Mariano Zabaleta en Random: del éxito en las canchas a la pasión por la televisión y sus consejos sobre el miedo

Mariano Zabaleta es un exjugador de tenis profesional y conductor de televisión. Inicio en el deporte en 1996, fue número 1 en junior, 21 del mundo en el ranking de la ATP en abril de 2000. A lo largo de su carrera, se alzó con tres títulos ATP 250 y una final de Masters 1000. Fue parte de la mítica Legión, estuvo como subcapitán de Copa Davis y hasta creó un formato televisivo.

“Como tenista di todo lo que podía dar, le gané a los mejores del mundo, terminé de jugar e hice televisión, hoy hago producción, que me encanta. Me siento un tocado por la varita”, reconoció.

Es que, en paralelo a las competencias profesionales,conducía el programa de televisión Tenis pro, junto con Juan Ignacio Chela y Juan Mónaco. La idea inició como un divertido proyecto entre amigos, que filmaban situaciones cotidianas durante sus viajes, y terminó siendo un éxito que finalizó en 2006, pero retornó en 2008 con un nuevo integrante: Gastón Gaudio.

“Hago televisión y producción desde mis 23 años. Tengo más años de televisión que de tenis y creo que se puede tener dos o tres pasiones a la vez. En ese momento, obviamente, me criticaron porque decían que debía focalizar en el tenis”, recordó.

En 2010, Mariano se retiró del circuito y se dedicó a ser entrenador, junto a José Clavet, de Juan Mónaco. Además, fue designado subcapitán del equipo de Copa Davis, acompañando al capitán Martín Jaite. Ese mismo año, se metió de lleno en la televisión con el programa Pura Química, transmitido por ESPN+, donde se desempeñó como conductor.

Desde 2018 asumió el cargo de vicepresidente en la Asociación Argentina de Tenis, donde aporta desde su experiencia en este deporte junto a Agustín Calleri, quien es el titular. “No me siento dirigente, con somos amantes del tenis que nos toca estar trabajando con una responsabilidad muy grande. Hoy 5 años después, estoy feliz de la vida de cómo está fluyendo, los jugadores que hay y cómo creció el tenis y la federación”, reconoció.

Con 46 años y padre de tres niños, Mariano sigue ampliando su horizonte laboral persiguiendo su pasión. Actualmente, lleva adelante documentales en donde muestra no sólo los logros y carreras de reconocidos deportistas sino su lado más humano.

“Muchas veces vemos de afuera y decimos: ‘¡Que fenómeno! Cuánto ganó’, pero te sentás a hablar con el personaje y te das cuenta que la pasó mal. Está bueno humanizarlo y desnudar esa historia”, detalló.

Las victorias y las derrotas en el deporte le dejaron no solo experiencia sino también aprendizajes sobre cómo encarar los siguientes desafíos. En tenis, al igual que otras disciplinas, los jugadores inician a muy corta edad la carrera profesional y Mariano no fue la excepción.

Con buenos resultados, llegó rápidamente a enfrentar a gigantes de la disciplina. De uno de esos cruces surgió una historia imborrable con Andre Agassi, quien en ese momento era el número 1 del mundo y es considerado uno de los más grandes tenistas de todos los tiempos.

Leo: —¿Cuál fue la mejor paliza que recibiste en el tenis?

Mariano: —La peor paliza la tuve con Andre Agassi en Scottley. Era una Semifinal, el estadio lleno. 6-0, 6-2 me ganó. En el 4to me di vuelta al banco mío y les dije: “No puedo respirar”. No es que no podía pegarle, más allá de que me está cagando a palos, no podía respirar. El profe me decía: “Respirá”. Como si fuera un nene de 5 años. “No puedo”, le decía. Es como que me superó la situación.

Leo: —¿Cómo llegás ahí? ¿Cómo fue esa experiencia?

Mariano: —Agassi para mí era Mickey cuando empecé de chiquito. No lo conocía, él era el número 1 y yo tenía 20 años. Voy por el pasillo a la cancha, el estadio haciendo ruido, yo con el bolsito y sentía que me respiraba en la nuca. Agassi venía atrás y yo no lo miraba porque me tenía que dar vuelta. Ya estaba perdido el partido (risas). Me hice el banana y no lo saludé, fui con el raquetero. Era como demostrar que me daba lo mismo que fuera él u otro. Yo fui con la actitud de “me como la chancha”. De pronto, me tocan el hombro. me doy vuelta y lo tenía al pelado ahí al lado mío. Se presenta, me dice: “Andre”. Yo le digo: “Mariano”. El tipo me dio la mano y ya me ganó. Ya me sintió la mano transpirada… ya sintió todo. Pero fue muy buen a historia, me cagó a palos.

Ser deportista profesional, enfrenta a los jugadores con el miedo. El miedo a no poder superar los múltiples obstáculos, a lesionarse, a no lograr los objetivos propuestos. Miedos que se van sumando y otros que se van superando con el paso de los años y la adquisición de experiencia en la carrera profesional. ¿Qué dijo Zabaleta sobre esto?

Leo: —Cuando hablas con los juveniles, ¿en qué los aconsejas? ¿qué les decís para sus carreras y su futuro?

Mariano: —Tengo muchas charlas con ellos y me preguntan. Está bueno porque son pibes que charlan mucho con nosotros y a mí me resulta muy atractivo poder ayudarlos desde ese lado. Me gusta cuando podemos charlar en profundidad sobre mil temas. He hablado con varios de ellos sobre el ego, los miedos, novias, gloria, la guita, la familia… no es charla de “mirá el revés cruzado o cómo le gano”, son otros los temas que preocupan. Nosotros, como siempre digo, Coria, Gaudio, Franco Esquilari, Agustín Calleri, a todos nos ha ido bien, nos ha ido mal, nos hemos mandado mil cagadas entonces es más fácil porque olfateamos muy claramente cuando están por cometer un error o es acetada la decisión que están tomando.

Leo: —¿Tu generación tenía charlas así con ex jugadores?

Mariano: —No, no tuvimos. Nuestra camada no tuvo tanta relación con ellos. Nosotros estamos mucho más cercanos y estamos involucrados a fondo con ellos. Pero hay charlas que se dan que están buenísimas. El otro día tuve una charla con uno del tema del miedo. Me dice: “Estoy cagado”. Y le digo: “Pero el miedo es lo que le genera al ser humano el día a día. Todos tenemos miedo todos los días”. Yo con mis hijos, otros con el laburo. Siempre tenemos miedo. Ahora lo que yo trato de hacerles entender es: “Vos estás jugando al tenis”. Es algo hermoso. Juega muy poca gente en el mundo. Entonces, ¿cuál es el miedo? ¿a fracasar, a acalambrarte? ¿a que digan: “Mirá con quien perdiste”? Yo la frase que le digo es: “Vos cuando perdes, a la media hora no se acuerda nadie. Y tú vieja que es quizás la persona que más te ama en el mundo, esa misma noche capaz se va al cine con una amiga, y vos estás enroscado una semana diciendo: ‘Fracasé’”.

Leo: —Y lo viven también los grandes, los consagrados, ¿no?

Mariano: —Roger Federer o Rafael Nadal cuando hablan de la presión es el miedo. Ellos siguen diciendo que tienen miedo. Desde chiquito hay que intentar que trabajen en el miedo que aprendan a manejarlo.

Leo: —¿Vos tuviste un miedo grande dentro del tenis?

Mariano: —Mil miedos. Me pasó al jugar acá en Argentina, con el público propio. Te paralizas porque querés dar lo mejor y de repente perdés y está tu gente, tu familia, tu novia y querés ser Rocky Balboa; y de repente te sale todo como el traste, todo al revés. Jugas mal, te acalambras. Tuve mil situaciones de miedo que me paralicé. Una Copa David en Málaga creo que estaba jugando una semifinal contra (Juan Carlos) Ferrero y le iba ganando 7 a 0, dándole una paliza, me acalambré y no pude jugar más. Desde la ansiedad de adelantarme a ganar antes de ganar la partida. Eso es lo que trato de transmitirle a los pibes. Yo ya la pasé a esta hace 20 años y todos la pasamos. Desde ese lado siento que le servimos mucho a esta generación.

Consultado por Leo, Mariano armó un ranking de jugadores de tenis argentinos que dejaron huella no sólo en materia torneos, premios y desempeño sino también sobre cómo influenciaron al deporte local.

Leo: —¿Quiénes integran para vos esa lista?

Mariano: —Guillermo Vilas no tiene discusión. Martín Del Potro, que fue un mega crac ganó por ejemplo 30 torneos, y Vilas ganó 110. No hay comparación de lo que fue y la cantidad de cosas que ganó. Está siempre primero.

Leo: —¿A qué otros sumás?

Mariano: —Si hacemos la cuenta matemática es por torneos ganados, pero para mí el tipo más influyente a nivel tenístico de los jugadores es David Nalbandian y coincidimos muchos en eso. Tenés la matemática, gustos y talento porque David no ganó más torneos que Del Potro y Gastón Gaudio ganó un Gran Slam y David no…

Leo: —Quedan tres puestos más, ¿quiénes entran?

Mariano: —Después viene DelPo, Guillermo Coria y el Gato Gaudio por lo que logró y por lo que fue. No me quiero olvidar de Batata (José Luis Clerc), que está ahí metido en el pelotón. Sacando a Vilas, lo armé en base a la gente con la que yo compartí y vi jugar.

A diferencia de lo que ocurre comúnmente con los deportistas, que toman esta decisión de forma premeditada y planificando los tiempos, Zabaleta actuó con espontaneidad y cumpliendo una promesa.

Si bien con el paso de los años y las mejoras en las formas de entrenamiento, alimentación, la tecnología y los tratamientos médicos, alargó la carrera de los deportista de elite, durante los años en los que Mariano compitió profesionalmente retirarse alrededor de los 30 años no era tan descabellado.

Leo: —¿Te retiraste a los 27 años?

Mariano: —28,29 años. Muy chico.

Leo: —¿Estaba pensado o actuaste impulsivamente?

Mariano: —Yo venía todo el año jugando, pensándolo, venía agotado mentalmente y no lo tenía decidido, pero si como una posibilidad. Estaba jugando en Perú con Carlos Berlocq, que es un luchador de la vida, hoy un gran entrenador, empieza el partido en Lima gris, nublado. Empiezo a jugar primer game. Creo que jugamos 10, 15 minutos, le gano el game, pero ya todo transpirado. Saca él 10 minutos más, me gana. Saco yo, 10 minutos, y me quiebra el saque. Y en ese momento fue como que me cayó la ficha o algo como si me hubieran tocado el hombro y me dijeran: “Flaco, volá de acá”. Le di la mano al árbitro le dije: “Me voy”. Le dije a Charly. Y el me dice: “¿Qué te pasa”. “Nada me voy”, le respondo. El árbitro me dice que tengo que llamar al médico porque hay un reglamento. Y le dije: “No, no tengo nada, pero me voy porque se terminó mi carrera tenística. Muchas gracias por todo”. Me fui y nunca más agarré una raqueta. Esa fue la retirada. Creo que una de las más rápidas.

Leo: —¿El árbitro no te creía?

Mariano: —El tipo me decía no te podés salir, tenés que esperar al médico. Dije: “No, no tranquilo. No va a haber multa, no va a haber nada porque no me ves nunca más la cara”. Y así fue (risas). Nunca más volví.

Leo: —¿Y qué pasó después?

Mariano: —Llegué a la habituación que compartía con Mariano Puerta. Llegué a los 20 minutos de haberme ido a jugar y me dice: “¿Qué pasó? ¿Te lesionaste?”. “No juego más”, le dije. “¿Cómo no jugás más?”, me dijo. Él jugaba al rato. Es gracioso lo que estoy contando, pero es real. Me dice: “Yo me voy con vos a Buenos Aires, no juego”. Me acuerdo que llamó al director del torneo y le dijo: “Me siento mal, me voy a borrar”. Cortó y me acuerdo que nos fuimos para el aeropuerto. Y nos volvimos.

Leo: —¿Ante quien tuviste tu mejor victoria?

Mariano: —Roger Fedrer. Tuve muy buenas victorias, pero Roger…

Leo: —¿Quién te tuvo de hijo a vos? ¿Quién te ganaba siempre?

Mariano: —Había uno que me ganaba siempre que se llama Maxim Mirny que es un ruso que me volvía loco. Por ahí no es tan conocido, pero creo que si ves el historial me debe haber ganado 6,7 veces y en partidos importantes.

Leo: —¿A quién le ganabas vos seguido? ¿A quién tenías de hijo?

Mariano: —Creo que el historial más grande lo tengo con Nicolás Lapentti creo que es el 5-1, 6-1, que a ese nivel Nico era Top Ten y le ganaba siempre. Me gustaba su juego. Tengo historial de estar arriba con bastantes que fueron muy buenos.

Leo: —¿Con quién te irías de joda?

Mariano: —De joda como me fui toda la vida desde que tengo 12 años con el Gato Gaudio (Gastón Gaudio). Hoy estamos los dos en otra situación y no creo que suceda o puede suceder para divertirnos algún día. Lo sigo eligiendo a él. Es un gran tipo.

Leo: —¿El amigo más derrochador?

Mariano: —En su momento fue Mariano Puerta. La plata entraba y salía, era un tobogán (risas).

Leo: —¿El amigo más cuidadoso con el dinero?

Mariano: —Es muy conservador y para mí es un tipo que no se va a fundir nunca. En su vida se va a quedar sin plata. Es el señor Diego Schwartzman. Le la importancia que hay que darle al dinero porque costó tenerlo.

Leo: —¿Con qué personaje de la historia te gustaría jugar un partido? Puede ser tenista o no

Mariano: —Si me das a elegir me gustaría jugar un partido de tenis con Michael Jordan. No lo pongo al número 1 al básquet en mi vida, pero cuando vi el documental y lo veo, me parece una mente brillante. Cómo sigue evolucionando, contestando y lo que le dice a los más chicos, es un libro abierto y un empresario de locos.

Leo: —Complete la frase. Mi sueño pendiente es conocer a…

Mariano: —Michel me gustaría. Me gustaría conocer a Chris Martin de Coldplay, lo conocí a su manager. Jugué al tenis con él y el venía a jugar pero ese día venía la novia y no pudo venir; y me quedé muy tranquilo porque dije: “Si Chris Martin no pudo venir porque llega la novia, estamos todos en la misma” (risas). Me gusta su música, pero lo escucho hablar y me parece un ser de luz que transmite algo muy lindo. Tengo un viaje pendiente a Los Ángeles. Se que lo voy a conocer en algún momento.

Leo: —¿Con quién te quedarías en la luna?

Mariano: —Con mi mujer Mariana. Ahora empiezan a decirme pollerudo....

Leo: —Si mañana dejaras de existir, ¿con quién pasarías la última cena? No podés elegir a los que ya mencionaste antes.

Mariano: —Con mis hijos. Ni hablar. Cuando uno es padre no hay margen. Un último abrazo. Voy a llorar.