Desde chiquito José persiguió las tormentas, siempre le fascinaron los fenómenos, lo atrapan. Frente a un eclipse o un tornado pierde toda noción de peligro, pierde el miedo. Solemos escuchar a los meteorólogos para saber cómo seguirá el día de hoy o cómo será el día de mañana. Pero un meteorólogo es mucho más que eso, es una especie de profeta de mediano plazo, puede ver más allá, puede avizorar los fenómenos que nos van a afectar, una sequía, una inundación, un terremoto. En los medios hay pronosticadores a rolete y de todo tipo, pero no todos son licenciados en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires como José Bianco, son los menos. José sabe de lo que habla. Empezó en 2007 en la radio con Magdalena y Víctor Hugo, desde hace muchos años es el meteorólogo estrella de El trece.
– La gente está acostumbrada a ver una pequeña porción de lo que hacen los meteorólogos.
– Vamos a dejar en claro que los que te dicen el pronóstico en la tele no siempre son meteorólogos.
– La física es el idioma, te diría, junto con la matemática, que te permite entender la atmósfera. Entonces, sí o sí tenés que aprender a hablar ese idioma, después están los productores, los conductores, que te van ayudando a hablar para que la gente te entienda. Yo tengo en la cabeza a cada uno de los que me dijo: cómo vas a decir precipitación con acento en la é si tiene un tilde en el final? Son un montón de vicios de no saber cómo comunicarnos. Los fueron corrigiendo a ustedes. Así que gracias.
– Hay situaciones peligrosas que mostrar: huracanes, tornados, tormentas. En esos momentos te dejas llevar, no hay noción de peligro ni de paso del tiempo. ¿Qué te pasa frente a un fenómeno?
– Uno se concentra en el trabajo. Supongo que a vos te pasa lo mismo, te podés abstraer inclusive en situaciones extremas y por ahí si no estuviese la cámara prendida te daría miedo. Cuando se prende la cámara miramos abajo de la luz roja y vamos.
– No te das cuenta del frío o si te haces pis.
– Sí, sobre todo el hambre, el día se te pasa más rápido y hay necesidades que pasan en segundo plano, como el hambre, el miedo y muchas otras cosas.
José se despierta a la mañana y lo primero que hace es ir a la computadora a ver mapas, cómo viene el día. Y a elegir que de todo lo que es necesario contar.
“HAY UN MONTÓN DE COSAS QUE SE PUEDEN ANTICIPAR, LA GENTE NO LO SABE”
– Eso es verdad. Al principio era: decime la mínima, la máxima y la nube. Cuando vi que podía meter el radar y podía mostrar imágenes de satélite tratamos de buscar la manera de hacerlo entretenido, hay un montón de cosas que la gente no sabe que se pueden anticipar, herramientas que la gente no conocía. Yo veo programas de economía donde pone gráficos complicados, si los explican paso a paso está bueno. Lo mismo pasa con la ciencia, con la matemática, con la física. A veces por falta de pasión ese cuento está mal contado y se pierden las ganas por aprender ciencia.
– ¿Qué es lo que más te preguntan? ¿Qué va a pasar mañana? Cómo va a ser el día en que festejo el cumpleaños de mi hijo? Cómo van a ser mis días vacaciones?
– Me preguntan mucho por el cambio climático. ¿Es tanto como dicen? Uno no puede responder a la ligera eso.
– Vos me enseñaste que los que mandan en los grandes cambios climáticos son los océanos, que tienen fenómenos propios.
– Sí, son poco conocidos. Hay que entender cómo funciona un sistema caótico como la tierra, el mar y la atmósfera, que van enganchados, como bien decís. Hay cosas que sí están cambiando. Entre los cambios, hay algunos que no parecen ser naturales, que suceden a una velocidad tal que en los registros que tenemos no aparecen. Entonces, la primera hipótesis, es que el hombre influye en el pasado reciente de la Tierra, eso es muy evidente científicamente hablando.
– ¿Qué te pasa cuando los dirigentes de países del primer mundo como Trump afirman que el cambio climático no existe?
– O cuando dicen que existe más de lo que realmente se puede comprobar… de las dos maneras están usando una herramienta de una manera conveniente para ellos. Me dan bronca las dos por igual, cuando alguien exagera o cuando alguien minimiza, cuando está de espaldas a la ciencia. La ciencia es la mejor herramienta que hemos tenido para avanzar. Manipularla o falsearla da bronca. Además se hace de un modo muy evidente.
– Cuando un decisor no manifiesta intención de proteger a la Tierra.
– O cuando no escuchan a los científicos que generalmente, no te digo siempre, son lo más impoluto que tenemos. Porque no podés saltear pasos cuando hacés ciencia.
– ¿Qué hay que dejar de hacer? ¿A qué básicamente se niegan estos líderes?
– Hay que separar los países ya desarrollados, que han emitido gran parte del lío en el que estamos, y los países en vía de desarrollo. Gran parte de las emisiones que nos dejaron no fueron emitidas por nosotros. Muchos dicen que tenemos más derechos que los que ya emitieron.
– Entiendo que no somos los mayores responsables del daño, pero ¿qué deberíamos dejar de hacer?
– Los países más desarrollados tendrían que ayudarnos a invertir en energías limpias.
Sin duda es el gran cambio. La mayoría de las emisiones tienen que ver con eso, los combustibles fósiles sabemos que hacen mal. Pero de nuevo, deberíamos ser ayudados, eso es a lo que se niegan. Trump piensa que no debe ayudar a otros países en vías de desarrollo a modificar su manera de generar energía. Y yo creo que sí, que deben, que tienen el compromiso de hacerlo.
“NADIE SE SALVA SOLO. LO QUE EMITE EE.UU TE AFECTA A VOS Y VICEVERSA”
–¿No le interesa?
– No, no quiere, no quiso directamente. Muchos usan esta herramienta para beneficio propio y acá nadie se salva solo porque lo que se emite en Estados Unidos te afecta a vos y viceversa.
“SI TE DIGO QUE MAÑANA VA A LLOVER Y NO TE EXPLICO NADA VOS TENÉS TODO EL DERECHO
A ENOJARTE”
– La gente se enoja cuando lo que sucede no tiene que ver con lo que anunciaron. Les dicen a los pronosticadores que no la “pegaron”, como si se tratara de astrología.
– Nunca vi a nadie dar el pronóstico acompañado de cuán confiable es ese pronóstico . Por ejemplo: “mañana va a llover”, está mal comunicarlo así. Hay que decir que la chance de que mañana llueva es alta o es baja y si es confiable la situación, si todas las simulaciones están mostrando ahora lo mismo. Si te digo que mañana va a llover y no te estoy explicando nada, vos tenés todo el derecho a enojarte ¿Qué pasa? Dar ese pronóstico probabilístico implica un montón de energía. La herramienta está funcionando bien, pero el mensaje está llegando mal.
– La mayoría de los que están en los medios que estudiaron? ¿Hicieron apenas un cursito?
“USAN EL SENTIDO COMÚN PARA HACER CIENCIA Y AHÍ ES DONDE FALLAN. ES COMPLETAMENTE AL REVÉS”
– Sí, y a veces repiten pronósticos oficiales. El tema es cuando quieren mandarse a hacer el pronóstico solos. Ahí empiezan los líos y se mandan macanas. Y así perdemos todos los meteorólogos que estudiamos.
– ¿Dicen cosas erróneas?
– Completamente opuestas a la realidad. Que las tormentas son más fuertes en el mar que en la tierra, por ejemplo. Es completamente al revés, flaco. Usan el sentido común para hacer ciencia y ahí es donde fallan. Que la primavera es más calurosa que el otoño en la Ciudad de Buenos Aires. No, no es así. Por suerte los voy bloqueando y me olvido. Yo no puedo enojarme con eso porque no hay una ley profesional de meteorología. No hay matrícula de meteorólogo.
“SI TE DICE LO MISMO QUE TENÉS EN TU TELÉFONO Y NO TE APORTA MÁS NADA TE ESTÁ MINTIENDO”
– ¿Cómo me puedo dar cuenta que me está chamuyando un pronosticador?
– Cuando no puede explicar, no puede sacarle más jugo al ícono que lo que el ícono dice. “Están cayendo gotas de esa nubecita dibujada”… Ahora, cuando la persona te empieza a hablar de la forma en la que va a llover, si es sin granizo o con granizo, con granizo chico o grande, cómo es la ráfaga, cuáles son los factores a tener en cuenta.. Cuanto más detalle te da del pronóstico más sabe de la situación,
– Si me dice solamente que va a llover a la mañana es un sanatero.
– Si te dice lo mismo que tenés en tu teléfono y no te aporta más nada te está mintiendo.
– ¿Eso lo podría decir yo en el noticiero, decís? ¿Pido los dibujitos, los íconos y los leo?
– Sí, claro. No tengo duda. Si no te aporta nada de información te está mintiendo. Pero ojo, puede estar influenciado por una productora que le diga “tenés un segundo, no tenemos tiempo”. Me ha tocado decir los numeritos nada más. También hay que saber leer entre líneas y detectar cuando alguien está mintiendo. Si no te puede mentir hasta un médico.
– La gente sospecha de los pronósticos y de los pronosticadores.
– Increíble. Mi tarea es hacer el pronóstico lo mejor posible y comunicar lo mejor posible. Pero del otro lado, siempre la culpa va a ser del otro.
– En las grandes ciudades, de todo lo que puede suceder, tormentas y lluvias, calor agobiante, frío intenso, vientos ¿a qué estamos más atentos?
– Creo que la palabra clave es granizo. Las ciudades que han sufrido granizadas quedan marcadas para siempre. De hecho, te toman bronca al escuchar “posibilidad de granizo”. Hay que cambiar la manera de comunicarlo. Hay chance de granizo chiquito, mediano o grande. No es lo mismo la previa si uno estudió.
– Cuando hablás de granizo grande es la piedra grande.
– Ése del que te vas a acordar toda la vida.
– ¿Hay que avisar sobre la diferencia del tamaño, decís?
– Sí o sí, es clave. Los productores te ponen solo “granizo” en el graph. Yo me enojo, hay que avisar si es granizo chico y no grande, porque si al día siguiente perdiste credibilidad si asustaste a la gente.
– Hay dos grandes grupos. Los que disfrutamos del clima, de los cambios, de los fenómenos, del calor, del frío, de la lluvia, de lo que venga. Y están los que se quejan de todo: si hay humedad porque hay humedad, si va a llover, si el clima es seco… ¿Sos un poquito psicólogo con los que te siguen?
– Cuando uno da el pronóstico los tiene a todos en la cabeza presentes, después empiezo con los apartados y con las aclaraciones. Tratar de detallar es lo que hace la diferencia. Calculo que muchos tendrán cosas irresueltas, o estarán descargando, no lo sé. Yo soy quejoso, vos me conocés, pero no del clima. A veces les cierro el libro de quejas, les digo: el libro de quejas está lleno. No me jodan, lo que pasa es lo que tiene que pasar, calor en verano, frío en invierno. Esas quejas no se aceptan.
“EL LIBRO DE QUEJAS ESTÁ LLENO, NO ME JODAN. PASA LO QUE TIENE QUE PASAR, CALOR EN VERANO, FRÍO EN INVIERNO”
– ¿De qué team sos?
– Frío prefiero, porque en el verano es difícil trabajar, pero me da más trabajo.
“LA AURORA BOREAL ES COMO UN DRAGÓN GIGANTE ARRIBA DE TU CABEZA MOVIÉNDOSE A GRAN VELOCIDAD”
– Cuando eras más joven estabas perdidamente enamorado de las tormentas. Ahora, las auroras boreales te pueden. ¿Qué es lo que tienen de especial las auroras boreales?
– Fui mutando, es verdad, Al principio era la atmósfera y después empecé a amigarme con la astronomía y a conocer gente grosa. Dos cosas tienen las auroras boreales. Se dan en lugares muy alejados del planeta, dentro de los círculos polares, y eso ya te da una magia. Y además, no tanto los colores que a la vista se nota que son verdes, sino el movimiento que tienen en tiempo real. Cuando veas un video en tiempo real no lo vas a poder creer. Al último viaje que hice en noviembre fuimos en grupo. bajamos de la camioneta, miramos para arriba y no se puede creer la velocidad con la que se mueve. Eso es lo que más te llama la atención. Es como un dragón gigante de arriba de tu cabeza moviéndose a gran velocidad.
“ES ADICTIVO. ES HIPNÓTICO. NO HAY DOS NOCHES IGUALES”
– ¿Es como una alucinación?
– Es adictivo. Nunca hay dos noches iguales. Se te va el frío. Hay 20 grados bajo cero si no hay auroras y todo el grupo siente mucho frío. Pero si hay auroras.. ¿sabés como baja de la camioneta la señora de 80 años? ¿Cómo baja el de 15? A ver auroras se bajan de la camioneta corriendo, no les importa si hay agua congelada, si hay nieve, si se cayeron, si hace frío. Bajan y pueden estar tres horas mirando para arriba, olvidándose del frío. Una vez que la empiezan a ver no se olvidan más.
– ¿Es hipnótico?
– Recontra. Pero hay una cosa que es mejor, que es el eclipse total de sol total. Cuando estás debajo de esa línea delgada que a veces son 3000 kilómetros de longitud pero 100 kilómetros de ancho. Estar debajo de la sombra que generó la luna y no ver el sol por dos minutos en pleno día, eso te rompe todavía más la cabeza que las auroras boreales. Es algo que se vio en Argentina 2018 y 2019, pero que no se va a ver por 40 años más, eso también lo hace mágico. Pasan cosas muy locas, La temperatura baja diez grados de golpe, hay calma, se ven los planetas que están alrededor del sol en pleno día. La gente vuelve a ser cavernícola, porque empiezan los murmullos cuando se tapa el sol y cuando el sol, después de dos minutos, vuelve a aparecer. Es como si hubieran pensado que esos dos minutos todo se había roto para siempre. Es realmente surrealista.
– ¿Qué pasa en cambio ante las auroras boreales? ¿La gente está en silencio?
– No, gritos. Porque le querés avisar a los otros. ¡Miren, miren allá! Siempre el mismo grito.
– ¿Cuánto tiempo dura toda esa experiencia?
– A veces hay que viajar tres horas para escaparse de las nubes, que son las grandes enemigas. Nos quedamos cuatro horas viendo auroras y después volvemos. En un momento te empachás y empieza a aparecer el frío. Podés estar tres, cuatro horas mirando auroras, pero con altibajos. Siempre son pulsos muy marcados, decae un poco la actividad y después se vuelve a encender. Entre las ocho de la noche y las dos de la mañana tenés chance de ver las lindas.
– Primero fuiste a Islandia, después te fuiste a Noruega. ¿Cuáles son las mejores?
– Yo creo que Noruega, porque te permite alejarte de las nubes, mientras que Islandia es una isla. Se te nubla la isla y sonaste. Acá podés subir, ir a la montaña, o ir del otro lado, al límite con Suecia o con Finlandia.
– ¿Qué estás mirando ahora, este verano, en Argentina?
– Tener humedad abajo y aire caliente es muy peligroso. Se vienen días de mucha humedad abajo y eso potencia las tormentas. Si a la atmósfera le metés abajo aire caliente y húmedo, cuando se forma la tormenta eso es como combustible para un motor y el ascenso después va a ser muy violento.
“TORMENTAS. HAY QUE PREPARARSE PARA UN VERANO MOVIDO. ESTÁ LLEGANDO LA HUMEDAD QUE ANTES NO LLEGABA”
– Vienen muchas tormentas, decís, en el AMBA.
– En el centro y en el norte argentino también, sobre todo este verano. Está llegando la humedad que antes no llegaba. En los últimos tres años La Niña no lo permitía. Ese humedal, en el centro del país, no generaba los gatillos que activan las tormentas, que son los frentes fríos. Ahora tenemos todo, entonces hay que prepararse para un verano movido. Pero es agua para el campo.
– ¿Es cierto que por acá no va a haber temperaturas tan extremas?
– Si se cumple este pronóstico de El Niño, tenés más nubosidad, más lluvia. Eso impide que el sol actúe tanto, porque está más nublado. Eso suele moderar la temperatura. Los pronósticos acá, en nuestra zona, no son tan confiables como en el litoral, que es un relojito: con El Niño llueve más, con La Niña llueve menos. Nosotros acá estamos en una zona border. Venimos de tres Niñas y de una sequía de tres años.
– La mesopotamia tuvo incendios. ¿Ahora tendrán inundaciones?
– Sí, es complicado. Ahora Uruguay está siempre al límite, con lluvias, que vuelven al litoral. De nuevo empezaron los problemas en Brasil, pero las próximas lluvias son para Argentina. Lo que pasa es que venimos de una sequía tan grave… El que se inunda me va a decir: claro, para vos es bueno. Pensando en el país y en la producción, suele ser más complicada la sequía generalizada que tuvimos, que las lluvias que se vienen. Y las tormentas serán puntuales. Algunos se verán afectados por granizo grande que destruye plantaciones, habrá alguna cosecha perdida, pero en términos generales la lluvia termina siendo algo bueno.
– ¿Cuánto aprovechamos a los que saben meteorología, para producir en el campo argentino?
– Los ingenieros agrónomos tienen una materia que es meteorología y creen que eso es suficiente. Ahora el Servicio Meteorológico Nacional está desarrollando una pauta para los productores y creo que ese es el mecanismo, pero nunca me consultan a mí del campo sobre qué hacer.
– Pero habría que aprovechar esa data.
– No se hace. No está en la cultura del productor argentino consultar la meteorología todavía. Además, somos muy, muy baratos. Somos científicos, no estamos acostumbrados a ganar mucha plata, lo cual es realmente una pena.
– ¿No los contratan?
– Me han contratado algunas empresas para dar charlas, pero para algo general, no para una consultoría día a día o semana a semana. Y es una pena porque en el campo si por ejemplo se fumiga mal, es pérdida de plata. Si se cosecha en un momento malo, es pérdida de plata. Los caminos son determinantes para sacar las cosechas de los campos. Hay un montón de decisiones que el meteorólogo puede tomar. Mi hermano es ingeniero forestal, con él empezamos a interactuar por el tema de incendios y la producción de madera, pero fue la única vez que trabajé con alguien del campo con continuidad, porque era mi familia, porque era mi hermano. Eso es una pena. No está bien. Es el burro detrás del carro.
– Debe ser difícil vivir con vos. Estás en esto las veinticuatro horas. Es tu pasión, es tu locura, de golpe te vas de viaje hacia algo peligroso. Te lleva el deseo.
– Sí, pero también como saben cómo vuelvo y cómo disfruto, muchas veces me empujan a ir, me ayudan a decidir ir. He estado dudando en algunas coberturas que después terminaron siendo para mi carrera determinantes y tuve el apoyo desde acá: andá, andá. En los momentos difíciles que yo estaba dudando, me dijeron andá.
– Atravesaste un huracán muy complicado.
– Ésa fue la última vez que me dijeron andá. Y sí, los huracanes Dorian y María, sobre todo María en Puerto Rico, fue difícil de mostrar porque al rato no teníamos luz, el aeropuerto colapsó, las cámaras estaban sin batería. Quedó en la memoria de todos el huracán Irma, que fue categoría uno en Miami, por los autos Lamborghini con agua hasta el techo, un montón de autos carísimos y muchos argentinos. Mientras que en Puerto Rico, en San Juan, fue desastroso, estuvieron un año sin luz y la gente no se acuerda de María.
– Además de vivir la aventura en viajes de trabajo por todo el mundo para cubrir y mostrar distintos fenómenos, armaste tu propio motorhome para recorrer el país y estar al lado, pegado a la naturaleza. Para disfrutar bien de cerca.
– Sí. Tengo paneles solares arriba del colectivo porque la idea era hacerlo sustentable. Ahora vienen tormentas con granizo, no puedo ir en el colectivo porque me van a romper los paneles. Ya no lo quiero exponer a las inclemencias del tiempo. Así que vamos a ir eligiendo, está bueno para la observación del cielo nocturno, lluvias de estrellas, ver algún planeta, cosas más tranquilas.
– Es un colectivo muy tuneado. ¿De qué año?
– Del 93. Había sido del canal 13. Yo lo compré y era un furgón, no tenía nada. Así que dibujé en un papel lo que quería.
– ¿Qué más tiene además de los paneles solares?
– Tiene una aislación térmica importante para no perder el calor o el frío. Es lo que tendría que pasar en cualquier casa de la Argentina, y no se hace. No hay una optimización del uso de la energía y eso es un problema para el país.
– Se ahorra mucha energía cuando hay aislación.
– Claro, las aislaciones, las aberturas. Tengo vidrios dobles, buena aislación, paneles solares, todo pintado de blanco y obviamente los electrodomésticos también con tecnología para gastar lo menos posible.
– Es... grandote.
– Estamos amigándonos, nos estamos conociendo, estamos haciendo viajes por acá, no más de 150, 200 kilómetros.
– ¿Tu novia viaja con vos?
– Vino a disfrutarlo. Fuimos a San Antonio Areco, fuimos a Lobos, ahí al lado de la laguna, cerquita. Y ya tuve que pedir ayuda a algún camionero que me diera una mano, uno se va metiendo en el mundo de la mecánica. La idea era comprar uno que tuviera la mecánica de las de antes, porque salís de cualquier lado con la ayuda de alguien. Y terminás relacionándote con la gente y está buenísimo. Necesitás de la gente interesadamente si se quiere, pero terminás haciendo vínculos. Es re loco porque es como viajar de mochilero. La gente te ve de otra manera. Llegás con el motorhome y al que le compraste la olla de hierro te regala otra. Te ven en un mood de disfrute y te tratan distinto. Eso no sabía que me iba a pasar .
– Llevas al perro.
– Sí, claro. Tiene su lugar ya destinado, donde vamos a construir la cuchita.
– Encontraste a la persona perfecta en Laura, tu novia, ¿o ella preferiría ir a París de vacaciones?
– Fuimos a la India juntos. Ya te estoy respondiendo todo… y la vi disfrutando en ese viaje. Después hicimos una semanita Maldivas, porque tampoco la India es fácil de digerir. Somos bastante parecidos a la hora de viajar, nos gusta planear muchas cosas del viaje, pero que no esté todo organizado tampoco. Yo necesito ver y mostrar. Me pasó eso en los viajes. Necesitaba hacer vivos en las redes con el teléfono, que la gente se enganche. Sí, una tontería.
– ¿En viajes de a dos y en vacaciones también hacés vivos?
–Sí, hacíamos, y le mostramos a mucha gente la India y las costumbres de la India, momentos re lindos haciendo el vivo.
– Un influencer.
– Ponele. Pero la idea era: miren dónde estamos, miren qué loco todo lo que estamos viviendo. Ahora estoy trabajando en Perros de la calle y me piden que hablemos de los destinos a los que fuimos, así que se transformó en un trabajo.
– Además de El trece apareció el streaming, aparecen las redes, aparecen los viajes. Pero junto con tu mamá sigo reclamando que presentes la tesis de tu carrera.
– Mi mamá, vos y la psicóloga están las tres en el mismo lugar del cerebro. La tesis está muy avanzada. Es un pendiente que tenemos todos, los cuatro, pero avanzó. Después te voy a contar de qué se trata. Tiene que ver con la comunicación del pronóstico.
– Entonces entregamos la tesis, es un pendiente. ¿Cómo te ves en algunos años? ¿Hay algún sueño?
– Está bastante cerca. Nunca imagino para adelante, pero está bastante cerca de lo que estoy haciendo. Esto de las auroras boreales con gente pero con tornados o con tormentas, ése sería el sueño.
“PODER ENTENDER DÓNDE VA A PASAR ALGO, SER DE LOS POQUITOS QUE PUEDEN ANTICIPARLO. ESO ME GUSTA”
– Ir mostrando los fenómenos del mundo acompañado por grupos de fanáticos o curiosos.
– Sí. Pero admitámoslo, poder entender dónde va a pasar algo, ser de los poquitos que pueden anticiparlo. Eso también me gusta. Esa exclusividad de que si estudiás un montón sabés dónde va a pasar el tornado, ese beneficio ganado. Estudié un montón y me gusta disfrutarlo, que no todos sepan a dónde va a estar la tormenta. Igual después consulto con Matías Bertolotti, que es como mi hermano y me da mucha seguridad profesional. Estar ahí, en el lugar indicado, donde te prometí que podía pasar algo y con gente grabándolo.
– A los 41 y con tantos años de aventura ¿te despediste por ejemplo de la bolsa de dormir? Viste que hay cosas a las que uno le da de baja.
– No, ya está. Creo que no podría, tengo problemas de espalda y cuello (risas).
– Nos vemos en la aurora boreal, José.
– Te guardo un lugarcito, entonces. ¿Una comida especial? Si no hacemos guiso y comemos con el fuego y las auroras. En noviembre te espero. Listo.