucho tiempo fue muy opositor a los gobiernos de Cristina y sin embargo somos personas conversando. Vos tenés tu opinión y yo tengo la mía. Y si nos encontramos fuera de Twitter, podemos hablar. Y eso me parece interesante en este momento.
– ¿Cómo puede ser que no se pueda hablar?
– ¿Qué decís vos? No sé. Creo que las redes tienen mucho que ver con eso, con que si yo discuto con vos en Twitter no estoy discutiendo solo con vos, sino que lo que tuiteo es un poco un tribunero, lo leen todos.
– Sí sé que la vida es muy aburrida si uno solo habla con las personas que piensan exactamente lo mismo.
– Eso ni hablar. Yo hablé con todos María Laura, te diría.
– Igual seguís buscando en el mismo lugar…
– Sí, obvio. Pero vino Martín Lousteau, Martín Guzmán, es algo que en otro momento no hubiera sucedido.
NO PIENSO QUE LOS QUE VOTAN A MILEI QUIEREN DESTRUIR TODO. PUEDO TENER DIFERENCIAS, PERO ESTOY SEGURO QUE QUIEREN UNA ARGENTINA JUSTA
– ¿Te estás abriendo?
– No sé si me estoy abriendo, estoy repensando algunos posicionamientos. Creo que la derrota es muy terrible, Que una cosa fue perder con Macri por dos puntos en el 15 y otra cosa es perder con Milei por diez. Uno es un militante político. Puedo tener diferencias con los pibes que militan a Milei, pero estoy seguro que quieren una Argentina justa, de eso estoy seguro. Milei, no sé, Santiago Caputo… pero los pibes que tienen 20 años, 23, 24 y que están entusiasmados con la libertad, yo creo de buena fe que ellos quieren una Argentina justa, una Argentina próspera, una economía que crece, que los argentinos tengan trabajo. No pienso que el que vota Milei quiere destruir todo, creo que quiere destruir aquello que encuentra como causales de esta situación que todos queremos cambiar.
– Los libertarios también escribían jingles y te los mandaron.
– Hubo varios jingles que llegaron para Milei y algunos hemos pasado al aire y fueron realmente muy buenos. No tengo claro si los hacían libertarios o los hacían personas random, pero sí.
NO CREO QUE LOS QUE VOTAMOS A MASSA SEAMOS BUENAS PERSONAS Y QUE LOS QUE VOTARON A MILEI SEAN MALAS
– Cuando te pregunté sobre hablar con otros que piensan distinto, abrirte, hacer autocrítica, vos respondes pensando en la política. En la vida no se pone aburrido también?
– Pero yo en la vida hablo con todo el mundo. Yo sigo siendo amigo de mis amigos de preescolar, de primaria. Sigo jugando al fútbol con los mismos amigos que armamos un equipo en segundo grado. En mi equipo de fútbol hay un votante de Milei. En mi familia hay votantes de Milei. Me llevo bien con los vecinos de mi cuadra y no me consta, pero sospecho que más de uno votó a Milei porque tampoco es algo que pregunto. No es que antes de ver si entablo un buen vínculo le pregunto: ¿a quién votaste? No creo que los que votamos a Massa seamos buenas personas y los que votaron a Milei sean malas. No pienso eso. Hay un montón de votantes de Massa que conozco y son tremendos forros también.
UNO NO TIENE QUE IR A DONDE LO ESPERAN. CON EL PASO DEL TIEMPO VOY A TRATAR DE NO SER TAN PELOTUDO
– Una de las llaves puede ser no estar tan pendiente de lo que van a recortar, de lo que van a comentar, estar un poquito más relajado y poder conversar con todos.
– Eso ni hablar. Con el tema de Lali se vio claramente, ¿no? Lali opinó y la recontra putearon. Emilia (Mernes) no opinó y la recontra putearon. Es decir, recontra putearte, te van a recontra putear. Sí, creo que uno tiene que pensar el tono en el que dice las cosas y si quiere ingresar o no a determinados terrenos. Creo que la violencia discursiva es un terreno que ellos proponen y que uno a veces de boludo, de calentón, de temperamental, se deja llevar. Milei es una persona agresiva en su discurso muchas veces. Cambiarle el apellido a alguien es algo bastante choto, ¿no? Cuando no lo haces en tono de humor, cuando lo haces de manera despectiva. Y creo que uno no tiene que ir a donde lo esperan. Uno a veces se come amagues y va a terrenos que no le convienen, porque la violencia discursiva es algo para una cancha con amigos, o en un bar, pero no en un rol de comunicador cuando me están mirando miles de personas. Con el paso del tiempo voy tratar de no ser tan pelotudo.