Claudia Villafañe es conocida a nivel mundial por su matrimonio con la leyenda del fútbol Diego Maradona, a quien conoció cuando ella tenía 16 años y eran vecinos en el barrio porteño de Villa del Parque.
Sin embargo, con el paso de los años su nombre tomó relevancia individual a partir de su participación en la producción del programa televisivo La Noche del Diez; y luego por montar una exitosa empresa de organización de eventos.
Madre de Dalma y Gianinna; y orgullosa abuela de Benjamín, Roma y Azul, contó cómo fueron sus años viviendo en el exterior cuando sus hijas eran pequeñas, cuál fue el puntapié inicial para construir su proyecto laboral que crece año tras año; y qué aprendizajes le dejaron las experiencias de vida recorridas.
Belén: — ¿Cómo fue el camino de reconstrucción de tu identidad después de haber estado en pareja con un hombre tan relevante para Argentina y el mundo como lo fue Diego Maradona?
Claudia: — Creo que me fue llevando la vida a hacer lo que hago hoy, lo que me gusta y lo disfruto un montón. Ya hace 17 años que organizo eventos. Soy una mujer muy inquieta, mismo en mi casa, soy de hacer. Estoy cocinando y de repente me acordé de que dejé algo arriba y voy, lo agarro y me doy cuenta de que hago muchas cosas al mismo tiempo. No está bien porque la cabeza no sabe para dónde ir. Produciendo la Noche del Diez, Diego cumplía años en el medio del transcurso del programa y no quiso festejar. “No, no voy a hacer nada”, dijo. De repente, faltando cinco días, dijo: “Sí, quiero”. Y empezó a invitar, invitar, invitar y eran 500 personas. Con Cecilia (Argueta), que era productora del programa en ese momento, al principio dijimos: “¿Qué hacemos?”. En cinco días tuvimos que armar un evento gigante porque a Diego nadie le decía que no. Venían los invitados más los que no estaban invitados también y bueno se armó el cumpleaños que quedó espectacular. Vino todo el mundo. Ahí con Ceci dijimos: “Tenemos que hacer algo con esto” y surgió la empresa de eventos.
Belén: — ¿Tu vocación surgió de organizarle el cumpleaños a Diego?
Claudia: — Yo creo que ya lo tenía adentro de antes. Hice como mamá los 15 de Dalma y fui buscando proveedor por proveedor, pero la particularidad es que fue en una carpa en la cancha de Boca. Era muy grande para una mamá sola. En ese momento no sabía si había o no había alguien que te ayudara, una Wedding Planner, no tenía ni idea.
Belén: — Tampoco tenías niñera, ¿estabas sola con las nenas?
Claudia: — Sí, siempre estuve sola con las chicas. Nunca tuve una persona que se quedara a dormir en mi casa tampoco. Sí me ayudaban, por su puesto, pero después se iban. Me parecía que teníamos tanta vida pública todo el tiempo que quería privilegiar eso de estar solos en casa sin estar pendientes de que haya alguien. Poder estar libres si querés estar en ropa interior en tu casa. Creo que fue eso lo que prioricé.
Belén: — Después de 17 años de dedicarte a esto, ¿qué sentís que te distingue a la hora de organizar un evento?
Claudia: — Nos abocamos mucho a estar atrás del cliente, a estar en esa parte amorosa y cariñosa; y cada evento es único. Cada evento que hacemos ese día es el único y tenemos que hacer de la mejor manera posible; y le ponemos mucho amor. Creo que el diferencial nuestro es ese. Acompañar a la familia o a los novios desde el momento cero desde que nos dicen: “Sí, seguimos con ustedes” hasta el día después y después porque los chats que armamos quedan abiertos y seguimos en contacto en los aniversarios, cumpleaños, cómo andan tanto tiempo… Nos hacemos parte de la familia.
Belén: — ¿Cómo tomó Diego esto de que te empiecen a conocer como Claudia Villafañe y no como “la ex mujer de…”?
Claudia: — Yo nunca me quedé quieta. No tenía un trabajo en relación de dependencia. Siempre hice cosas sola. Tuve un taller de costura con dos amigas. Las empresas nos traían cosas para coser y teníamos empleados, por supuesto, pero ya había arrancado de antes a hacer cosas, antes de ser organizadora de eventos.
Belén: — ¿Coincidís con las declaraciones recientes de Wanda Nara de que las mujeres de los futbolistas tienen que trabajar y valerse por sí mismas?
Claudia: — Pienso que no solo las de los futbolistas. Creo que cualquier mujer tiene que trabajar si tiene ganas, si le gusta. A mí me parece que tener la cabeza ocupada en algo que te gusta, está bueno. Si estás enfocada en algo que tenésque hacer, conseguir y buscar, por ejemplo, en mi caso proveedores, presupuestos, me siento ocupada. Pero tendría que trabajar la que tenga ganas, no sé si justo la del jugador de fútbol porque es verdad que uno se aboca a la familia cuando te vas de tu país. Generalmente, las que nos vamos del país muy jóvenes, cuando te vas a otro lugar no conoces nada, no creo que ahí empieces a trabajar. Yo me dediqué plenamente a mi familia y también soy de una camada muy anterior a la de Wanda donde estábamos más enfocados en eso, en estar todo el día con nuestros hijos. No quiere decir que esté mal la camada de ahora, pero es diferente todo. No había celulares, no te fijabas en qué cartera tenías o si ibas con joyas a la cancha. Yo iba en zapatillas, era mucho más relajado. No lo mostrabas tanto, me parece. Lo tenías, pero no se mostraba.
Belén: — Viendo la película completa, ¿es algo que repetirías lo que viviste?
Claudia: — Sí, mi familia para mi es mi prioridad y sigue siendo mi prioridad. Ahora mis hijas pasaron a un segundo plano por mis nietos (risas). Me desespero por ellos, no sé cómo hago para repartirme. Hace poco fue el cumple de Benja y yo tenía un compromiso laboral, un cumpleaños de 15, y también estaba invitada al casamiento de Juan Cruz, el hijo de Goycochea, y Belén; y no le podía fallar al cliente porque tenía que trabajar, no podía fallarle a Ana Laura y a Goyco por son mi familia; y tampoco podía faltar al cumple de Benja, pero eran los tres eventos el mismo día. Me fui a trabajar, el cliente ya sabía que me iba a ir antes, me cambié en el auto porque no podía ir a cambiarme al baño y que los invitados me vieran salir, y me fui a saludar a Juan Cruz y a Belén; y a las 2 de la mañana me fui a salir a Benja a Tigre porque a las 3 terminaba.
Belén: — ¿Qué es lo que más se extraña de Diego?
Claudia: — Yo extraño compartir momentos con mis hijas y Benja, que fue el que más lo disfrutó. Lo disfrutó más que mis hijas. Todo lo que no hizo con Dalma y con Giani, por ejemplo, de ir a una plaza, que no era que no quería, sino que no podía. No podía salir. Me acuerdo un día que tenía libre que fuimos a una calesita con las nenas y él estaba chocho porque no había nadie, pero de repente empezó a venir gente. Y la gente se quejaba de que no se quería sacar foto y firmar autógrafos. Él les decía: “Por favor, entiendan que estoy como vos que estás con tu hijito tranquilo y yo quiero disfrutar de las mías que no puedo”. Era muy difícil esa situación, en cambio con Benja hizo todo lo que no hizo con las chicas. Entonces, esa parte es la que más extraño porque yo ya estaba separada hace mucho, pero compartíamos cumpleaños en familia o salíamos a cenar. Más que nada lo extraño porque mis hijas lo extrañan y compartíamos algo que ahora no podemos compartir.
Belén: — A partir de todas las cosas que viviste hasta acá, ¿cuál es tu mayor enseñanza, la que te gustaría transmitir?
Claudia: — Que el amor todo lo puede. El amor y la salud no se pueden comprar. Ese amor genuino, el que viene de adentro tiene que ser verdadero y por eso el amor todo lo puede.