Juan Ignacio Velcoff Andino, más conocido como Juani, pertenece una familia que durante generaciones estuvo ligada al periodismo. Su bisabuelo Omar Andino dirigió un diario en la década del 30. Su hijo, Ramón Andino, dejó una huella imborrable en la televisión; y sus hijos Guillermo y Marisa continuaron el legado que hoy se extiende una generación más.
“Me crie toda la vida al lado de las cámaras. Para mí fue algo normal elegir esta carrera. Siempre me atrajo y me gustó mucho. Me sorprendía cuando entraba a un estudio toda esa atracción para mí era una diversión”, admitió.
Juani, hijo de Marisa Andino, es periodista y actualmente conduce “Amanece” en la primera hora de Canal 9 e IP, “Altavoz” a las tardes por la TV pública y “Primer Tiempo”, el streaming del diario Olé, por Twitch.
— ¿Quién es Juan Ignacio Velcoff?
—Qué difícil, nunca me definí. Es un gran amigo, un gran novio, un gran hijo. Una persona simple que le gusta disfrutar de la vida.
— ¿Cómo te llevas con tu mamá y por qué no usaste el apellido materno (Andino) para trabajar en los medios?
— Me llevo bárbaro con mi vieja. Tenemos una muy linda relación. Desde siempre tuvimos una muy linda conexión. Somos los más locos de la familia, nos gusta divertirnos y “hacer monadas”, diría mi abuela.
— ¿Cómo manejas el tema de la herencia del apellido?
—La verdad que para mí nunca fue un problema. Es mi apellido, mi sangre, mi familia. Nunca tuve nada que controlar o que manejar o que fuese alguna molestia para mí, al contrario, lo llevo con orgullo y es algo con lo que conviví toda mi vida. Obviamente, siempre resuena en determinados lugares. Yo al tener el apellido de mi viejo primero, en muchas ocasiones, mucha gente no sabe que soy el hijo de Marisa y después cuando se enteran se sorprenden.
— ¿De qué se sorprenden y cómo te manejas con esa sorpresa?
— Se sorprenden primero de que no somos muy parecidos. Hay mucha gente del medio que conoce a mi vieja y me conoce a mí individualmente; y después se enteran que somos madre e hijo. Eso es divertido, es gracioso. Me dicen: “¿Vos sos el hijo de Marisa? Con tu madre he trabajado varias veces…”. Y después está lo de mi abuelo. Los que trabajaron con él. Eso es re lindo porque yo a mi abuelo no lo conocí y la verdad que está buenismo cuando te cruzas gente del medio que te cuenta que laburó con él, cómo era y demás. Vas conociendo un poco de tu historia.
— ¿En algún momento ser el hijo de Marisa o ser de la familia Andino, formar parte de esa familia tan reconocida, te generó algún prejuicio o te limitó en algo?
— La verdad que no. Nunca lo sentí como una presión, al contrario, siempre lo llevé con orgullo. Siempre supe que tenía una responsabilidad muy grande, obviamente, por el apellido, por mi abuelo, mi tío, mi vieja y demás. Pero la verdad que nunca lo sentí como una presión. Siempre dije: “Voy a hacer mi camino”.
— A tu abuelo no lo conociste, pero calculo que habrás visto videos, ¿cómo haces para reconstruir o reencontrarte con tu abuelo?
— Principalmente con la gente que me cruzo del medio. Después también me pasa que algunas personas me dicen en el kiosco: “Yo lo veía a tu abuelo”. Quienes lo conocieron me destacan mucho que él era muy amiguero, que tenía una relación muy fuerte con los amigos. Ahí encuentro un punto de comparación conmigo. La gente del medio te cuente cómo era, qué es lo que hacía, cómo se divertían.
— ¿Qué le preguntarías a tu abuelo?
—La primera pregunta sería: abuelo ¿está bien que me meta en los medios teniendo 18 años?; y la otra si era feliz laburando de lo que hacía. O le preguntaría ¿a dónde nos vamos de vacaciones? Para disfrutar un momento con él, creo que iría por ahí. Pasar un momento con mía vuelo y conocerlo.
“Nunca sentí como una presión tener el apellido Andino, al contrario, siempre lo llevé con orgullo”
Su pasión por el periodismo surgió casi inconscientemente después de haberse criando en estudios de televisión y haber visto a su madre y a su tío desarrollar y crecer en esta profesión. Decidió continuar con el legado y recibió el acompañamiento de su familia.
— ¿Cuándo decidiste seguir la carrera de tu abuelo y de tu mamá?
— Me crie toda la vida al lado de las cámaras, entonces para mí fue como algo normal, siempre me atrajo mucho, siempre me gustó mucho, me sorprendía cuando entraba a un estudio. Toda esa atracción, todo eso que para mí era una diversión, todo eso que me sorprendía y que me gustaba, con el paso del tiempo, llegando al final del colegio, dije: “Bueno, vamos a probar a ver qué onda”. Arrancamos con un programa de radio y ahí empezamos a meterle para adelante.
— ¿Te dio algún consejo tu familia, tu mamá, la primera vez que fuiste a trabajar al medio, a la radio o a la tele?
— Que uno eso lo tiene que mantener y a mí me dijeron: “Che, llegaste hasta acá, nosotros te damos la puerta de entrada, después depende de vos, si vos te trabas a vos nadie te va a llamar, es así”. Eso me quedó muy grabado porque sabía que era así, que después dependía de mí obviamente, por más que uno tenga familiares, contactos o lo que sea, si uno se traba adelante de cámara o no lo hace bien y demás, el otro no te va a contratar porque seas el “hijo de”. Eso sí me quedó grabado, pero después consejos son en el día a día. Mi mamá me llama y me dice: “Ví esto, lo otro”. Ahora yo también le doy consejos a ella y charlamos bastante del laburo en esas cosas y nos gusta.
— ¿Cómo te llevas con Guillermo Andino y qué te enseñó?
— Guillermo es mi padrino de comunión, mi padrino de confirmación elegido por mí, jugábamos al futbol, tengo una excelente relación. Nos llevamos bárbaro. Y la primera vez que empecé a laburar en tele fue gracias a él. Él fue quien me dijo: “Che, si te equivocas mira que sonaste” y siendo el programa de él. En ese sentido tenía muy en claro cómo eran las cosas. Y él me dio la oportunidad de arrancar en esto, siempre le voy a estar agradecido, sin duda.
— Cuando terminaste de trabajar con tu tío ¿cuál fue el primer trabajo lejos de la familia y cómo te fue?
— La primera vez que laburé fuera de Guillermo fue en radio, para Radio 10. Empecé a cubrir las elecciones, después con Alexis Puig, haciendo un programa de cine, haciendo unas columnas. La verdad que estuvo buenísimo porque me encantó salir de ahí. Sentía esa protección con Guillermo obviamente, pero llegó un momento en que quería salir. Dije: “Bueno, basta. Se terminó. Ya está, ya sé cómo funciona, quiero salir de acá”. Así que la verdad estuvo muy bueno, no me sentí mal o con miedo, nada, cero, al contrario me gustó mucho.
“Mi tío Guillermo me dio la oportunidad de arrancar en tele, siempre le voy a estar agradecido, sin duda”
Inició en la televisión y en la radio, pero también incursionó en el mundo del streaming que está revolucionando los formatos audiovisuales y copando cada vez más terreno entre los más jóvenes. Su experiencia en los medios tradicionales, le sirvieron como base para comunicarse en este nuevo mundo virtual y conocer el detrás de escena de cómo se crean los contenidos.
— De la familia Andino vos sos el más joven y estás aggiornado a estas nuevas tecnologías, ¿cómo te manejas con el streaming? ¿Cómo se maneja tu mamá y tu tío con las nuevas tecnologías?
— Mamá es feliz en la televisión y pensar que pueda llegar a ser un producto del streaming y tratar de captar un nuevo público no sé si tendría mucho sentido porque ella ya tiene un público hace muchísimos años que la quiere, la ama, la respeta, que la saluda en la calle y que es de la tele, que es del medio tradicional. Después si ella quiere encarar un nuevo desafío por supuesto, bienvenido sea, pero ya su público está de alguna manera ahí. A mí me encanta, cuando empecé a hacer streaming con “Olé” lo disfruté un montón. Fue conocer que hay un público nuevo. Para mí también fue otro público porque yo desde el 2010 que laburo en el medio y siempre me manejé con un determinado público y cuando entré al streaming a laburar ahí te das cuenta que hay otra gente y me encantó, está buenísimo, lo recontra disfruto.
— ¿Cómo es estar de este lado de la televisión? ¿Cuál es la diferencia de lo que veías antes cuando eras chico con lo que es la realidad?
— Desde el primer momento que empecé a laburar en esto siempre me gustó hacer televisión, un programa de radio, televisión, de streaming, lo que sea, lo disfruto mucho el armado, el proceso, el hacer. Descubrir cómo es desde un primer momento. Saber lo que es un productor, lo que es un editor, entrar en un control, que el sonido, que las luces, cómo jugar con esto, con lo otro. Para mí desde un primer momento fue maravilloso y lo disfruto, todos los días lo disfruto.
— ¿Cómo te manejas con las críticas?
— La verdad que por suerte, gracias a Dios, no son muchas. Sinceramente, tampoco les presto atención. No me meto. Si lo veo no me engancho, no me importa, porque es alguien que está del otro lado y siento que es una persona que está al pedo en la casa y que dice cualquier cosa por querer criticar o insultar o agredir. La verdad que ver una agresión de una persona del otro lado que ni conozco a mí personalmente me importa poco y nada. A mamá sí le costaba un poco más, se engancha quizás cuando ve algo que no le gusta, yo trato de bajarla a tierra.
— ¿Los hermanos Andino nunca se pelearon?
— Eso es un mito que la verdad no sé de dónde salió. Empezó a salir y viste cómo es el medio, empieza a crecer, a crecer, a crecer, lo empieza a decir uno, a decir otro, pero no. Mato el mito. No están peleados los hermanos Andino.
“La pelea entre mi mamá y mi tío es un mito que no sé de dónde salió”
— ¿Qué legado o mensaje le dejarías a las próximas generaciones?
— Que sean felices, que persigan sus sueños, lo más importante es ser feliz en la vida, creo yo, tener salud y ser feliz, ser un agradecido cuando hay que serlo y perseguir los deseos que uno tiene. Creo que eso es lo más importante. ¿Querés hacer tal cosa de tu profesión? Hacela. ¿Tu deseo es comer en tal lado? Hacelo. Hace lo que te haga feliz, tan simple como eso.