Enzo Francescoli, apodado “El Príncipe”, es una leyenda del fútbol con una carrera marcada por su elegancia en el juego, destreza técnica y capacidad goleadora. Su huella trasciende las fronteras de su natal Uruguay.
Brilló con la camiseta de la selección de su país y dejó una impronta imborrable en las ligas de Francia e Italia, donde participó en equipo de la primera división. En Argentina, se convirtió en una figura icónica y el máximo goleador extranjero en la historia de River Plate.
“Yo llegué a Argentina a los 21 años y siempre digo junté un par de generaciones porque estuve en los ochenta y después en los noventa o fines de los noventa”, recordó el exfutbolista.
Su primera etapa en el club fue de 1983 a 1986 donde tomó notoriedad por su estilo de juego particular. Regresó en 1994 y condujo al equipo Millonario a su segunda conquista de la Copa Libertadores de América en 1996 y de la Supercopa Sudamericana en 1997, además de los Apertura ‘94, ‘96 y Clausura ‘97 a nivel local.
Enzo le puso punto final a su carrera el 21 de diciembre de 1997. Sin embargo, en 2013 tuvo una segunda vuelta a River. Esta vez como como director deportivo de la institución, obteniendo 15 títulos y a punto de cumplir una década en el cargo.
“Yo nunca quise ser técnico por el manejo de los tiempos. Hay momentos en los que quiero desenchufar dos o tres horitas. Irme a jugar al paddle, al golf o mirar tele. Lo necesito y hoy el fútbol es 24 horas”, reflexionó.
La elección de Gallardo
La decisión de convocar a Marcelo Gallardo como técnico de River fue una sugerencia de Francescoli a los directivos del club, luego de la renuncia de Ramón Diaz en 2013. Con los años, el buen desempeño del DT al frente del equipo Millonario confirmó que la elección futbolística del Príncipe había sido la correcta.
Leo: —¿Como director deportivo sentís que la mejor elección que hiciste hasta ahora fue Gallardo?
Enzo: —Sí, creo la mejor decisión fue la de Marcelo y no sé si alguna vez la superaré. Pero eso tiene mucho de él. Siempre lo he dicho que el gran mérito es de él.
Leo: —Y después llegó Demichelis…
Enzo: —La decisión de Martín no era fácil sobre todo para él. Cuando mucha gente cuestionaba el cambio, yo analizaba que salimos de un momento difícil. Vino un técnico que conoce el club, que es querido, que tiene una gran imagen, que es un gran entrenador y que además ganó el primer campeonato que jugó por 20 puntos. Creo que pueden perdonar algunas cosas que pueda haber en el camino…
Leo: —No se puede ganar todo.
Enzo: —Llegamos a la locura. La otra vez lo planteaban en un reportaje: ¿Por qué nos pusimos ahora en la cabeza que lo único que vale es la Libertadores? No ganas eso y todo lo demás parece que no sirve. Un club como este tiene que ganar: si puede la Libertadores, un campeonato y ser el mejor. Pero tampoco es un fracaso si no se logra.
El título más preciado
Enzo contó que la Copa Libertadores de América que ganó en 1996 es su logro más destacado. “Tiene un valor personal importante para mí. Volví de Europa con el deseo de poder ganarla”, dijo.
La final la jugaron River y América de Cali. Francescoli, ansioso de poder lograr la meta, le pidió a Ramón Díaz, que por ese entonces era el técnico del equipo, que le permitiera hablarle a sus compañeros antes de salir a la cancha. “Les dije que me ayudaran a ser campeón”, explica.
“Estaban Crespo, Ortega, Gallardo que tenían 20 años. Les dije: ‘Ustedes van a jugar mucho, ayúdenme a mí a ganar esta que me queda poco tiempo’. Y finalmente la ganamos”, afirmó.
Junto a Leo, Francescoli recorrió el Museo de River y se detuvo en es Copa. “Para mí es la más preciada. La levanté porque era el capitán y le metí un beso largo de dos o tres minutos”, expresó al mirarla en la vitrina y señalar la placa metálica que convalida la hazaña.
“Esas son cosas que no te olvidas más, como muchas otras. De los fracasos a veces tampoco te olvidas”, admitió el exjugador.
Asimismo, recordó la emoción y la reacción de la hinchada ante las victorias obtenidas. “Yo jugué en los años ‘80 cuando todavía te podías acercar al alambrado. Era increíble verle la cara a la gente en las tribunas. Fuertísimo”, reconoció.
“Hace como un año que no venía a verla”, contó Enzo con relación a visitar la Copa.
El folklore del fútbol y Diego Maradona
Las rivalidades en el fútbol son moneda corriente, pero a veces exceden los límites. Francescoli siempre fue reconocido por la templanza que lo caracterizó tanto dentro como fuera del campo de juego.
“Siempre traté de ser muy respetuoso. Nunca fui de gritarle a la otra hinchada y la única vez que lo hice, después les fui a pedir perdón”, recordó.
En este punto, recordó los abrazos con Diego Maradona y cómo ambos siempre dejaron de lado las disputas futbolísticas entre River y Boca. “Mi viejo tenía una frase: ‘De política, religión y fútbol no hay que discutir y menos con amigos’. Y es así”, opinó.
“Existe la cosa folclórica que decimos en el fútbol, la cargada y eso. Pero cada uno tiene sus ideas. Diego se excedía un poco diciendo las ‘gallinas’, Pero era su manera de ser. Algo que a mí nunca me salió. Es muy difícil que yo le diga ‘bostero’ a alguien”, analizó.
Enzo indicó que ambos se tenían “un aprecio recíproco” y se ayudaban mucho en temas de las selecciones de cada país. “Yo fui bastante discutido en una época en Uruguay con el tema de los repatriados, los que veníamos de afuera. Un poco lo que pasó acá con la generación de Messi y Di María, previo a todo lo que ganaron. Teníamos buena onda hasta familiar, así que no tenía por qué ocultarla. Después cada uno tenía sus colores a su manera”, reconoció.
Cuestionario Random
Leo: —¿Comida favorita?
Enzo: —Asado o lasaña rellena.
Leo: —¿El mejor gol que hiciste?
Enzo: —Una chilena a Polonia en un torneo de verano. Es espectacular, medio impensada que la recuerda todo el mundo. Otro fue un gol a Argentinos Juniors en cancha de Ferro.
Leo: —¿Película favorita?
Enzo: —El silencio de los inocentes.
Leo: —¿Serie favorita?
Enzo: — The Big Bang Theory ya la vi como 60 veces porque hace tiempo que terminó. Tuve momentos de Friend, Two And A Half Men…
Leo: —¿Preferirías tener tres brazos o tres piernas?
Enzo: —Tres piernas.
Leo: —¿Preferirías que te mintieran o mentir vos?
Enzo: —Que me mientan.
Leo: —¿Preferirías ser infiel o que te fueran infiel?
Enzo: —Que me sean infiel.
Leo: —¿Y que te lo contaran? ¿Qué te enteraras?
Enzo: —Mejor enterarme. No me gusta mucho el tema de la traición. Prefiero saberlo y después la decisión es mía.
Leo: —Completá con lo primero que se te venga a la mente. A veces…
Enzo: —Juego a la pelota.
Leo: —Yo nunca…
Enzo: —Dejaría de amar.
Leo: —Cuando sea grande quiero ser…
Enzo: —Buena gente.
Leo: —¿Arriba o abajo?
Enzo: —Indiferente.
Leo: —¿Tu otro lugar en el mundo?
Enzo: —París me gustó mucho. Viví tres años allí y para mí es una ciudad fantástica.
Leo: —¿Preferirías ser invisible o inmortal?
Enzo: —Invisible. Inmortal sé que no va a pasar nunca. Invisible me garantizaría pasar tranquilo en algunos momentos.
Leo: —Tenés que elegir una opción: sexo una vez por semana hasta los 90 años o todos los días hasta los 70.
Enzo: —Una vez por semana hasta los 90.
Leo: —Una palabra que te defina.
Enzo: —Buena gente.
Con años de experiencia y un ojo intuitivo puesto al servicio de la dirección deportiva del equipo millonario, Francescoli se muestra satisfecho con los logros obtenidos a lo largo de su carrera y agradecido por seguir vinculado a lo que más lo apasiona: el fútbol. En el arranque del año nuevo, su historia sigue sumando capítulos.