Varias veces, en distintos momentos de su vida, le escuché decir a Mario Pergolini que estaba a punto de retirarse de los medios, que en poco tiempo se iba, que a fin de año terminaba, que era su última etapa. Radio Bangkok, Malas compañías, Hacelo por mí, Podría ser peor, La TV Ataca, Cuál es?, CQC, El gen argentino, Vorterix, Maldición, va a ser un día hermoso… Acá lo tenemos, sin embargo, a cargo de Filo news, Vorterix, y otras empresas. Pasan las décadas, en poco tiempo Mario cumplirá 60 años y sigue necesitando sentir que está a punto de irse, que falta poco.
– Necesito ver que la puerta está abierta. ¿Viste como los claustrofóbicos? Que pueden estar en un lugar, pero necesitan tener una puerta abierta. Yo necesito saber que eso va a pasar, porque no me contiene. Como persona me tengo que ir de lo público. Charlo con muchas personas muy conocidas que me preguntan: no estás en los medios, ¿cómo estás? O sea… ¿sobrevivís a esto? La verdad que sí. Hace 12 años que no estoy en televisión. Y no, no he vuelto a hacer un programa de televisión ni quiero. No estoy. Mi radio casi no tiene potencia, sintonizarla sería casi un acto de brujería, no la mido siquiera. Lo hago por varias razones, es un medio tradicional que se sigue sosteniendo y hay una economía que todavía sigue funcionando. Le miento a la sociedad, y esa economía, ese tipo de pautar, la sigo teniendo. Somos digitales, fuimos los primeros y tenemos otro tipo de ganancias por este tipo de plataforma.
– Sabes de medios, de tecnología, de juegos, de empresas, ¿cómo te gustaría que te presentara? De todo lo que sos, ¿qué sos hoy?
– La palabra emprendedor me contiene desde hace años, muchos años. A Endeavor fuimos con Cuatro Cabezas, fue uno de los primeros casos. Creo que soy un emprendedor, me gusta probar, me gusta hacer, y lo hago o lo intento.
– La palabra empresario suena a garca.
– Suena a garca.
– Cuando decís que odiás estar en público, ¿qué es lo que molesta?
– Cuando sos conocido parece que podés estar en todos lados. Te saludás aunque nunca te haya visto, porque “somos famosos”. Es horrible.
– Categoría horrible el “ser famoso”, porque no sos nada.
– A lo mejor le escapo a eso, al “famoso”. Me parece que es una bolsa de gatos demasiado amplia. Muchas veces me saco fotos con gente. “¿Quién es? Es un famoso”.
– Vas a cumplir 60.
– No hay fiesta. No. Jamás.
– Nunca hay fiesta.
– Nunca hay fiesta.
– Ya hubo otro tipo de fiestas cuando eras joven.
– Sí, pero fue la vida de otro. Si lo evalúas, debería estar muerto. Debería estar muerto. Pensá que yo estoy en esto desde que tengo 17 años.
– ¿Viste que el pasado parece ser de otro? Que no fue uno…
– En serio, a mí me parece que cosas de mi vida son en realidad la vida de otros. Muchas veces he dicho “yo no conozco a tal” y viene alguien y me dice que sí. He dicho un montón de veces “yo no conozco a Maradona”. No sé por qué, hay videos en que estoy con Maradona. Indudablemente tuve una relación muy cercana. Yo no lo recuerdo. Tengo un hijo de 30, Tomás, Matías, que tiene 25 y Valentina, de 17. Valentina casi no me vio en la tele. Y a veces me dice: ¿por qué hiciste esto? No sé si es bueno para mi hija verme con pelo largo a los gritos, con una camisa horrenda corriendo por Canal nueve.
Tengo tapas de revistas diciendo “Legalícenla”, por ejemplo. ¿Por qué dije eso? ¿En qué momento lo dije? ¿Qué tipo de perspectivas tenía en ese momento? Hoy lo sigo diciéndolo, pero a un hijo se lo tengo que contar según la edad que tenga, de distintas formas. A Tomás cada vez que le decía algo venía con una tapa de revista.
– Qué difícil es ser tu hijo. Compartiste con los músicos más grosos del mundo, marcaste hitos en la tele y la radio, creaste medios …
– Pero por otro lado, mi vida cotidiana con Lola no tuvo ese estrellato, siempre hemos intentado ser una familia. Siempre se cuidó que ellos no salieran en revistas. Yo en un momento estaba muy expuesto. Y no fui nunca tapa de Gente. No fui nunca a la tapa de los famosos, jamás en mi vida. Elegimos mandarlos a colegios lógicos, no vivir en barrios marginados de una realidad, que sería más lógica por las familias que tenemos.
“LLEVO 33 AÑOS CON DOLORES. CUANDO ME CASÉ ME DIJERON ¿CUÁNTO VAS A DURAR?
– ¿Te sorprende pensar que hace más de 30 años que estás con Dolores?
– 33 años. Sí. Sobre todo porque cuando me casé me dijeron, por el tipo de vida que tenía, ¿cuánto vas a durar? Cuando me casé Dolores tenía 18, 19 años, hija de médicos. No esperaban eso, que la hija iba a caer a los 18 con un tipo que tenía una vida pública medio complicada. Cuando uno se casa dice “para toda la vida”, pero no sé si es tan consciente de que puede ser para toda la vida, tampoco tenés muy en claro lo que es “toda la vida”. Ella se modificó, yo me modifiqué, las situaciones se fueron modificando. Es una vida de progreso, porque cuando nos casamos vivíamos en Parque Patricios, y hubo que laburarla, hacerla. Ella se forjó una propia vida. Mantener la familia es un ámbito que se cuida de distintas maneras. Es loco. Me gustaría poder dar una respuesta del tipo “es un compromiso que se renueva”, pero no tengo esa respuesta.
– Quizás ella es la que tuvo más paciencia.
– ¿Puede ser, no? ¿No es complicado estar al lado de alguien que tiene un foco encima todo el tiempo? A veces querés estar en la luz y muchas veces no.
– Vos te protegés mucho del afuera, te dedicás a trabajar y a estar con tu familia. Siempre decís que amigos ya no tenés.
– Mis amigos fueron compañeros de trabajo. Mis amigos músicos crecieron de otra forma cuando éramos chicos. Fito se quedaba a dormir en casa. Viví con Spinetta. Se iban armando relaciones que fueron cambiando mucho con el tiempo. Pero también es cierto que he sido amigo de gente que ha trabajado conmigo o han sido socios míos. Después uno sigue otros caminos. Tenés amistades, hiciste sociedades, y no seguir con ellos no significa falta de amor o falta de amistad. A veces pienso que todos esos amigos siguen estando, a lo mejor no en lo cotidiano, a lo mejor no son de esos con los que te vas a comer todo el tiempo. A lo mejor tus fobias sociales te llevaron por otro lado. Es difícil entender porque van pasando esas cosas.
“TENGO MUCHO TIEMPO DE OCIO. PUEDO ESTAR CONMIGO MUCHO TIEMPO”
– ¿Cuál es hoy el mejor plan para vos?
– La verdad que respeto mucho el ocio. Le dedico muchas horas, juego con computadoras mucho. Los últimos años tienen que ver más con la tecnología. Muchas veces estoy con la tecnología, pero divirtiéndome. Me gusta ir a la cancha, me gusta ir con mis hijos al fútbol, pero tengo mucho tiempo de ocio y creo que me mantiene bien. Puedo estar conmigo mucho tiempo. A veces me dicen: pero seguís yendo todas las mañanas a trabajar. Es más oficio, hoy tengo oficio, me divierte, lo hago. Siempre opino “esto tiene que funcionar sin mí en algún momento”.
– Dentro de unos años va a funcionar solo (risas).
– Sí. El año que viene es el último. Qué sé yo.
– Hay que hacer lo que uno tiene ganas.
– Yo hago lo que tengo ganas.
“NO SOPORTO LAS FIESTAS, NO SOPORTO LA MÚSICA, NO SOPORTO A LA GENTE BÁSICAMENTE”.
– Lo que nunca harías es la fiesta de cumpleaños de 60, donde va pasando toda tu historia. Es para vos el peor castigo.
– Una pesadilla. Eso es una pesadilla. Siempre intento aclarar que no hagan una fiesta sorpresa. No va a ser agradable para mí. “A papá igual le va a gustar”, o a Mario. Lo dejo muy en claro: me voy a ofender si llegan a hacer eso, yo no quiero eso. No soporto la fiesta hasta altas horas. No soporto la música.
– ¿La gente?
– No soporto a la gente, básicamente. Creo que coincidís un poco. ¿Hiciste la fiesta?
– Nunca. Me parece una situación muy estresante.
– “Él lo dice, pero le gusta”. Entonces lo dejo claro todo el tiempo: a mí no me gusta. No me gustan los casamientos. No me gustan las fiestas de 15. El otro día fui con una tía que quiero mucho, cumplía 80 años. La tercera vez que escuché “De boliche en boliche” dije: me voy a matar. Estaba en una película de De Olmedo y Porcel detenido en el tiempo. No tiene que ver el amor en esto. No tengo esa alegría.
– Hablemos de Boca. Hay una grieta más grande ahora.
– Culpables ambos, de ambos lados de la grieta. Porque cuando se llega a una grieta es porque no se pudo hablar. Porque no hubo un acuerdo entremedio.
– La cosa está re peleada. Vos te ubicaste del lado enfrente del que estabas hace unos años.
– Yo estaba, sí, es público el lugar que ocupé. A mí no me gusta cómo lo han conducido. Porque somos todos de Boca, de un lado, del otro, de Román a Macri. Donde yo estuve no me gustó, intenté ser parte. De hecho se podría decir que sacamos el macrismo del club.
– Ahora estás con el macrismo.
– Con Ibarra. ¿Macri estaba medio corrido? No, está. Está, sin duda está. Es indudablemente del otro lado del que intenté ir. No pude, no encontré diálogo, no me gusta como se comportan. La metodología que usan no me gusta para Boca.
– ¿Cómo describimos esa metodología?
– Eso de escuchar poco, de estar con un grupo muy cerrado, de creer que solo unos pertenecen a Boca y que no hay que entender que el otro también es de Boca y quiere hacerlo de otra forma. Yo creo en los procesos, creo en los trabajos organizados, creo que hay cosas para hacer y que hay lugares para ocupar, uno no puede ocupar todo. No es como se maneja esta gestión de la que fui parte. Creo que dentro de lo que ofrecen Ibarra y Macri para Boca hay cosas para hacer que me interesan. Todos queremos a Boca, todos vamos a disfrutar salir campeones. Que esto sea grande y ser esto que nos hace bosteros.
“LO DE BOCA ES MUY PARECIDO A LAS POLÍTICAS QUE HEMOS VIVIDO LOS ÚLTIMOS AÑOS. METER MIEDO”.
– ¿No se metió la ideología política también?
– ¿Y la forma de hacer política, no?
– Dicen que ustedes quieren vender el club.
– No, nadie va a vender el club, nadie va a hacer que no se vote más, nadie quiere que se intervenga el club. No.
– ¿Eso es hacer política como no te gusta?
– Eso es. Es muy parecido a las políticas que hemos vivido en los últimos años.
“LOS DOS LÍDERES DE BOCA LO ESTÁN LLEVANDO A UN LADO DIFÍCIL”
– ¿Meter miedo?
– Meter miedo, acusar al otro, que éste va a hacer tal cosa. Y el otro dice: yo no voy a hacer tal cosa. Es muy parecido a cuando dicen: “va a hacer mierda la educación pública”. La educación pública no, la verdad que no. Sigue sin gustarme él, pero no va a hacer lo que están diciendo. Me gustaría poder dar seis pasos atrás y decir: charlemos. Encontrar un lugar de diálogo, no se puede. Alguien lo va a tener que lograr. Los dos líderes lo están llevando a un lado difícil.
– En este momento del país. ¿Qué es lo que necesita para crecer un empresario o emprendedor?
– Lamento caer en esta frase de reglas claras, pero se desvirtuó mucho la regla clara. Decime cómo vamos a jugar, qué vamos a jugar y jugamos. Me puede parecer una mierda o puede ser interesante. En los últimos años e incluso los cuatro años del macrismo no hubo reglas claras. Se hace una cosa, la cambian. A dónde vamos, las decisiones que se toman, cómo se gasta, cómo se ahorra, qué es lo público, qué es lo privado. Cada vez está más desvirtuado, es tremendo. Estamos viendo ahora nuevamente decir “vuelve el menemismo”. No surgió nada nuevo, no hay nuevas respuestas a viejas preguntas. No las hay. Pero la verdad es que vivo con esperanza. He trabajado siempre en este país, armando empresas de este país. Hago cosas afuera por distintas razones, siempre he creído que hay que hacerlo acá.
“HE HABLADO CON TODOS LOS PRESIDENTES. HE SALIDO PREOCUPADO, MÁS DE UNA HORA Y MEDIA HABLANDO AL PEDO”.
– ¿Cuánto interés le ponés a la política?
– Tal vez por haber sido famoso, conocido por las cosas que he hecho, siempre charlé con la política. He hablado con todos los presidentes. He hablado con intendentes, jefes de gobiernos, gobernadores, ministros. A veces solo por charlar, a veces por ver qué camino seguir. Por tecnología, muchísimo. Esa política de la charla me interesa, pero nunca encontré gente que me vuelva loco dentro de ese lado de la política.
– Que digas “qué moderno el tipo!”, “cómo la ve!”
– No, incluso he salido de algunas reuniones preocupado. Volver a casa y decir: “estamos hasta las manos, este tipo no entendió nada de lo que le acabo de contar”. Hablé de tecnología con gente muy importante. Y después de una hora de contarles cosas realmente importantes, que el país tiene mucho para hacer… y que te diga: “Internet, eso!” Decís: madre mía, una hora y media, estoy hablando al pedo. O cuando un candidato dice: no me llevo bien con la tecnología. La verdad que deberías aprender papi…
– ¿Alguno pudo entender la importancia de la inteligencia artificial?
– Sí, lo vi en gobernadores, en Jefe de gobierno, veo un interés. Algunos que te dicen: yo el teléfono se lo doy a mi hijo… Es importante que entiendas la tecnología de hoy si vas a administrar!
– ¿Estás hablando de cargos altos?
– Si, ejecutivo.
– Fue a lo largo de los años, no una vez o dos.
– A lo largo de los años, sí. Encaremos esta nueva etapa con ilusión. Ahora realmente no sabemos qué esperar. El otro día lo hablaba con Zuchovicki. Y me dijo: ¿y si es un cisne blanco? ¿Y si funciona?
– Es un experimento. Todo nuevo.
– Casi. Parecía que iba a ser todo nuevo. Vienen algunas cosas un poquito cascadas. No era su momento. A lo mejor dentro de cuatro años hubiese estado más preparado, hubiese armado más equipo. Insisto, yo creo en los equipos.
– ¿Para vos Milei todavía no estaba listo?
– No. Lo apoyo, que le salga bien. Tenés que buscar en un montón de lados tus alianzas. A lo mejor eso se hace con otros tiempos y de otra forma.
– ¿Cómo hacés para comprar tecnología y poder crecer con las complicaciones que hay para importar por ejemplo?
“ES COMPLICADO VIVIR GLOBALMENTE CUANDO TU PAÍS NO SE COMPORTA GLOBALMENTE”.
– Es complicado intentar vivir globalmente cuando tu país no se comporta globalmente, cuando te dice: no seas parte del globo. No tenemos forma en tecnología. Necesitás hardware, necesitás luces, cámaras para lo que es entretenimiento, necesitás CPUs. Necesitás un montón de cosas. Si queremos que la industria del conocimiento funcione, necesitamos darle músculo. El músculo en el software, es el hardware, no es difícil encontrarlo y las empresas no vienen a ponerlo acá. Están yendo a Chile. La región se está volviendo fuerte, un lugar que teníamos de privilegio, podemos llegar a perderlo. Durante este tiempo la industria de conocimiento de la Argentina dio la mayor cantidad de unicornios de Latinoamérica.
“EN TECNOLOGÍA LA REGIÓN SE ESTÁ VOLVIENDO FUERTE. TENÍAMOS UN LUGAR DE PRIVILEGIO, PODEMOS LLEGAR A PERDERLO”.
– Pero eso es capital humano.
– Ok, es el capital humano, aunque haya problemas para importar o exportar. Ese lugar va a durar muy poco, porque la región va a ser más fuerte.
– ¿Se iguala?
– Claro, se iguala, que nos destaquemos para competir lo vamos perdiendo. Cuando dicen que tenemos para alimentar a 70 mil millones de personas… tendríamos si los procesáramos, si hiciéramos un montón de otras cosas.
– Si los unicornios surgen es que acá hay ideas, que no es poco.
– Pongamos la idea en un lugar básico. Porque el mundo busca ideas todo el tiempo. Y si se las podemos ofrecer, está bueno. Pero lo bueno de una idea es llevarla adelante o por lo menos ver si funciona.
– Cuando le llevás la idea al funcionario ¿después qué pasa?
– A veces les muestro cosas que hacemos acá en Argentina. Y les digo: si le dieran posibilidades a esta gente harían cosas increíbles. “Sí, pero vamos a poner un impuesto más”. Es complicado. Pero ahí están los chicos, siguen saliendo pibes inteligentes, cada vez menos.
“NO HAY QUE HACER LOBBY CON EL MINISTRO DE ECONOMÍA O DE JUSTICIA, HAY QUE HACERLO CON EL DE EDUCACIÓN”.
– La educación
– Educación. Tenemos que entender rápidamente que no hay que hacer lobby con el ministro de Economía y de Justicia, hay que hacerlo con el de Educación. Las empresas, sino, no solo van a perder buenos empleados, van a perder buenos clientes. Hace un tiempo tuve la suerte de hablar en el coloquio de Idea y les dije: hablen con el Ministerio de Educación, preocupémonos en formarlos. Es un buen momento para empezar todo de cero. ¿Dónde nos gustaría empezar con la educación? ¿Con inteligencia artificial? ¿Con hardware? Estamos destruidos. ¿Por qué no ponemos a laburar gente y que digan: vamos a hacer esto por los próximos diez años? Todos te dicen “sí, sí, sí, ahora tenemos otras urgencias. La urgencia no puede frenar la educación, es lo único que no puede frenar. No.
“NO TENGO WHATSAPP, NO RECIBO AUDIOS, NO ESTOY EN GRUPOS”.
– Suena tu teléfono. Te llaman. ¿Preferís atender que contestar WhatsApp?
– Sí, porque los que tienen mi número de teléfono son poca gente. ¿El que te escribe un mensaje para decir “te llamo, estás”? ¡Llamá directamente! A los chicos les digo: ustedes cuando descubran el teléfono se van a volver locos, cuando vean que esta cosa que ustedes hacen lentamente se puede hacer fluido y hablando. (risas)
– Claro, dejan audios. Odio los audios. No dejen audios, por favor.
– En mi vida no hay audios. No tengo audios.
– ¿Tus hijos te tienen que llamar?
– Mensaje de texto. Sms. Estar en grupo, no, no tiene sentido.
– No estás en ningún grupo.
– No. Tengo un alivio. No tengo redes sociales. Tengo una, pero muy limitada.
– ¿Cuál es el secreto para no parecer de casi 60. Jugar debe ser uno de los secretos. Vos sos muy competitivo.
– No, yo era muy competitivo. Fui competitivo. Está bien. Me sirvió y lo disfruté. Pero ya no soy así. No me muevo en terrenos donde tenga que competir con alguien. La tecnología tiene mucho de sumar e ir todos juntos.
– ¿En los juegos no se compite?
– Competir con vos mismo, sí. Tengo varios juegos. Me gustan. Puedo estar con uno muy tonto en el celular hasta y ponerle horas y horas. Hoy en día a lo mejor jugás con gente que no conocés. Pero corro en simuladores. Le pongo mucho tiempo. Mucho. Y estoy muy al tanto de cómo está el mundo de los videojuegos y de las tecnologías que se usan, pero muy al tanto, casi como alguien de 20 y pico.
– ¿Dónde está el deseo puesto ahora?
– En la tecnología. Estoy desde hace mucho tiempo trabajando en algo que se llama metahumanos, que son nuestros reemplazos en los medios, que se arman con nosotros. Estamos haciendo humanos digitales, sintéticos, muy empáticos con los humanos. La ley está muy avanzada. Los algoritmos como Whisper y la comprensión plena del humano. Estamos probando acá en la Argentina, en una empresa de la que soy parte del board, un consorcio canadiense, austríaco y argentino. Yo tengo charlas, por entrenamiento, de 20 o 25 minutos con un software. Te asombraría lo que puede hacer para gente que vive sola, gente que necesita hablar con alguien, gente mayor que necesita sentirse acompañada.
– ¿Como un servicio a la comunidad?
– Es que no hay que verlo siempre como un monstruo. Se puede convertir en un monstruo y puede llegar a ser un grave problema.
– ¿Es también porque es más barato que pagar un sueldo?
– No va a haber tanta disponibilidad de gente. La ciudad se está poniendo vieja, en el país también está pasando. Es un problema para el futuro. Van a ser conductores que con su misma voz van a poder hablar en 70 idiomas, no va a necesitar ningún otro tipo de traducciones. Los medios, creo yo, van a terminar siendo customizables. Vamos a tener medios para cada uno, donde el conductor va a ser como a vos se te antoje.
“LA GENTE HOY LE DA UN VALOR MUY BAJO A LA VERDAD”
– Todo hoy tiene un sesgo.
– Todo lo que hagan los humanos va a tener un sesgo y las inteligencias que estamos armando las estamos armando con sesgos. Es medio imposible desde la creación del humano evitarlo. Pero también es cierto que hoy la gente se comporta con las noticias de una forma muy especial. La gente ve canales para confirmar lo que piensa, no para enterarse de cosas nuevas. Hoy la gente a la verdad le da un valor muy bajo.
“LA GENTE LE DA MÁS VALOR A LO QUE SE ENTERA POR WHATSAPP QUE A LO QUE SE ENTERA POR UN MEDIO”.
– ¿Pero la intención es seguir esa tendencia o es plantear algo nuevo?
– Yo considero que lo disruptivo en un mundo que se está volviendo tan generalizado, va a ser el rey. Yo apuesto a eso. Yo apuesto a lo disruptivo con la noticia. Hay varios elementos que hacen que una noticia hoy para la sociedad tenga valor. Una persona le da más valor a lo que se entera por WhatsApp que lo que se entera por un medio. ¿Por qué? Porque entiende que el que se lo dice por WhatsApp es gente que autorizó a estar. No es tan cierto, se puede mandar mucha información falsa por WhatsApp. Y es la red donde más se informa a la gente. Y cuando le preguntas: ¿qué importancia le da? Es muy poca, si no es verdad lo que te están diciendo, no importa. Hoy el entretenimiento ya no es lo que uno percibe. Uno puede creer que la entrega de premios que más se ve en el planeta son los Oscars y los Oscars se ven muy poco. La entrega de premios que más se va a ver es Games Award, en Infobae, que quintuplica a los Oscars, a lo mejor ni sabés que existe.
– En algún momento debería que aparecer una síntesis, una corriente que sea lo opuesto al sesgo, que nos lleve a buscar algo más neutral y objetivo.
“CUANDO NOS DIERON LA POSIBILIDAD DE EXPRESARNOS HICIMOS CACA. HICIMOS TWITTER, UNA CLOACA”
– Creo que estamos en la tercera etapa digital. Cuando nos han dado la posibilidad de expresar todo lo que queríamos, hicimos caca. Hicimos Twitter, hicimos una cloaca. Así nos hemos comportado fuera de todo algoritmo. Eso es humanidad pura. Ok, pongamos un poco de orden, empezar a dar puntajes sociales. Al que se comporte mal en estas redes, vamos a descontarles sus puntos sociales y les vamos dar créditos. Ya vimos a dónde nos llevaron la tecnología o las comunicaciones de forma alocada. Hicimos clickbait, hicimos mentiras virtuales, hicimos una red social que podría haber sido la panacea y terminó siendo ofensiva, maleducada, con sesgos horrendos. Ok, viene ahora el momento donde vamos a tener que imponer a la tecnología ciertos controles para ver cómo avanzamos. ¿Lo van a hacer los estados? Entonces, quién va a legislar una gran empresa que somos nosotros? Son dudas, no tenemos respuestas.
– Hay un vacío legal global.
– Sí, porque va mucho más rápido de lo que pensamos.
– Hay algo en vos muy vital. Seguramente es esto de estar abierto a lo nuevo y que te apasione.
– Lo nuevo me apasiona.