Enzo Sauthier, conocido como FMK, es un cantante y compositor argentino de Trap. Nació en Necochea, provincia de Buenos Aires, y desde muy joven estuvo inmerso en el arte y en el deporte.
A los 9 años escribía poesía y en 2010 participó en un certamen literario que le abrió paso como compositor de la mano del freestyle. En 2018 lanzó su segundo tema musical, “Perdóname”, que se convirtió en un hit.
Con el paso de los años, su popularidad fue en ascenso en el país y transcendió las fronteras. Realizó múltiples colaboraciones con reconocidos artistas argentinos y extranjeros, de la talla de Mau y Ricky; y Zion y Lenox.
Además de su carrera individual, FMK forma parte de “Los del Espacio”. Un grupo que nació en homenaje a la amistad que mantiene con Tiago PZK, Rusherking, Lit Killah y María Becerra, entre otros. Todo inició cuando compartieron una casa durante la pandemia y aprovecharon esa experiencia para crear música juntos.
Ser alguien
FMK es consciente de que sus logros no fueron solo esfuerzo y talento sino tener en claro el objetivo. Al recordar sus inicios, contó cuál fue el consejo que le dieron sus padres en la construcción de su futuro.
Pollo: —¿Cómo fue la decisión de arrancar con la música?
FMK: —Yo tenía 17 años. Me senté un día con mis viejos y les dije: “No voy a arrancar la escuela, me voy a dedicar a laburar y a hacer música”. Imaginate la reacción que tuvieron.
Pollo: —¿Qué te dijeron?
FMK: —Me aconsejaron que no. Me dijeron que ellos buscaban lo mejor para mí, pero yo en ese momento lo entendí como que no me apoyaban. Me calenté un poco, pero no me dijeron nada más. Yo seguí con la mía y por suerte cinco o seis meses después salió el “Perdóname”. Y ahí fue donde pegó el primer tema y les costó algunos meses más entender que podía vivir de lo que estaba haciendo.
Pollo: —Qué lindo eso… ¿A qué se dedicaban tus viejos?
FMK: —Mi viejo era electricista y mi mamá laburaba en una feria. El mensaje que me daba mi viejo era: “No quiero que termines como yo, levantándome a las 5.30 de la mañana volviendo a las 7 de la tarde, por la comida nada más”. Ellos me decían: “Tenés que ser alguien, buscá algo que te rinda porque lo de laburar de 5.30 a las 7 ya lo hacemos nosotros y no es lo más conveniente, por ser un tonto que no quiere estudiar”.
Salir de la depresión
Enzo admitió que sufrió depresión en los inicios de su carrera y contó cómo su entorno lo ayudó a superar ese difícil momento. Según explican los expertos, se trata de un padecimiento que es cada vez más común en la sociedad actual. La gravedad radica en que interfiere en la vida diaria de las personas, en su capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida.
Pollo: —¿Sufriste depresión por mucho tiempo?
FMK: —Sí, estuve como dos años. Arrancó al principio de 2019. Me costaba mucho lo social, salir, la exposición. Llegaba el día de un show y no quería levantarme de la cama. Después estaba en el show y la pasaba increíble, pero estaba muy cerrado. Estaba odiado con la vida, conmigo. No podía destrabarme. Tuve dos años difíciles.
Pollo: —¿Qué pasó en ese tiempo?
FMK: —En el 2020, me mudo a Buenos Aires con los pibes, con Rusher, Mari y Nata, y empecé a llevarla un poco más. Empecé a conocer Buenos Aires y a estar con ellos. Fines del 2020, falleció mi viejo y de nuevo caí. Me costó unos tres meses asimilar que mi viejo ya no estaba y cuando me quiero ir de la casa, porque me sentía en la mierda, Lit Killah me dice: “Amigo, si te vas, no te hablo nunca más”. Y fueron los pibes los que me abrazaron.
Pollo: —Eso que podía parecer autoritario, en realidad te salvó.
FMK: —Yo no sé en qué iba a terminar si me iba solo a un departamento.
Un millón de dólares
El popular cantante se atrevió al juego y distribuyó el total del dinero que contenía el maletín entre sus deseos personales de compras y la emoción de poder ayudar a su entorno.
Pollo: —¿Qué compramos? Vamos a gastar juntos.
FMK: —Arranqué a jugar al paddle hace como dos o tres semanas y cada vez que llamo no hay cancha. Con 100 lucas me pongo una buena cancha para mí y los pibes.
Pollo: —¿Seguro que con 100 te alcanza? Porque tenés que tener el terreno también.
FMK: —Bueno, 300 lucas con terrenito y todo.
Pollo: —¿Qué más? Te quedan 700.
FMK: —Voy a sacar de estos 100, unos 80 para un Mustang del año 69 que es una locura. Lo tengo ahí en favoritos. No me lo voy a comprar, pero lo tengo ahí y lo miro todos los días.
Pollo: —¿Y el resto?
FMK: —220 para mi familia para que se pongan un negocio, que lo manejen ellos.
Pollo: —¿Qué otra cosa?
FMK: —100 para viajes. No soy muy pretencioso, me iría a Brasil, a la playita…
Pollo: —Te quedan 300 mil dólares.
FMK: —Me compraría un buen reloj. Me gustan los relojes. Un Cartier de 50 mil.
Pollo: —Te quedan 250 mil dólares.
FMK: —Lo que queda me lo reviento en viajes. Todo.
Un mal diagnóstico cambió el rumbo de su vida
FMK reconoció que una de sus inseguridades más grandes es su aspecto físico y explicó que si bien ahora está haciendo ejercicio y tratando de bajar de peso y mantenerse saludable, el origen de su problema radica en el erróneo resultado de un estudio médico.
“De chico yo jugaba al rugby. Me hicieron unos estudios para integrar el primer equipo en Necochea y los estudios me salieron mal. Me dijeron que el músculo que dividía las partes del corazón era más grande de lo que debería y que iba a morir de muerte súbita si seguía jugando”, recordó.
Con ese diagnóstico, su vida cambió rotundamente. Dejó de llevar una dieta saludable sin alcohol y una rutina de entrenamientos. Eso lo llevó a subir rápidamente de peso.
“Cuando empecé a hacer shows, tuve que ir a hacerme de nuevo esos estudios porque estar arriba del escenario también me podía agitar; y ahí me dijeron que la máquina anterior se había equivocado. Que era vieja”, relató.
Ya su carrera como músico había despegado y la posibilidad de volver al deporte no era su prioridad. “Quizás fue el destino que me sacó de un lado y me puso en otro, en donde debería estar, pero fue muy duro para mí”, admitió.
“Yo hacía boxeo, atletismo, rugby, iba al gimnasio. Estaba todo el día entrenando. Por el día a día que tengo ahora, me cuesta mucho seguir ese ritmo que tenía antes”, concluyó.
A sus 23 años, FMK forma parte de una camada de talentosos jóvenes que lideran la escena del trap. Juntos, se contienen y colaboran entre ellos para crecer en unidad en este camino musical. Sin dejarse marear por el éxito, Enzo destaca el rol de su familia y los valores que le impartieron.